Avenida del Greco Sevilla

«A medida que construimos ciudades más grandes, no somos conscientes de cuánto y qué tan rápido estamos socavando nuestra conexión con la naturaleza, y más la naturaleza salvaje, la fuente de nuestra existencia».

Debemos desarrollar una nueva manera de espacio público, una política de grandes espacios en el nuevo urbanismo de las ciudades, en muchas de ellas con el término municipal agotado, las nuevas infraestructuras verdes deben ser cread siendo los límites de las ciudades donde el espacio público adquiere mayor relevancia.

Algunos municipios previsores han redactado sus Planes verdes o de paisaje de su término  municipal incluidos en el PGOU donde privan las infraestructuras  verdes a disposición de los ciudadanos

Se han establecido debates a nivel de  representantes de municipios sobre el verde.-Verde histórico y verde naturalizado. Verde social o verde ecológico. El verde ornamental o el verde funcional, espacios naturales o espacios artificiales.

Avda. el Greco.-Parterres con arbustos y vivaces,pavimento filtrante

Encontrar conexiones con la naturaleza en las ciudades es clave para una vida urbana saludable. ¿ Nos va a llevar hacia una ciudad ruralista esta conexión ¿?Nuestra biofilia se adaptará a los jardines naturalizados¿  ¿ El verde dejará de ser ornamental para convertirse en funcional.¿  ¿ Que pasara con nuestros jardines históricos ¿                                          

 El Covid-19 ha activado la necesidad de naturaleza en la ciudad .de espacios naturales para la práctica del deporte poniendo de manifiesto las necesidades del comportamientos de la sociedad actual y teniendo en cuenta que los medios económicos serán limitados después de la pandemia, lo que agravara la situación ya maltrecha de muchos municipios.

La ciudad está constituida de  espacios patrimoniales, jardines histórico-Artísticos BIC, jardines, plazas y calles arboladas en espacios urbanos tradicionales y necesitada de espacios para la biodiversidad, espacios naturalizados.

Infraestructura verde con Platanus x hispanica

El cambio de gestión de los espacios verdes se viene realizando desde hace años con el mantenimiento diferenciado que establecieron los Servicios de Parques y Jardines  para el mantenimiento de cada espacio según su importancia en el paisaje urbano, algo que en ocasiones no ha seducido al ciudadano acostumbrado a la jardinería tradicional del jardín cubierto de flores e inmaculado en su conservación y limpieza.

Los Servicios de Parques y Jardines de la Administración no se han puesto en valor, ni se han formado sus técnicos y  jardineros para esta nueva gestión del verde en la ciudad, que  se está reconvirtiendo hacia una gestión de mayor cooperación con la naturaleza e infraestructuras verdes,(como ahora se llaman los jardines y zonas verdes de la ciudad) las UTES uniones de empresas de servicios y las contratas han invadido el campo del mantenimiento y conservación  de pueblos y ciudades a las que se les supone están preparadas para afrontar el nuevo reto con merma de los servicio públicos ,desprovistos estos por la Administración de medios económicos, materiales y humanos ante la ampliación de las zonas verdes en los pueblos y ciudades españolas. hay algunas excepciones donde las contratas no han sido introducidas sustituyendo al personal municipal de plantilla y actúan como colaboradoras en actuaciones puntuales.

Al planteamiento de una nueva gestión más naturalizada de las infraestructuras verdes se le ha añadido el de tener que gestionar sin glifosato por haber limitado su uso el Ayuntamiento en todo su término municipal ( el caso de Sevilla ) apuesta que no ha de suponer un menor mantenimiento, pero si una mayor inversión económica y en personal de mantenimiento si no queremos que las “ hierbas no deseadas “ invadan nuestros jardines. Como ocurre ya en algunas ciudades..

Por otra parte los ciudadanos exigen cada vez más su participación en los presupuestos  participativos ,en los Comités consultivos o planes de gestión tanto del arbolado como de los jardines de su pueblo o ciudad. Para ello es fundamental la comunicación entre el gestor y el gestionado,, sin comunicación la batalla está perdida, los asuntos pierden valor si no se conocen.

Los ciudadanos  deben estar informados para poder participar en los debates y las mesas que se propongan para establecer  árboles en las calles y crear nuevas infraestructuras, así como a  la hora de organizar actividades culturales y educativas donde el ciudadano debe estar presente.

La participación ciudadana, como actores directos, a través de una política democrática inteligente y  pedagógica de conciencia ciudadana.

Se manifiesta una descoordinación entre diferentes servicios que actúan en la ciudad en el ámbito urbano que se acrecienta cuando se trata de otras Administraciones aquí es donde está la verdadera transición aplicando una nueva forma de hacer las cosas. Hay que revolucionar esta descoordinación para que los proyectos y las inversiones que se realicen tanto con presupuestos propios o con Fondos Europeos, llamen como de llamen, no sean “ caprichos políticos en busca de votos “sino que formen parte del desarrollo de la ciudad de acuerdo con los objetivos de un plan consensuado por todas las fuerzas políticas ..

