
Barcelona.-Plazas de Barcelona
Barcelona tiene la mejor colección de Plazas urbanas Postmodernas de Europa.
Dos eventos han ocasionado el derramamiento de energía de diseño que llevó a su formación: la muerte del general Franco en 1975 y los preparativos, después de 1986, para los Juegos Olímpicos de 1992.
El general había oprimido a la ciudad por su decidida oposición a él en la Guerra Civil española. Después de su muerte, el poder sustancial fue devuelto a la región de Cataluña, con Barcelona como capital, y un gran programa de mejoras cívicas puso en marcha.
Las colinas que rodean la ciudad se convirtieron en el Parc de Collserola.
Un parque acuático donde se hizo conocer a las colinas de la ciudad (Parque de la Creueta del Coll). Está cerca del Parc Guell.
El tejido urbano denso estuvo amenizado con una serie de nuevos parques y plazas diseñadas por equipos de escultores y arquitectos.
El arte público se convirtió en un símbolo de la renovación de la ciudad.
El Parc de Joan Miró presenta, en una piscina, una escultura monumental del artista famoso.
Beverly Pepper, el artista tierra americana, diseñó un cordón dunar en forma de chapado de azulejos de cerámica para el Parc de L’Estacia del Nord.
Nuevas playas y parques fueron hechas junto a la mediterránea (Parc del Poblenou y el Parc de Nova Icaria).
El Parc de l’Espanya Industrial celebra la historia industrial de Barcelona.
Más de 70 proyectos urbanos se realizaron, con muchos éxitos y algunos fracasos.
Más modernos el par Diagonal Mar en una nueva expansion de la ciudad.
Una a una las vamos a ir recorriendo las plazas y los nuevos parques de la ciudad…….

Barcelona.-Parc de Montjuic
Montjuïc es el área más verde de la ciudad, una montaña llena de parques y jardines que fue la sede protagonista de la Exposición Internacional de 1929 y también de los Juegos Olímpicos de 1992.
A los amantes de la naturaleza, les gustarán especialmente los parques y jardines de Montjuïc con el atractivo añadido del castillo, los museos, los miradores y las instituciones culturales y deportivas.
En Montjuïc destacan el Jardín Botánico y los jardines de Joan Brossa, en la parte alta de la montaña, donde estaba el antiguo parque de atracciones.
Otros jardines destacables son el jardín de Petra Kelly, los jardines del Mirador, los de Mossèn Jacint Verdaguer, con plantas bulbosas y acuáticas; los de Mossèn Costa i Llobera, con plantas tropicales y del desierto; el parque del Migdia, y los románticos jardines de Laribal, situados entre el teatro griego y la Fundación Joan Miró.
La Fuente Mágica.-Es fruto de la inspiración del ingeniero Carles Buigas (hijo de Gaietà Buigas, el arquitecto del monumento a Colón), que ideó un nuevo tipo de fuente manantial donde el elemento artístico son las formas cambiantes del agua.

La Fuente Mágica es una de las últimas obras que se llevaron a cabo en el recinto de la Exposición Universal de 1929. El proyecto se completó con cascadas y fuentes que llenan la avenida de Maria Cristina.
El elemento fundamental del proyecto fue la fuente monumental, situada sobre una plataforma que se levanta a medio camino del Palacio Nacional —al final del paseo y que hace de telón de fondo con las escalinatas― y la fuente de la plaza de Espanya, donde antes había una gran explanada, en la que el año 1919 se levantaron las cuatro grandes columnas de Puig i Cadafalch, que simbolizaban las cuatro barras de la bandera, y que se destruyeron en 1928 durante la dictadura de Primo de Rivera. En el año 2010 se pusieron unas nuevas a pocos metros del lugar original.
La Fuente Mágica se estropeó durante la Guerra Civil y no volvió a funcionar hasta 1955, año en que Buigas la arregló.
Después de un par de reparaciones más y de incorporar música al espectáculo visual, en los años noventa se hizo una renovación a fondo para modernizar las instalaciones, hasta entonces muy artesanales.

Barcelona.-Jardins Mirador de l´Alcalde
Este jardín, situado cerca del Castillo de Montjuïc, destaca por la vista excepcional sobre Barcelona. Además, también es remarcable el mosaico que pavimenta la mayor parte del espacio, y el sol, la luminosidad y la tranquilidad.
El Mirador del Alcalde se distribuye en rellanos que aprovechan la fuerte pendiente de la montaña. Los niveles se conectan con tramos de escaleras y parterres de pendientes suaves, separados por un pavimento que forma parte del patrimonio artístico de Barcelona.
Desde un estanque situado en el centro del parque, que distribuye a su alrededor los diferentes elementos que componen el espacio —caminos, parterres, vegetación y zonas de reposo—, una fuente ornamental vierte el agua en pequeñas plataformas que configuran una cascada que cae en un estanque inferior, también con una fuente ornamental.

Esta ordenación es bien patente en el Mirador del Alcalde. Así, la entrada que hay en el primer nivel enlaza con la gran explanada que se abre en la parte superior de los jardines de Joan Brossa y, al lado de la entrada que permite acceder directamente al tercer nivel del Mirador del Alcalde, hay una de las estaciones del teleférico que sube hasta el Castillo de Montjuïc.
En 1960, el general Franco cedió a la ciudad el Castillo de Montjuïc con la condición de instalar, entre otras cosas, un museo militar. Este hecho, aparte de la adecuación de la fortaleza para nuevos usos, comportó y estimuló la urbanización y el ajardinamiento de los alrededores del monumento y, en general, del área de Miramar.
Las obras se iniciaron en 1962 y se ejecutaron en varias etapas hasta 1969, año de su inauguración, con José María de Porcioles en la alcaldía. En cuanto a la fuente que hay en el centro del parque, el alcalde Porcioles encargó el diseño al autor de la Fuente Mágica, Carles Buïgas.

Además de los grandes parterres de césped, en el Mirador del Alcalde son importantes dos detalles más: el gran pinar —sobre todo, de pino blanco (Pinus halepensis)— que hay a la derecha del jardín y las palmeras. Hay muchos palmitos (Chamaerops humilis), algunos bastante grandes, y también washingtonias (Washingtonia robusta) y palmeras de Canarias (Phoenix canariensis). En el jardín de este espacio también destacan las cicas (Cycas revoluta) de grandes dimensiones.
El espacio se estructura en niveles. El primero lo encontramos en el recorrido de subida: la entrada da acceso al primer nivel del parque. Desde este lugar podemos contemplar la ciudad a nuestros pies, con el mar al fondo. Yendo hacia arriba, llegamos al segundo nivel, donde está el estanque que recoge el agua de la cascada, que proviene del estanque del tercer nivel. En el cuarto nivel, el más alto, el Mirador del Alcalde acaba en una plazoleta.
Como los diferentes niveles del parque están conectados con tramos de escaleras de piedra, en algunos parterres de césped —la mayoría, de grandes dimensiones— hay pequeños caminos que convierten este parque en un espacio completamente accesible, ya que permiten recorrerlo sin tener que superar ningún peldaño.
Se trata de un mosaico de pavimento de 420 m2 diseñado por Joan Josep Tharrats. Para su realización se utilizaron materiales tan variados y originales como guijarros, adoquines, ladrillos, baldosas puestas de lado, culos de botella, piezas de hormigón, piezas de hierro diversas (cadenas, ruedas dentadas, filamentos, tornillos y tuercas y planchas procedentes de maquinaria desguazada) o fragmentos de tapas de registros de los servicios urbanos del subsuelo, entre otros.

Barcelona.-Parc del Mirador del Migdia
Si desea contemplar una vista excepcional de Barcelona, el parque del Mirador del Migdia es uno de los mejores lugares para hacerlo. Además, para los que tengan ganas de caminar, está lleno de senderos que permiten pasear por la vertiente sur de la montaña de Montjuïc.
La vocación paisajística de este parque se traduce en una imagen más forestal que de jardín. El sol incide de lleno, la luz es intensa y los caminos, serpenteantes, ascienden y descienden por la pendiente del terreno, uniendo los balcones mirador que permiten disfrutar de una magnífica vista panorámica de Barcelona.
Este parque es un buen lugar para pasear o para pasar un día de descanso, ya que dispone de un gran espacio de pícnic bajo la sombra de los pinos y un bar desde donde se pueden contemplar unas excepcionales puestas de sol.
El parque del Mirador del Migdia ocupa uno de los últimos sectores que quedaban por urbanizar a finales del siglo XX en la vertiente sur de la montaña de Montjuïc. Fue planificado al mismo tiempo que se proyectó la Anilla Olímpica de los Juegos de 1992, situada en esta montaña.

Así, el parque del Mirador del Migdia es rico en pinos blancos (Pinus halepensis) y pinos piñoneros (Pinus pinea), encinas (Quercus ilex) y cipreses (Cupressus sempervirens). En el parque del Mirador del Migdia también hay olivos (Olea europaea), acacias (Robinia pseudoacacia) y eucaliptos (Eucalyptus globulus), fresnos de hoja grande (Fraxinus excelsior), chopos (Populus nigra italica), palo rosa (Tipuana tipu) y árboles del amor (Cercis siliquastrum).
Montjuïc es tierra de chumberas (Opuntia ficus-indica) y de retama (Spartium junceum), y el parque del Mirador del Migdia ofrece un buen ejemplo de ambas especies. En muchos lugares del parque crecen frondosas las adelfas (Nerium oleander), grandes amantes del sol. Con respecto a las palmeras, sobre todo, destaca la hilera de palmeras canarias (Phoenix canariensis) que bordea el mirador del Migdia, muy largo y con una vista impresionante de Barcelona.
Está situado en uno de los dos extremos de una serie de parques y jardines que bordean la montaña de Montjuïc entre la Zona Franca, el barrio de la Marina del Port y el barrio del Poble-sec. Así, en dirección al Poble-sec, al lado del parque del Mirador del Migdia, lo primero que encontramos es el Jardín Botánico de Barcelona. Lo siguen la parte nueva del vivero de Tres Pins, los jardines de Mossèn Cinto Verdaguer y los jardines de Joan Brossa, con los jardines del Mirador de l’Alcalde justo encima. Una buena excursión que, en todo caso, resulta más sugerente si se hace justo en el sentido contrario: empezando en el Mirador de l’Alcalde y acabando con un buen pícnic en el parque del Mirador del Migdia.

Barcelona.-Jardins Joan Brossa
Lo que durante más de 30 años fue el Parque de Atracciones de Montjuïc, hoy es un gran espacio verde cubierto de una vegetación abundante y muy mediterránea.
Los Jardines Joan Brossa invitan a pasear, descansar y jugar.
Merece la penar ir para pasar un día de ocio, rodeados por un paisaje natural y abundante, con zonas soleadas y otras sombrías, y con unas magníficas vistas de Barcelona.
Los Jardines de Joan Brossa son un excelente ejemplo de la recuperación paisajística y ambiental de un espacio a través de la consolidación del paisaje vegetal ya existente y de la potenciación de un aspecto natural y con un punto salvaje.

A medio camino entre un parque forestal y un jardín de ciudad, los Jardines de Joan Brossa tienen características de ambos, especialmente los propios de un bosque.
El aspecto de naturaleza espontánea de los jardines es más acentuado en la parte inferior, donde estas características se refuerzan por el predominio de vegetación. Una pasarela elevada de madera se adentra y permite contemplarla como si estuviésemos en un balcón.
Tanto la topografía como la vegetación preexistente constituyen por sí mismas un paisaje muy atractivo.
Pese al desnivel, los jardines son de fácil acceso. Esto es posible gracias a las dos rampas que enlazan todo el recorrido principal. Sólo en algunos rincones, medio escondidos entre los árboles, todavía se conservan tramos de las escaleras de piedra del antiguo parque de atracciones, con bancos de piedra incrustados en la pared de la pendiente.
En la zona superior del antiguo teatro hay un mirador con gradas de hormigón al que se accede fácilmente a través de una rampa.

Barcelona.-Jardins de Laribal
Es una de las perlas del Parque de Montjuïc y pasearse por ellos es una auténtica delicia.
Los Jardines de Laribal, de gran valor histórico, están formados por terrazas, caminos, placetas, pequeños estanques y una vegetación lozana y consolidada
La riquísima vegetación, junto con el agua que baja por cascadas y se escurre delicadamente en medio de amplias barandillas, los bancos de ladrillo y las placetas, crea un conjunto de una belleza excepcional. Es un lugar en el que estar, para contemplarlo e ir descubriendo los miles de detalles que lo configuran, con una armonía difícil de superar.
Estos jardines, incluidos en el recinto de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, obtuvieron una gran reputación. Sus autores, Jean Claude Nicolas Forestier y Nicolau M. Rubió Tudurí, crearon un nuevo estilo paisajístico de raíz mediterránea.

