Javier Winthuysen Losada Sevilla-1874-1956-

Extraído de Javier de Winthuysen Jardinero

 Considera que una de las causas de la degradación de los jardines españoles es la falta de profesionales en el campo de la jardinería. Otra causa que señala es la carencia de un plan docente adecuado que forme estos profesionales preparados y competentes.

 ”Todos los países que poseen jardines de importancia tienen sobre ellos una literatura y una enseñanza especial. Ocuparía mucho espacio citar los volúmenes antiguos y modernos sobre los jardines franceses e italianos. En España carecemos de estas publicaciones y escuelas, y como consecuencia, nuestras obras de jardinería desaparecen o decaen al quedar en manos de empíricos o de horticultores ajenos a toda cultura estética”44, expone el propio Winthuysen.

 Estas preocupaciones junto con la defensa de la cultura de los horticultores españoles le llevan a promover una Escuela Nacional de Jardinería hacia 1927: “…aquí podría hacerse un portento de amenidad, pero no con poco trabajo, sino con una labor previa, intensísima, de cultura, de formación de personal adecuado. Y en lo que a jardinería se refiere, sería esto enteramente factible. Con los medios de que dispone el Municipio madrileño, y contando con la organización actual de los trabajos de jardinería, que es magnífica, exceptuando lo que a estética se refiere, se podría, a muy poca costa, organizar una Escuela especial de Jardinería, donde se educasen oficiales, capataces, y se llegasen a formar en pocos años directores de parques y jardines con la cultura necesaria para que sus obras fuesen un acierto, y en armonía con las necesidades de una ciudad histórica, que, además de serlo, crece, se desarrolla y tiene necesidad de vivir una vida enteramente moderna. /…/ una Escuela de Jardinería Española, pero no una imitación de las extranjeras (en casi todos los países las hay), sino una creación basada en nuestro arte del jardín, que, propio o adaptado, tiene mayor importancia, por sus múltiples aspectos, que los de nación alguna.

 Una creación original en armonía con nuestro arte y con nuestra naturaleza, y mediante esta labor previa, labor sencilla, dependiente sólo de una buena voluntad y un sano criterio, sería posible convertir a Madrid, y aun a España entera, en un portento de amenidad”45.

Javier Winthuysen Losada .-Pintor y Jardinero sevillano

Basándose en las necesidades de la profesión 46 propone un programa de enseñanza muy avanzado para su época y que aún conserva su actualidad, en el que diferenciaba claramente las tres figuras de la profesión estableciendo una gradación en la enseñanza: maestro de jardín, arquitecto-paisajista y auxiliar 47.

 Al maestro de jardín se le considera auxiliar del arquitecto-paisajista y ha de tener no solo una preparación técnica sino también artística; ”para estar compenetrado con la dirección de su misión, digamos así, constructiva y decorativa: vida y desarrollo, cultivos, riegos y también flora que de continuo hay que renovar”48.

 “Para planear y atender cierta clase de obras donde los espacios libres y sus plantaciones tienen capital importancia se necesita de quien entienda del paisaje: del arquitecto paisajista que sepa armonizar con la Naturaleza. Porque coger un plano dentro del estudio y trazar sobre él calles y glorietas y saltarse a la torera niveles, perspectivas, plantaciones y accidentes que el terreno ofrece presentando en esos mismos inconvenientes la acentuación de

originales bellezas, es tanto como proceder al margen de todo conocimiento, de todo criterio, y estamos por decir que de toda moral”49.

 “El arquitecto paisajista no hay duda que debe saber Botánica, pero enfocado a la Morfología vegetal, la que nada tiene que ver con la misión del ingeniero (agrícola). Que unos y otros principalmente el Arquitecto estén capacitados, ¿qué duda cabe? Siempre y cuando a los conocimientos de sus profesiones reúnan otros que los complementen, porque la jardinería artística exige una cultura más que profunda complejísima”50.

Señala que en épocas pasadas el jardín tenía casi exclusivamente importancia en las mansiones señoriales, pero que al haberse generalizado aparecen una serie de problemas de órdenes diversos que aconsejan crear la especialidad de Arquitecto-paisajista. Para llegar a ser Arquitecto-paisajista no se tiene que pasar antes por las dos figuras inferiores, sino que propone presentar «articulados los conocimientos que constituyen el conjunto, para tal grado, que necesita no sólo el conocimiento de las materias con que ha de construir, sino de las posibilidades, y de la guía de lo que necesariamente ha de regir hasta la obtención del efecto propuesto, que no está formado por materia inerte”51.

Jardín del Palacete de la Moncloa.-Dibujo de Javier de Winthuysen

Dividía los estudios de Arquitectura Paisajista y Jardinera en cuatro grupos. El primero se refería a las Ciencias físicas y naturales: Botánica Descriptiva (Anatomía y Fisiología Vegetal), Geografía Botánica, Geología, Patología Vegetal, Zoología, Física y Química, Higiene Pública, etc.

El segundo corresponde a la Morfología Vegetal en cuanto al aprendizaje de pintura paisajista mediante los modelos vegetales a través de ejercicios de dibujo y color52.

