
El “Proyecto Pérgolas” que se desarrolló para dotar de sombra vegetal la Exposición Universal de Sevilla del 1992 se encuentra a un trance de desaparecer los últimos vestigios de estas en la ciudad.
Empezando por el origen estas nacieron con la idea de amortiguar en lo posible las altas temperaturas que se dan en Sevilla en verano, desde abril a octubre, fechas de celebración del certamen.
Un equipo técnico trabajo denodadamente en diseñar unas estructuras que tenían que resolver el problema, no había ninguna duda que la necesidad de crear sombras en el recinto era uno de los desafíos que había que afrontar
. De hecho, las pérgolas creadas fueron uno de los pilares del microclima que se creó en el recinto
Y la mejor sombra para un mejor funcionamiento de este microclima que se creo fue la constituida por vegetación. La sombra producida absorbe la radiación sin apenas calentamiento. Además, permitía el escape de este calor, lo cual no sucede con un toldo que no esté perforado. r.
El proyecto Pérgolas se inició a algo más de dos años de la inauguración de la exposición.
Fue entonces cuando surgió la idea de hacer pérgolas móviles con jardineras compuestas de bolsas con aportación de sustratos en las que se pudiesen hacer crecer las plantas trepadoras fuera del lugar en el que se debían de situar
Por otra parte, tampoco se sabía en qué lugares se debía de situar esta vegetación.
Se creo el famoso vivero de pérgolas de 50.000 metros cuadrados donde se iban a plantar y con tiempo suficiente cubrirse de vegetación.
Las pérgolas debían ser móviles con jardineras en las que se pudiesen hacer crecer la vegetación fuera del lugar en el que se debían de situar.
Se planteo un cultivo en sustrato con hidroponía con riego por goteo , fertiirrigación y tuberías de drenaje insertas en la misma infraestructura de la pérgola formada por módulos de 13×6 m o de 6×6 para poder ser transportables y ser colocados a 4 y 12 metros de altura.

Al final las pérgolas resultaron uno se los elementos más integradores del diseño general y de los espacios públicos de la Expo.
En este proyecto, aparentemente sencillo, se innovó a pesar de que el elemento, la pérgola, era de uso tradicional para ofrecer sombra. Sin embargo, la envergadura de la superficie a cubrir, y los condicionantes del proyecto hicieron convertir este proyecto en un gran proyecto singular único en el mundo.
Además de las características estructurales de las pérgolas, debían cumplir un cometido estético, Esta característica es bien reconocida de las plantas por ser capaces de transformar el entorno y adicionalmente, se tenían muchas de las características funcionales que se deseaban introducir con las pérgolas, como Instalación de las pérgolas son:
La proyección de sombra en los pavimentos evitando su calentamiento por acción directa del sol.
La absorción de energía solar, gracias a los procesos metabólicos de las propias plantas.
El aumento de la humedad relativa con la consiguiente absorción de calor, por las propias plantas.
El efecto permeable sobre el aire caliente que al ascender podrá traspasar el techo vegetal, no sucediendo lo mismo con otros materiales.
La notoria sensación de confort y bienestar cuando cualquier persona se encuentra rodeado de vegetación a pesar de las condiciones climatológicas adversas.
Todo el conjunto de pérgolas debería de ser desmontado a la terminación de la Exposición.
La solución adoptada como se ha dicho anteriormente tuvo repercusión en el mundo de la jardinería y el paisajismo. Una solución bioclimática que no se había utilizado anteriormente.


Finalizada la Exposición Universal y ante el éxito obtenido por el Proyecto Pérgolas se discutió no desmontarlas como estaba previsto y muchas de ellas continuaron y continúan en el recinto, pero con escasa vegetación, otras muchas han desaparecido y se encuentran amontonadas como chatarra en una de las bancadas que se utilizaron como aparcamiento durante la celebración de la Exposición.
Otras tuvieron mejor suerte unas instaladas por Puertos del Estado en el puerto de Algeciras, otras aunque sin las bolsas que contenían el sustrato y la vegetación fueron instaladas en el Parque Celestino Mutis en el Distrito Sur, hoy en día cubiertas de buganvillas plantadas en el suelo, quedaban hasta hace poco las que cubrían las paradas de autobuses que la Consejería de Transportes tenía instaladas y abandonadas, la vegetación se había secado, frente la Puerta de Triana, ahora desaparecidas con la urbanización de Torre Sevilla. Otras permanecen en lo que fueron los viveros de la Expo en el Parque del Alamillo.
Espartinas fue un municipio afortunado de poder instalar junto a su Plaza de Toros y en los terrenos que se celebró Floraurbana varios años un conjunto de pérgolas que supongo estarán bien conservadas.




No podemos decir lo mismo de las que se instalaron frente a la Estacion de Santa Justa en Sevilla, equipadas de riego por goteo automatizado y un equipo de fertiirrigación enterrado para su mantenimiento, lamentablemente y con pasos agigantados están secándose las Pandorea jasminoides.-Bignonia jasminoides ,especie que a cubierto hasta ahora toda la vegetación de las pérgolas.
Las bolsas que contienen el sustrato, el sustrato mismo o la red de riego localizado o quizás las plantas han llegado a su ocaso o ha sido la falta de un mantenimiento adecuado el que esta produciendo el declive de estas pérgolas.
Todas so un recuerdo de lo que fueron, las que todavía tienen vegetación y aquellas que una vez la tuvieron, pero estas que se encuentran a la llegada a Sevilla de numerosos visitantes son la tarjeta de visita de quienes acceden a la ciudad.
La primera impresión es la que cuenta, hagan algo o será demasiado tarde para recuperarlas.
Otras pérgolas obsoletas sin vegetación esperan se les de una solución de sombreado


