
Junto a la Facultad de empresariales de Cádiz, justo al lado de la famosa playa de la Caleta, se encuentra el popular árbol de Cádiz ese ficus conocido como “El árbol del Mora”, no es un árbol milenario de Cádiz pero si supera el ciento de años plantados en el 1903.
Son dos árboles ficus con unos perímetros de 9.8 y 10.5 metros respectivamente, que al estar la persona in situ en el lugar impresionan bastante y parecen de tamaño gigante.
“Ficus macrophylla” es el nombre científico de esto árboles centenarios, sobresaltan con su envergadura pero probablemente lo que llama más atención a todos los por allí pasan son sus voluminosos y gigantescos troncos con varios metros de diámetro.



Mantenerlos es un problema para su los jardineros del ayuntamiento pues su amplio volumen y el tamaño de sus rama hace que algunas de ellas tengan que ser soportadas por columnas de hormigón. De hecho los fuertes vientos originan con frecuencias roturas en la quebradiza madera de las ramas de los ficus.
Son toda una atracción y reclamo para el turista, nadie rechaza fotografiarse con ellos. Presentan una iluminación nocturna para realzarlos y hacerlos más atractivos en la noche, de modo que son bañados por una luz amarilla en su tronco y una luz blanca en sus copas.

Su apodo popular le viene impuesto porque antes de ser parte de la universidad el edificio anexo albergaba al Hospital de Mora. Realmente “El árbol del mora” son dos árboles que fueron plantados en los días de la construcción del edificio aledaño, que viene a ser antes del año 1903..parece ser, que fueron traídos por dos monjas misioneras que regresaban en barco desde la India hacia el norte de España y traían entre su equipaje las cuatro plantas. Una de ellas enfermó gravemente, por lo que decidieron desembarcar en Cádiz para que fuese atendida en el Hospital de Mora, falleciendo poco después. Por ello, se decidió que las plantas se quedaran allí, plantando dos de ellas frente al Hospital de Mora y otros dos en la Alameda Apodaca en 1903. sea verdad o leyenda los ficus siguen majestuosos prestando beneficios a los ciudadanos, oxígeno y sombra que tan necesaria es en nuestro clima.-
Un agradecimiento para quienes los plantaron y para aquellos que ahora los conservan.
Fotos tomadas en distintas fechas en visitas realizadas a Cádiz.-