Una serie de terrazas sobrepuestas están unidas entre sí por caminos y atajos de gran pendiente, con tramos de escaleras intercalados de diseño siempre diferente.
Pérgolas de ladrillo visto, piedra y pilares blancos dan sombra a las zonas más llanas. La vegetación, exótica en su mayoría, es rica y variada en especies.
Jardines mediterráneos.-Estos jardines, incluidos en el recinto de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, obtuvieron una gran reputación. Sus autores, Jean Claude Nicolas Forestier y Nicolau M. Rubió Tudurí, crearon un nuevo estilo paisajístico de raíz mediterránea.
La vegetación preexistente, desde plantas autóctonas hasta árboles frutales del pasado agrícola de la montaña, se integró en los jardines con un concepto de jardinería renovador y original, que sigue libremente la inspiración de los antiguos jardines árabes y de los «cármenes» de Granada, con una gran presencia de azulejos de cerámica, aguas ornamentales y el cultivo de plantas de flor en macetas colocadas en barandillas y alféizares.

Las escaleras del Generalife .-El agua es la esencia del jardín, con pequeños y grandes estanques. Para conectar la parte superior del parque con los Jardines Amargós, actualmente Jardines del Teatre Grec. Forestier diseñó una escalera inspirada en la de los jardines del Generalife, con cascadas en los pasamanos, estanques con fuentes en los rellanos y bancos de piedra para reponerse y disfrutar del frescor y el sonido del agua.
Los jardines de la Font del Gat .-Unas pérgolas mirador llevan de unos jardines a otros, unidos por ejes de rampas, escaleras y cascadas que desembocan en la Font del Gat desde donde se pueden contemplar unas magníficas vistas de Barcelona.
Ocupan la pendiente que va desde la parte más alta de los jardines Laribal hasta el paseo de Santa Madrona e integran la popular Font del Gat y un edificio decimonónico.

Se trata de un conjunto de caminos, terrazas y rincones que se adaptan al relieve con escaleras, rampas y una cascada monumental con cuatro secciones separadas por caminos y canales, que van conectando los diferentes tramos.
Todo está cubierto por un espeso follaje mediterráneo y árboles frutales, como nísperos e higueras y palmeras de enormes copas.
Si lo miramos desde abajo, junto al paseo de Santa Madrona, vemos que los altísimos cipreses situados al inicio de la cascada acentúan la verticalidad del conjunto.
La rosaleda de la Colla de l’Arròs .-Una glorieta de cipreses, con una pequeña fuente en el centro, marca el inicio de un recorrido que, debajo de una pérgola con pilares de terracota, conduce a un patio ovalado y recluido también rodeado de cipreses: la rosaleda de la Colla de l’Arròs
El jardín se configura en diferentes planos, con aire de patio, que están rodeados de cipreses e hileras de aligustres. En diferentes parterres rectangulares se han plantado antiguas variedades de rosales. En el centro destaca un pequeño estanque cuadrangular con azulejos esmaltados, presidido en la parte superior por Estival, una escultura de un desnudo femenino en mármol que contempla la rosaleda y, más allá, Barcelona.

La plaza del Claustre .-De hecho se trata del jardín de Sant Miquel, junto al paseo de Santa Madrona, en el que destacan tres grandes plataneros que ya existían antes de que Forestier diseñara los jardines. Al fondo, los muros de lo que antes había sido una antigua cantera confieren a esta parte de los jardines Laribal un aire recluido y claustral. Y de aquí viene su nombre. A la derecha encontramos un corredor que comunica con los jardines del Teatre Grec.
Vegetación .-La vegetación madura y mediterránea da sentido a los jardines. Así, entre otras especies, hay pinos carrascos (Pinus halepensis), pinos piñoneros (Pinus pinea), laureles (Laurus nobilis), naranjos amargos (Citrus aurantium) y cipreses (Cupressus sempervirens).
Las escaleras del Generalife están rodeadas de grandes acacias (Robinia pseudoacacia) y arbustos como el aligustre (Ligustrum lucidum) y el pitosporo (Pittosporum tobira), una especie de arbusto muy abundante en los jardines, junto con la adelfa (Nerium oleander) y el evónimo del Japón (Evonymus japonicus).

En macetas de terracota lucen las elegantes hojas de salón (Aspidistra elatior) y los geranios (Pelargonium sp.), al tiempo que las glicinias (Wisteria sinensis) y los rosales de Banksia (Rosa banksiae) cubren las pérgolas.
En diferentes lugares de los jardines encontramos plantas aromáticas, como la lavanda (Lavandula angustifolia), el romero (Rosmarinus officinalis) y otras especies tapizantes como la hiedra (Hedera helix).
En los jardines de Laribal también encontramos pinos australianos (Casuarina cunninghamiana), eucaliptos (Eucalyptus globulus), cipreses de Lambert (Cupressus macrocarpa), cedros del Himalaya (Cedrus deodara) y, en la plaza del Claustre, tres grandes ejemplares de platanero (Platanus X hispanica).

Arte y arquitectura .-En estos jardines la escultura es notable, tanto por su calidad como por su belleza. Presidiendo la rosaleda tenemos el Estival, de Jaume Otero (1929), una figura femenina sentada, de estilo art decó y realizada en mármol.
La Noia de la trena, de Josep Viladomat (1928), es otro desnudo femenino, en este caso de bronce, que representa una joven que se recoge el pelo en una trenza. Se encuentra en una placeta sombría muy cerca de las escaleras que comunican con los otros niveles de los jardines.
La tercera escultura también es de una mujer y de Josep Viladomat, que la realizó en base a un original de Manolo Hugué. Se trata de Repòs (1925), un desnudo femenino de piedra, a tamaño natural, situado en una placeta circular muy cerca de la entrada que hay al lado de la Fundació Joan Miró.

Cerca de la rosaleda se encuentra una fuente de cerámica esmaltada con motivos marinos, coronada con un surtidor, obra del ceramista Llorenç Artigas.
La Font del Gat .-El agua de la Font del Gat mana desde la cabeza de un felino, esculpido por Joan Antoni Homs en 1918, año en el que se terminaron los jardines Laribal. Esta fuente era una de las muchas que manaban en aquellos momentos en Barcelona y, el lugar en el que se encuentra era muy popular en la ciudad a finales del siglo XIX.
La fuente era tan popular que el periodista y autor teatral Joan Amich escribió una canción: «La Marieta de l’ull viu», que todavía hoy se canta e incluye la estrofa: «Baixant de la font del Gat, / una noia, una noia, / baixant de la font del Gat / una noia amb un soldat…».
Historia .-A principios del siglo pasado, en la zona que hoy ocupan los jardines Laribal se celebraban encuentros populares, sobre todo en la Font del Gat, o reuniones selectas, como las que hacía la Colla de l’Arròs, un grupo medio gastronómico medio político que tuvo una cierta influencia en la Barcelona del final del siglo XIX y principio del XX y que se reunía en un pequeño edificio situado donde ahora se encuentra el Museo Etnológico.

La parte alta de los actuales jardines pertenecía a la finca de Josep Laribal, un prestigioso abogado cuyo nombre se ha perpetuado en los jardines. Allí se hizo construir un chalet neoárabe, rodeado de unos jardines eclécticos, con grandes árboles
Tras la muerte de Laribal en 1908, la finca fue adquirida por el Ayuntamiento que fundó en ella la Escola del Bosc, que todavía existe. Simultáneamente, se iniciaron los estudios para urbanizar y enjardinar la montaña, con un proyecto global que inicialmente se encargó a Josep Amargós.
La Exposición de 1929.-Los jardines de Laribal, terminados en el 1922, también están vinculados con un acontecimiento posterior: la Exposición Internacional de Barcelona de 1929.
Este acontecimiento representó la culminación de un proyecto iniciado en 1905 para organizar en Montjuïc una exposición sobre las industrias eléctricas, la energía emergente de aquel momento.
Uno de los comisarios de la Exposición Internacional de Barcelona fue Francesc Cambó, que encargó los trabajos de ajardinamiento al ingeniero y paisajista francés Jean Claude Nicolas Forestier. Su ayudante fue el joven arquitecto Nicolau M. Rubió i Tudurí, que en 1917 se convertiría en el director de la Dirección de Parques Públicos y Arbolado, antecedente del Servicio de Parques y Jardines de Barcelona, del que fue el primer responsable y una de las personas determinantes en el futuro desarrollo de los espacios verdes de Barcelona.

Barcelona Jardin de Aclimatación de Barcelona.- Montjuic
El Jardín de Aclimatación es uno de los lugares con más interés botánico de Barcelona. Contiene cerca de 230 especies de plantas diferentes, algunas únicas o muy escasas en la ciudad. Todo ello lo convierte en un espacio de rara belleza.
Iniciados antiguamente en el oriente del Mediterráneo, en lugares como Egipto o Mesopotamia, los ensayos de aclimatación de plantas no solo han contribuido al conocimiento de las nuevas especies, sino que también han enriquecido sobremanera la diversidad de la flora local.
El Jardín de Aclimatación de Barcelona está ordenado en parterres, entre los que destacan, sobre todo, grandes árboles. Los ejemplares están lo bastante separados entre ellos para poder ser contemplados de forma individualizada. Esto es lógico si tenemos en cuenta que el objetivo de estos jardines era conocer las posibilidades de desarrollo de especies vegetales de todo el mundo en el clima de Barcelona y, por lo tanto, se necesitaba espacio.

Fue creado por Nicolau M. Rubió i Tudurí en el año 1930, justo después de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, en la parcela que había sido ocupada por los pabellones de Italia y Suecia.
Una buena parte de las primeras plantaciones se hicieron con ejemplares de especies de los cinco continentes que habían ajardinado el recinto de la exposición y, hasta el año 1937, Rubió fue añadiendo otras especies nuevas.
Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, en 1945, Lluís Riudor, director de los espacios verdes públicos de Barcelona, y Joan Pañella Bonastre, técnico botánico y profesor de la Escuela de Jardinería de la ciudad, reiniciaron las plantaciones, que se prolongaron hasta finales de los años ochenta. Durante este periodo, en el Jardín de Aclimatación también se plantaron especímenes conseguidos a partir de las semillas del Index Seminum de Barcelona.

Destacan, sobre todo, un ejemplar de jabonero de China (Koelreuteria paniculata), un gran azufaifo (Ziziphus jujuba) y un ejemplar de albizia procera, que forma parte del Catálogo de Árboles de Interés Local de Barcelona.
Entre los ejemplares únicos o casi únicos, en Barcelona encontramos el árbol del azafrán (Elaeodendron croceum); el sauce australiano (Agonis flexuosa), también denominado árbol de la menta, por su olor; la picconia excelsa (Elaeodendron capense); el árbol del coral (Erythrina crista-galli); el aromo de Chile (Acacia caven); el árbol de cera japonesa (Toxicodendron succedaneum); la sófora de Dot (Styphonolobium japonicum), un nombre común que Joan Panyella le puso en el año 1947 en honor al gran jardinero catalán Simó Dot; el pitósporo péndulo (Pittosporum angustifolium), y el ciruelo de Natal (Carissa macrocarpa).

En los jardines también hay especies de eucalipto, como el Eucalyptus gomphocephala, y coníferas exóticas, como el pino de Turquía o el pino de Chipre (Pinus brutia). En cuanto a las trepadoras, cabe destacar la madreselva gigante (Lonicera hildebrandiana), la amapola blanca (Romnenya coulteri) y un gran ejemplar de Pereskia aculeata.
En el nivel superior, muy sombrío, hay hileras de pilares de piedra de las pérgolas que se construyeron para las especies trepadoras, que todavía les sirven de soporte.
El recorrido entre los parterres se hace por caminos de sablón, donde de vez en cuando hay bancos para descansar. La mayoría de ejemplares, sobre todo los árboles, están identificados con un letrero, en el que consta el nombre científico, el nombre común —si tiene— y la zona de donde es originaria la especie.
El equipamiento fue inaugurado en el 2003 y el diseño es del técnico jardinero Lluís Abad. El memorial fue una propuesta formulada a Parques y Jardines por la ONG Proyecto de los Nombres, creada en el año 1993 para promover la sensibilización y la concienciación ciudadana sobre la enfermedad del sida. Un olivo, símbolo de paz y de eternidad, se levanta en un parterre con losas alargadas de piedra en el interior, en las que está inscrito un poema de Miquel Martí i Pol.

Barcelona.-Jardín Botánico Histórico
El Jardín Botánico Histórico de Barcelona es el jardín botánico de la ciudad de Barcelona situado en el sector de la Foixarda de la montaña de Montjuic, dentro del Parque de Montjuic . Fue creado en 1930 por el botánico Pius Font i Quer sobre dos hondonadas de la antigua cantera Foixarda, cuyos terrenos habían sido cedidos al Ayuntamiento de Barcelona en 1915 por la familia de Josep Rovira i Bruguera.
Inaugurado el 17 de julio de 1941, fue cerrado al público en 1986 y, tras la consolidación de sus terrenos y el reacondicionamiento de su recinto, reabierto en 2003. Es uno de los espacios del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Cataluña, como también el Jardín Botánico de Barcelona, inaugurado en 1999 e igualmente situado en la montaña Montjuic.

