El proyecto de remodelación de La Avda. de la  Cruz Roja afecta a una amplia área urbana en su entorno comprendiendo, entre otras, la calle Manuel Villalobos, antiguo camino al Hospital de San Lázaro.

Propone el proyecto, cuyas obras se anuncia comenzar el próximo 14 de junio, ordenar su calzada con un solo carril de circulación disponiendo el aparcamiento en batería existente sobre el carril suprimido al objeto de ensanchar el acerado colindante con el cerramiento del colegio Arias Montano.

En la actualidad este acerado cuenta con una alineación de 16 robustos naranjos sanos que conforman una banda sombreada de 3 m de latitud contigua al cerramiento del citado colegio y un carril bici de discurre  anexo de 2,50 m de latitud en perfectas condiciones de uso.

El proyecto elimina la hilera de naranjos, plantea trasplantarlos al interior del colegio, para plantar una nueva hilera de árboles de mayor porte, una alineación de  acacias doradas, sobre el actual carril bici, teniendo que rehacerlo desplazando el existente, alineación que al estar en el fondo del nuevo acerado dista más de la existente en la acera de los impares, disminuyendo el efecto de bóveda de sombra de la calle

La ordenación propuesta carece de toda lógica ya que con el desplazamiento del aparcamiento sobre el carril suprimido este acerado ganará 6,0 m: de ellos 5,0 m completamente libres para el paseo de los viandantes por el acerado que desemboca en la plaza de Arias Montano, pudiéndose mantener la alineación de naranjos y el carril bici actual, lo que no solo beneficia las condiciones medioambientales de la calle y el agradable paseo de las bicicletas junto a los naranjos, sino que simplifica la obra y su coste económico.

Otros

La  nueva alineación  de acacias doradas debe emplazarse en el límite con los nuevos aparcamientos, plantados cada 8,0 m  y con farolas de brazo extendido intercaladas   para evitar sombras; alineación que conformara la beneficiosa bóveda de sombra de la calle al estar a la distancia justa con la arboleda del acerado de los impares.

Es necesario señalar que la ordenación prevista solo encuentra argumentación desde la actual fobia de la administración municipal al naranjo, árbol frutal identitario de Sevilla por ser su  origen el de  ciudad huerta, es decir, implantada sobre las huerta de esta parte del fértil Bajo Guadalquivir. Y más concretamente esta parte de ciudad es la extensión de la Macarena sobre las huertas del Rosario, de Santa Ana; del Hierro: de la Pintada y Vistahermosa, como se puede leerse en el Plano de Sevilla de 1910 de Antonio Poley y Poley. Lo que confirma que mantener los naranjos de Manuel Villalobos es una acción cívica necesaria porque es mantener el legado cultural de nuestra ciudad.

Antonio Barrionuevo

Junio 2021