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En el blog existen muchos jardines portugueses incluyo hoy los que desconocía y que figuran en el itinerario de Jardines Históricos del Consejo de Europa junto a otros que se describen en anteriores entradas.
QUINTA AVELEDA
Al pasar la puerta de la Quinta da Aveleda, se inicia la visita a una de las fincas más conocidas de Portugal, propiedad de la familia desde hace varias generaciones, con verdadero renombre internacional, considerada monumento nacional desde 1910. El patrimonio formado por árboles imponentes y seculares caracterizan a la Quinta y le dan su carácter único entre las fincas Minho. Los jardines de Quinta de Aveleda son uno de los ejemplos mejor conservados de jardines románticos en Portugal, además de ser un excelente modelo para mantener sus características originales.
Distinguida con el Premio Internacional “Mejor enoturismo 2011”, en la categoría “Arquitectura, parques y jardines”
De Quinta da Aveleda «En el corazón de la región vinícola de Vinho Verde, rodeada de impresionantes vistas, Quinta da Aveleda es un escape para los sentidos y un lugar donde te sentirás conectado con la naturaleza. Todo comienza en el viñedo, la raíz de su pasión por la viticultura. Luego explore cada detalle de los hermosos jardines, viva en los misterios de nuestra bodega de envejecimiento, admire la icónica residencia de la familia Guedes y déjese hipnotizar por el ritmo de nuestro bullicioso centro de vinificación. Y finalmente … pruebe lo mejor de lo que el Vinho Verde tiene para ofrecer, los vinos Aveleda.
Los robles, el árbol más abundante aquí, sirven de marco para los grandes ejemplares de camelias, azaleas, eucaliptos y sequoias, siendo, por la abundancia de colores, abril el mejor mes para visitarlo.
Esto es un conjunto de bosques, bosques y jardines con inmensa variedad botánica. Los árboles seculares, copias del siglo XIX, la casa solariega, la torre de cabras, la casa de té y la fuente de las cuatro estaciones (ejecutado por el maestro João da Silva).. En la isla del lago de los bosques, esta granja es la ventana de Palamós, monumento nacional, manuelino, donado por Thomas Sandeman a Manuel Pedro Gedes en 1880.
A su rareza, por ser un tipo de jardín poco habitual, se une un excelente mantenimiento del diseño original que hace de la visita a la Quinta, con sus edificios de granito, sus viñedos y su bodega de excelentes vinos, algo diferente y muy atractivo.
Repartidas por aquí y allá, hay una serie de construcciones de lo más original: una caseta con techo de paja, a un lado de la entrada, y una cabreriza en forma de torre con rampa exterior, al otro lado; un gran lago con una preciosa casa de té al fondo del jardín, además de fuentes, restos góticos, riachuelos… y todo lo necesario para hacer de Aveleda una excepción entre los jardines portugueses.
Los detalles barrocos, las escaleras con musgo, las artísticas casas, las lagunas con cisnes, los eucaliptos gigantes, las antiquísimas bodegas con olor a cien años y telarañas tan gruesas como telas. Todo eso impacta a la vista en un juego armónico de colores que pareciera ser una gran obra de arte ,un lugar que ha evolucionado naturalmente..
La Quinta da Aveleda produce algunos de los vinos más famosos del mundo. Entre ellos el vino verde del mismo nombre “Quinta da Aveleda” y otras marcas con características distintas como el vino “Casal García Rosé” ambos hechos con una variedad de uva Alvarinho influenciada por los vientos del Atlántico..

JARDINES DE LA FINCA BREJOEIRA EN PINHEIROS
Jardín formalista y parque paisajístico (1910).
El Palacio de Brejoeira está situado en la freguesia de Pinheiros, municipio de Monção, Portugal.
El Palacio fue clasificado Monumento Nacional en 1910. Es un palacete neoclásico cuyo arquitecto fue Carlos Amarante y su fecha de construcción 1834. Fue construido por orden de Luis Pereira Velho de Moscoso.
En sus alrededores se encuentra un gran jardín, con árboles centenarios y cultura de Albariño.