Inaugurado el 17 de julio de 1941, las obras de acondicionamiento de equipamientos en la montaña de Montjuic para las Olimpiadas de 1992, conllevaron en 1986 que tuvieran que ser abiertos nuevos accesos a Montjuic, afectando este movimiento de tierras la estabilidad de los terrenos abruptos del Jardín Botánico Histórico, debiendo su recinto ser cerrado al público aquel año.
Esta situación de cierre del Jardín Botánico Histórico de Barcelona motivó que se propusiera para cubrir su vacío la creación de un nuevo jardín botánico para la ciudad de Barcelona que fuera un centro de estudio y conservación de especímenes especializado en la flora mediterránea, surgiendo así el Jardín Botánico de Barcelona, inaugurado el 18 de abril de 1999 y creado sobre el solar de un antiguo vertedero de escombros en otra ubicación de la montaña de Montjuic, según proyecto del Ayuntamiento de Barcelona subvencionado por la Unión Europea.

El antiguo jardín botánico, una vez consolidado su terreno y reacondicionado su recinto, fue abierto nuevamente al público en octubre de 2003, ahora con la denominación de Jardín Botánico Histórico para poder ser diferenciado del de nueva creación.
Este jardín botánico alberga plantas procedentes de todo el mundo y contiene los árboles más altos que pueden verse en Barcelona, como un fresno de hoja pequeña, un nogal del Cáucaso o un alcanforero, entre otros.
Ha desempeñado también durante muchos años un gran papel en los ámbitos de la investigación y la conservación, siendo de destacar, por ejemplo, la recuperación de la especie Lysimachia minoriscensis, planta que desapareció de su hábitat natural en la isla de Menorca y que, gracias a los ejemplares que existían en el jardín botánico, pudo ser reintroducida de nuevo en su medio natural.
Entre sus colecciones son de destacar:.-Plantas de Cataluña.-Colección de plantas de las islas Baleares Colección de plantas de los Pirineos Plantas medicinales.

Barcelona.- Jardi Botanic de Barcelona
El actual Jardín Botánico alberga el legado de una larga tradición de jardines diseñados con la voluntad de estudiar, mantener y preservar las especies vegetales. Un espacio especializado en mostrar la biodiversidad de la flora del clima mediterráneo. Permite situar, en el contexto geográfico adecuado, decenas de especies que se pueden encontrar en todos los jardines de la ciudad. Son plantas que se han adaptado perfectamente al clima templado aun siendo propias de otras latitudes.
El Jardín Botánico, en consonancia con los nuevos tiempos y obedeciendo a criterios científicos y de sostenibilidad, ha dejado de lado el carácter de colección de plantas exóticas o rarezas botánicas propias de los gabinetes de ciencias naturales de los siglos XVIII y XIX, y ha evolucionado hacia una propuesta más científica y que sigue criterios de sostenibilidad.

Han sido diversos los espacios que han actuado como jardines botánicos y se han ido abriendo en la ciudad. Así, tenemos el primer jardín botánico de España, abierto en Sant Joan Despí en 1850, y el primero de Barcelona, en la Rambla, diez años más tarde. Otros espacios que cumplieron esta función son los que el marqués de la Ciutadilla hizo cerca del monasterio de Sant Pau del Camp, en el Raval, los jardines de la Universidad y el antiguo jardín botánico, un espacio que diseñó Pius Font i Quer en el punto donde se encontraban las antiguas canteras de la Foixarda, en Montjuïc. Estos jardines continúan abiertos a los ciudadanos como jardines históricos. El actual Jardín Botánico, también situado en Montjuïc, se encuentra entre el castillo y el Estadio Olímpico Lluís Companys.
Algunos ejemplos de plantas y árboles que viven en el Jardín Botánico no nos resultan extraños ni ajenos porque son especies que podemos encontrar en muchos jardines de Barcelona: el árbol botella (Brachychiton populneus), el eucalipto (Eucalyptus ficifolia), algunas variedades de acacias (Acacia brachystachya) o arbustos arbóreos como la dicksonia (Dicksonia antarctica), de la familia de los helechos.
También hay otras especies como el boldo (Peumus boldus) o el pimentero falso (Schinus molle) de América del Sur. La representación del continente africano, que va desde Marruecos hasta Ciudad del Cabo, nos la ofrecen plantas como las arganias (Argania spinosa), las adelfas (Nerium oleander) o la goma arábiga (Acacia nilotica), y, entre los árboles que también tienen una nutrida representación en la ciudad, los cedros (Cedrus atlantica, deodara y libani) o los mañíos (Podocarpus latifolia).

La Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana de Barcelona se encarga de la gestión de este espacio.
El eje temático que nos conduce por este espacio es mostrar la diversidad botánica del clima mediterráneo en ocho fitoepisodios. Son ocho escenografías vegetales las que nos guían para hacer un viaje por Australia, California, Chile, Sudáfrica, el norte de África, el Mediterráneo oriental, la Península, las Islas Baleares y, finalmente, las Islas Canarias. Y lo hacen a través de un recorrido arquitectónico que aprovecha los fuertes desniveles y pendientes del terreno para remarcar y realzar las especies vegetales
Los arquitectos Carles Ferreter, Josep Lluís Canosa, Beth Figueres, Artur Bossy y Joan Pedrola son los artífices de estas escenografías vegetales o fitoepisodios. Los espacios se organizan a partir de la utilización de las pendientes de la montaña y la combinación de parcelas triangulares que encontramos a lo largo de todo el recorrido. Estos triángulos se distribuyen de manera que aprovechan las diferentes orientaciones posibles al sol y a la luz. Todo ello siempre en función de las necesidades de las especies vegetales que están presentes.

El Jardín Botánico de Barcelona o, en catalán, Jardí Botànic de Barcelona, es un Jardín botánico de 14 hectáreas de extensión, que se encuentra en Barcelona capital de Cataluña.
Se inauguró el 18 de abril de 1999, en el solar de un antiguo vertedero de escombros en el Parque de Montjuic. El proyecto fue obra del Ayuntamiento de Barcelona.
El jardín botánico es miembro de la Asociación Ibero-Macaronésica de Jardines Botánicos, y del BGCI, presentando trabajos para la Agenda Internacional para la Conservación en los Jardines Botánicos.
Anteriormente a la apertura de este jardín botánico existía en la ciudad de Barcelona el que actualmente se conoce como Jardín Botánico Histórico (reabierto al público en octubre de 2003).
Este jardín fue creado el año 1930 por el Dr. Pius Font i Quer, en la «avenida dels Muntanyans» del parque de Montjuic, siendo fácilmente reconocible por presentar los árboles más grandes que se encuentran en la ciudad..
Debido a las obras de acondicionamiento de equipamientos en Montjuic para los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, se tuvieron que abrir nuevos accesos, lo que afectó la estabilidad de los terrenos abruptos del Jardín Botánico Histórico, lo que originó que se debiera de cerrar al público.
Con esta situación se originó el que se propusiera la creación de un nuevo jardín botánico para Barcelona, que fuera un centro de estudio y conservación de especímenes, especializado en la flora mediterránea.

Las colecciones están enfocadas en plantas de las regiones mediterráneas de todo el mundo, esta es una vegetación vinculada al clima mediterráneo que se caracteriza por un largo verano seco, de inviernos suaves y lluvias en la primavera y el otoño.
Este clima sólo se encuentra sobre un 5% de la superficie de la tierra pero en 5 regiones del mundo en las cuales las plantas tuvieron una evolución adaptativa específica que con todo da paisajes bastante similares, por lo que las plantas se distribuyen agrupadas, según las cinco regiones mediterráneas del mundo.
Las sendas nos permiten acceder de zona en zona, comenzando por las Islas Canarias situadas a la entrada y subir al Mediterráneo occidental reconocible por el instituto botánico, que sobresale.
Del hemisferio Norte, la zona con una mayor representación es la Cuenca Mediterránea, siguiendo el camino de visita se accede hasta las costas de California de clima mediterráneo.

Después se ecuentran las zonas mediterráneas del hemisferio Sur donde se visita la región mediterránea de Chile, el sur de África, y las dos regiones mediterráneas del sur de Australia (SE y S).
Islas Canarias.-Bajo las palmeras se encuentran una representación de Euphorbia y Echium.
África del Sur.-Su vegetación está representada por árboles entre los que se incluyen acacias y erythrinas, y sobre todo flores brillantes de gazanias , distintas compuestas y plantas grasas.
Australia.-La zona presenta un bosque antiguo dominado por los banksias y las grevilleas y también eucaliptos.
Chile.-Son plantas de orillas litorales secas con predominio de puyas y de cactus de San Pedro.
California.-Las formaciones boscosas son variadas con Secoyas, pinos americanos, cipreses y robles, mientras que yucas y agaves colonizan los espacios semiáridos.
Mediterráneo oriental .-Bosque y estepas dominados por las retamas y las plantas de la familia de las compuestas.

Mediterráneo occidental.-Caracterizado por el Chaparral dominado por las plantas aromáticas, compuestas y labiadas.
África del Norte.-La zona representa los bosques del Atlas con sus cedros Cedrus atlantica y sus arganiales Argania spinosa así mismo algunas labiadas
Instituto botánico.-Está especializado en los estudios de la flora mediterránea.
Su biblioteca fue creada en 1916..-Su herbario se compone de tres secciones herbario histórico constituido de plantas recolectadas durante el siglo XVII al siglo XIX.-herbario general herbario de criptógamas
El museo El Salvador o gabinete de historia natural donado al instituto botánico en 1938 y que implica una biblioteca, un importante herbario pre-Lineano y colecciones de minerales y fósiles.

Barcelona.-Jardins del Teatre Grec.-Montjuic
Estos jardines, que nacieron como rosaleda, constituyen uno de los espacios verdes creados en la montaña de Montjuïc con motivo de la Exposición Internacional de 1929. Una antigua pedrera permitió la construcción de un anfiteatro, que cada verano acoge muchas de las representaciones del Festival Grec de Barcelona. Es un lugar soleado, organizado en parterres geométricos, con pérgolas y terrazas, desde donde se puede contemplar la montaña ajardinada y la ciudad.
Subiendo por el paseo de Santa Madrona nos encontraremos frente a una gran escalinata imperial de piedra que asciende por ambas partes del muro. Es el acceso principal a los Jardines del Teatre Grec.
Desde el propio paseo ya resulta posible contemplar algunos de los elementos más característicos de los jardines: la pérgola, el antiguo pabellón y los cuidados cercados vegetales que recortan una pendiente tras la cual se elevan grandes árboles.

El mirador y la pérgola .-Una vez que hemos subido el primer tramo de escaleras, un camino que se abre a nuestra izquierda, delimitado por una reja de hierro forjado que envuelve los jardines y por un talud dibujado de vegetación, nos conducirá hasta una terraza que hace las veces de mirador.
Es este un sitio ideal para sentarse al sol y contemplar una excepcional panorámica de Barcelona. Enfrente podemos observar Collserola; más allá el Tibidabo y a la derecha, la ciudad que se inclina hacia el mar, los contrafuertes de la sierra Litoral y, al fondo, el Montseny.
Justo debajo del mirador se extiende la Ciudad del Teatro.
A la izquierda del mirador se encuentra uno de los extremos de la pérgola que cruza los jardines, y que, a su vez, se divide en dos grandes tramos que fluyen a ambos lados de la escalinata. Aquí las plantas trepadoras se convierten en las protagonistas y enmarcan otro buen lugar para descansar y contemplar los jardines y Barcelona, si lo que se desea es sombra.

Naranjos y plantas aromáticas.-Si al entrar subimos un segundo tramo de escaleras y nos dirigimos hacia la derecha, encontraremos una terraza erigida en una cota ligeramente inferior a la del mirador y que se sitúa bajo uno de los tramos de la pérgola..
Se trata de un espacio rectangular, bastante alargado, ajardinado mediante parterres geométricos colmados de plantas aromáticas y rematados por un conjunto de naranjos amargos que se alzan al lado del balaustre que mira hacia el paseo de Santa Madrona.
Desde esta terraza también podremos contemplar la ciudad.
En el extremo opuesto a las escaleras por donde hemos llegado, se encuentra uno de los accesos que comunican los Jardines del Teatre Grec con los Jardines Laribal.
La gran terraza del anfiteatro .-Una excepcional aportación de capas de tierra superpuesta destinada a nivelar la fuerte pendiente de una antigua pedrera permitió crear la gran terraza que descansa en la parte superior de los jardines. Se accede a través de un último tramo de escaleras y lo primero que llama la atención al llegar es un enorme pino piñonero situado a la derecha del espacio de acceso. Este es un lugar de paseo y de reposo que se utiliza como improvisado vestíbulo durante las representaciones del Festival Grec.

