
Barcelona.-Parc de les Aigues.
El parque de las Aguas es un parque público situado en el barrio del Guinardó en el distrito de Horta-Guinardó de Barcelona, rodeado por la Ronda del Guinardó, por la calle de Abd El-Kader, por calle de las Camelias y los Jardines de Hiroshima.
Inicialmente la Casa de las Alturas estaba rodeada de unos 15.000 metros cuadrados, terrenos que fueron expropiados a varias fincas, sobre todo a la de Can Baró, a fin de construir los depósitos de agua. Una parte de los terrenos, como medida de seguridad, fueron utilizados como jardín de la casa y otra parte contenía viveros de diferentes tipos de plantas y de árboles. A inicios de los años setenta el estado de conservación era bastante deficiente y la Asociación de Vecinos Joan Maragall lo reivindicó por el barrio. Después de años de lucha y presiones vecinales en 1978 una parte se abrió como parque público. La estructura no sigue el trazado de los jardines tradicionales, ya que se estructura en forma escalonada con terrazas independientes con caminos y muros de separación, que llevan en la parte superior donde se encuentra un lavadero repartidor de agua.

Fue inaugurado en 1.978, después de ser rehabilitado, y dispone de una extensión de 2 hectáreas. Fue construido sobre los antiguos jardines y viveros propiedad de la compañía Aguas de Barcelona; algunos de esos espacios se aprovecharon para el parque actual. Uno de los rasgos característicos del parque es la abundante vegetación junto con los numerosos espacios de ocio para la chiquillería.
El Parque dispone de tres especies arbóreas que se encuentran incluidas en el Catálogo de Árboles de Interés Local de Barcelona que vela por la preservación y catalogación de los ejemplares más valiosos que dispone los espacios verdes de la ciudad de Barcelona; estos arbóreos son Ficus carica , Liriodendron tulipifera y Photinia glabra . Además, dispone de una gran variedad de árboles frutales . El Parque ofrece zona habilitadas para picnic, para juegos infantiles, espacios para perros y una zona polideportiva

Barcelona.-Jardins del Palau Robert.-
Los Jardines del Palau Robert son tranquilos y sombríos, muy elegantes y de vegetación copiosa. Entrar en ellos nos permite viajar hasta la Barcelona en expansión de finales del siglo XIX, la del nacimiento del Eixample, y conocer cómo eran los jardines de las mansiones que la burguesía barcelonesa construyó en una de las zonas más selectas del nuevo entramado urbano emergente.
El Palau Robert es un edificio situado en el Paseo de Gracia 107, de Barcelona, esquina con la Avenida Diagonal. Fue construido entre 1898 y 1903 como residencia privada de Robert Robert y Surís, marqués de Robert, un aristócrata influyente, financiero y político de origen gerundense. El edificio actualmente pertenece a la Generalidad de Cataluña y acoge un centro de exposiciones con cuatro salas, un espacio para conferencias, el Centro de Información de Cataluña, la oficina de turismo de Cataluña en Barcelona, jardines abiertos al público, y la oficina de Artur Mas que le corresponde por ser ex-presidente de la Generalidad de Cataluña. En 2013 tuvo 680.000 visitantes.

El edificio es un ejemplo de arquitectura neoclásica, hecho con piedra del Macizo del Montgrí. El proyecto fue otorgado por concurso al arquitecto francés Henri Grandpierre, que había trabajado en la Exposición Universal de París (1900), y las obras fueron dirigidas entre 1898 y 1903 por el arquitecto Joan Martorell y Montells. Es un edificio de planta rectangular articulado en torno a un patio interior abierto con una claraboya. Su estilo clasicista se aleja del modernismo vigente en la época. En 1904 obtuvo una mención en el Concurso anual de edificios artísticos instaurado por el Ayuntamiento de Barcelona.
El jardín fue diseñado por el jardinero municipal Ramón Oliva, que posteriormente también diseñó los de la Plaza de Cataluña. Las numerosas palmeras del jardín procedieron de la Exposición Universal de Barcelona de 1888.
En el año 2003 la arquitecta Silvia Farriol remodeló las antiguas cocheras y el jardín. Las viejas dependencias destinadas a guardar los vehículos de los propietarios se convirtieron en dos salas polivalentes. Se derribó el muro de la calle Córcega que fue sustituido por una reja que permite ver el jardín desde la calle.
La vegetación se completa con unos jardines verticales situados dentro del mismo jardín del Palacio así como la medianera con la Calle Córcega, 302.

Barcelona.- Turo Park
El Turó Park es un lugar recogido, elegante y acogedor.
Un espacio a la sombra de pequeños bosquecillos, parterres de hiedra, caminos curvilíneos y rincones paisajísticos de gran belleza.
Desde su creación a principios del siglo XX es, sin duda, uno de los parques más emblemáticos de Barcelona.
Si accedemos al parque por la entrada principal, situada en la avenida Pau Casals, dentro de un pequeño estanque una escultura dedicada a este gran violonchelista le da la bienvenida.
Está situada en una plaza ovalada al fondo de la cual, en la reja que rodea el parque, hay tantas puertas como caminos para entrar: uno principal, en el centro, y a cada lado dos caminos perimetrales, todos ellos enmarcados por más de cincuenta encinas muy bien recortadas.

Un exquisito preludio de lo que nos espera dentro del recinto.
El estanque y el prado.-Los caminos perimetrales de la izquierda nos llevan hasta una gran área de juegos infantiles y, un poco más allá, hasta dos de los espacios más bonitos del parque: el estanque y la pradera.
El estanque es ovalado, está rodeado de chopos y plátanos y cubierto de ninfas.
Por encima se extiende, espléndido, una gran pradera presidida por tilos majestuosos.

La plaza del Teatret.- Si giramos a la derecha encontraremos la plaza del Teatret, con un quiosco de bebidas para hacer una pausa refrescante y que nos recuerda al teatro al aire libre que durante muchos años estuvo activo en este parque.
Con un toque romántico, por debajo del antiguo teatro existe un cobertizo de aire mediterráneo, presidido por un ciruelo de hojas rojas. Se trata de un espacio de sombra y frescor; la zona de estar por excelencia, justo en medio del jardín. En los parterres perimetrales hay rosales y plantas aromáticas.
Magnolias y Boulangrin.- Dos filas con dieciséis magnolias enmarcan el parterre principal del jardín: el de Boulangrin, que constituye el legado más genuino del proyecto inicial del parque.
En él se fusionan elementos árabes, como el riachuelo de agua que lo atraviesa, con elementos anglosajones propios del estilo del parterre. Alrededor encontramos bancos de piedra para sentarse un rato y descansar o charlar tranquilamente.

Vegetación.- El Turó Park es rico en especies y en ejemplares arbóreos excepcionales, tanto por su tamaño como por su edad.
Si cogemos el camino principal del acceso por la avenida Pau Casals encontramos un espléndido bosquecillo de encinas (Quercus ilex), con un sotobosque a base de plantas arbustivas y trepadoras propias de la vegetación mediterránea, como el durillo (Viburnum tinus).
En este parque también destacan, entre otras especies arbóreas, las magnolias (Magnolia grandiflora), los pimenteros falsos (Shinus molle), los chopos (Populus alba «Pyramidalis»), los cedros del Himalaya (Cedrus deodara), los tilos (Tilia X europaea y Tilia tomentosa), los plátanos (Platanus X hispanica), los árboles del amor (Cercis siliquastrum) y las tipuanas (Tipuana tipu).
En cuanto a las palmeras, hay grandes ejemplares de palmera datilera (Phoenix dactylifera), de palmera de Canarias (Phoenix canariensis) y de washingtonia (Washington filifera). Entre los arbustos destacan los laureles (Laurus nobilis) y las adelfas (Nerium oleander).
Para disfrutar aún más de la vegetación, un recorrido botánico nos acerca al conocimiento de las principales especies del parque, que cuenta con uno de los ejemplares incluidos en el Catálogo de Árboles de Interés Local de Barcelona: un algarrobo (Ceratonia siliqua) centenario.

Arte y arquitectura.-Las esculturas son un importante elemento del Turó Park: la de Apel·les Fenosa dedicada a Pau Casals; la de Josep Calarà dedicada a Francesc Viñas; Un Oiseau de Jean Michel Folan y, en la pradera, La ben plantada, de Eloïsa Cerdan, una pieza de bronce que rinde homenaje al escritor Eugeni d’Ors.
Presidiendo el eje de parterres de las magnolias, Biga de la Font de l’Aurora, de Joan Borrell i Nicolau, una estructura en bronce que representa una biga (carro tradicional) tirado por caballos con un parterre de rosales delante.
En este espacio verde el arte también está presente de una forma literaria.

Un recorrido poético nos permite visitarlo de mano de Federico García Lorca, Fernando Pessoa, Dylan Thomas, Sylvia Plath, Walt Whitman, Narcís Comadira, Salvador Espriu, Joan Vinyoli y Alfonsina Storni.
Historia.- El origen de estos jardines, dedicados al poeta Eduard Marquina, está en el antiguo parque de atracciones Turó Park -de aquí su nombre popular-, situado en una extensa finca propiedad de la familia Bertrand-Girona, el cual abrió sus puertas el año 1912 y funcionó hasta 1929. En 1917, la finca se incluyó en la previsión de espacios verdes de Barcelona, por la que estaba afectada. Cuando cerró el parque de atracciones, los propietarios hicieron un pacto con el Ayuntamiento en el que se cedía la parte central de los terrenos a cambio de poder urbanizar el resto.