Está rodeado de un frondos bosque y encantadores jardines con magnolias ,camelias y arbustos ornamentales. A lo largo de las estructuras de la finca hay un sendero cubierto de enredaderas, sostenido por columnas de granito y al lado por caminos de piedra. Es propiedad privada y produce uno de los mejores vinos de Alvarinho (vino verde) de la región, por lo que las visitas solo son posibles con la autorización de los propietarios. No obstante, las vistas desde el exterior, por las puertas de entrada, son majestuosas.
Jardin de estilo inglés y cuidado Hay mucho que ver en este gran palacio neoclásico y sus jardines de principios del siglo XIX. Hay fuentes, esculturas y un gran lago.
El Palacio de Brejoeira y sus alrededores se pueden ver desde el bosque hasta la vasta bodega de viñedos de Alvariño que es la principal fuente de ingresos del palacio (este hermoso palacio es de propiedad privada). Las esculturas representan a la diosa de la fertilidad y las fuentes dan un aire romántico a este espacio que inspira relajación y tranquilidad.

JARDIN JOSÉ DO SANTO EN PONTA DELGADA.-ISLA DE SAN MIGUEL.-AZORES
El Jardín José do Canto es un jardín botánico localizado en la ciudad de Ponta Delgada, en la Isla de San Miguel en Azores Portugal.
La historia de este parque botánico comienza con José do Canto, uno de los hombres más ricos de la isla de San Miguel, quien mandó plantar el jardín en estas tierras que eran de su esposa.
El jardín cuenta con hasta 3.000 especies diferentes de plantas exóticas, plantadas a partir de 1840, en un ambiente algo selvático.
Al final del jardín se alza el Palácio de Santana, que data del siglo XVII y es de estilo neoclásico, actualmente convertido en residencia turística. Dicho palacio perteneció al americano que comenzó a plantar el parque, un empresario que promovió el cultivo de la piña y el té en San Miguel.
En uno de los laterales de parque se encuentra un solar dieciochesco, y junto a la entrada se localiza la Ermita de Santa Ana (del siglo XVII), ubicada junto a la residencia del presidente del Gobierno Regional.
Jardín privado, de marcada influencia inglesa, del período victoriano, con una gran variedad botánica y de notable belleza paisajística. Fue mandado plantar por José do Canto (antiguo intelectual azoreño) a partir de 1.845 y se ha convertido en el ejemplar más representativo de los jardines botánicos creados por varias familias azoreñas desde finales del siglo XVIII.
Posee numerosas construcciones de interés, como el monumento a José do Canto, el palacio, el pazo del siglo XVIII, el pabellón (antiguo invernadero de traza victoriana) y la capilla de Sant´Ana, del siglo XVII.
El conjunto del jardín, palacio e invernadero está clasificado como Edificio de Interés Público. El rey D. Carlos, Franklin Roosevelt y Jorge Amado fueron algunas de las figuras famosas que lo visitaron.

JARDIN QUINTA DAS LAGRIMAS
Situada en Coimbra, en la orilla izquierda del río Mondego, en la parroquia de Santa Clara, en la ciudad y municipio de Coimbra, en el distrito del mismo nombre, en Portugal.
La Quinta das Lágrimas ocupa un área de 18,3 hectáreas. En el centro está el palacio del s. XIX, que funciona actualmente como hotel de lujo y en su alrededor, una área ajardinada donde predominan las especies exóticas, algunas de las cuales cuentan con más de doscientos años. Los recuerdos se acumulan en sus jardines desde el siglo XIV, tanto en los elementos construidos como en los árboles, en las leyendas populares y en su propia historia.
La ladera sur está cubierta por un bosque, ideal para largos paseos y, recientemente, se ha inaugurado un Jardín Medieval, el primero en Portugal, en homenaje a los amores de Pedro e Inês. Para este jardín, donde reina un ambiente de clausura y sencillez, se seleccionaron 50 especies de plantas, cuya existencia antes de la época de los Descubrimientos está demostrada por grabados y documentos de la época.
La Quinta das Lágrimas es señalada como el escenario del romance prohibido del Rey Pedro I con D. Inês de Castro por algunas de las más bellas páginas de la literatura portuguesa, no obstante, se considera prácticamente cierto que no fue aquí donde tuvo lugar el idilio.
Sin embargo, los jardines conservan un canal conocido como «Cano dos Amores» por donde, según la leyenda, el agua transportaba las cartas de amor entre la Quinta y el Paço Real. Según la historia, estas mismas aguas se tiñeron de rojo por la sangre de D.ª Inês que aquí habría sido asesinada y, de acuerdo con la tradición popular, aún son visibles hoy en día las marcas de su sangre en las rocas.