En el otro extremo de la terraza se recupera el desnivel que mantenía el terreno. De este modo, las gradas del anfiteatro cubren la pendiente, con la pared de la antigua pedrera como telón de fondo.
Muy soleada, la explanada se llena de parterres geométricos que forman un mosaico con diferentes variedades de rosas. Los que se sitúan al lado de la pérgola son rectangulares y con mucha sombra. Más allá hay un segundo grupo organizado en doble fila, con un pequeño estanque cuadrado a su cabecera, que se llena con el agua de un pequeño canal alimentado desde una cota superior. Los que se encuentran más cerca del anfiteatro, mucho más numerosos, están ordenados respetando la curva de su estructura. Hay un estanque diminuto y circular, rodeado de macetas y con un pequeño surtidor en el centro.
La terraza está entretejida de senderos que nos permiten vagar entre los parterres, o bien acceder al anfiteatro donde, incluso, podremos asistir a una representación.
Cuando hay función, antes de su inicio y en los entreactos, se convierte en el lugar propicio para estirar las piernas y conversar con nuestros acompañantes o tomar un refresco; como en el vestíbulo de un teatro. Estas actividades resultan especialmente agradables en las noches de verano.
El pabellón .-Sobre la terraza, a la izquierda, se abre un espacio más elevado, presidido por un pabellón que alberga un restaurante durante la temporada de teatro.

Frente al edificio se ubica una pequeña terraza rectangular con un estanque que alimenta al que se encuentra más abajo, en la terraza grande. Se trata de un lugar excelente para contemplar el conjunto de los parterres.
En este mismo nivel se sitúa otra pérgola, mucho más pequeña que la que cruza los jardines, con un amplio banco semicircular encajado en medio de la pared. Resulta un lugar ideal para entablar una animada tertulia.
Vegetación .-Los jardines del Teatre Grec son unos jardines de estructura geométrica, con especies vegetales que fijan los límites de su distribución.
En la gran terraza superior destacan los fresnos (Fraxinus berlandierana), que delimitan el extremo más cercano a los vecinos Jardines Laribal, y los cipreses (Cupressus sempervirens), algunos de ellos de gran altura, recortados en forma de aguja y que, distribuidos por la explanada, marcan espacios y definen caminos.

Un gran semicírculo de espesas y altas encinas (Quercus ilex), con la copa recortada en forma de cilindro, rodea la parte superior del anfiteatro y lo separa del resto del jardín. De tanto en tanto se abren espacios de comunicación con las escaleras de la grada: constituyen, de hecho, las «puertas» del teatro. De esta forma, si la alta pared de la antigua pedrera hace las veces de telón de fondo, las encinas se convierten en la pantalla que lo enmarca por su parte superior, ordena su acceso y favorece su acústica.
Los parterres geométricos se encuentran delimitados por pequeños cercados vegetales de boj (Buxus sempervirens).
La hiedra (Hedera helix), por su parte, rellena la hilera de parterres sombreados por la pérgola, y diferentes especies de llamativos rosales floridos ornamentan los parterres soleados que tapizan la gran explanada.
La terraza rectangular .-En la terraza rectangular más próxima al paseo de Santa Madrona, los parterres están repletos de lavanda (Lavandula angustifolia). Comparten espacio con los naranjos amargos (Citrus aurantium) y los agapantos (Agapanthus africanus) a un lado y, en el otro, con las clivias (Clivia nobilis), plantadas en un largo parterre que va de punta a punta de la terraza, donde asimismo se levanta, altísima, una de las pocas palmeras de estos jardines: una washingtonia (Washingtonia robusta).
Las enredaderas .-Lo primero que encontramos al llegar a los jardines, justo antes de entrar, es una gran buganvilla (Bougainvillea sp) que inunda de color el muro del acceso principal, al que una serie de tramos de escaleras permiten subir por ambos lados.
En la pérgola que precede a la gran terraza superior hay jazmines (Jasminus azoricum y Jasminum officinale) y rosales trepadores (Rosa banksiae) y, en la pérgola situada al lado del pabellón, destaca una glicina (Wisteria sinensis).

Los muros que hemos ido encontrando al subir hacia la parte más alta están cubiertos de hiedra (Hedera helix) y parra virgen (Parthenocissus quinquefolia).
Los detalles .-En estos jardines abundan los detalles: macetas de terracota con pequeños geranios o helechos, especies tan poco frecuentes en jardines de Barcelona, como el ejemplar de Araucaria bidwillii que encontramos antes de llegar al mirador o la verja vegetal hecha con ficus de la India (Ficus retusa) que se sitúa en uno de los dos tramos de pérgola, aquel que encontramos subiendo las escaleras a mano derecha.
Árboles excepcionales .-En estos jardines podemos observar tres árboles que forman parte del Catálogo de Árboles de Interés Local de Barcelona. A la derecha del acceso, en la gran terraza que da paso al anfiteatro, se yergue un enorme pino piñonero (Pinus pinea) centenario, y a la izquierda del anfiteatro, bajo el restaurante, hay un ejemplar de Lagunaria patersonii, especie popularmente conocida como «pica-pica» por la pelusa urticante de sus semillas
En el camino que comunica los Jardines del Teatro Grec con los Jardines Laribal se halla un ejemplar de árbol de coral (Erythrina lysistemon).

Arte y arquitectura.- El anfiteatro que se erige en estos jardines, y que actualmente les da nombre, fue construido siguiendo el modelo tradicional griego. Obra del arquitecto Ramon Raventós, esta construcción se realizó aprovechando la pendiente de la antigua pedrera «Machinet», la cual había sido explotada mediante la extracción de tierras. ….ante un inmenso afloramiento de piedra de gran dureza, en un lugar donde la montaña de Montjuïc comienza a elevarse.
En cuanto al edificio que durante la temporada de teatro acoge al bar restaurante, originariamente fue el Pabellón de la Música de la Exposición Universal de 1929.
Historia Jardines del Teatre Grec es el nombre que recibe hoy en día la Rosaleda Amargós y forman parte del conjunto de jardines que se construyó en la montaña de Montjuïc con motivo de la Exposición Universal de Barcelona de 1929.
Este jardín es la segunda rosaleda pública que se creó en Barcelona ¬-la primera fue la de la Colla de l’Arròs, en los Jardines Laribal y se le dio el nombre de Amargós en honor al primer arquitecto que proyectó la ordenación de la montaña de Montujïc.

Los jardines fueron diseñados por el ingeniero francés Jean-Claude-Nicolas Forestier, quien, asimismo, trazó muchos otros espacios ajardinados de la montaña.
Los trabajos de Forestier se iniciaron con la transformación en parque público de la antigua finca Laribal, enlazándola con el sector de la Font del Gat y la zona de la Colla de l’Arròs, con el fin de formar un espacio unitario.
La misión principal de la Rosaleda Amargós era conectar la gran plaza del Solstici -inicialmente perteneciente al Jardín Laribal y, en la actualidad, el lugar donde se ubica la Fundación Miró- con la parte baja del paseo de Santa Madrona y con los palacios de la Exposición Internacional de 1929 situados en esa zona, para salvar, en total, 44 metros de desnivel.

Barcelona.- Jardines de Joan Maragall,-Antiguo Palacete Albeniz
Los Jardines de Joan Maragall rodean el edificio del Palacete Albéniz y están situados la montaña de Montjuïc de Barcelona , entre el Estadio de Montjuïc y el Palau Nacional .
Disponen de avenidas arboladas, amplias extensiones de césped, parterres de broderie, más de 30 esculturas al aire libre y fuentes ornamentales.
Los actuales jardines de Joan Maragall tienen su origen en los que fueron diseñados para Jean Claude Nicolas Forestier alrededor del Pabellón Real que se construyó dentro del recinto del Exposición Internacional de 1929 .
En este lugar también se construyó el Palacio de las Misiones. Este palacio, que durante la Exposición del 29 había servido para acoger la representación de las misiones religiosas españolas repartidas por el mundo, cambiaría radicalmente de uso en los años siguientes. Durante la Guerra Civil tanto el Palacio de Misiones como el de Comunicaciones se convirtieron en cárcel temporal de refugiados y prisioneros políticos. Tras la entrada de las tropas franquistas en Barcelona se utilizó como campo de concentración para los vencidos.

Los detenidos eran interrogados y luego los llevaban, muchas veces a pie y atados con una cuerda, hacia la cárcel Modelo (hombres) o en la de las Cortes (mujeres), o bien hacia los campos de concentración del Cáñamo (Poblenou), de Valle Hebrón o del Palacio de Misiones en Montjuïc.
Allí permanecían hasta que el Consejo de Guerra los enviaba al Campo de la Bota (por fusilarlos), al batallón de trabajadores o en el penal. Con motivo del XXXV Congreso Internacional Eucarístico de 1952, del Ayuntamiento de Barcelona tenía que encontrar un lugar donde alojar el cortejo pontificio que visitaría la ciudad, y se pensó en el pabellón Albéniz. Por otro lado, en el vecino Palacio de Misiones se le encomendó otro uso. La celebración del Congreso Internacional incrementó la llegada de inmigrantes a Barcelona, que huían del hambre de una larga posguerra.
El gobernador civil, Felipe Acedo Colunga, dio la orden de que todas las personas que llegaran a la ciudad y no pudieran acreditar medios ni justificar un domicilio estable se pusieran a disposición de la autoridad (Ley de vagos y maleantes).

Así pues, desde 1953 se habilitó el Palacio de las Misiones de Montjuïc como centro de retención de inmigrantes. Allí, lejos de la ciudad y de sus habitantes, tenían que esperar a ser devueltos a sus lugares de origen. Se calcula que entre 1952 y 1957 hubo unas 15.000 personas deportadas.
No fue hasta abril de 1957 que, Josep M. Porcioles, recién estrenado alcalde de Barcelona, anunció su idea de convertir el pabellón Albéniz en residencia para huéspedes ilustres de la ciudad.
En el año 1961 se iniciaron unas obras de ampliación y mejora, a veces muy discutidas, que se alargaron durante 5 años. En la cúpula central del vestíbulo de la entrada, en 1969 se colocó un fresco pintado por Salvador Dalí. En el exterior, para dar más categoría a la entrada posterior del Palacete Albéniz, los arquitectos Serra Goday y Ros de Ramis, pidieron instalar dos leones que se encontraban en el Palacio de Pedralbes.

Un año más tarde se ampliaron los jardines con el diseño actual, obra del arquitecto paisajista Carlos Casamor, y finalmente, el 23 de junio de 1970 se inauguró el nuevo Palacete Albéniz con la presencia del caudillo, Francisco Franco , y representantes del gobierno español
Los jardines pasaron a llamarse Joan Maragall , en honor del poeta catalán.
Se partía de los antiguos jardines del Palacete Albéniz, pero ampliaba hasta 3 veces el solar inicial al ocupar también los espacios que habían dejado el derribo de los palacios de Arte Moderno y el de las Misiones.
La ampliación fue realizada por el arquitecto Joaquim M. Casamor y de Espona y el Servicio de Parques y Jardines de Barcelona. Junto con los Jardines de Mossèn Cinto Verdaguer y los de Mossèn Costa i Llobera es uno de los tres jardines de Montjuïc que se dedicaron durante esa década a poetas catalanes, a los que se añadieron posteriormente los Jardines de Joan Brossa Los espacios ajardinados.- Al entrar en estos jardines se tiene la impresión de que son propios de un rey. Y lo son, ya que a principios del siglo XX fueron creados para un rey. Los Jardines de Joan Maragall son elegantísimos, con avenidas arboladas, amplias extensiones de césped, parterres de broderie, fuentes ornamentales, numerosas esculturas al aire libre y un palacete que fue, y aún lo es, residencia real.