Nicolau M. Rubió i Tudurí, el entonces director del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Barcelona, fue quien propuso la trama urbanística que hizo posible el parque, con un modelo que lo tomaba como centro, separado de las futuras construcciones por las calles actuales.
Rubió pensó en un jardín de uso básicamente vecinal, con la seguridad de que Barcelona se dotaría «de una constelación de espacios parecidos». Pero esto no fue así durante décadas, en las que el Turó Park fue el único espacio verde de la zona y uno de los pocos de la ciudad. Con los años, a pesar del progresivo incremento de los espacios verdes en toda Barcelona, este parque ha continuado teniendo un uso que sobrepasa el puramente vecinal.

Barcelona.- Monasterio de Pedralbes
El Real Monasterio de Santa María de Pedralbes es un conjunto de monumentos de estilo gótico ubicados en la ciudad de Barcelona (España).
En 1993 una zona del monasterio fue cedida a la ciudad para albergar parte de la colección pictórica Thyssen-Bornemisza, hasta que en fecha reciente dicha exhibición se trasladó al MNAC.
El monasterio fue fundado por el rey Jaime II y por su esposa Elisenda de Moncada en 1326.

Historia.- El monasterio se inauguró con una misa solemne el 3 de mayo de 1327. Albergaba una comunidad de monjas clarisas, formada en su mayor parte por hijas de nobles.
La reina puso especial interés en este monasterio al que dotó de diversos privilegios. Gracias a uno de estos privilegios, el monasterio quedaba bajo la protección directa de la ciudad, a través del Consejo de Ciento, que se comprometía a defenderlo en caso de peligro.
La propia Elisenda hizo construir un palacio anexo al que se trasladó al morir su esposo, en 1327. Elisenda residió en el palacio del monasterio hasta el momento de su muerte en 1364.

Los restos de este palacio, que la propia reina ordenó en su testamento que fuera derruido tras su fallecimiento, fueron descubiertos en los años 70 por Maria Assumpta Escudero i Ribot, que luego sería directora del Museu-Monestir.
Durante la llamada Guerra de los Segadores de 1640, las monjas fueron exclaustradas y se alojaron en la residencia del marqués de Aitona. En virtud del acuerdo establecido por Elisenda de Moncada con la ciudad, las religiosas fueron escoltadas hasta su destino por soldados armados. La madre abadesa cerraba el séquito, acompañada por el segundo consejero de la ciudad.

En 1931 se declaró el monasterio Monumento Histórico Artístico. Una parte pasó a formar parte del Museo de Historia de la Ciudad.
En este museo se exhiben piezas relacionadas con la vida monástica, muchas de ellas pertenecientes al patrimonio de las religiosas.
En 1993 se destinó una parte del recinto a alojar la colección Thyssen-Bornemisza, pero en 2004, esta colección se trasladó al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Una pequeña comunidad de monjas clarisas sigue residiendo en un edificio contiguo.

Barcelona.- Palacio de Pedralbes
Cuando cruzamos la magnífica puerta de entrada de hierro forjado, nos da la bienvenida un gran espacio en cuyo centro se encuentra un elegante estanque ovalado con la escultura de una mujer en el centro.
Enfrente, grupos de flores y, detrás, una ligera pendiente cubierta de césped con laureles y naranjos muy bien esculpidos y una pequeña cascada completan un conjunto de gran belleza.
El eje vertebrador .-En ambos lados del estanque empiezan los caminos de sablón que se entrecruzan por todo el parque y permiten ir descubriéndolo.
Tanto si nos vamos hacia la derecha como hacía la izquierda, el camino nos permite acceder a un paseo central donde los tilos son los protagonistas.
Están plantados en un extenso parterre cubierto de hiedra y determinan el eje a partir del cual se distribuye el jardín.

Este es un espacio sombrío, igual que las zonas de descanso, con bancos que vamos encontrando en ambos lados, con una vegetación densa y exuberante donde destacan cuatro grandes jarrones, profusamente esculpidos con dibujos y adornos alegóricos, desde donde cuelgan largas ramas de espárrago de jardín.
A ambos lados de este eje central se sitúan grandes parterres regulares de césped muy soleados y surcados por pequeños caminos.
Destacan las grandes bolas de evónimos de Japón (Evonymus japonicus) perfectamente recortadas y dos pequeños estanques de forma geométrica con surtidores.
El palacio .-Si seguimos hacia arriba, los sombríos caminos nos llevan hasta el Palacio Real, situado al fondo del parque.

Delante del palacio se abre una plaza semicircular, rodeada en ambos lados por una gran balaustrada adornada con bustos esculpidos en mármol blanco.
Dado que la barandilla está situada debajo de la sombra de los árboles, es un buen lugar para sentarse y contemplar el edificio.
La plaza es soleada, presidida por una escultura de Isabel II, levantando en brazos a su hijo Alfonso XII, y con un estanque en el medio rodeado por tiestos con geranios.
A la izquierda del edificio hay una gran pradera de césped de estilo muy inglés, con una escultura femenina a cuyo lado se levanta un enorme pino piñonero centenario.
Al fondo, otras esculturas completan la ornamentación de esta zona de los jardines.

Barcelona.-Jardins del Palau de Pedralbes-
Elementos singulares .-En todos los jardines hay, y muchos, elementos singulares, que descubriremos paseando por los caminos de sablón que atraviesan el parque en todas las direcciones, siempre rodeados de una vegetación espléndida, a veces boscosa, siempre sombría y fresca y entre la que se oye gorjear a los pájaros.
El recorrido nos llevará hasta dos obras de Antoni Gaudí: una pérgola parabólica cubierta de enredaderas -de hecho, un umbráculo- y, en un pequeño rincón, la fuente de Hércules, con una cabeza de dragón de hierro forjado de donde mana el agua.
También nos llevará hasta una alberca situada entre pinos centenarios, bambúes y eucaliptos; un banco de mármol cubierto de filigranas que nos permitirá sentarnos a la sombra de los laureles; un estanque minúsculo rodeado de una barandilla de hierro recurvado y una cruz romana de madera junto al camino.

Vegetación .-La antigüedad de estos jardines hace que su vegetación sea particularmente importante, tanto por su antigüedad como por la variedad de especies, algunas de las cuales son poco corrientes.
Nicolau M. Rubio i Tudurí fue el encargado de transformar las tierras de cultivo y el jardín existentes en los que hoy conocemos, y respetó, entre otros árboles ya centenarios, un importante conjunto de 23 cedros del Himalaya (Cedrus deodara). Esta especie es muy abundante en el parque. Uno de los ejemplares forma parte del Catálogo de Árboles de Interés Local de Barcelona, juntamente con el pino piñonero (Pinus pinea) que hay en la pradera situada al lado del palacio y una tuya articulada (Tetraclinis articulata), situada muy cerca del estanque que encontramos en la entrada del parque, en el camino que sale a la derecha.

Las coníferas están presentes en todas partes. Además de los ya mencionados cedros del Himalaya, se encuentran grandes ejemplares de cedros del Atlas (Cedrus atlantica), a la izquierda de la entrada del parque, y algunos ejemplares de cedro japonés (Cryptomeria japonica) y de cedro de incienso (Calocedrus decurrens). También otras coníferas son el pino piñonero (Pinus pinea) y el pino carrasco (Pinus halepensis); el ciprés (Cupressus sempervirens), el ciprés de Monterrey (Cupressus macrocarpa), el ciprés de Arizona (Cupressus glabra) y la tuya (Thuja orientalis). También destacan los tilos (Tilia X europaea) y los tilos plateados (Tilia tomentosa), situados en los ejes principales del jardín, los grandes eucaliptos (Eucalyptus globulus) y el bosquecillo de bambúes (Phyllostachys sp.).
Añadimos, por su rareza, cuatro ejemplares de fresno florido (Fraxinus ornus) y un ejemplar de sabina albar (Juniperus phoenicea).

En cuanto a los arbustos, destacamos los grandes laureles (Laurus nobilis) y el boj (Buxus sempervirens), así como ejemplares de madroño (Arbutus unedo) de hace mucho tiempo; entre las enredaderas, la reina es la buganvilla (Bougainvillea sp.), y entre los tapizantes, la hiedra (Hedera helix).
Arte y arquitectura .-Son dos aspectos importantes de este parque. El palacio es fruto de la modificación de la torre de los Güell -antes la masía Feliu- para convertirla en residencia de la familia real.
La antigua torre constituye el cuerpo central del edificio y en ambos lados se construyeron nuevas dependencias.
La escultura de mármol blanco de la reina Isabel II presentando a su hijo, el futuro Alfonso XII, a Barcelona que hay delante de la puerta principal es obra de Agapir Vallmitjana i Barbany (1861
La balaustrada que se encuentra delante del edificio está decorada con nueve bustos de mármol blanco de autor desconocido y, en el fondo de la pradera que hay a la izquierda del palacio, la parte superior del muro de cierre está adornada con esculturas de tipo clásico representando a Apolo, Adonis y Antinoo de los que tampoco se conoce el autor.
Sin embargo, lo más destacado de la pradera que hay junto al palacio es la escultura Nu femení agenollat, de Joan Borrell i Nicolau (1916).

