Caida de ramas sobre el monumento a Gustavo Adolfo Becquer.-Parque de Maria Luisa

Ponencia en la 1ª Feria Nacional de Urbanismo Verde de España. Sevilla 2016

Pedro Calaza Martínez. Dr. Ingeniero Agrónomo. Dr. Arquitecto del Paisaje.

INTRODUCCIÓN.

Los árboles representan la columna vertebral de la infraestructura verde, herramienta de eficacia probada para una planificación territorial, sobre todo en las ciudades, más racional e integradora de lo natural con lo antrópico. Somos conscientes del enorme elenco de beneficios que generan aunque también es preciso ser conscientes de que su mera presencia conlleva una serie de costes asociados o diservicios (Lyytimäki y Sipilä, 2009) que incluyen aquellos de tipo medioambiental, económico y de impacto en la salud.

Uno de los más importantes es el peligro potencial.

La gestión ¿moderna? del arbolado urbano debe tener en cuenta estos criterios y debe realizarse para optimizar y maximizar el tamaño de los árboles, especialmente por la cobertura de copa debido a su relación proporcional con su valor y la generación de servicios ecosistémicos. De la misma forma, se debe perseguir un buen índice de biodiversidad y una distribución adecuada de clases diamétricas. Por otra parte, debemos conocer las tipologías de colapsos de árboles: ejemplar entero (vuelco o rotura a nivel de suelo), del tronco y de la copa (troncos o ramas principales, ramas o ramillas).

Concretamente en lo relativo a los colapsos de ramas, la casuística es demasiado amplia y, hoy por hoy, no es posible controlar todos los condicionantes y variables que influyen en este tipo de fractura. A todo ello debemos sumarle que existen fallos de ramas que aparentemente no tienen ningún tipo de explicación y son muy poco conocidas; es el caso del denominado efecto de “caída de ramas de verano” (summer branch drop). Este tipo de fallo es muy importante dado que se produce en la temporada veraniega que es precisamente cuando la población utiliza más los espacios verdes públicos.

Para explicarlo y entender algunos aspectos específicos relacionados con la fractura de ramas es preciso recordar algunos aspectos claves de la configuración morfológica de las ramas y aquellos condicionantes y características que pueden influir en su fractura o predisponerlas al fallo, que entre otras son las siguientes:

  • a)Anatomía, específicamente en lo concerniente las uniones de ramas a tronco, según los planteamientos de Alex Shigo.
  • b) Síntomas de defectos. Se deben conocer y entender los síntomas que pueden indicar la peligrosidad potencial, en base a las publicaciones de Pokorny (2003) y Calaza e Iglesias (2016).
  • c) La corteza incluida y la codominancia. El concepto e implicaciones de la presencia de corteza incluida y de la importancia del ángulo de inserción y tamaño relativo.
  • d) La importancia de las labores previas. A menudo las labores previas son las inductoras de fracturas de ramas.
  • e) Tipología de fractura de ramas. De la misma forma se deben también conocer y entender las diferentes tipologías de fractura de ramas como el hazard beam.

EL CONCEPTO DE SBD (SUMMER BRANCH DROP).

Lo más importante es ser conscientes de que se sabe muy poco de este fenómeno y que es complicado llegar a conclusiones específicas. Hay muchas discrepancias en la comunidad científica para entender, definir y explicar este tipo de colapsos. En primer lugar no hay un nombre internacionalmente utilizado, recibe diferentes denominaciones: summer branch drop (SBD), sudden branch drop, summer limb drop (SLD) o high temperatura limb drop. Costello (2005a) expone que es un término que ha sido utilizado para describir el fallo de ramas que se produce en los meses de verano cuando los días son calurosos y hay ausencia de viento. Algunas afirmaciones sobre este tipo de fallo indican que las ramas parecen explotar repentinamente, a veces acompañadas de un sonido muy ruidoso. Se trata de un fallo de ramas de árboles maduros en verano, sin una causa obvia y que a menudo ocurre tras la aparición de una fuerte lluvia después de un periodo de sequía prolongado. En términos generales, deben estar presentes tres características primarias:

  • 1)Los árboles son maduros.
  • 2) Debe producirse durante un periodo prolongado de sequía veraniega.
  • 3) No debe existir un defecto obvio ni otra causa.