Los Jardines de Joan Maragall son un espacio lleno de serenidad, un mundo aparte donde solamente se percibe el canto de los pájaros y el sonido del agua que brota de las fuentes ornamentales. Si se entra por la puerta que hay en la avenida del Estadio, lo primero que encuentra el visitante son grandes parterres de césped donde crecen árboles altísimos
De vez en cuando, ligeros desniveles con bordes de piedra forman una suave bajada por el terreno hasta llegar al corazón de los jardines: el Palacete Albéniz.
Un espacio de la realeza .-Este es el calificativo más adecuado para la explanada que se extiende delante de la fachada principal del palacete, flanqueada por dos amplias escalinatas que bajan desde la terraza donde se encuentra la puerta principal del edificio.
A ambos lados de este ajardinamiento clásico y afrancesado, dos avenidas de tilos recortados de forma cilíndrica enmarcan la delicadeza de las pequeñas vallas vegetales que dibujan espacios llenos de flores. En el fondo, como punto y final a la perspectiva de los jardines que se puede contemplar desde el palacete, el terreno, cubierto de césped, asciende suavemente y se convierte en la peana de un templete que da cobijo a Susanna al bany (Susana en el baño)

Rincones con personalidad .-En todos los jardines, amplios caminos de sablón permiten pasear e ir descubriendo los diferentes espacios en los que se divide, que son bastantes y con mucha personalidad. La mayoría con esculturas que completan su belleza.
De este modo, en la zona situada al lado del Palacio Nacional, que es donde se encuentra la entrada principal de los jardines, una gran avenida de magnolias con un extenso estanque con surtidores en el centro nos conduce hasta los pies de la colina situada delante del palacete. Encima, una plaza semicircular rodeada de cipreses y presidida por Serena es la antesala de un pequeño anfiteatro.
La despedida .-A los lados del palacete hay plazoletas recogidas, con fuentes y lavaderos adornados con delfines y putti rechonchos. Detrás del edificio se extiende una amplia pradera a la sombra de enormes pinos. Bajo las copas, unas cuantas mesitas con sillas invitan al visitante a realizar una pausa.
Al final de la pradera, una escalinata que desciende hasta la avenida de Santa Madrona comunica estos jardines con los de Laribal, otra joya de la montaña de Montjuic.
Antes de iniciar el descenso, una espléndida vista de Barcelona despide al visitante.

Vegetación .-La vegetación de los Jardines de Joan Maragall es, además de rica en especies, un buen ejemplo de la jardinería de principios del siglo XX y un espacio verde con grandes ejemplos arbóreos.
Encontramos tilos (Tilia tomentosa) y magnolias (Magnolia grandiflora) flanqueando magníficas avenidas. También podemos disfrutar de grandes ejemplares de coníferas, como el cedro del Himalaya (Cedrus deodara), el cedro del Líbano (Cedrus libani ssp.), el pino piñonero (Pinus pinea), el pino carrasco (Pinus halepensis), el pino laricio (Pinus nigra ssp. austriaca), el ciprés (Cupressus sempervirens), el ciprés de Arizona (Cupressus glabra) y el ciprés de Monterrey (Cupressus macrocarpa).
En este jardín hay especies típicamente mediterráneas como el olivo (Olea europaea) y la encina (Quercus ilex), al lado de otras tan poco frecuentes como la Cycas revoluta, Trachycarpus fortunei y Rhapis excelsa. En una de les plazoletas situada junto al palacete destaca un jinjolero (Zizipus jujuba) que forma parte del Catálogo de Árboles de Interés Local de Barcelona. Otras especies arbóreas presentes en estos jardines son las diferentes variedades de chopos (Populus alba, Populus alba «Pyramidalis», Populus simonii y Populus X canadensis), naranjos (Citrus aurantium), olmos (Ulmus minor) y pimenteros falsos (Shinus molle).

Arte y arquitectura .-El antiguo pabellón real situado dentro de los jardines, conocido como Palacete Albéniz y construido en 1929, es un edificio de corte neoclásico obra del arquitecto Joan Moya. Construido detrás del Palacio Nacional, en 1970 se amplió y remodeló. Además del edificio, en los Jardines de Joan Maragall destacan 32 esculturas de diferentes épocas y autores, algunas de ellas de gran calidad. Destacan Noia ajaguda (Chica acostada) (1950), de Joan Rebull; Nu a l’estany (Desnudo en el estanque) (1970), de Antoni Casamor; Cérvols (Ciervos) (1967), de Frederic Marès; L’aiguadora (La aguadora) (1862), de Louis Sauregeau; Dos tritons (Dos tritones) (1929), de Josep Viladomat; Sussana al bany (Susana en el baño), de Theophile Eugène; Al·legoria de la sardana (Alegoría de la sardana) (1965), de Ernest Maragall; dos desnudos femeninos, uno frente al otro, llamados Dona a la cascada (Mujer en la cascada) (1970), el grupo Dones a la cascada (Mujeres en la cascada) (1970) y Nu femení (Desnudo femenino) (1965), de Eulàlia Fàbregas de Sentmenat; Serena (1970), de Pilar Francesch; Noia amb casquet de bany (Chica con gorro de baño) (1970), de Marifé Tey; Dona ajaguda (Mujer acostada) (1970), de Enric Monjo, y Dona amb nena (Mujer con niña) y Dona amb nen (Mujer con niño)(1970), de Luisa Granero.

Historia .-Estos jardines tienen su origen en los que diseñó Jean Claude Nicolas Forestier alrededor del Pabellón Real, que se construyó en Montjuic dentro del recinto de la Exposición Internacional de 1929. El edificio tenía un doble objetivo: que Alfonso XIII dispusiera de un espacio para grandes recepciones y también de un lugar para descansar durante sus visitas a dicha exposición. No prosperó pero que sí determinó el nombre con el que se conoce el palacete, y durante muchos años también a los jardines que lo rodean: Albéniz, en honor al gran músico Isaac Albéniz.
Actualmente, el Palacete Albéniz es la residencia de la Familia Real española en Barcelona cuando vienen en visita oficial, de los invitados ilustres de la ciudad y sede de recepciones municipales de importancia.
Es por este motivo que, en determinadas ocasiones, los jardines están cerrados al público.

Barcelona.-Jardines de Mossén Cinto Verdaguer
Situado en Montjuïc, los Jardines de Mossèn Cinto Verdaguer se inclinan por una ligera pendiente donde las grandes vistas de Barcelona, el mar y en los días claros, Montseny se puede disfrutar. El jardín es parte del Parc de Montjuïc, donde se encuentra uno de los jardines temáticos más sobresalientes y al mismo tiempo los vecinos los Jardines de Joan Brossa y el Viver dels Tres Pins.
La entrada principal, en la avenida de Miramar, es monumental. El visitante es recibido por un gran escudo de Barcelona formado con plantas de bulbo y enmarcado por grandes Magnolias que cuando en la floración, a finales de primavera, hacer el arreglo espectacular.
La colección .-Tulipanes, narcisos, flores de loto, jacintos, lirios de agua … estos y otros valores de bulbo, especies de rizoma y acuáticos son los más destacados en el espacio. Todo lo que les rodea y todos ellos se han organizado de manera que sus períodos de floración, en la mayoría de las especies tanto extraordinaria y breve, destacan.

La colección se planta en 2.800 m2 de parterres, situados en las praderas que forman una especie de serpiente colorida continua, que abarca las zonas más soleadas del jardín y dibujando el camino principal.
Cada año alrededor de 80.000 bulbos se plantan, distribuidos de acuerdo al color, la duración de la flor y altura de la planta.
Hay dos grandes períodos de floración: Marzo y abril y desde finales de julio hasta principios de septiembre.
Mientras que el bulbo y especies de rizoma se distribuyen por todo el jardín, la parte más importante de la colección de plantas acuáticas se concentra en la zona superior, distribuido a lo largo de un conjunto de treinta piscinas pequeñas conectados que están situados a ambos lados de una escalera grande.
El agua que cae de un pequeño estanque alargado situado en frente de una pared de gravilla con una pequeña cascada. Un puente de madera completa la delicadeza de este lugar, donde se encuentra una de las entradas.

Un poco más arriba, un grupo de las coníferas se destaca, y abajo de la escalera, hay un lago y una inmensa pradera con árboles de gran tamaño en el final, donde el camino que conecta el jardín con los Jardines de Joan Brossa se
El Jardins de Mossèn Cinto Verdaguer es un lugar para estar y para pasear.
El espacio es tan tranquilo que no es extraño ver tórtolas caminando sobre la hierba.
En todas partes hay caminos y pequeñas escaleras de piedra adornados con hiedra que se ha plantado entre los pasos. Esto significa que uno puede moverse entre las grandes praderas en el jardín y seguir descubriendo colección de plantas del jardín. La hiedra es tan brillante que en primavera y verano contrasta con las flores y en otoño con los tonos ocres de los árboles y plantas de hoja caduca.
La colección de plantas de bulbo y el rizoma se combina con otras plantas herbáceas que mantienen el atractivo del jardín cuando las plantas de bulbo están latentes. Algunas plantas son perennes, como los lirios africanas (Agapanthus sp) y Daylilies (Hemerocallis sp) que permanecen plantadas de forma permanente.

Aquellos que deben ser recién plantados cada temporada son latentes en el verano y el otoño y flores en invierno y primavera, como los tulipanes (Tulipa sp.), Jacintos (Jacinto sp.), Narcisos (Narcissus sp.), Azafranes (Croccus sp), Anemone Flores (Anemone sp.), ranúnculos (Ranunculus sp.) y jacintos de uva (Muscari sp.); Dhalias (. Dhalia sp) y lirios de Canna (Canna X generalis) flores en verano ya principios de otoño y están latentes en invierno .
Los árboles también son muy importantes en estos jardines. Justo encima de la escalera en la entrada principal hay un pequeño camino con árboles Tipu (Tipuana tipu) y cerca del lago hay magníficos ejemplos de River Encías rojas (Eucalyptus camaldulensis).
Un pequeño bosque de álamos blancos (Populus alba), sauces llorones (Salix babylonica) y cedros del Himalaya (Cedrus deodara). Otras especies arbóreas presentes en los jardines son Ginkgos (Ginkgo biloba) – hay uno en el Catálogo de Árboles de Interés Local de Barcelona – Himalaya cedros (Cedrus deodara) un número significativo de grandes magnolias (Magnolia gradiflora), cipreses calvos (Taxodium distichum), árboles Académico (Sophora japonica) y varias especies de álamos (Populus alba, Populus ‘Imperial’ y Populus X canadensis).

Arte y Arquitectura .-Hay dos esculturas femeninas en este parque. Noia dels Lliris, por Ramón Sabi (1970), y la Maternitat, por Sebastià Badia (1970). La primera escultura, cerca del lago, rinde homenaje a Mossèn Cinto Verdaguer y tiene una inscripción de los versos del gran poeta: «Bonica és la rosa / més ho és el ram / mes ho és el lliri / Que floreix tot l’any» .
La segunda escultura se encuentra cerca de caseta de los jardineros, bajo un gran pino marítimo. Es una imagen serena, dulce y muy tierna de una mujer mirando a su hijo que está en el regazo.
Historia .-Como muchos espacios verdes de Barcelona, en particular la zona de Montjuïc, estos jardines están situados en el sitio de una antigua cantera de piedra.
Ellos se iniciaron el mismo día de los Jardines de Mossèn Costa i Llobera y de los Jardines de Joan Maragall en el 22 de junio 1970 y el jardín es uno de los tres parques que se dedican a poetas catalanes.

Barcelona.- Jardines de Mosén Costa i Llobera
Este jardín no tiene nada que ver con los jardines urbanos ni con los otros que se encuentran en la ciudad. No tiene zonas de juegos infantiles ni áreas para perros, pero tampoco le hace falta. Ya tiene bastante con sus vistas sobre el mar y con su propia visión. Más que un espacio verde para relajarse, leer al aire libre o jugar, es un museo para visitar y dejarse sorprender por la gran variedad de formas y medidas que pueden adoptar esas plantas carnosas y retenedoras de agua.
El trazado del recinto es muy adecuado para la contemplación de los grupos de plantas. Su topografía con pendiente está seccionada por caminos que se desarrollan paralelos a las cotas del terreno que se unen por escaleras cortas y de sentidos cambiantes.
Los jardines se crearon a finales de los años 60 bajo la dirección del jardinero técnico municipal, profesor de la Escuela de Jardinería de Barcelona y cactólogo catalán Joan Pañella y del arquitecto Joaquim Maria Casamor, entonces director de Parcs i Jardins. Están ubicados en un espacio que había sido ocupado por baterías antiaéreas.
Desde sus inicios, el recinto se ha dedicado a coleccionar y exponer cactus y otras plantas suculentas y tropicales, ya que su orientación (zona de Miramar, Sureste) y su pendiente, propician la vida de estas plantas.

Ya en los años treinta existían en la zona unas antiguas plantaciones dedicadas a estas plantas, que sirvieron de ensayo y motor para crear después el jardín.
En el momento de máximo esplendor, el jardín acogió hasta 800 especies diferentes.
En una rehabilitación realizada entre 2006 y 2007 se recuperó el espíritu inicial de la estética del jardín y la distribución de las especies con un orden decorativo. En algunos casos, se han recuperado especies, como la de la Oreocereus neocelsianus. Asimismo, se van incorporando plantas nuevas que antes no existían, como por ejemplo la Xanthorroea o las corisias (Chorisia speciosa).
Los jardines rinden homenaje al poeta Costa i Llobera con la escultura L’au dels temporals, de Ros i Bofarull; al profesor de la Escuela de Jardineria y Tecnico botánico Joan Pañella Bonastre,eminente cactólogo, con un monolito de Txell Duran; y a la tradición local, con la figura realista de bronce de La puntaire, de Viladomat.
La orientación sureste, de cara al mar, crea un microclima que permite poseer una gran diversidad de arbolado y de arbustos que no se encuentran en otros lugares de Barcelona, como es el caso de los ficus (Ficus sp), los brachichitos (Brachychiton acerifolia), los robles australianos (Grevillea robusta), las patas de vaca (Bauhinia grandiflora), etc.