La fuente de Hércules .-En el bosquecillo de bambúes se encuentra la fuente de Hércules, de piedra y hierro forjado, obra que Antoni Gaudí (1884) realizó para la finca que la familia Güell tenía en Pedralbes, de cuyos terrenos se cedió una parte a la construcción del nuevo Palacio Real de Barcelona.
Durante muchos años, esta fuente estuvo oculta por la vegetación y su existencia no se descubrió hasta el año 1984, cuando se realizaron unos importantes trabajos de limpieza. La cabeza de un dragón hace de caño desde donde mana el agua y, debajo, una pila de piedra con las cuatro barras en la parte frontal.
A los lados hay un banco de piedra curvado y, encima de la peana de donde sale la cabeza del dragón, un busto de mármol que se colocó en1984 en sustitución del original, cuando, cien años después de su construcción, la fuente fue descubierta y restaurada.

Además de las ya mencionadas, en este parque hay otras esculturas. El estanque que se encuentra en la entrada del recinto está presidido por el desnudo femenino de mármol Mediterrània, de Eulàlia Fàbregas de Sentmenat (1962). Dentro del parque hay otro desnudo femenino. Se trata de Nu, (Desnudo) de Enric Casanovas (1930), en este caso una mujer de pie, a tamaño natural y hecha de bronce.
En el exterior del parque, delante del muro perimetral, encontramos esculturas de piedra de diferentes autores realizadas entre 1928 y 1929: Figura femenina, de Àngel Tarrach; la alegoría Tarragona de Jaume Otero; la alegoría dedicada a Lleida Agricultura de Manuel Fuxà; dos figuras femeninas, una de Josep Llimona y la otra de Enric Casanovas, y Marina, una figura femenina alegórica de la pesca, obra de Eusebi Arnau.

Historia.-La existencia de este parque tiene su origen en un incendio, el que el día de Navidad del año 1875 destruyó el edificio del siglo XVII situado en el Pla de Palau y que era la residencia de los reyes cuando visitaban la ciudad.
La nueva residencia real, promovida en el año 1921 por el entonces alcalde de Barcelona, Joan Antoni Güell, se creó en una finca de 7 ha, propiedad de la familia Güell, que la cedió y que contaba con un palacio que se rehabilitó.
Los terrenos formaban parte de una finca mucho más grande de Joan Güell Ferrer, con cerca de 30 ha, resultado de añadir a su propiedad de Can Feliu las fincas Can Baldiró y Can Cuyàs
En 1926, el alcalde de Barcelona hizo entrega de la nueva residencia a Alfonso XIII. En 1931, proclamada la II República, el Ministerio de Hacienda donó el palacio y los jardines al Ayuntamiento, que los abrió a la ciudad, y las dependencias reales se convirtieron en Museo de Artes Decorativas.
En la segunda planta del edificio se instaló la Residencia Internacional de Señoritas Estudiantes.
Hoy en día, el antiguo Palacio Real acoge los museos de Cerámica y el de las Artes Decorativas, con importantes colecciones, y se utiliza ocasionalmente para actos y recepciones oficiales. En el año 2004, el Ayuntamiento cedió los jardines y el edificio a la Generalitat de Cataluña.

Barcelona.- Parque del Laberinto de Horta
Tiene el mérito de acoger al jardín más antiguo que se conserva en la ciudad y ser un exponente de jardín neoclásico del siglo XVIII con un toque de fisonomía italiana. Debe su nombre al laberinto de cipreses recortados que se encuentra en la parte baja del recinto.
Posiblemente, es el parque más hermoso de Barcelona.
Sus jardines, su estructura y su arquitectura le convierten en el lugar ideal para perderse. Además del famoso laberinto, el parque contiene otras pequeñas delicias para la vista, la reflexión o el descanso.
Encontramos los jardines de los Bojes, que muestra el arte topiario (que forma figuras); el Doméstico, que contiene una plantación de camelias; el de los Musgos; el Pequeño Laberinto; o el Romántico, que cierra significativamente su recinto con un falso cementerio. Destaca también el canal romántico, al final del cual se encuentra la isla del Amor.

El Parque del Laberinto está distribuido en tres niveles o, mejor dicho, terrazas escalonadas. En la parte superior se encuentra una alberca que recoge el agua para el riego. En la zona intermedia se encuentran los templetes con cúpulas sostenidas por columnas toscanas. Y en la parte inferior está el laberinto, la pieza central de la iconografía del recinto.
Arte y arquitectura .-En el interior del Laberinto se encuentra una estatua de Eros que representa el amor juguetón y despreocupado.
Destacan los templetes clásicos y simétricos consagrados a Danae y Ariadna.
También cabe destacar el pabellón neoclásico, una construcción elegante y austera de estructura rectangular donde se celebraban las veladas sociales.

Está presidido, juntamente con la alberca, por una escultura de la ninfa Egeria.
Historia .-El parque ocupa los terrenos de una finca del marqués de Llupià, de Poal y de Alfarràs, un hombre muy ilustre que encargó la obra al italiano Domenico Bagutti, que trabajó allí hasta 1808.
El jardinero francés Delvalet fue el responsable de las plantaciones y un maestro de obras catalán, Jaume Valls, supervisó los trabajos.
La familia Desvalls mantuvo la propiedad de la finca hasta los años 70, cuando pasó a manos del Ayuntamiento.

En 1971 se inauguró como parque público. En 1994 se realizó una amplia restauración que transformó su concepción en la categoría de jardín museo o jardín histórico..
Vegetación .-Hay una gran variedad de árboles de los que muchos están catalogados.
Pueden encontrarse encinas (Quercus ilex), eucaliptos (Eucalytus globulus) y madroños (Arbutus unedo), entre muchos otros.
Destaca el grupo de agapantos (Agapanthus umbellatus), la denominada flor del amor, que, con su floración azul, llena de color el Jardín Romántico. Las camelias (Camellia sp) ponen el color en el Jardín Doméstico y los ciclámenes rojos (Cyclamen sp), dan la nota de color a la entrada del parque.
El Parque del laberinto (nombre de un laberinto en el centro) se encuentra en una colina con vistas a la ciudad. Su construcción se inició en el siglo XVIII y se basa libremente en las ideas románticas que se han desarrollado en el norte de Europa. Fue completamente restaurado en el siglo XX y ahora tiene el carácter de un jardín del siglo Estilo Mixto XIX.
Tiene el Jardín de los Bojes, una Plaza de los Leones, un romántico canal (1853), una isla de los amores y los parterres formales.

Barcelona .-Parc Güell
El ejemplo mejor y más famoso de Art Nouveau arquitectura de paisaje se ha señalado un sitio del patrimonio mundial UNESO.
El Conde Eusebi Güell, un rico hombre de negocios, concibió el proyecto como infraestructura para un barrio jardín de lo que Gaudí se describe como «la montaña sin árboles».
Las únicas partes que se terminarán, antes de su paralización en 1914 y se convirtieron en un parque público en 1922, fue una gran entrada, dos casas, 3 km de caminos, una maravillosa terraza y la sala hipóstila, planeada como un mercado subterráneo.
Amigo de Güell, Gaudí, fue el diseñador.

Tanto los hombres como la intención de que el proyecto sería expresar el espíritu de Cataluña como una nación potencialmente independiente. El parque es muy popular y tiene un contenido simbólico oscuro. Las formas y los colores fueron inspirados por las formas naturales que Gaudí, un devoto católico, los diseño como ejemplos de la artesanía divina.
El parque está situado en las colinas que rodean Barcelona. Terrazas en serpentina , plazas, galerías y arcadas se ejecutan en la ladera de la montaña. Están decoradas con mosaicos policromos de piedra rota, vasijas de cerámica y azulejos antiguos, el popular “ truncadas “. Los colores brillantes pueden recordar a uno de azulejos. Las terrazas curvas podría recordar a las de Sucumbe, en el diseño de la trayectoria de Buttes Chaumónt.

Sin embargo, el diseño tiene un brillo energético que pertenece más al siglo XX que en cualquier otro parque público realizado en Europa durante la primera mitad de este siglo.
El Parque Güell (Park Güell en su denominación original) es un gran jardín con elementos arquitectónicos situado en la parte superior de la ciudad de Barcelona (España), en la vertiente que mira al mar de la montaña del Carmel, no muy lejos del Tibiaba.
Ideado como urbanización, fue diseñado por el arquitecto Antoni Gaudí, máximo exponente del modernismo catalán, por encargo del empresario Eusebi Güell.
Construido entre 1900 y 1914, fue inaugurado como parque público en 1922.
En 1984 la Unesco incluyó al Parque Güell dentro del Lugar Patrimonio de la Humanidad «Obras de Antoni Gaudí».