A menudo se incluyen características secundarias como que tiene que llover antes de producirse el fallo, que se produce fundamentalmente por las tardes, en tiempo de calma y de repente, acompañado de un fuerte sonido, tal como indicaba también Costello (2005a). Matheck, Betghe y Weber (2015) lo describen como un fenómeno que ocurre en verano después de un periodo de calor y sequía, y sigue normalmente un patrón fijo: en la parte superior de una gran rama, principalmente a 1 metro desde el tronco se forma una grieta transversal en los anillos anuales delgados llenos de vasos. Esta grieta transversal puede extenderse hasta la mitad de la rama. En este punto, la grieta vuelve a la dirección de las fibras a lo largo de la madera vieja de tensión. Se flexiona en sentido descendente y la rama falla (Mattheck, Betghe y Weber, 2015, p. 202).

Hoy por hoy, no podemos comprender el papel o importancia de los parámetros que intervienen como la Tª, la presencia de defectos, la orientación de las ramas y/o su peso final. De especial importancia resulta el hecho de que no se conoce la forma exacta de diferenciar este tipo de fallos de otro tipo de fallo de rama, cuestión ya planteada por Costello (2005a).

Existen especies más susceptibles a este efecto, por ejemplo Harris (1983) identificó en UK:

  • Quercus spp., Populus spp. Salix spp., Ulmus procera, Castanea sativa, Fagus sylvatica, Fraxinus excelsior
  • Aesculus hippocastanum, y en la zona de California: Eucalyptus, Quercus, Ulmus, Pinus, Cedrus, Fraxinus,
  • Platanus, y además otras especies en California: Ailanthus altissima, Erythrina caffra, Ficus macrocarpa,
  • Olea europea, Grevillea robusta, Sequiadendron giganteum, Sophora japónica. En la publicación de Harris, Clark y Matheny (2004) añaden el Liquidambar styraciflua, Acer sacharinum y los géneros Fagus

Causas y condicionantes. Según Costello (2005a), parece que el calor y una situación de calma causan que la madera de las ramas comience a ser menos resistente. Otros sugieren que la posición y la orientación de las ramas son factores clave. No obstante, no hay una causa definitiva ni evidencias probadas. Harris (1989) comenta que el fenómeno se asocia con que las ramas reflejan que la transpiración ha excedido la absorción de agua y son más ligeras en la tarde. Muchos informes inciden en que la rama explota y cae rápidamente sin advertirlo. Realmente si se produce una explosión, se entiende que hay una presión en el interior de la rama, pero la explicación no parece sencilla. Harris (1989) plantea que existen varias posibilidades que expliquen esta presión:

  • ‐ Presión creada por bacterias. Las bacterias tipo wetwood pueden crear una presión de gas hasta 4.2 kg/cm2 en el tronco de olmos (Carter, 1969). Sí, pero…, si realmente hay un ataque bacteriano, ¿no debería ser un indicador de un posible problema de SBD si se reúnen otros requisitos? ¿no se deberían identificar las exudaciones o el olor fétido característico?
  • ‐ Presión creada por condiciones de transpiración y absorción. Bajo condiciones de calma, la transpiración puede ser enormemente reducida debido a la elevada humedad dentro de la copa del árbol. Las raíces podrían entonces incrementar el contenido de humedad de las ramas, aumentando su peso y la presión interna de la savia.
  • ‐ Otra posible explicación indica que el tiempo en calma podría reducir la transpiración (alta humedad en la copa del árbol), el flujo reducido de agua en el xilema permitiría a la rama incrementar la temperatura y podría incrementar la producción de etileno y otras sustancias. Estas podrían debilitarla, lo que unido al aumento de peso de la rama debido al incremento de la superficie foliar y de frutos y a una reducida transpiración podría provocar el fallo.

En episodios de elevadas temperaturas, el árbol precisa transpirar, pero si no hay algo de viento, se complica el intercambio gaseoso de la superficie de las hojas dentro de una copa densa. Pero esto puede no ser cierto ya que en la lista de géneros y especies susceptibles aparecen tanto especies con copas densas como Aesculus o Fagus como otras que no las tienen como Olea o Fraxinus.