Es la hora de los contratos de colaboración público -privados con empresas y la busca de “sponsors” para el mantenimiento y conservación de espacios que siendo públicos se mantengan por la iniciativa privada en esta nueva gestión.

Pero estos remedios primero requieren una apreciación por los ciudadanos de la naturaleza en los centros urbanos, así como los recursos y la voluntad colectiva para realizar estos cambios.

El introducir la naturaleza en el paisaje  de las ciudades supone una transición con los modelos tradicionales que nos evoca a nuevos modelos de gestión y reflexión sobre las infraestructuras verdes conectadas dentro del plan llámese verde o urbanístico de la ciudad.

La mayoría estamos de acuerdo que naturaleza en las ciudades ayuda a las personas a realizar actividad física, lo que reduce el riesgo de muchas enfermedades crónicas

Los habitantes de las ciudades en áreas urbanas cada vez más densas pueden tener poco o ningún contacto con el mundo natural en su vida diaria, sino se la acercamos.

Hay medidas que las ciudades pueden tomar para introducir la naturaleza en el núcleo urbano, como exigir que los edificios tengan terrazas y balcones que se abran para permitir la entrada de aire fresco y luz natural; incorporar más huertos de hortalizas en las azoteas y agricultura urbana en huertos de ocio, el compostaje de residuos orgánicos; y crear espacios dentro y alrededor de los edificios apostar por los jardines verticales y sobre cubiertas o azoteas donde  poder encontrarnos con la naturaleza..

Las areas verdes mejoran el bienestar

“Las enfermedades mentales y los trastornos del estado de ánimo son más comunes en las áreas urbanas y, si bien muchos factores comparten la culpa, el acceso reducido a la naturaleza es una causa que contribuye “ dijo Kahn profesor del Departamento de Psicología y la Facultad de Ciencias Ambientales y Forestales de la Universidad de Washington .

Un cuerpo de evidencia científica sugiere que el contacto con la naturaleza proporciona una multitud de beneficios y puede ser un factor importante en la prevención de enfermedades y la promoción de la salud para las personas que viven en áreas urbanas.

La naturaleza en nuestra vida diaria refuerza la fuerza de los lazos sociales entre vecinos fomentando el uso de los espacios comunes .

La  percepción ciudadana de sus paisajes y sus aspiraciones respecto a éstos ha de tener un papel relevante en los estudios que se lleven a cabo para el diseño y ordenación de las ciudades y sus territorios

Incentivando la infraestructura verde para la gestión de aguas pluviales

La naturaleza es además  una herramienta poderosa para pelear y reducir el cambio climático, no la única.

 Según la FAO, hoy en día las ciudades ocupan solo el 2% de la superficie de tierras del planeta, pero representan más del 60% del consumo mundial de energía, el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero y el 70% de todos los desechos que se generan.

 Las ciudades tienen un enorme impacto en nuestro mundo. Crean la contaminación del aire, tienen un consumo de energía alto y pocos recursos naturales, y requieren muchos recursos económicos para desarrollar la infraestructura. Todos estos factores afectan una gran parte de la población.

Paisaje urbano en Seattle, Washington

‘ Que podemos hacer ¿

Más del 50% de la población mundial vive en ciudades y ese número continuará creciendo, se pronostica que puede llegar al 70% en el 2050. Por lo tanto, las ciudades continuarán siendo una amenaza para el medio ambiente y los ciudadanos seguirán siendo expuestos a las consecuencias de, por ejemplo, la contaminación. Pero los gobiernos y municipios pueden lograr que estas ciudades puedan luchar contra del cambio climático incorporando árboles en sus planes urbanísticos..

Los científicos descubrieron que los árboles más grandes con una mayor cantidad de área foliar, coronas densas y altas tasas de transpiración son los mejores para el enfriamiento local.

Los árboles ayudaran a las áreas a enfriarse mediante un proceso llamado evapotranspiración, que propicia que el agua producida durante la respiración se evapora de las hojas de los árboles, enfriando el aire.

Los árboles seleccionados deberán ser tolerantes a la sequía, ya que se plantarán en áreas cálidas y secas según previsiones del cambio climático

La nueva gestión de las infraestructuras verdes de los pueblos y ciudades necesitan técnicos preparados a todos los niveles para afrontar los cambios de gestión  acentuados por los comportamientos de la sociedad que vivimos y pensando en el futuro.

¿ Hasta cuando durará la crisis económica de nuestros municipios para poder mantener y  crear dignamente infraestructuras verdes sostenibles para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos ¿

 “ Una sociedad sostenible seria aquella que presta atención a las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para hacerse cargo de sus propias necesidades.” Informe Brundtland

Jardin vertical en Milan