El Parque Güell es un reflejo de la plenitud artística de Gaudí: pertenece a su etapa naturalista (primera década del siglo XX), periodo en que el arquitecto perfecciona su estilo personal, inspirándose en las formas orgánicas de la naturaleza, poniendo en práctica toda una serie de nuevas soluciones estructurales originadas en sus profundos análisis de la geometría reglada.
A ello añade el artista catalán una gran libertad creativa y una imaginativa creación ornamental: partiendo de cierto barroquismo sus obras adquieren gran riqueza estructural, de formas y volúmenes desprovistos de rigidez racionalista o de cualquier premisa clásica.
En el Parque Güell desplegó Gaudí todo su genio arquitectónico, y puso en práctica muchas de sus innovadoras soluciones estructurales que serán emblemáticas de su estilo organicista y que culminarán en la Sagrada Familia.

El parque fue concebido por Güell y Gaudí como un conjunto estructurado donde, dentro de un incomparable marco de belleza natural, se situarían unas viviendas de alto standing, con todos los adelantos tecnológicos de la época para procurar el máximo confort, con unos acabados de gran calidad artística.
Asimismo, idearon un conjunto impregnado de un fuerte simbolismo, ya que procuraron sintetizar en los elementos comunes del parque muchos de los ideales tanto políticos como religiosos que compartían mecenas y arquitecto: así, serán perceptibles en el conjunto conceptos procedentes del catalanismo político –sobre todo en la escalinata de acceso, donde se representan los Países catalanes–, y de la religión católica –en el Monumento al Calvario, ideado en principio como capilla.
También es importante el elemento mitológico: según parece, Güell y Gaudí se inspiraron en el Templo de Apolo de Delfos para su concepción del parque.

Por otro lado, numerosos expertos han querido ver en el parque una serie de referencias de variado signo, debido a la compleja iconografía aplicada por Gaudí al conjunto del proyecto urbanístico, referencias que van desde la reivindicación política hasta la exaltación religiosa, pasando por la mitología, la historia o la filosofía.
En concreto, muchos estudiosos pretenden ver referencias a la masonería, hecho poco probable debido a las profundas creencias religiosas tanto de Gaudí como del conde Güell, y en todo caso no probado por ningún indicio objetivo en toda la historiografía del arquitecto modernista.
La multiplicidad de símbolos desarrollada en el Parque Güell es, como se ha dicho, de signo político y religioso, en todo caso con cierto carácter mistérico debido al gusto de la época por los enigmas y acertijos.
Más que un parque, es un símbolo de Barcelona. El Park Güell, una de las obras más emblemáticas de Antoni Gaudí, es único en el mundo, ya que fue concebido como un recinto monumental donde el entorno natural es inseparable de los elementos arquitectónicos.

En el año 1969 se reconoció su singularidad, cuando fue declarado Monumento Histórico-Artístico de Interés Nacional y sobre todo en 1984, al ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Su consideración como espacio monumental de reconocimiento internacional no le quita importancia como parque público equipado con todas las instalaciones y los servicios que le hacen adecuado para el recreo de los vecinos y de todos los visitantes en general.
El recinto, que es totalmente accesible, cuenta con áreas de juegos infantiles, un área de recreo para perros y zonas de descanso.
Desde finalizó la rehabilitación integral realizada en 2006, funciona un servicio de guía con el que se facilita el conocimiento del parque a las personas con discapacidad visual y auditiva.

Historia .-Se inauguró como parque público en 1922; sin embargo, Gaudí lo concibió como una ciudad jardín por encargo del aristócrata Eusebi Güell, quien en el año 1895 compró un extensa finca rural situada en el Turó del Carmel con la intención de construir una ciudad jardín como las que había conocido en Inglaterra.
El proyecto de Gaudí consistía básicamente en la edificación de viviendas unifamiliares y debía incluir unos espacios de uso público, como una gran plaza cubierta -que sería el mercado-, una plaza-teatro al aire libre, una capilla, un pabellón de conserjería, un pabellón de servicios -con recepción y teléfono público- y otros servicios comunes.
Se eliminaba expresamente la ubicación de fábricas, clínicas, talleres o industrias, ya que desvirtuarían los principios de retorno a la naturaleza del proyecto.
El proyecto no tuvo éxito y se interrumpió en 1914 cuando ya se habían construido algunas de las dependencias colectivas.
En 1922, seis años después de la muerte de Eusebi Güell, el Ayuntamiento de Barcelona compró la finca para convertirla en parque público..

Puntos de interés .-La entrada principal por la calle está vigilada por dos pabellones realizados siguiendo el estilo propio de Gaudí, con formas redondeadas y estallido de luces y colores. Aquí se inicia la escalera monumental, presidida por la salamandra acabada en trencadís (decoración arquitectónica realizada con trozos irregulares de cerámica), que subraya la importancia del acceso de peatones a las dependencias colectivas de la ciudad jardín, el mercado y la plaza.
La Sala Hipóstila, que debía alojar el mercado de la ciudad jardín, está formada por 86 columnas de estilo dórico
La plaza nace en la montaña, sobre tierra firme y se extiende sobre las columnas de la Sala Hipóstila. Destaca el banco con revestimiento en trencadís que delimita el perímetro.
Los viaductos, caminos con diferentes desniveles, según estuvieran destinados a carros o a peatones.

El Turó de les Creus, que era el emplazamiento escogido para levantar una gran capilla que nunca se llegó a construir.
El Museo Gaudí. .-Era la casa donde Gaudí se instaló cuando las obras ya estaban muy avanzadas. En 1963, la asociación Amics de Gaudí compró el edificio para destinarlo a museo.
Vegetación .-Aunque la naturaleza parece quedar en un segundo plano, cierto es que el arquitecto la tuvo muy en cuenta para lograr una perfecta simbiosis entre la piedra y el verde.
La perspectiva del viaducto, coronado de palmeras y revestido de arbustos y plantas tapizantes plasma bien la complicidad entre naturaleza y arquitectura. Gaudí preservó la vegetación espontánea del lugar, que hoy constituye una extensión forestal donde abundan algarrobos, robles, pinos y encinas, rodeados de un espeso sotobosque.

Barcelona.-Parc de la Ciutadella
Historia .-Este parque es un espacio muy vinculado a la historia de Barcelona.
Está situado en los terrenos donde Felipe V, después de rendir la ciudad el 11 de septiembre de 1714 y ganar la Guerra de Sucesión, en el año 1715 hizo construir una gran ciudadela militar para controlar la ciudad.
A fin de disponer de los terrenos necesarios, se derribaron las murallas del extremo noreste de la ciudad y 1.262 casas del barrio de la Ribera.
Casi un siglo y medio después, y con el objetivo de obtener el apoyo de la burguesía industrial barcelonesa, en 1869 el general Prim-l’estàtua ecuestre del cual podemos contemplar dentro del actual espacio verde-entregó la ciudadela en Barcelona con la condición de que el solar debería dedicarse a parque público.

La fortaleza militar la derribaron brigadas de voluntarios.
La recuperación de estos terrenos permitió crear un gran espacio verde muy necesario en la Barcelona cada vez más masificada del desarrollo industrial. Hacían falta lugares donde «poder respirar», algo muy bien definido en el lema del proyecto de Josep Fontseré: «Los jardines están en la ciudad lo mismo que los pulmones al cuerpo humano».
Un criterio urbanístico que hoy nos parece evidente, pero que al final del siglo XIX no lo era tanto.
El trazado original del parque que realizó Josep Fontseré en el año 1872 se modificó para acoger la Exposición Universal de 1888 y, más tarde, para instalar en ella el Zoo de Barcelona, uno de los más importantes de Europa y que ocupa la mitad de los terrenos.
El Parque de la Ciudadela fue durante muchos años el único parque de la ciudad de Barcelona.

Fue construido en los antiguos terrenos de la fortaleza de la ciudad (de ahí su nombre Ciudadela), a imagen y semejanza del parque de Luxemburgo de París.
En el parque se ubica el antiguo Arsenal de la Ciudadela, sede actual del Parlamento de Cataluña.
Actualmente el Parque de la Ciudadela es uno de los más extensos de Barcelona. Dentro de su recinto se sitúa el Zoo de Barcelona, así como diversas edificaciones que perviven de la antigua fortaleza (la capilla, el palacio del gobernador y el arsenal) y de la Exposición de 1888 (Umbráculo, Hivernáculo, Museo de Geología y Museo de Zoología).

El parque destaca por su gran extensión ajardinada, con amplias arboledas y zonas para pasear, así como el lago y la Cascada.
En la antigua plaza de armas hay un estanque ovalado con la célebre escultura el Desconsuelo, obra de Josep Llimona.
Lleno a rebosar de una vegetación en buena parte centenaria y muy rica en especies, el parque de la Ciutadella contiene una gran diversidad de elementos que lo hacen especialmente valioso.
La cascada monumental y los edificios construidos en la segunda mitad del siglo XIX y hoy convertidos en museos, el lago donde se puede pasear en barquetas a remo, los paseos y las numerosas esculturas que hay en el parque son unos cuantos ejemplos.
Construido en la segunda mitad del siglo XIX, este parque es uno de los principales referentes de los espacios verdes de Barcelona.