La relación de la temperatura en este fenómeno también ha sido abordada por Mattheck, Betghe y Weber (2015). Según ellos, el desarrollo de una grieta en una rama grande que genera madera de soporte en la parte baja en lugar de madera de tensión en la parte superior puede ser explicado estrictamente en términos de comportamiento de distribución de materiales. La grieta comienza en la parte superior frágil como una fractura cerámica, después cambia de dirección y se dirige a lo largo de la madera de tensión resistente situada en la parte del medio de la rama, la cual se parte en dos en vez de desgarrarse. Estos autores simulan la madera de tensión mediante la contracción de una cuerda torsionada que se afloja cuando se desenrolla (Mattheck, Betghe y Weber, 2015, p. 203).

Caida de ramas en verano

Cuando la madera de tensión normalmente localizada bajo la parte frágil se contrae (tensa), los anillos anuales frágiles de la parte superior experimentan una precarga de compresión, contrarrestando la carga de flexión de la rama. Cuando la madera de tensión comienza a ceder (aflojarse) bajo el impacto del calor en verano, esta pre‐compresión no dura mucho y la parte superior frágil experimenta la tensión total, resultado de la gravedad. Esto puede generar una grieta transversal.

Se trata de un fenómeno todavía sin explicar pero con numerosas ideas y teorías que podrían arrojar luz sobre las causas, sus indicadores y su gestión. Las opciones son numerosas y las hemos ordenado, de forma sucinta, como sigue:

  • Presencia de wetwood. Este tipo de madera posee características mecánicas peores que la madera normal, tiene un contenido mucho mayor en humedad y compuestos gaseosos que podrían debilitar la madera.
  • b) Rotura debido a un exceso de peso por un descenso en su capacidad de transpiración.
  • c) Disminución de la capacidad de cementación entre células y madera, debido a la presencia de etileno que se genera en situaciones de elevada humedad, temperatura alta y baja transpiración.
  • d) Fallo ocasionado por un exceso de peso debido a la masa foliar y presencia de frutas. Poco probable por las estrategias naturales que tienen los árboles en base al axioma de la carga uniforme, estrategia de flexibilidad, etc.…
  • e) Fallo originado debido a un aumento de la presión interna, sobre todo en madera wetwood, ya comentada.
  • f) Fallo debido a un exceso en el contenido de agua provocado por a una baja transpiración, humedad y presión elevadas.

CONOCIMIENTO Y LIMITACIONES EN ESPAÑA.

En nuestro país no disponemos de datos fiables ni suficientes acerca de este tipo de colapso. Se trata de un fenómeno muy poco conocido en el panorama internacional subrayamos que prácticamente no hay bibliografía al respecto y sobre todo en lengua castellana. Debemos, por tanto, seguir investigando y compartir los datos de los colapsos de árboles que se vayan produciendo, del sistema radicular, del tronco o de la copa y generando una base de datos que permita la redacción de perfiles de fallos por especies y un mejor conocimiento para hacer prognosis más certeras. En ese sentido, desde la AEPJP se está desarrollando la Base de Datos Española de Colapso de Árboles (BDECA), una base de datos de todos y para todos, en la que pueden colaborar los técnicos de nuestro país que trabajen en la gestión y mantenimiento de arbolado. El procedimiento es sencillo, cada vez que se produzca una fractura de un árbol, el técnico puede cumplimentar la ficha de colapso y remitirla a nuestra web o email. La AEPJP facilita el manual de cumplimentación donde aparece el protocolo de trabajo y la ficha de recopilación de datos. Se está habilitando un espacio web para poder volcar la información, mientras tanto está disponible el email bdeca@aepjp.es donde se pueden remitir los formularios cumplimentados y fotografías de los ejemplares colapsados. A medida que se vayan disponiendo de datos significativamente adecuados, se podrán ir descargando las bases de datos y se redactarán informes de tipologías de fallos y de los perfiles de las especies de nuestro contexto nacional. Contamos con vuestra colaboración para la mejora del conocimiento de la evaluación y gestión de la peligrosidad potencial de arbolado urbano en la línea de conseguir ciudades más verdes, inteligentes (pero de verdad…), seguras y biofílicas.

Sevilla, 21 de Noviembre de 2016.