Pero existe una explicación científica para ese hecho las algas rojas que aquí crecen “Hildenbrandia rivularis” son las que esparcen este color. Entre la realidad y la ficción, los Jardines de la Quinta das Lágrimas mantienen una atmosfera romántica que vale la pena descubrir.
Se trata del primer jardín medieval totalmente reconstruido en Portugal, inspirado en iluminaciones, tapicerías y literatura de la época.
La obra es de la arquitecta Cristina Castel-Branco, que clasifica este proyecto como el primero en Portugal que obedece a los criterios del ICOMOS, el Comité Científico de la UNESCO para la Defensa y el Estudio de Parques, Jardines y Sitios Históricos.
El jardín rodea toda la Finca de las Lágrimas, que actualmente es un hotel de «encanto» integrado en la cadena “Relais et Chateaux”. Su nombre evoca los amores trágicos del futuro rey D. Pedro I con la noble de origen castellano Inés de Castro, que fue asesinada por orden del soberano reinante, D. Alfonso IV. En el jardín se encuentran las llamadas Fonte dos Amores y Fonte das Lágrimas. La finca y las dos fuentes citadas son famosas por haber sido escenario de los amores del príncipe D. Pedro (futuro Pedro I de Portugal) y la noble D. Inês de Castro, objeto de innumerables obras de arte a lo largo de los siglos.
Historia
El área de la entonces llamada «Quinta do Pombal» ha sido un coto de caza de la Familia Real Portuguesa desde al menos el siglo XIV. El documento más antiguo referente a la propiedad data de 1326, año en el que Santa Isabel de Aragão, Reina de Portugal, hizo construir un canal para llevar el agua de dos manantiales al Convento de Santa Clara.
Esta fuente todavía tiene un acceso, a través de un arco apuntado gótico, que data del siglo XIV. La otra fuente de la finca, algo más alejada de la primera en relación con el convento, fue nombrada por Luís de Camões en «Os Lusíadas», como «Fonte das Lágrimas», refiriéndose a que nació de las lágrimas derramadas por Inês cuando fue asesinada por orden de Alfonso IV de Portugal.

Alrededor de 1850, Miguel Osório Cabral e Castro, hijo de António, construyó el frondoso y romántico jardín que aún hoy rodea a la Quinta, con lagos serpenteantes y especies de plantas exóticas de todo el mundo, en una especie de museo de plantas. Su sobrino, D. Duarte de Alarcão Velásquez Sarmento Osório, bisabuelo de los actuales propietarios, construyó, junto a la entrada a la mina ordenada por la Santa Reina, una puerta arqueada y una ventana neogótica, que dan acceso a la Bosque de Quinta. El siglo XIX fue testigo de varias visitas reales, como la de D. Miguel de Portugal y la del Emperador de Brasil D. Pedro II (1872). El palacio original fue destruido por un violento incendio en 1879, siendo reconstruido al estilo de las antiguas casas señoriales portuguesas, con biblioteca y capilla. En los alrededores del palacio aún se pueden ver restos de antiguas construcciones rurales como el hórreo, el almacén y la almazara.
La finca contemporánea
Los espacios de la Quinta y el Palacio fueron recuperados en los años 80 y 90, por el arquitecto José Maria Caldeira Cabral (Archivo del Arquitecto Caldeira Cabral).
En 1995 se inauguró el Hotel Quinta das Lágrimas, parte de la cadena de la cadena Relais & Châteaux, considerada una de las mejores del país. Su restaurante, Arcadas, tiene una estrella Michelin.

En 2004, el arquitecto Gonçalo Byrne, Gran Premio de la Academia de Bellas Artes de París, diseñó una nueva ala, con un centro de reuniones y un spa.
En 2006, la arquitecta paisajista Cristina Castel-Branco inició la restauración de los jardines, donados a la Fundación Inês de Castro. En su intervención se recreó un jardín medieval, se restauraron los muros del bosque, los canales de la «Fonte das Lágrimas» y «Fonte dos Amores», se plantaron cortinas de vegetación, un camino de secuoyas, un jardín japonés (dentro del hotel) , y se construyó el Anfiteatro «Colina de Camões», que obtuvo el Primer Premio Nacional de Arquitectura del Paisaje (2008).