También permite la presencia de muchas plantas suculentas de clima subtropical, entre las cuales hay una importante colección de cactus de todos los tamaños y formas: altos como columnas, en forma de globo, rectos, inclinados, solitarios o agrupados.
Cada uno florece siguiendo su ciclo biológico, con colores y formas particulares. Además, los jardines cuentan con una colección de plantas mediterráneas y aclimatadas, como los algarrobos (Ceratonia siliqua) y los olivos (Olea europaea).
Destacan bastante las especies de palmeras.

Un jardín de plantas suculentas y semi-tropicales en una antigua cantera con vistas al mar.
Por desgracia, el jardín también tiene vistas a una calle ruidosa y puede que sea esto lo que ha dado lugar a su relativo descuido de sus jardineros y por los visitantes. Las plantas se veían afectadas por los perdigones del Tiro al Plato que existe en la parte superior de la montaña.
Sin embargo, en algunas zonas la plantación es espectacular.
La colección presentada por el Mossèn Costa i Llobera Gardens es considerado uno de los más importantes en el mundo de las plantas suculentas. Clasificaciones aparte, este jardín de plantas áridas, poco dado a la frivolidad, tiene la capacidad para deslumbrar al visitante con su gran cantidad y variedad de cactus y plantas tropicales.

Barcelona.- Jardins de Petra Kelly
Este jardín memorial goza de una de las más extrañas configuraciones en Barcelona: está ubicado en medio de un Vivero de trabajo municipal.
Se accede a través de una puerta de acceso vehicular ubicado en Montjuïc y debe seguir un sinuoso camino que conduce a través de varias terrazas dedicadas a la celebración de los materiales de siembra, listo para su uso por el Departamento de parques y jardines.
El jardín de Petra Kelly.- Aproximadamente hacia la mitad de la parte nueva del vivero, se hay una pequeña zona junto al camino, plena de significado. Se denomina el Jardín de Petra Kelly, en homenaje a esta ecologista alemana, que fue una de las fundadoras, en 1979, del partido de los verdes.
Subiendo, en la parte derecha, se encuentra una pequeña bola de terracota abrazada por una figura femenina, de la misma forma que Petra Kelly abrazó la causa de la Tierra.

Fue colocada en este lugar el Día de la Tierra de 1993, y tras ella se plantó el árbol preferido de Kelly: un cerezo.
También hay un pequeño monumento de piedra dedicado a Joseph Beuys, justo al lado de uno de los árboles más valiosos en el cuarto de los niños, debido a su antigüedad y rareza: un Honey-mirto Melaleuca nesophila casi 500 años de antigüedad.
El vivero es un diseño contemporáneo a partir de 1989 por los arquitectos Enric Batlle y Joan Roig y fue concebido como una extensión de un vivero plantas mayores, del Viver Tres Pins.
Construido para abastecer a la ciudad de Barcelona con el material de plantación para la Exposición Universal de 1929, ahora es el último vivero que queda de su tipo en la ciudad.

Barcelona.- Vivero Tres Pins
El Vivero Tres Pins supone un espacio verde poco común y de una belleza insospechada y sorprendente para aquellos que no lo han visitado. Recorrerlo permite conocer el lugar del que proceden, desde hace casi un siglo, las plantas que ajardinan los espacios verdes de Barcelona y descubrir que un vivero puede ser, a su vez, un jardín verdaderamente hermoso.
El Vivero Tres Pins se encuentra situado en la vertiente noroeste de la parte alta de la montaña de Montjuïc, en un lugar donde el terreno se ha aprovechado para formar terrazas y taludes que se dedican a la reproducción y conservación de plantas destinadas a los jardines de Barcelona.

Un vivero-jardín .-Si la parte más antigua del Vivero Tres Pins aún conserva el encanto de los viveros repletos de plantas y de los lavaderos para el riego, propios de la primera mitad del siglo XX, la parte nueva, mucho más extensa, asume una estructura regular y ordenada que asciende por la montaña. Parece un jardín.
Una ancha carretera serpentea entre las sucesivas y extensas terrazas de almacenamiento de plantas, cuya estructura se asienta sobre taludes cubiertos de césped donde crecen árboles de especies muy variadas
Los árboles de los taludes y las macetas con plantas que pueblan las terrazas -sobre todo cuando se trata de flores-, ofrecen al visitante un espectáculo colorista y muy vivo, enormemente vistoso.

Riego sostenible .-En el Vivero Tres Pins, los sistemas tradicionales de riego han dado paso a otros de carácter más sostenible.
De esta forma, el agua de la red ha sido sustituida por agua del nivel freático de Barcelona. Las aguas del subsuelo se bombean hasta el Vivero Tres Pins desde el punto de captación que se ubica a la altura del Gran Teatre del Liceu, en las Ramblas.
El Vivero Tres Pins también constituye el punto de almacenamiento y distribución del agua del subsuelo destinada al riego de otros parques y jardines de la montaña de Montjuïc.
Vegetación .-La variedad de especies de plantas que se pueden encontrar en este lugar es muy amplia, teniendo en cuenta que se almacenan las destinadas a los espacios verdes de Barcelona. Sin embargo, merece destacar otro tipo de vegetación, que es la que propiamente «ajardina» el Vivero Tres Pins.
En la parte más antigua del vivero se elevan grandes ejemplares de palmera de Canarias (Phoenix canariensis), de ailanto (Ailanthus altissima), de morera (Morus alba), de laurel (Laurus nobilis), de acacia (Robinia pseudoacacia), de ciprés (Cupressus sempervirens) y de olmo (Ulmus pumila). Destacan, por su excepcionalidad, dos árboles: un Ulmus sieboldi y un Rhus typhyna y, por sus dimensiones, un pitosporo (Pittosporum tobira) realmente gigantesco.

Los árboles que ornamentan los parterres ataludados de la parte nueva del vivero constituyen un buen ejemplo de los que se pueden encontrar en las calles de Barcelona y también en los parques y jardines de la ciudad.
Así, en esta parte abundan los pinos piñoneros (Pinus pinea) y pinos blancos (Pinus halepensis), encinas (Quercus ilex), tipuanas (Tipuana tipu), sóforas (Sophora japonica), plátanos (Platanus X hispanica), Prunus cerasifera atropurpurea, sauces llorones (Salix Babylonica), almeces (Celtis australis), acacias (Robinia pseudoacacia) y Ginkgo biloba, entre muchos otros.
Historia .-El Vivero Tres Pins recibe su nombre de los tres antiquísimos pinos piñoneros que se levantaban en la zona de la montaña de Montjuïc donde, en la actualidad, se emplaza el vivero municipal. A principios del siglo XX, este lugar era un merendero llamado la fuente de los Tres Pins -fuente que todavía brota en el interior del vivero-, donde se reunían las familias para pasar un día al aire libre o celebrar fiestas populares, como el entierro de la sardina.
En la década de los años veinte, se creó un espacio destinado a abastecer Barcelona de plantas para la Exposición Universal del 1929.Posteriormente, se convirtió en el primer vivero municipal dedicado a la producción de plantas destinadas a las zonas verdes de la ciudad. En la actualidad es el único que queda en Barcelona.
El vivero se puede visitar previa concertación de la visita.-Lo visitan muchos centros escolares.

Barcelona.- Parc Central del Poble Nou
Son más de cinco hectáreas de verde donde predomina la vegetación autóctona mediterránea, que comparte espacio con áreas temáticas y con el vanguardismo de su diseño, obra del arquitecto francés Jean Nouvel.
Es, como otros, un lugar para pasear, jugar, leer o charlar, pero es también un lugar para contemplar. Es un espacio espectacular donde cada elemento vegetal o del mobiliario urbano cumple una doble función práctica y decorativa.
Un ejemplo son los puntos de luz de diferente tipología, que, sabiamente integrados en los espacios, no sólo realzan el diseño y la vegetación, sino que son por sí mismos motivo de admiración, ya sea en forma de pebeteros, perchas o bolas metálicas dejadas en el suelo.

Pebeteros que acogen plantas y otros originales jardineras verticales contribuyen a dar carácter al recinto.
Este esfuerzo por el diseño no excluye que también haya juegos infantiles, pistas de petanca, parking para bicicletas, mesas de ping-pong y áreas para perros.
El parque está encajado en un triángulo formado por tres islas diferenciadas, cada una de las cuales hay zonas temáticas con funciones concretas.
Entre las más sorprendentes se encuentra el Cráter-pozo del mundo, un camino en forma de espiral rodeado de flores, en su mayoría buganvillas, que simula un cráter.
O Nidos y pozos de los cielos: los nidos son espacios que invitan al reposo con enredaderas que hacen de tapiz, y los pozos del cielo, unas estructuras metálicas con malla recubiertas de flores y lianas.
Cabe mencionar también las vueltas y helechos gigantes, un espacio formado por una secuencia de cuatro vueltas vegetales que van perdiendo altura a medida que se acercan al denominado paisaje lunar, una montaña con la que se cierra la perspectiva del parque y que resulta ser la cobertura de la central de recogida neumática de residuos.

Otros espacios para ver son la Plaza de la sardana, los Ramos de flores, las Cabañas bajo la lluvia, la Isla bajo la cúpula, los Espacios y jardines aromáticos, el Túnel de flores o los Troncos pilones.
Un modelo de sostenibilidad .-Este parque ha sido diseñado con criterios medioambientales. Cuenta con un dispositivo de almacenamiento y tratamiento de aguas que garantiza el riego a todos los puntos del parque a través de un sistema de goteo con agua freática. Mediante este sistema, cada planta recibe la cantidad de agua que necesita para su desarrollo.
Vegetación .-La vegetación es la gran protagonista de este parque. Sólo llegar se puede ver que su perímetro está aislado del exterior por una valla de buganvillas. Ya en el interior, la variedad de especies es destacable por su cantidad y su utilización como elemento ornamental.
Predomina la vegetación autóctona mediterránea, que favorece la correcta aclimatación de las especies. Hay unos 1.000 árboles, además de 35 palmeras.
Más de 5.000 arbustos y una cifra similar de cactus y plantas suculentas y casi 11.000 trepadoras, sin olvidar las más de 1.400 plantas herbáceas y las 48 especies diferentes que se pueden oler. La vegetación debe ejercer de techo natural del parque, que dejará pasar la luz.
Varias entidades vecinales del distrito, como la del Poblenou o la de Gran Via-Esponcreda-Perú, recordaron, en un comunicado, que, para hacer el proyecto, los contactos con los vecinos fueron «insuficientes» y faltó «rigor» en las sesiones conjuntas.

Por ello, lamentaron los «graves defectos de concepción» con las que nace el parque. Entre ellas, que está dividido «en cuatro trozos», ya que lo cruzan varias calles «que antes –de la construcción del parque– no existían».
También discrepan de los muros de cemento, creados por Jean Nouvel, que rodean el parque con amplios ventanales acristalados.. Según los vecinos, esto implica que la zona verde «no está integrada al barrio» y dificulta su acceso.
Desde el Ayuntamiento, se relativizan las críticas de los vecinos, y aseguraron que el Parque Central del Poblenou es un proyecto muy innovador y que rompe esquemas, con lo que puede generar algunas susceptibilidades que, con el paso de los años, se irán suavizando.
Situación del Parque.-El proyecto de urbanización del parque de Poblenou queda delimitado por la avenida Diagonal, y las calles Bac de Roda y Marruecos; las calles Bilbao y Espronceda y Cristóbal de Moura lo atraviesan, generando así distintas parcelas.
Se prolongan las calles Marruecos y Cristóbal de Moura hasta la Avda. Diagonal, y se interrumpe la calle Pedro IV entre Bac de Roda y Diagonal, dando así la preferencia viaria a la malla Cerdà.
La calle Pere IV a su paso por el parque, se convierte en un camino peatonal y en un carril bici.

Las entradas al parque están situadas en la Avenida Diagonal, las calles Espronceda, Marruecos, Bac de Roda y Cristóbal de Moura todas ellas al mismo nivel de la calle.
Algunas de estas entradas se encuentran dispuestas en la continuidad del tejido urbano existente pasando a ser el final de perspectivas visuales abiertas de la ciudad.
El parque dispone de tres tipos de entradas:
Principales: Tres entradas. Una entrada en arco de 4,50m de altura en la Diagonal.
Otras dos entradas principales de 9m de ancho, en los extremos del carril bici (antiguo tramo dela calle Pedro IV), formadas por puertas metálicas con vidrio central que permite ver el interior del parque.
– Entradas peatonales en arco pequeño: 8 uds. situadas en la Avenida Diagonal, calle Marruecos, Bac de Roda y Cristóbal de Moura. Ancho de hueco 4.50m, ancho de paso 3,6 m.
Entradas de mantenimiento: dichas entradas son también a su vez peatonales. Se encuentran ubicadas una en la calle Espronceda y Bac de Roda. Carril bici.