 El tercero engloba la planimetría y construcción: Geometría, planos y niveles, perspectiva, dibujo lineal y topográfico, trazados, y nociones de construcción.

 El último grupo corresponde a la cultura general “que basta con lecturas” y engloba: Literatura jardines, Historia General del Arte, Estilos diversos de jardinería, Urbanismo, Parques Naturales, Decoraciones y Prácticas de cultivos de estufa y aire libre. Para estas prácticas proponía poder obtener pensiones o becas para centros extranjeros y lo mismo para visitar jardines, como explica en 1949.-53. Al no haber una Escuela Especial donde sólo se impartiera lo referente a la jardinería, propone estudiar las asignaturas en diversas Facultades.

Con este nuevo programa que estaba seguro tendría una gran trascendencia pretendía no solo armonizar las especialidades sino “la transformación de un pueblo”54.

 Debido a las circunstancias de la época y a las múltiples trabas que le ponen no consigue implantar su plan de estudios y desgraciadamente esta Escuela Nacional de Jardinería no llegó a existir. Winthuysen quería que su hija Beatriz continuara sus pasos, pero no como un jardinero sin estudios sino como un Arquitecto Paisajista. Para ello la animó a cursar la única especialización a nivel de máster -tras una carrera universitaria- que por aquella época se impartía en la Universidad de Harvard en Estados Unidos. “…Si a mí no me hubieran puesto tantos estorbos a estas horas había en España una escuela paisajista como la de Harvard y unos jardines tan buenos como los de mejores épocas y aún mejores”55, se quejaba Winthuysen.

Esta intención suya se recogerá en futuras propuestas para los planes de estudios de Arquitectura, como en el de 1937 para la Escuela de Barcelona donde se intentó introducir una asignatura de “Paisaje y Jardinería” dentro de los cursos libres de especialización para la especialidad de arquitecto urbanista, aunque por cuestiones políticas no se llevó a término56.

ANOTACIONES

43 AA.VV.: Javier de Winthuysen. Jardinero, 1986, p. 118. En el año 2000 es declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Actualmente parte del palmeral está embebido en la ciudad formando un enorme y singular jardín urbano.

44 Javier de Winthuysen. AA.VV.: Javier de Winthuysen. Jardinero, 1986, p. 186.

45 Winthuysen: “A muy poca costa podría ser Madrid ciudad amenísima”. La Voz, 5 de mayo de 1923. En: AA.VV.: Javier de Winthuysen. Jardinero, 1986, p. 165 y 166.

46 Tenía la información de los cursos que se impartían en l´Ecole du Paysage de Versalles. “Estoy medio enterado que en Francia la profesión de urbanista-paisajista es independiente de la de arquitecto, y constituye una carrera corta…”.Carta de J. de Winthuysen a su hija Beatriz. Barcelona, 23 julio 1950. En: Javier de Winthuysen, padre y maestro. AA.VV.: Javier de Winthuysen. Jardinero, 1986, p. 13.

47 WINTHUYSEN, J.: Arquitectura paisajista. Arquitectura nº 105, 1928, p. 63. Este programa irá evolucionando y posteriormente encontramos tres grados en su programa de enseñanza: horticultores-jardineros, maestros de jardín y directores de parques y jardines. En: AA.VV.: Javier de Winthuysen. Jardinero, 1986, p. 26-27.

48 Javier de Winthuysen. En: AA.VV.: Javier de Winthuysen. Jardinero, 1986, p. 26.

49 WINTHUYSEN, J.: La reforma de las Vistillas. Crisol de Madrid, 31 de julio de 1931. En: AA.VV.: Javier de Winthuysen. Jardinero, 1986, p. 175.

50 WINTHUYSEN, J. Memorias de un Señorito Sevillano. 1942. HÉCTOR VÁZQUEZ, 2005, p.261.

51 WINTHUYSEN, J.: Arquitectura paisajista. Arquitectura nº 105, 1928, p. 63.

52 Detalles de hojas, flores, etc. acusando color y forma, Plantas arbusto y árboles acusando sus caracteres, Representaciones vegetales en relación con el paisaje.

53 Carta de J. de Winthuysen a su hija Beatriz. Barcelona, 16 octubre 1949. En: Javier de Winthuysen, padre y maestro. AA.VV.: Javier de Winthuysen. Jardinero. Madrid, 1986, p. 12-13.

54 WINTHUYSEN, J: El jardín y la Naturaleza. España Forestal, octubre 1927. En: Jardines de España (1870-1936), 1999, p. 276.

55 Carta de J. de Winthuysen a su hija Beatriz. Barcelona, 7 noviembre 1952. En: Javier de Winthuysen, padre y maestro. AA.VV.: Javier de Winthuysen. Jardinero, 1986, p. 14.

56 Escola d’Arquitectura de Barcelona: documentos y archivo. (Antoni Ramon, Carmen Rodríguez, eds.) Barcelona: Edicions UPC, c 1996, p. 121.

Febrero 2021