Durante muchos años fue el único de la ciudad, y el primero de los actualmente existentes que se diseñó específicamente como parque público.
El parque de la Ciutadella hay espacios para todos los usos imaginables.
Esto lo ha convertido en uno de los lugares con más actividades lúdicas y culturales de Barcelona. Tiene amplias zonas de césped y paseos grandes, y partes hay bancos para sentarse plácidamente a descansar o leer un rato, y parterres de césped donde frecuenta-tanto en invierno como en verano-juventud que se tumba a tomar el sol.

El trazado .-El parque de la Ciutadella tiene un trazado ecléctico, con una parte de líneas más sinuosas y naturalistas frente a un trazado más clásico y de geometrías regulares.
Sobresale la ordenación paisajista formada por una gran cascada monumental, un lago donde se puede navegar con pequeñas embarcaciones a remo, y una glorieta de música. Todo ello forma un conjunto de mucha belleza.
Otra pieza importante del parque es la plaza de Armas. Proyectada en 1916 por el ingeniero y paisajista francés JCN Forestier, está situada frente al Parlamento. Es el trabajo paisajístico mejor conservado del parque.
Es un espacio rectangular con un estanque elíptico en el centro; la rodean bordillos de ciprés recortadas de forma regular y parterres con arbustos, entre los que destacan los rosales.

Hay pinos y naranjos, y una doble hilera de plátanos de tronco bajo que define los límites de la plaza. Es un lugar ordenado y sereno donde sentarse un rato para contemplar la armonía, un notable ejemplo de urbanización vegetal.
El paseo de los Tilos .-Se extiende a partir de la entrada principal del parque de la Ciutadella y culmina un espléndido recorrido que empieza en el paseo de Sant Joan, sigue por el paseo de Lluís Companys-encabezado por el magnífico Arco de Triunfo-y abre las puertas del parque justo al delante del monumento a Rius i Taulet. Esta es una de las perspectivas urbanas más bonitas de Barcelona.
Junto a la doble hilera de tilos, siguiendo todo el paseo hasta la escultura ecuestre del general Prim, hay amplios parterres con arbustos recortados donde sobresalen palmeras altísimas. En uno de los lados, cerca de la entrada del parque, están los pabellones que aún quedan de la época inicial del parque y de la Exposición Universal de 1888.

Los pájaros .-En este parque viven una gran cantidad de pájaros, con un censo de más de 100 especies diferentes. Cabe destacar la gran colonia de garzas reales, actualmente la más importante de Cataluña. Elegantes y majestuosas, es fácil verlas volar por todo el parque.
La Ciudadela es, pues, un buen lugar para los aficionados a la ornitología.
Vegetación .-El parque de la Ciutadella es rico en especies vegetales, con numerosos ejemplares que tienen el valor añadido de la edad, ya que se plantaron a finales del siglo XIX.
De la misma manera que se considera un museo al aire libre por la gran cantidad de esculturas que contiene, este parque también puede ser calificado de arboreto por el número de especies que el ajardinan: más de un centenar.
En este parque son abundantes los tilos (Tilia X europaea y Tilia tomentosa y Tilia X euchlora), las magnolias (Magnolia grandiflora), los álamos (Populus alba y Populus alba «Pyramidalis») y los plátanos (Platanus X hispanica).

Los almeces (Celtis australis) son los protagonistas en la glorieta de Aribau y en la zona del lago, donde se eleva un ejemplar excepcional. Cerca del Umbracle encontramos paulonias (Paulownia tomentosa) y Podocarpus neriifolius, y junto al mamut árboles sagrados (Ginkgo biloba).
Otras especies arbóreas presentes en el parque son la acacia (Robinia pseudoacacia), los cipreses (Cupressus macrocarpa y Cupressus sempervirens), el pino australiano (Casuarina cunnighamiana), el ombú (Phytolacca dioica) y los castaños de Indias (Aesculus hippocastanum). Destacan, por el exotismo, los tres ejemplares de ciprés calvo (Taxodium distichum) que hay dentro del lago.
También son importantes, tanto por el número como por las dimensiones y la edad, las palmeras de Canarias (Phoenix canariensis), las palmeras datileras (Phoenix dactylifera) y las yucas (Yucca elephantipes), y por su rareza, las palmeras azules ( Brahea armata).

En cuanto a los arbustos hay, entre otras especies, ejemplares grandes de laurel (Laurus nobilis), de taray (Tamarix gallica) y de adelfa (Nerium oleander), y vallas vegetales extensas perfectamente recortadas de pitosporo (Pittosporum tobira) y de evónimo de Japón (Euonymus japonicus).
El parque de la Ciutadella hay varios ejemplares incluidos en el catálogo de Árboles de Interés Local de Barcelona: una acacia de Constantinopla (Albizia julibrissin), un naranjo de Luisiana (Maclura pomifera), un pino australiano (Casuarina cunninghamiana) y un ejemplar de Quercus polymorpha, plantados a finales del siglo XIX, y los cipreses calvos que hay en el lago, plantados durante el primer tercio del siglo XX.

Arte y arquitectura .-El parque, que en 1951 fue declarado monumento histórico-artístico, está considerado como un museo al aire libre por la profusión y calidad de sus esculturas.
Hay obras de Frederic Marès (estatua ecuestre del general Prim), Eusebi Arnau (busto de mármol de Marià Aguiló), Josep Clarà (desnudo de bronce dedicado a los Voluntarios Catalanes de 1914), Josep Llimona (desnudo femenino de mármol El desconsuelo), Pau Gargallo (busto de mármol de León Fontoba), Manuel Fuxà (bustos de mármol de Milà i Fontanals, Víctor Balaguer y Joaquim Vayreda, y figura de bronce de Bonaventura Carles Aribau) y Eduard B. Alentorn (grupo de mármol La cigüeña y el zorro), entre otros escultores.

Por su popularidad, hay que mencionar dos esculturas: La dama del paraguas, de Joan Roig Soler, que durante muchos años fue uno de los símbolos de Barcelona y que corona una fuente ornamental que diseñó Josep Fontseré, y un mamut de piedra , primera y única de las reproducciones a tamaño natural de animales extinguidos que en 1907 la Junta de Ciencias Naturales quería instalar en el parque.
La cascada monumental .-Fue diseñada por Josep Fontseré en 1875, e inaugurada el año 1881. Fontseré tuvo como ayudante Antoni Gaudí, entonces muy joven, ya quien se atribuyen las rocallas de la cascada y algunos motivos decorativos..
A ambos lados hay escaleras para acceder a una especie de templete desde el que se puede contemplar una perspectiva privilegiada del parque.

La cascada está ornamentada por muchos elementos escultóricos de artistas catalanes de finales del siglo XIX, colocados después de su inauguración.
El elemento central es el Nacimiento de Venus, de Venanci Vallmitjana, y en lo alto, culminando el conjunto,
La cuadriga de la Aurora, de Rossend Nobas, autor también de cuatro grupos de genios, dos faunos y de la figura de Eros .
Abajo, cuatro grifos modelados por Rafael Atché protegen la Venus.
Los edificios .-De la antigua ciudadela militar construida en 1715 quedan la capilla castrense, obra de Próspero Verboom (1728), el palacio del gobernador-sede del Instituto Escuela durante la Segunda República y hoy uno de los centros de educación secundaria de la ciudad – y el edificio del arsenal, actualmente sede del Parlamento de Cataluña.
El resto de edificios que hay en el parque se construyeron el último tercio del siglo XIX.

El primero fue el Museo Martorell de Geología, de estilo neoclásico, proyectado en 1879 por Antoni Rovira i Trias, y que se integró en el diseño del parque que llevó a cabo Josep Fontseré en el año 1872.
En cuanto a las construcciones realizadas con motivo de la Exposición Universal de 1888, se conserva el restaurante, un edificio de ladrillo visto, coronado de almenas, obra de Domènech i Muntaner, y perteneciente a la primera época del modernismo barcelonés.
Llamó popularmente el Castell dels Tres Dragons, y desde el año 1934 es la sede del Museo de Zoología de Barcelona.
También fueron proyectados para la Exposición Universal de 1888 el Umbracle, un recinto singular diseñado por Josep Fontseré (1883) que integra el ladrillo, el hierro y un enlistonado de madera que procura sombra a especies subtropicales, y el Invernadero, una construcción de hierro y vidrio diseñada por Josep Amargós el año 1884.

Barcelona.- Parc del Mar.-Poble Nou
El Parque del Poblenou, situado al final de la Villa Olímpica, es un gran pinar, ya medida que nos acercamos al mar, un espacio lleno de dunas, que defienden el parque de los vientos de levante.
El primer tramo, junto al acceso por la calle de Salvador Espriu, sigue brevemente las postrimerías del Parque de la Nova Icària, claramente identificable por uno de sus puentes de madera.
En esta zona del parque del Poblenou destaca un lago y una gran explanada que permite hacer deporte. Todo ello se encuentra en el principio de una larga franja pavimentada que recorre el parque de punta a punta y que toca a un ancho calle con tres nombres, según donde nos encontremos, ya un tráfico de vehículos considerable.