Estas entradas están dimensionadas para permitir el paso de vehículos de mantenimiento del parque y vehículos de bomberos.
Edificio de mantenimiento.-El edificio de mantenimiento está situado en el islote triangular que conforma la Diagonal con las calles Cristóbal de Moura y Espronceda.
Rodeada en su totalidad por una masa vegetal de buganvillas de 3.50m de altura y 1,10m de espesor. La entrada a la caseta se realiza por la calle Cristóbal Moura.
La aportación de luz natural se produce a través de una perforación en la cubierta a modo de patio y ventanas repartidas en los despachos.
La caseta de mantenimiento dispone de vestuarios, aseos, comedor, un despacho para el jefe de mantenimiento ,un almacén central de control del alumbrado del parque.
Central de Recogida neumática integrada.-Rampas de rocas volcánicas.-El edificio de recogida neumática queda rodeado en su totalidad por un muro vegetal de buganvilla de 8m de altura, siendo imperceptible para el viandante.
Desde el interior del parque, el visitante a través de un plano inclinado accederá a la cubierta de la central de residuos la cual recrea un paisaje lunar a base de piedras y rocas volcánicas.
Rodeado en todo momento a lado y lado por un muro de buganvilla, el visitante podrá vislumbrar la inaccesible estrella situada en el islote de enfrente.
Plantaciones.- En el parque encontramos dos tramas distintas de árboles dependiendo del ámbito: una hexagonal en la zona 2-3 y zona 5-6 (salix y tipuana), y otra ortogonal en la zona 4, así como en una parte de la zona 2-3 (tilia y schinus).
Estas tramas dependiendo de la especie utilizada varían de dimensión con el fin de conseguir un gran techo vegetal continuo.
La cubierta vegetales interrumpida en ocasiones permitiendo el paso de la luz.
Se han plantado seis especies de árboles (más de 1.000 unidades en el total del parque).
La disposición de árboles así como su tratamiento permiten la formación de bóvedas y cúpulas vegetales con la ayuda de estructuras auxiliares.
Más de 300 ejemplares plantados con altura de cruz mínima de 2,80 y con perímetros de tronco de hasta 35cm. tilia tomentosa: en la zona sur-este de la parcela principal rodeando la zona de ramos. 66 unidades.
Delimitando el camino perimetral en todas las zonas (2-3-4-5), y en la traza Pere IV. 231 unidades en total.
Schinus molle:, localizado en la parte sur de la zona 4 por debajo de la traza Pere IV y en la zona 5-6 327 unidades.
Platanus X hispanica:, utilizados para la formación de bóvedas en la parcela principal. 68 unidades.
Se estableció una programación de plantaciones en función de las necesidades de cada especie, no sólo para los árboles sino también para el resto de especies vegetales.
La Plaza de la Sardana.-La plaza de la sardana es una plaza circular abierta de 32 metros de diámetro que permite las actividades de grupo y de reunión.
La plaza está situada en la parte central del parque, constituyendo uno de los elementos más importantes del mismo.
Se encuentra rodeada por la principal área de césped del parque, que conforma un anillo a su alrededor de aproximadamente 2.000 m2 de superficie.
En esta zona de césped se han plantado salix dispuestos en tres círculos concéntricos.
El visitante pasa a través de una lluvia de ramas de salix babylónica hacia el espacio abierto de la plaza.
Las ramas de los salix babylónica bajan hasta la plaza creando un efecto de “ cascada vegetal “.
El suelo de la plaza tiene una ligera pendiente que permite la evacuación del agua. El pavimento de la plaza está formado por baldosas de hormigón arquitectónico de 50x50x7cm.
En las baldosas se han insertado piezas circulares de cerámica y acero inoxidable ligeramente pulido de diferentes diámetros y colores rojo y amarillo. Mediante las diferentes orientaciones de las piezas y su combinación con piezas lisas sin incrustaciones se ha creado un mosaico.
Las Bóvedas.-Situadas en la parcela principal entre el paisaje lunar y la trama hexagonal de salix babylónica. Dicho espacio está formado por una secuencia de 4 bóvedas de 8, 7, 6 y 5m de ancho respectivamente.
Realizadas mediante el curvado de Platanus xhispanica a lo largo de tutores metálicos a los que se ha dado la forma deseada. Debajo de las bóvedas se han plantado Cycas revoluta y helechos de Tasmania.
Los Ramos.-Se trata de elementos de tipo escultórico de gran altura que sirven de soporte a diferentes especies vegetales.
Hay cuatro tipos de ramos:
– Ramo de palmeras: 2 unidades de agrupaciones de palmeras plantadas con diferentes inclinaciones.
– Las macetas apiladas: 9 macetas apiladas formando un ramo de aproximadamente 15m.de altura. Se plantaron con 144 uds. de Agave attenuata.

Se trata de una estructura metálica de acero inoxidable tratado exteriormente mediante chorreo con bola de vidrio. – En el mástil central de soporte se alojan las tuberías de riego y drenaje de cada uno de los tiestos.
El ramo gigante: formado por tres tubos de acero pintado inclinados simulando un ramo.
En el extremo superior se plantan tres cactus.
Al igual que en el anterior, cada tubo lleva en su interior las tuberías de riego y drenaje.
– La columna de estilita: se trata de un pilar de hormigón de 12m de atura terminado en un
“pebetero” sobre el que se coloca un cactus.

Los nidos y pozo en el cielo.-Son espacios de reposo donde el suelo se hunde ligera y progresivamente, tratado con plantas tapizantes y pequeñas flores que contrastan con el tratamiento del resto del suelo del parque. Invitando al visitante a tumbarse sobre ellos con comodidad.
En algunos de estos nidos se incluyen también tumbonas de acero con perforaciones circulares según diseño de Jean Nouvel.
En la proyección vertical de alguno de estos nidos aparecen los dos pozos del cielo, elementos verticales realizados en estructuras metálicas (tres postes de 14,80m de altura de sección circular de 50cm de diámetro de los que se suspende una malla metálica de acero inoxidable formando un paraboloide hiperbólico) creando entradas y pozos de luz de efectos diversos.
Existen otros dos pozos: pozo de agua (cilindro de acero inoxidable de 9m de altura suspendido verticalmente de tres postes de 14,80m de altura). Pozo disco: anillo con sección transversal en forma de U para alojar tierra vegetal y servir como macetero suspendido a 2,50m de altura..

Las cabañas bajo la lluvia.-Las cabañas están situadas en la parcela principal del parque entre las bóvedas y la plaza de la sardana.
Son tres estructuras, dos de ellas fabricadas con mimbre tratado en autoclave dispuesto en dos o tres capas formando dos cabañas de forma semiesférica.
La tercera cabaña está formada por tubos metálicos y recubierta por cable de acero inoxidable que sirve para el crecimiento de la vegetación plantada junto a su base.
La altura de esta última cabaña es de 8,0m. Las cabañas permiten el acceso a su interior y se integran en una de las zonas destinadas a juegos de niños.
La Isla bajo la cúpula.-La isla bajo la cúpula se encuentra situada en la parcela principal del parque, próxima a la plaza de la sardana

Se trata de una plataforma cuadrada rodeada por un canal de agua que se salva mediante cuatro pasarelas de madera situadas en cada uno de los vértices y por las que se accede al centro del cuadrado.
El canal de agua se reviste de acero inoxidable para maximizar el reflejo de la luz proyectada por los focos situados en la parte alta de los pilares.
La isla está rodeada por plantas arbustivas (Laurus nobilis) de 2m de altura, que crean un recinto cerrado aumentándose así la sensación de aislamiento y recogimiento.
La cúpula que cubre la isla la componen 6 pilares metálicos curvados y 6 salix babylónica.
Los pilares y troncos, quedan cubiertos a modo de hélice por plantas trepadoras (Lonicera sempervirens).

Para facilitar el crecimiento de las plantas trepadoras se han colocado cuatro cables verticales de acero inoxidable en cada uno de los pilares.
El Crater.-Situado en la parcela comprendida entre Cristóbal de Moura, Espronceda, Bac de Roda y Diagonal. Se trata de un gran espacio excavado respecto al nivel del parque.
El acceso se produce desde la misma parcela mediante una rampa helicoidal de suave pendiente, o mediante unas escaleras que cruzan en diagonal el cráter.
En el interior del cráter se ubica “El pozo del mundo”. Los muros que enmarcan este espacio, tanto en su interior como exterior van revestidos por una masa densa vegetal de buganvillas en continuidad con el perímetro del parque.
En los taludes del cráter se han plantado varias especies arbustivas que conforman un mosaico, entre las que figuran Lantana montevidensis, Plumbago capensis, Lonicera hildebrandiana, Hedera helix, Bougainvillea glabra y Parthenocissus quinquefolia.

Espacio aromático.-Situado en la parcela comprendida entre la calle Marruecos, Bac de Roda, Cristóbal de Moura y Espronceda, rodeado por dos muros vegetales de las mismas especies que el muro interior del parque, e inscrito dentro de la trama ortogonal de schinus molle.
Se compone de nueve parterres cada uno de ellos con una especie aromática diferente.
El Mobiliario.-El parque ofrece a sus visitantes numerosas áreas de descanso y de contemplación como los nidos.
Sin embargo, se situarán también repartidas por todo el parque sillas pivotantes, fijas y tumbonas, estas últimas situadas en los nidos.
Se han instalado también papeleras, fuentes y aparca bicis repartidos a lo largo de todo el parque.
A todos estos elementos tienen un diseño similar, obra de Jean Nouvel.

Espacios polivalentes, zona de petanca y juego de niños.-Se distinguen dos zonas polivalentes ubicadas una en la parcela principal junto a la calle Espronceda y otra en la parcela limitada por las calles Cristóbal de Moura, Bac de Roda, Espronceda y Diagonal.
Estos espacios son destinados a distintos usos y actividades: zonas de juegos infantiles, pista de deportes, áreas de descanso, zonas de ping-pong y petanca. Estos espacios tienen la característica de ser áreas sin techo vegetal, y en los cuales el pavimento es de caucho.
El color del pavimento de estas zonas es similar al del resto del parque, simulando sauló.
En el parque encontramos un área para el juego de la petanca, situada junto a la calle Espronceda en la parcela principal.

Se distinguen distintas zonas destinadas a los juegos de niños: ·Zona polivalente ubicada en la parcela principal junto al túnel de flores.
En ella se disponen mesas de ping-pong, un cono invertido, un cono, una rotonda de doble cono truncado a medida.
Zona polivalente ubicada en la zona 5-6 junto a la calle Bac de Roda. En este espacio se crea un pavimento de hormigón de color sauló de 1000m2 de superficie para diversos usos.
Zona de cabañas: se coloca una cabaña tipo iglú, y un juego de cuerdas de 4,5m de altura, ambos sobre pavimento de caucho de hasta 14cm. de grosor en función de la altura del juego.
Se construye en esta zona un arenero de forma circular como juego para niños.

Perímetro exterior.-El límite del parque con las calles vecinas se efectuará con un muro de aproximadamente 3m de alto a excepción del tramo que rodea la central de residuos donde aumenta a 8m.
Dicho muro se compone de una capa de 1,1m de espesor de masa vegetal por la cara exterior del parque formada por buganvillas, Kennedia rubicunda y Phaedranthus buccinatorius plantadas en una jardinera al pie del muro, y una capa vegetal de 0,5m espesor de hiedra y viña virgen por la cara interior del parque.
Para la sujeción de las plantas de colocan líneas horizontales de cable de acero cada metro.
El muro se construye in situ mediante encofrado modular. Está formado por una zapata de 1,40×0,40m para los tramos de 4,0m de altura (3,0m sobre rasante y 1,0m enterrado hasta la cara superior de zapata) y de 2,00×0,50m para los tramos de 9,0m de altura (8,0m sobre rasante).
La terminación del hormigón de los muros se hace dejando una textura de cañizo.

El muro esta perforado parcialmente con ventanas de diferentes formas (circulares, ojivales y paréntesis) para conseguir una transparencia desde el exterior o desde el interior del parque.
Estos huecos se cierran con vidrios por la parte interior del parque.
La masa vegetal densa e informe de la cara exterior del parque está formada a partir de buganvillas mezcladas con otras especies de arbustos trepadores y flores en tonos morados similares al color de la flor de la buganvilla, que favorecen la biodiversidad y la floración de los muros orientados a norte donde la buganvilla no crece ni florece tanto.
Los acabados con textura de cañizo del hormigón de los muros pretenden dar un aspecto más natural al muro, minimizando así su impacto visual, fundamentalmente importante durante el periodo de consolidación y crecimiento de la vegetación, y durante los periodos de otoño e invierno.
Este muro tiene la doble función de proteger acústicamente para asegurar la tranquilidad del paseante en el parque y servir de soporte a la vegetación de la cara interior del parque formada por Parthenocissus quinquefolia y Hedera helix.