Abierto al público, los jardines de Quinta das Lágrimas, mantenidos por la Fundación Inês de Castro, que son miembros de la Asociación Portuguesa de Jardines y Sitios Históricos.

JARDIN BOTANICO TERRA NOSTRA
Extraído de la pagina Web
Historia
Ha habido un jardín en el Valle de Furnas durante más de 200 años. Visto desde lo alto del mirador de Pico do Ferro, se puede ver que el “valle” es en realidad un cráter de siete kilómetros de diámetro y los últimos restos de un volcán aparentemente extinto hace mucho tiempo. El Valle de Furnas se popularizó a finales del siglo XVIII, debido al creciente interés en el uso de agua mineral para tratar problemas de salud, como el reumatismo y la obesidad. Furnas tiene cientos de pequeños manantiales y arroyos, todos con diferentes propiedades. El Jardín Terra Nostra se encuentra en medio de este magnífico sistema de agua. <<
Siglo VIII
Alrededor de 1775, Thomas Hickling, un rico comerciante de Boston, que se convirtió en Cónsul Honorario de Estados Unidos en São Miguel, construyó una sencilla casa de verano de madera, que llegó a conocerse como Yankee Hall. Frente a la casa, había una piscina con una isla en el centro, ambas rodeadas de árboles traídos principalmente de América del Norte. Un roble inglés plantado por Hickling todavía se puede ver allí hoy.
Siglo XIX
En 1848, la propiedad fue comprada por Visconde da Praia, quien construyó una nueva casa donde se encontraba Yankee Hall. La vizcondesa era una jardinera entusiasta y juntas ampliaron las dos hectáreas originales, plantando un hermoso jardín con agua, arboledas sombreadas y parterres de flores. Hay un monumento a ellos en el jardín, que fue erigido en 1896 por su hijo, el marqués de Praia e Monforte.
Durante el último cuarto del siglo, el marqués de Praia hizo más mejoras y la documentación escrita nos dice que trajeron a un jardinero británico, llamado Milton. Se construyeron jardines acuáticos, que incluyen un canal serpenteante, grutas y la avenida bordeada de palmeras rey australiano (Arcontophoenix cunninganmiana), que conducen al Memorial de las Viscondes, que está rodeado por ocho palmeras canarias (Phoenix canarienis).
Se importaron muchas especies nuevas de América del Norte, Australia, Nueva Zelanda, China y Sudáfrica; algunos de estos todavía existen y dominan ciertas áreas del jardín. La segunda mitad del siglo XIX marcó el auge de la jardinería en las Azores. Entre los muchos jardineros destacados de la época se encontraban António Borges, José do Canto y José Jácome Correia, quienes competían entre sí para lograr los jardines más hermosos y las mejores colecciones de especies raras.
José do Canto estaba particularmente interesado en las plantas con interés económico, ideando la idea de desarrollar las Azores como un centro de aclimatación de plantas, acumulando una colección de varios miles de especies de árboles y otras plantas, incluidas las orquídeas.
Siglo XX
El comienzo del siglo XX estuvo marcado por la visita real a la Casa do Parque. En julio de 1901, por invitación del Marqués de la Praia e Monforte, el Rey Carlos I de Portugal, con la Reina Doña Amélia, fueron los invitados especiales a una recepción ofrecida “de un Monarca a otro”, según la nota de agradecimiento del Rey. dirigido a su anfitrión.
En 1920, Terra Nostra estaba muy descuidada. En 1935, el Hotel Terra Nostra, que estaba ubicado en un terreno adyacente al jardín, se abrió al público. Unos años más tarde, toda la propiedad fue adquirida por Terra Nostra Company, que fue administrada por Vasco Bensaude, también un gran jardinero y responsable de emplear al escocés entrenado en Kew, John McInroy, quien vino a supervisar la restauración de Terra Nostra. Jardín. Se adquirió un terreno adicional, ampliando el jardín a su tamaño actual de 12,5 ha.
