
La última etapa del viaje a los jardines de Normandia organizado por la Asociacion Sevillana de Parques, Jardines y paisaje en 2002 fue Canon, ejemplo de un castillo tal como era antes de la Revolución, en cuyo parque el riguroso trazado francés convive con el desorden romántico a la inglesa.
Dominio conservado intacto desde la segunda mitad del siglo XVIII, sin ninguna adición, el dominio de Canon es una propiedad privada, todavía habitada hasta el día de hoy por los descendientes de su creador. Éste dejó su huella en el conjunto arquitectónico y paisajístico de Canon con su espíritu y personalidad.
En 1775, creó la famosa Fête des Bonnes Gens de Canon durante la cual se premiaron los méritos de La Rosière, la Buena madre de familia, el Buen anciano y cabeza de familia.




Su creador, el abogado Élie de Beaumont, colaborador de Voltaire en el célebre affaire Callas, familia protestante cuyo juicio transformaron sus defensores en un proceso al Ancien Régime, había viajado por Inglaterra y visitado Stowe y Kew Gardens, de suerte que importó las ideas con que Capability Brown había revolucionado o, mejor dicho, inventado la paisajística inglesa.
Canon es hoy día una explotación agrícola, de frutales sobre todo, peras , manzanas, y buen vino, presenta un fuerte contraste con Brécy, jardín francés al cien por cien. La clave de la coexistencia en Canon de la geometría cartesiana con la naturaleza silvestre tal vez esté en el itinerario iniciático de sus templetes neoclásicos.
La traza volteriana, por así decir, data de 1727, cuando se trazaron las grandes avenidas rectilíneas de olmos y castaños con hermes de mármol cubriendo la carrera y contemplándose en el gran estanque rectangular y las verdes praderas bordeadas de tilos gigantescos.
Aunque Rousseau irrumpió en force al retorno de Beaumont de Inglaterra, no por ello abandonó Voltaire el campo, y a su espíritu ilustrado hay que vincular las “fábricas” simbólicas de un itinerario esotérico, como en nuestra Alameda de Osuna: el palomar convertido en mausoleo o templo pagano, el templo de la Plañidera, el kiosco chino al extremo de una avenida de castaños y con vistas a un mar de hierba, las ruinas de un castillo y las posibles ruinas de un monasterio convertidas en huertos








…las “cartujas”, corralitos en los que en torno a fuentecillas o estatuillas de motivos paganos se alternan colores y olores – capuchinas, lavateras, dalias, frambuesas – sobre los que predominan los del tabaco.
Domina la escena una estatua de Pomona enmarcada entre rosales.
El gran estanque lo alimenta una rivera con blancos cisnes en el agua azul de cielo y verde de plantas flotantes, junto a bosquetes de árboles con los troncos cubiertos de líquenes o de enredaderas. Subsisten, en verjas y frontones, los escudos de armas de los primitivos dueños cuyos tres jabalíes fueron raspados por la Revolución.





Parque del siglo XVIII catalogado como Monumento Histórico y Jardín Notable, por el excepcional conjunto formado por macizos de flores regulares, arboledas silvestres y fábricas de época (quiosco chino, templo grecorromano, etc.), todo ello rodeado de multitud de arroyos, cascadas , canales.
El paseo termina en Chartreuses, un deslumbrante conjunto de trece jardines amurallados, plantados en su totalidad con plantas perennes. Un verdadero invernadero al aire libre, único en Francia.
De Canon a Orly y de Orly al cielo… en avión, en el que algunas personas de la expedición tuvieron ocasión de saludar al recién depuesto jefe de la Casa Civil de Su Majestad.
Fotos tomadas en la visita y otras bajadas de internet