El paseo .-El parque queda separado de los coches para este tipo de paseo de acceso donde hay plantada una larguísima hilera de álamos muy bien alineados y numerosas vallas vegetales no demasiado largas y en forma de rectángulo, apretadas y cuidadosamente recortadas. Como las vallas vegetales están esparcidas irregularmente permiten crear una progresión de espacios de alejamiento de la circulación rodada y de acercamiento a la tranquilidad del parque. Aquí ya encontramos bancos de madera, básicamente sillas anchas que invitan a sentarse un rato. También hay pistas de petanca.
Yendo desde la explanada hacia el mar a través de uno de los muchos caminos pavimentados que empiezan en el paseo de acceso, a la altura del lago y de la explanada, el terreno se eleva ligeramente. Aquí hay grandes praderas y espacios de reposo separados por muretes bajo la copa protectora de los árboles, sobre todo de los pinos.
El pinar .-Al final de este primer tramo del parque del Poblenou encontramos la calle de La Laguna, que lo cruza, con circulación de doble sentido y vehículos que van y vuelven de la playa. Es aquí donde comienza la parte más naturalizada del parque.

Llega el buen tiempo, muchos usuarios buscan un lugar en la sombra-o al sol, para broncearse-para poder estirarse y disfrutar del olor de los pinos y el mar, que es una mezcla excepcionalmente agradable.
Las dunas.-Están situadas sobre todo en una parte algo separada del conjunto del parque por la avenida del Litoral. La mayor de todas acaba en la playa, en el punto donde se funden el parque y la playa de la Mar Bella. Es un espacio muy soleado, cubierto con la escasa vegetación capaz de resistir la salinidad del mar que tiene cerca. Es, con diferencia, el lugar más natural, y también el más salvaje. Las otras dos playas vecinas del parque del Poblenou son las de la Nova Icària y Bogatell.
Vegetación .-La especie más destacada de este parque, que abunda en todas partes, es el pino piñonero (Pinus pinea). En la zona del paseo exterior, los álamos (Populus alba) comparten espacio con las vallas vegetales hechas, muchas de ellas, con bambú (Phyllostachys sp). También son abundantes en todo el parque las vallas vegetales de aligustre (Ligustrum lucidum), laurel (Laurus nobilis) y lentisco (Pistacia lentiscus).
En la zona cercana al lago, entre los pinos piñoneros, encontramos pinos carrascos (Pinus halepensis) y algún algarrobo (Ceratonia siliqua). A medida que nos acercamos a las dunas, a ras de playa, comienzan a ser frecuentes las palmeras datileras (Phoenix dactylifera) y las palmeras (Washingtonia filifera). El parque también contiene unos cuantos eucaliptos (Eucalyptus globulus), y los caminos que hay al otro lado del parque, paralelos al paseo, son abundantes las especies aromáticas, como el tomillo (Thymus vulgaris), el romero (Rosmarinus officinalis) y grandes matas de espliego dentado (Lavandula dentata) y salvia microfilarias instala (Salvia microphylla).

Barcelona.-Plaza de los Paises Catalanes.- Països Catalans
La plaza de los Països Catalans es una plaza de Barcelona situada frente a la estación de Sants , en el barrio de Sants .
Tiene accesos desde las calles de Tarragona, Numancia y el paseo de San Antonio.
Es una plaza restringida al paso de peatones, con un servicio de transporte público muy notable por la proximidad de la estación de tren y autocares. Dispone de una estación de metro llamada Sants-Estació con una entrada situada en la esquina con la calle de Numancia y otra en el vestíbulo de la estación de Sants.
Está construida sobre el patio de vías de la estación de Sants, por lo que no tiene arbolado ni jardines. Fue inaugurada en junio de 1983 , obra de los arquitectos Helio Piñón y Albert Vilaplana, con una urbanización, sin verde y con abundancia de hormigón, mármol y granito, la convirtió en un modelo prototípico de plaza dura en el momento que en Barcelona se empezaban a hacer, y suscitó grandes críticas a pesar de la concesión de un premio FAD en 1984 .

La plaza es dominada por una gran cubierta horizontal de plancha de cobre calado sostenida sobre larguísimos pilares, y otra cubierta más baja y larga de trazado ondulado, también de plancha de cobre, sobre la que hay un gato de tejado de tamaño natural, hecho en silueta con plancha metálica.
Destacan también en la plaza una corta pared con una abertura a modo de ventana y unos manantiales.
Las características de la plaza, dura y abierta, además de propició en ella la práctica del monopatín, también la hizo apta para concentraciones de personas, como las celebraciones del día de la Hispanidad que organizaban en ese lugar grupos de ultraderecha durante los años 90 y principios de los años 2000, y que solían terminar con incidentes por enfrentamientos de manifestantes antifascistas con la policía por las calles de Sants.Creada en el momento de las plazas duras.

Barcelona.-Jardins de Villa Cecilia
Situados junto a los Jardines de Villa Amelia, con los que originariamente formaron un único jardín, los Jardines de la Villa Cecilia son, además de un magnífico espacio verde con numerosos árboles centenarios, uno de los centros neurálgicos de las actividades del distrito.
Lo primero que llama la atención son las vallas de ciprés, altas y tupidas, que desde la calle Santa Amelia forman la antesala de los jardines. Una vez en su interior, a la izquierda de la «muralla» verde yace la desdichada Ofelia en un canal de agua. A la derecha, un camino con algún tramo de escalera comunica con el interior de los jardines.

Delante, un pequeño camino nos permite acceder a los jardines, en este caso a la zona alrededor de la cual se crearon: una gran plaza circular con el edificio del Centro Cívico Casal de Sarriá al fondo. A ambos lados se erigen árboles imponentes y palmeras muy antiguas, y muy abundantes.
Un gran jardín vecinal .-Los Jardines de Villa Cecilia son un oasis de calma, a pesar del trasiego continuo de peatones que lo han incorporado a su itinerario habitual o de las numerosas personas que van al Centro Cívico.
Los espacios abiertos y los grandes parterres de césped conviven con una estructura laberíntica que favorece el efecto sorpresa. Encontramos caminos sombríos bajo las copas de los pinos, los tilos y los pimenteros falsos, así como espacios tranquilos donde sentarnos.

Como contrapunto, una gran superficie asfaltada situada en un extremo de los jardines y presidida por un pequeño palmeral permite realizar todo tipo de actividades: desde fiestas de barrio hasta competiciones deportivas.
Otro de los atractivos del parque es un espacio dedicado a la gente mayor. Se trata de un espacio lúdico que permite mantener en forma las articulaciones y favorecer la agilidad con barras a diferentes alturas, tornillos para ejercitar los dedos y rampas suaves, entre otros recursos, y que sirve para enriquecer los paseos.

Vegetación .-Al ser unos jardines originarios del siglo XIX, los de Villa Cecilia son ricos en árboles y palmeras excepcionales, tanto por edad como por sus dimensiones.
Los enormes pinos carrascos (Pinus halepenssis) y pinos piñoneros (Pinus pinea), los altísimos cipreses (Cupressus sempervirens) y las majestuosas palmeras de Canarias (Phoenix canariensis), son algunos de los ejemplos.
Entre las especies arbóreas también destacan los plátanos (Platanus X hispanica), los tilos (Tilia X europaea), los cedros (Cedrus deodara), los pimenteros falsos (Schinus molle) -algunos de grandes dimensiones-, los olmos de Siberia (Ulmus pumila) y los ailantos (Ailanthus altissima).
Cerca del Centro Cívico encontramos un ejemplar de Butia capitata, una palmera poco frecuente en Barcelona. Respecto a los arbustos, destacan sobre todo los laureles (Laurus nobilis).

Otro aspecto remarcable de la vegetación son las vallas de ciprés recortadas en forma de casitas. Una especie de pequeño pueblo vegetal que empieza en el acceso a los jardines por la calle Santa Amelia y acaba en la plaza donde está situado el Centro Cívico, siendo el lugar desde donde se puede contemplar la mejor perspectiva de este excelente trabajo de recorte.
Arte y arquitectura .-Dentro del agua del canal que se inicia a la derecha de la entrada de los jardines por la calle Santa Amelia, yace, boca abajo, Ofèlia ofegada (Ofelia ahogada), una escultura en bronce de Francisco López Hernández del año 1964.
En este mismo lugar, grandes hojas metálicas de Ginkgo biloba se van entrelazando en una especie de arco que, trepando desde el canal, da la bienvenida al visitante.

Es obra de los arquitectos responsables de la reforma de los jardines: Elías Torres y José Antonio Martínez Lapeña.
Estos arquitectos también diseñaron los bancos del parque -de madera sobre rocas de piedra que evocan patines- y unas altísimas farolas inspiradas en los árboles.
Estos dos elementos de diseño recibieron un premio FAD (Fomento de las Artes Decorativas) el año 1986.
Historia.-Los Jardines de Villa Cecilia están situados en los terrenos de una antigua finca rural: Cal Noyu, que fue adquirida en 1909 por Eduardo Conde, fundador de los almacenes El Siglo, primer comercio establecido en Barcelona con criterios de gran superficie.
Conde le dio a la villa el nombre de Cecilia en honor a su esposa. En 1969, el Ayuntamiento expropió los terrenos para convertirlos en un parque.
Una parte del actual espacio verde perteneció a los antiguos jardines de Villa Amelia, situados justo al lado, y que actualmente también son de uso público. El edificio que en su día fue residencia de Eduardo Conde es actualmente la sede del Centro Cívico Casal de Sarriá.