La Casa do Parque fue completamente renovada, la piscina, ahora llena de agua de manantial, fue ampliada y revestida con piedra de cantera; se restauraron el canal y los lagos, se limpiaron y repararon muchas carreteras y se plantaron nuevos macizos de flores. La avenida más larga que conduce al límite sur del jardín se construyó y se alineó con árboles Gingko Biloba, que se convierte en una característica bastante especial en diciembre con sus notables tonos dorados.
En la década de 1930, Furnas ya se estaba ganando una reputación como balneario y se construyó un casino para entretener a los huéspedes del hotel y la sociedad local. El final de la década y el estallido de la Segunda Guerra Mundial vieron el comienzo de un fuerte descenso en el número de visitantes.
El hotel conservó su elegancia original y Terra Nostra se mantuvo cuidadosamente. Las Azores eran poco conocidas para el mundo exterior, y los únicos visitantes de Furnas eran viajeros curiosos o inusualmente bien informados. Con la llegada de la década de 1970, el encanto de las Azores y sus lujosos paisajes comenzaron a descubrirse gradualmente. En 1989, se añadió una nueva ala al Hotel Terra Nostra y Filipe Bensaude, hijo de Vasco Bensaude, decidió renovar el jardín.
La renovación estuvo a cargo del horticultor David Sayers quien, junto con el arboricultor Richard Green, procedió a renovar el jardín, proyectando su desarrollo hacia el futuro. El trabajo se completó en el invierno de 1992-93 y se plantó una nueva generación de más de 3.000 especies de árboles y arbustos para garantizar que Terra Nostra Garden continuaría siendo una atracción exuberante y única durante muchos años.
Hoy en Terra Nostra, puedes encontrar flora típica de las Azores, así como numerosas plantas nativas de países con climas completamente diferentes al de Furnas. Esta adaptación ha sido posible, en parte, por la experiencia compartida de los jardineros de Terra Nostra, que han logrado adaptar varias plantas, especies y variedades a las condiciones existentes del jardín.
En un jardín de doscientos años, a lo largo de diferentes caminos posibles, se pueden encontrar plantas en fases de crecimiento muy diferentes. Hay árboles centenarios de los géneros Metrosideros y Araucaria, y otras especies arbóreas importantes, como, liriodendron tulipifera, Sequoias sempervirens, Quercus robur, Taxodium ascendens, Taxodium distichum, Eucalyptus globulus, Ginkgo biloba, entre otras; innumerables arbustos del tamaño de árboles, como rododendros, magnolias y camelias; así como otras plantas y flores, en particular azaleas, hortensias, lirios Kaffir, alcatraces, de la familia Araceae, helechos arborescentes y un sinnúmero de otras especies, todas las cuales contribuyen con sus colores, formas y crecimiento a hacer del jardín un buen destino. en sí mismo, y maravilloso para visitar en cualquier época del año.
Importante galería fotográfica en su página web parque terranostra.com
En el «Parque Terra Nostra» con doce hectáreas de la antigua finca que tenía miles de árboles y plantas procedentes de todo el mundo, se pueden admirar:
Piscina de aguas ferruginosas, en el parque.
Una de las mayores colecciones de camelias del mundo, con más de 600 géneros diferente y también la mayor colección de Europa de Cycas.
Plantas nativas, Laurus azorica, Myrica faya (tan común como en Canarias), Erica azorica, Frangula azorica, Juniperus brevifolia, Picconia azorica, Vaccinium cylindraceum y como helechos la Osmunda regalis, Woodwardia radicans, Culcita macrocarpa.
Colección de cultivares de Hortensias (Hydrangea macrophylla), Azaleas y Rhododendron
Arboretum, con miles de árboles de todo el mundo, que en este clima privilegiado, crecen con una exuberancia mayor que en sus países de origen, palmeras neozelandesas y canarias, bananeras de África del Sur, cedros japoneses (Cryptomeria japonica), pinos de Norfolk (Araucaria heterophylla), con un ejemplar que alcanza 148 metros de altura y más de 5 de diámetro.
Plantas ornamentales, Erigeron karvinskianus, Polygonum capitatum, Hedychium gardneranum (jengibre amarillo), Hibiscus, Amaryllis belladona, y Metrosideros y colección de nenúfares.
Junto al jardín botánico se encuentra una piscina termal con aguas calientes ricas en sales minerales que le dan un color amarillo albero, y barros terapéuticos. Próximo se encuentran también un campo de golf y pistas de tenis.
Febrero 2021