

Majestuosos arboles en la ciudad precisan de un mantenimiento adecuado, más si se han utilizado como arboles del viario.
La poda en topiaria que se les aplica por buenos profesionales incluye la supresión de las fructificaciónes, selección y reducción de copa, limpieza interior y formación geométrica del árbol.
Se mantiene únicamente en los ejemplares Ficus microcarpa que reciben esta poda en la actualidad ubicadas en las calles y zonas céntricas de la ciudad.
La poda de recorte, con la finalidad de eliminar las fructificaciones de los brotes terminales dando una forma más o menos arquitecturizada se mantiene también en aquellas ubicaciones céntricas donde el espacio aéreo es reducido para el tamaño del árbol o para controlar el crecimiento desproporcionado del mismo y evitar caída de árboles y ramas en presencia de vendavales.
La presencia de estos árboles en la vía publica arquitecturizados obliga en nuestro clima a la poda o recorte tres veces al año para conservar su forma, solo aquellos Ayuntamientos que puedan permitirse este lujo económico pueden hacer sostenible estas topiarias, que llaman la atención en las calles donde se practica.
El crecimiento natural del Ficus microcarpa no aconseja plantarlo en calles a no ser que se les mantenga con las podas o recortes antes descritos. Si dejan de practicarse las podas o recortes necesarios para acomodar su volumen al espacio disponible, el ficus se deforma y adquiere la singularidad de árbol peligroso en la ciudad..