Barcelona.- Parc de la Primavera
El Parc del Barri de la Primavera es uno de los espacios públicos más recientes desarrolladas en la ciudad mediante la reivindicación de tierras que anteriormente no utilizado.
Situado en la ladera norte de Montjuïc frente al centro histórico de la ciudad de Barcelona, esta área ha sido el extremo sur de la ciudad hasta tiempos relativamente recientes.
Sus empinadas colinas han sido el hogar de familias de bajos ingresos que viven en viviendas modestas, incluyendo chozas, que antes de meter la ladera hasta que las operaciones de remoción «barrio bajo» los Juegos Olímpicos de 1992.
El sitio en el que se encuentra el parque ha tenido una variedad de usos en el pasado, a pesar de su difícil topografía: la minería en pequeña escala, la industria ligera y la vivienda son las más obvias. Esta variedad de usos a través del tiempo dejó una gruesa capa de suelos inestables y escombros mezclados con tierra contaminada con basura y escombros, que tuvo que retirarse antes de la excavación, junto con la mayor parte de la vegetación establecida. El diseño y construcción de este parque incluye la restauración de un refugio antiaéreo conocido como 307 y la construcción de una nueva y muy grande instalación subterránea tratamiento de basura, que se coloca precisamente debajo de la zona de juegos para niños.
La elección de la plantación se compone de bien probado especies mediterráneas, combinado con alguna plantación experimental como la plantación masiva de especies de sauces locales como la estabilización del suelo en ciertas áreas. Esta es una solución novedosa en el contexto urbano de una ciudad mediterránea española y queda por ver si será aceptado dentro de la gama de soluciones de ingeniería aceptables en el futuro.
El parque ya es popular con los vecinos y los visitantes tratando de encontrar su camino a través de las vías de acceso laberínticas que conducen a la colina de Montjuïc, ya que ofrece excelentes vistas sobre la ciudad y ofrece muy necesarios pistas visuales para encontrar la ruta correcta a los distintos turísticos más atractivos por encima del lugar.
El proceso de diseño fue desarrollado por el Departamento de Parques y Jardines, encabezado por la Arquitecta Patrizia Falcone, el Arquitecto del Paisaje Gabino Carballo, y Lluís Abad como experto hortícola. Las difíciles condiciones del sitio requiere un valioso aporte de la Construcción Ingeniero Lluís Capilla.
Estadísticas: Superficie total: 19.500 m2, el cambio en el nivel del suelo del parque: 28 m; Presupuesto total: 2,451,464.37 euros; presupuesto de plantación: 356,161.67 euros.

Barcelona.-Jardines Jaume Vicens en el Edificio La Caixa.-Diagonal
Se trata de dos torres unidas en planta baja por la zona de recepción y las plantas de parking.
Con alturas diferentes, presentan el mismo diseño exterior: una planta formando un esquema regular que rompe la sección clásica cuadrada o rectangular, gracias al zigzagueo de su sección.
También destaca en las dos torres, la fachada con cristales tintados que le dan una gran sobriedad y elegancia a la torre.
El proyecto inicial no incluía el sombrero con el logo de «la caixa» en movimiento en las dos torres.
Un detalle a remarcar son las escaleras de emergencia de los edificios, por no estar cubiertas con vidrio, en las fachadas norte y sur de las dos torres.

En las proximidades a las 2 torres de oficinas de «la caixa», se encuentran 2 edificios cúbicos de menor altura, con una arquitectura similar de fachada de vidrio tintado.
El uso de estos edificios es mixto, destinado a oficinas y al centro comercial «Pedralbes Center».
Pasear por los jardines permite refugiarse de la ajetreada, apretada y apremiada actividad de la avenida Diagonal. Uno de los atractivos añadidos es que se puede contemplar un conjunto escultórico de 30 piezas, obra de Frederic Marès, que reproducen osos, ciervos, rebecos, jabalíes, corzos y cabras.
Los jardines de Jaume Vicens Vives nacieron como jardines privados hacia el final de la década de los sesenta, en pleno desarrollismo, en el marco de una promoción inmobiliaria en la zona de la Diagonal, entonces conocida como Barcelona.

El proyecto del jardín fue encargado a Nicolau Maria Rubió i Tudurí, y la decoración escultórica, al también veterano Frederic Marès. En el año 1974 se construyeron dos torres negras, proyectadas por Josep Antoni Coderch y Francesc Mitjans, que hoy son la sede de una entidad bancaria. Los espacios ajardinados privados se han ido incorporando progresivamente a la gestión y la propiedad públicas.
El espacio de los jardines finalmente se dedicó a la figura del historiador Jaume Vicens Vives. En julio del 2010 los jardines fueron remodelados para mejorar su accesibilidad y se sustituyó el antiguo camino con escaleras por la actual rampa.
La rampa que da acceso al jardín conduce por los diferentes espacios. Son plazoletas arboladas con diferentes agrupaciones de árboles. Excepto las coníferas —sobre todo pinos (Pinus pinea y Pinus halepensis)— y algunos cedros del Himalaya (Cedrus deodara), los árboles son de hoja caduca. Eso conlleva que, durante el otoño y el invierno, el espacio, sombrío por su encaje entre edificios, aproveche mejor las horas de sol. Durante la primavera y el verano, la sombra está siempre garantizada. En algunas de las plazoletas encontramos palos rosas (Tipuana tipu) y acacias (Shopora japonica) cerca de encinas (Quercus ilex).

En las zonas arbustivas hay grandes ejemplares de pitósporos (Pittosporum heterophyllum), muy viejos y grandes, cerca de espinos de fuego (Pyracantha coccinea), que reproducen la estructura del sotobosque mediterráneo y se combinan con especies aromáticas, como la salvia (Salvia officinalis) y la lavanda (Lavandula dentata).
Alrededor del resto de plazoletas rodeadas por bancos encontramos tamarindos (Tamarix gallica), olmos (Ulmus pumila), tilos (Tilia tomentosa), aligustre (Ligustrum lucidum) y también algunos olivos (Olea europaea). En la parte más sombría de los jardines hay una palmera, una gran yuca (Yucca elephantipes), cerca de tres álamos (Populus alba) y dos grandes pinos.
El atrio de entrada al jardín es una plazoleta con parterres centrales y laterales que, por un lado, recortan la acera en zigzag y conducen al peatón hacia la entrada del jardín. Cerca del espacio central, que durante muchos años reproducía con topiaria el popular logotipo bancario, y de los espacios laterales, encontramos las tradicionales farolas de fundición en forma de lira, características de la Diagonal. La restauración del báculo de fundición y la remodelación de la luminaria, para hacerla eficiente, que se llevó a cabo durante el 2010, ha recuperado estas farolas para el alumbrado vial.

En la parte izquierda, en medio de un parterre repleto de arbustos mediterráneos, nos recibe el primer conjunto escultórico, obra de Frederic Marès. Es una escena de caza con un ciervo perseguido y abatido por una jauría. La pieza de bronce es visible desde la misma avenida Diagonal. Un conjunto con mucho dinamismo y dramatismo, que contrasta con el resto de esculturas, hasta 30, repartidas por el espacio.
Marès se inspiró en la caza para hacer el conjunto escultórico; para modelar las figuras, se asesoró con un experto cazador, el conde de Yebes. La razón para hacer este insólito homenaje a la cinegética radica en que el entonces presidente del banco, que promovía la urbanización, Ignasi Vilallonga, era aficionado a la caza.

Barcelona.- Huertos Urbanos.-Monasterio de Pedralbes
Este huerto urbano es el segundo instalado en el distrito de Les Corts, y está junto al Monasterio de Pedralbes. Destaca por su accesibilidad y por su carácter integrador.
Este espacio tiene una parte más llana y otra, limitando con la calle Castellet, con desnivel.
Las parcelas están situadas en la zona más llana y central del terreno, distribuidas en dos sectores: uno en sentido longitudinal y el otro transversal. Al lado de las parcelas hay árboles frutales de variedades antiguas, arbustos y especies trepadoras.
Las personas con dificultades de movilidad disponen de una gran bandeja de cultivo donde se puede trabajar desde una silla de ruedas, y dos de las parcelas están destinadas a entidades que se ocupan de personas con riesgo de exclusión social.

Otro elemento destacado del huerto urbano Pedralbes es el Jardín de los Sentidos, anexo a los huertos y pensado para que las personas con deficiencias visuales puedan disfrutar de las especies aromáticas plantadas, las cuales están señalizadas mediante carteles en lenguaje Braille situados en las barandillas alrededor de las plantas.
El huerto dispone de baños adaptados para personas con disminución, de veinte armarios para utensilios, una pila, ocho bocas de riego, una zona de picnic con dos mesas y bancos, papeleras, dos cajones de compostaje y contenedores de recogida selectiva de basura.

Barcelona.- Edificio Planeta
Realizado en 1979, este gran complejo de oficinas [sede del BBVA en Diagonal fue proyectado como sede central del Banco Industrial de Cataluña.
La obra tuvo una gran resonancia entre la ciudadanía, que vio construir tres grandes torres octogonales en el punto entonces más representativo de Barcelona, el cruce entre Diagonal y Gran Via de Carles III, donde el precio del suelo era más caro
Los autores habían sido dos arquitectos reconocidos, Josep Maria Fargas y Enric Tous, que habían seguido una evolución arquitectónica desvinculada de la línea dominante de la Escuela de Barcelona. Fargas y Tous habían desarrollado una vía de optimismo tecnológico que entroncaba con la arquitectura moderna más radical -inspirados inicialmente en Mies van der Rohe, Richard Neutra y Craig Ellwood- y que enlazaba con el frente más tecnológico del Grup R. Habían empezado a destacar con obras como la casa Ballbé, en Barcelona (1962), y la fábrica Dallant, en Sant Feliu de Llobregat (1961-1963), y tantearon una arquitectura modular e industrializada, en oposición al elogio al ladrillo propio del Estado español autárquico.

En el complejo de oficinas que ahora cambia de dueño Tous y Fargas iniciaron una evolución hacia una mayor relación con el entorno y la realidad.
De ahí sus formas de torres más orgánicas y las vistosas jardineras de las fachadas, sintomáticas de una primeriza sensibilidad ecológica.
El edificio de Fargas y Tous, construido en 1978, está formado por tres bloques octogonales juntos, de nueve pisos, y un cuarto bloque, también octogonal, de tres pisos. Alrededor del complejo existen dos cinturones de jardineras, separadas del edificio por un pasillo de 65 cm que tiene una reja metálica en el suelo.

Encima de la capa volcánica se colocó una tela de poliéster, y encima un sustrato que consistía en una mezcla de un 30% de turba, 25% de poliestireno expandido y 45% de grava volcánica.
En medio del sustrato se introdujo una malla plástica para evitar que las plantas fuesen arrastradas por el viento, y encima del sustrato, se colocó una capa de 10 cm de grava volcánica.
Estos 3,8 quilómetros de jardineras se riegan mediante un sistema hidropónico desarrollado por los doctores en biología Jordi Aguilà y Xavier Martínez. El sistema fue pionero y merecedor de reconocimiento en el ámbito de la jardinería y cultivos hidropónicos de todo el mundo. Nacía el primer jardín vertical en Europa.
La maquinaria que impulsa el sistema de riego y los tanques de fertilización están situados 5 plantas bajo el suelo; todo ello se riega por el sistema de goteo.
La plantación fue llevada a cabo por las empresas de jardinería Munné-Pericall y Pradell. Everest Munné se hizo cargo hasta su jubilación hace pocos años del mantenimiento y de la única replantación que tuvo lugar en el año 1994, en la que se vaciaron todas las jardineras para impermeabilizarlas y mejorar su drenaje.
Cuando se plantó en 1978 se introdujeron 76 especies de plantas distintas, de características diferentes según la orientación y que florecían en distintas épocas del año.
Fue muy interesante ver la adaptación de las especies a la altura y a la luz, además de a las condiciones edafológicas y climatológicas.

Barcelona.- Forum Barcelona
El Fórum Universal de las Culturas 2004 o Fórum de Barcelona 2004 fue la primera edición del Fórum Universal de las Culturas, que se organizó entre el 9 de mayo y el 26 de septiembre de 2004 en Barcelona (España). La idea de organizar este evento surgió en 1996, cuando el entonces alcalde de Barcelona, Pascual Maragall propuso la celebración de un gran acontecimiento cultural durante el año 2004.
En noviembre del año 1997 la 29ª Conferencia General de la Unesco aprobó el proyecto del Fórum Barcelona 2004 por unanimidad.
Durante este período se trabajó en la definición del acontecimiento y del recinto donde éste debía celebrarse.
En ese momento Josep Acebillo fue nombrado Director de Arquitectura e Infraestructuras del Fórum 2004. El presupuesto fue de 3.240 millones de euros.

El Fórum Barcelona pivotó sobre tres ejes temáticos, el desarrollo sostenible, las condiciones para la paz y la diversidad cultural. Estos temas fueron tratados mediante exposiciones, espectáculos y congresos internacionales, que se concentraron especialmente en un recinto de 30 hectáreas, construido especialmente para albergar este acontecimiento.
El evento fue controvertido. Se criticó especialmente su elevado coste de organización, 324 millones de euros, así como los intereses especulativos que, según los críticos, escondía tras sí el evento en contraste con los valores que defendía.
Algunos grupos ecologistas también se mostraron contrarios a este acontecimiento por el fuerte impacto ambiental que tenía el puerto deportivo del Fórum sobre la línea de costa.
Se le acusó también de ser elitista, por el alto precio de las entradas (lista de precios), y por no permitir inicialmente la entrada de comida como consecuencia de un contrato firmado previamente con los patrocinadores, cosa que fue rectificado durante la primera semana de apertura al público.
También se solucionaron otros problemas como la falta de zonas de sombras, el no poder salir y volver a entrar en el mismo día sin tener que volver a pagar la entrada, y problemas de cómo se avisaba a los visitantes de los cambios de horario de los eventos. También se decidió añadir más bancos para sentarse.

Barcelona.-Jardines de Ca n’Altimira
Los jardines de Ca n’Altimira tienen un aire romántico, silencioso y misterioso. La vegetación, espesa y de hojarasca permanente, crea una atmósfera densa, marcada por los juegos de luz y de sombra.
Todo el jardín es representativo del momento en el que fue creado. La personalidad de este jardín romántico la aportan los elementos arquitectónicos. Ca n’Altimira está situado en un nivel más elevado en relación con el resto del terreno, un accidente que permitió establecer dos zonas diferenciadas.
Los dos niveles se comunican con un par de puentes, uno de los cuales se encuentra suspendido en el aire. El punto de unión es una sala hipóstila situada al fondo de la plaza de sablón, en la parte más baja del parque. A esta plaza se accede mediante dos tramos anchos de escaleras con una pendiente muy suave, con peldaños de sablón acabados en piedra.

Este jardín fue construido a mediados del siglo pasado por el doctor Josep Altimira dentro de su finca de Sant Gervasi. Personaje adinerado y un poco extravagante al que un revés de la fortuna dejó a las puertas de la miseria, hizo donación de sus propiedades a la orden de las Misioneras de la Inmaculada Concepción, que lo cuidaron hasta su muerte, puesto que no tenía herederos.
Las monjas instalaron un colegio en la finca, el de la Inmaculada Concepción, edificio que ocupa una buena parte de los antiguos jardines, que, anteriormente, ya habían sido afectados por la apertura de las calles de Horaci y de Mandri.
El pequeño recinto verde que hoy conocemos es, pues, solo una parte de lo que posiblemente fueron unos jardines muy singulares, con grutas subterráneas artificiales que comunicaban la sala hipóstila con la casa del propietario.
Según explica Francesc Curet en sus Visions barcelonines, el doctor Altimira puso sardinas en los estanques que había en los jardines y, para mantenerlas vivas, cada día hacía traer agua de mar. Celebraba fiestas muy lucidas y, a veces, inundaba la parte baja de los jardines y la sala para que los invitados pudieran navegar con pequeñas barcas.

La creación de estos jardines a finales del siglo XIX hace que en su interior haya árboles centenarios, por ejemplo, los pinos carrascos (Pinus halepensis) y los pinos australianos (Casuarina cunninghamiana) que hay junto a la entrada principal del parque, en la calle de Mandri.
Otros árboles presentes en este espacio verde —también con algún ejemplar centenario— son el almez (Celtis australis), el pino piñonero (Pinus pinea), el cedro del Atlas (Cedrus atlantica), el olmo de Siberia (Ulmus pumila) y la falsa acacia (Robinia pseudoacacia). De plantación más reciente, encontramos la Sophora secundiflora, el ciruelo rojo (Prunus cerasifera ‘Atropurpurea’) y el braquiquito (Brachychiton populneus).

Cabe reseñar una especie más: la bignonia amarilla (Doxantha unguis-cati), una trepadora caducifolia muy ornamental que cuelga de un extremo al otro de la parte más alta de la fachada de la sala hipóstila. Muy florífera, cuando pierde la hoja las ramas quedan adornadas por las semillas, muy largas (entre 25 y 30 cm) y que van cambiando de color desde el verde hasta, una vez secas, el marrón oscuro.
Junto con los dos puentes, el de piedra y el péndulo de acero con pavimento de madera que imita al que John Roebling hizo en las cataratas del Niágara, el elemento arquitectónico más destacado de Ca n’Altimira es la gran sala hipóstila con bóvedas que parten de 36 columnas de estilo románico, muy altas y construidas con piedra arenosa. A un lado de la plaza, pegada al muro que queda de la antigua mansión de la finca, hay una hornacina donde se ha instalado una fuente.
Textos y fotografías propias y bajadas de Internet principalment de La meva Barcelona