Estas especies reafirman el color verde requerido para la cara interior del parque.
Existe un tramo del perímetro del parque donde el muro de hormigón se sustituye por muro de vidrio, materializado mediante piezas de 3,70×2,20×0,18m colocadas en ménsula con 70cm de empotramiento y 3,0m de altura.
Este tramo tiene una longitud de 18,0m y está situado en Lacalle Espronceda en ambas aceras, a la altura del edificio de la Guardia Urbana.
Túnel de flores.-El túnel de flores cruza la calle Espronceda en el tramo comprendido entre la calle Marruecos y Cristóbal de Moura, quedando interrumpido por el muro de vidrio del apartado.
La altura del túnel de flores varía entre los 5.3- y los 6.7m.

La cubrición del túnel se realiza con dos tipos de trepadoras aromáticas plantadas pegadas al cerramiento del parque.
Se trata de una estructura metálica (aprox. 120.000 Kg.) formada por perfiles principales en ménsula de diferentes alturas, cimentados en zapatas aisladas de 3,50×2,50×1,00m.
Estos perfiles son de sección variable y por lo tanto se han armado a partir de planchas de acero cortadas a medida con espesores de hasta 3,50cm.
Uniendo los perfiles a modo de riostras se disponen correas tubulares de 168mm de diámetro con diferentes inclinaciones.
A estas correas se superpone una trama de cables de acero inoxidable de 5mm de grosor que servirán de soporte a las flores (wisteria).

Espacio para perros.-Se prevé un espacio destinado a los perros junto a la zona polivalente de la parcela Cristóbal de Moura / Diagonal accesible desde la Calle Bac de Roda, y no desde el interior del parque.
El suelo será de tierra arenisca. El espacio estará rodeado de muros vegetales de igual características que el perímetro interior del parque
Iluminación.-Para la iluminación del parque se ha instalado un sistema de control informático que permite el control individualizado de cada punto de luz.
Mediante este sistema se puede regular la intensidad lumínica de cada lámpara o bien su encendido y apagado.

De esta forma se pueden programar diversos “escenarios” en función de las necesidades de uso del parque.
La iluminación general del parque aportará una luz suave en el suelo sobre el cual se proyectaran las sombras de las copas de los árboles que cruzará.
Las diferentes especies de árboles, las diversas inclinaciones de la luz así como, a veces, un cambio sutil de su coloración, constituirá este juego de sombras y de luz, acentuando la sensación de paseo en un lugar tranquilo y vegetal.
Sin embargo, esta luz aportará un nivel suficiente en el suelo, creando una sensación de seguridad.
Esta luz se interrumpe a veces, al acercarse a lugares o elementos de vegetación particulares que se van descubriendo a modo de sorpresa.
Se realizará una iluminación artística adaptada, que se pone en evidencia en varias temáticas: sea de cúpulas o bóvedas, sea de ramos gigantes de los cuales se acentúa la sensación de altura, de paisajes lunares de los cuales se revelan los accidentes, de un camino perimetral, de una antigua fábrica que se vuelve a descubrir, o sea de nidos en los cuales se puede descansar, un cráter del cual se percibe la profundidad o también de cabañas en que se revela el color.

Es solamente la luz y la combinación hábil de la iluminación general (funcional) y de la iluminación particular ( ornamental) que hará perceptible de noche la poesía del lugar.
Tratamiento de suelos.-Previo al inicio de las plantaciones, fue necesario un saneo general del solar donde se ubica el parque, dado que el terreno existente no era apropiado para las especies vegetales. Para ello se procedió a un vaciado de aproximadamente dos metros de profundidad, hasta llegar a la capa inferior de arenas.
Una vez realizado el vaciado se rellenó con tierra adecuada para plantaciones areno-arcillosa).
El drenaje del parque se ha resuelto empleando láminas drenantes sintéticas dispuestas tanto en vertical (interceptando el agua del terreno y conduciéndola mediante tubo ranurado del fondo dela zanja hasta el sistema de colectores) como en horizontal (fondo de jardineras perimetrales a pie de muro y bajo el sauló del parque) con recogida en el perímetro y conducción al sistema de alcantarillado
La mayor parte del parque es de sauló, para aumentar el contraste de las sombras proyectadas en el suelo.

Tipos de pavimentos:
Sauló, piezas prefabricadas de hormigón con relieve con articulaciones de relleno de hormigón coloreado en el camino perimetral del parque y en la rampa de acceso al cráter., piezas prefabricadas de hormigón con incrustaciones de cerámica de colores creando un motivo vegetal en su globalidad. Pavimento de caucho continúo de color sauló en las áreas polivalentes y zonas de juego. Su grosor vendrá dado en función de la altura de caída., puzolana volcánica en el paisaje lunar. ·grandes manchas de tierra vegetal con diferentes tapizantes en la parcela principal. ·tierra vegetal con tapizante donde se incorporan raíles en la traza de Pere IV.-madera de IPE en las pasarelas de acceso a la isla bajo la cúpula. Arena lavada de río en los juegos de niños. Tierra vegetal en nidos y parterres aromáticos.
CONCLUSIÓN
El conjunto finalmente ejecutado ha supuesto una radical transformación de un entorno antiguamente industrial y con un elevado nivel de degradación en un parque donde el peso arquitectónico está equilibrado entre una fuerte presencia de elementos vegetales y espacios singulares diseñados al efecto.
De esta manera Barcelona recupera para el uso ciudadano un barrio dedicado a la producción manufacturera, potencia nuevos usos del suelo, y favorece la comunicación de la trama urbana.

Barcelona.- Parc Central Nous Barris
El Parque Central de Nou Barris (en catalán Parc Central de Nou Barris) es un parque urbano que se encuentra en el distrito de Nou Barris, en la ciudad de Barcelona. Tiene una extensión total de 17,7 hectáreas, siendo uno de los parques más grandes de la ciudad.
Fue inaugurado en el año 1999 cuando se dio fin a la primera fase de construcción (1997-1999) con 77.986 m² de parque. Más tarde fue ampliado con una segunda fase (2000-2003) que añadió 88.652 m² de superficie al parque y su construcción finalizó en el año 2007 con una tercera fase de 10.615 m2.
Fue diseñado por los arquitectos Carme Fiol y Andreu Arriola.
El parque fue galardonado con el premio de arquitectura International Urban Landscape Award el año 2007 en Frankfurt (Alemania).

Dentro del parque, en lo que abarcó su primera fase, se encuentra parte del antiguo Manicomio de la Santa Cruz (inaugurado en el año 1889, diseñado por el arquitecto Josep Oriol Bernadet siguiendo las directrices del doctor Emili Pi i Molist y con capacidad para 600 pacientes) hoy convertido en un recinto que alberga la Biblioteca Popular de Nou Barris, el Consejo Municipal del Distrito de Nou Barris, el Archivo Municipal del Distrito de Nou Barris y una comisaría de la Guardia Urbana.
Al lado se encuentra un edificio finalizado en el año 1995 llamado Fòrum Nord de la Tecnología que está en parte rodeado por un lago, y ocupado por diferentes empresas tecnológicas, un aparcamiento subterráneo, un bar-restaurante, aulas de Barcelona Activa y el Cibernarium.
Una gran zona verde, con dos lagos separados por el paseo de Fabra y Puig, fue creada durante la segunda fase del parque, la cual tiene un total de 1562 árboles y más de 500 arbustos, entre más de 30 especies diferentes; destacan chopos, acacias, magnolias, olivos, cipreses, algarrobos, encinas, pinos y palmeras. Además cabe mencionar un espacio triangular, cerca de la plaza Karl Marx, de 4500 m² con 130 palmeras de diferentes especies.

El parque cuenta con un depósito de retención y regulación de aguas pluviales, con la función de proteger la red de cloacas y evitar inundaciones en la zona. Se encuentra entre el Paseo Urrutia y la calle Villalba dels Arcs. Cuenta con una capacidad de 18.000 m³ y una profundidad de 5,3 metros.
En el parque también se encuentran las masías de Can Carreras (en la cual se invirtieron los 50.000 € conseguidos con premio International Urban Landscape Award del 2007) y Can Ensenya. También destaca parte del antiguo acueducto llamado Dos Rius que hoy pasa por encima de un lago, y que en el pasado cruzaba el torrente de Can Carreras además de unir Nou Barris con el distrito de Horta.

Barcelona.- Parc del Clot
El Parque del Clot representa un buen ejemplo de las posibilidades estéticas que ofrece la integración de elementos arquitectónicos preexistentes en un espacio verde. Así, las grandes paredes del antiguo taller de RENFE decoran y articulan buena parte de este parque capaz de ofrecer usos muy variados: nexo de comunicación entre grandes viales, lugar de paso para acudir al mercado o a la sede del Distrito, así como espacio de descanso, juego y práctica deportiva.
A pesar de su distribución en cuatro partes muy diferentes entre sí: un largo paseo y tres grandes espacios, lo que propicia una gran versatilidad en su utilización.
Lo cierto es que este parque alberga una serie de elementos que proporcionan una sensación de conjunto y continuidad.
En este sentido resulta determinante el «corredor» formado por una sucesión de grandes marcos metálicos de color blanco que comienza en el extremo más cercano al Punto Verde.

A ambos lados de este nexo de comunicación interior encontramos pequeños muros que separan las zonas de tránsito de las de descanso y juego infantil.
Cuando el «corredor» llega a la zona deportiva que se encuentra en medio del parque, se transforma en un paso elevado desde el que podemos observar una gran explanada con graderías, canastas de baloncesto y porterías para jugar a fútbol.
El pasadizo culmina en unos montículos de césped con abundantes árboles y arbustos que delimitan la zona de hormigón.
Esta es la parte del parque con un aire más vegetal, con pequeñas elevaciones del terreno cubiertas de césped y rodeadas por caminos de sablón, donde crecen árboles y grandes masas de arbustos, dotando al conjunto de una personalidad exuberante.
A un lado se sitúa un lago y unos muros del antiguo taller de RENFE, cuya parte superior se encuentra canalizada y vierte el agua en densas cortinas, formando una cascada. En una zona protegida por la sombra de los pinos, los muros del antiguo taller enmarcan las pistas de petanca mientras que, en otro rincón más soleado, forman una suerte de templete que cobija una escultura.

Vegetación .-La vegetación del Parque del Clot mantiene un carácter claramente mediterráneo y las especies varían en función de las diferentes zonas y usos. Así, las palmeras datileras (Phoenix dactylifera) y los plátanos (Platanus X hispanica) se combinan para formar hileras de un extremo al otro del paseo, que discurre paralelo a la calle Escultors Claperós, donde la hiedra trepa por los muros del antiguo taller de RENFE
En la amplia zona que se extiende desde el Punto Verde, ubicado en uno de los extremos del parque y el espacio polideportivo central, encontramos sobre todo pinos piñoneros (Pinus pinea) y encinas (Quercus ilex). También observamos sóforas (Sophora japonica), acacias de hoja azul (Acacia saligna), Celtis occidentalis y chopos del Canadá (Populus X canadensis).
Dos hileras de cipreses (Cupressus sempervirens) delimitan el amplio espacio que, en forma de corredor, conecta la Gran Vía de les Corts Catalanes con el mercado y la avenida Meridiana. En uno de los lados, el corredor se ensancha en una plazoleta donde se alzan un grupo de naranjos amargos (Citrus aurantium).

El espacio que se abre entre la gran explanada polideportiva y la calle del Municipi contiene la mayor riqueza vegetal del parque. Allí abundan arbustos como la adelfa (Nerium oleander), el pitosporo (Pittosporum tobira), el aligustre arbóreo (Ligustrum lucidum), el laurel (Laurus nobilis) y la Lantana cámara.
En cuanto a los árboles, los pinos piñoneros vuelven a ser los grandes protagonistas, compartiendo espacio con las tipuanas (Tipuana tipu), un pimentero falso (Schinus molle) y un ejemplar enorme de la Parkinsonia aculeata, así como unos cipreses de gran tamaño y los sauces llorones (Salix sp.), entre otras especies.
Arte y arquitectura .-En este parque, los elementos arquitectónicos adquieren una gran importancia, fundamentalmente los altísimos muros con grandes arcadas de los antiguos talleres de RENFE, que se hallan repartidos por todo el espacio. Buena parte de los que formaron parte de la fachada, configuran hoy uno de los elementos más espectaculares del parque: un acueducto de unos 25 metros de longitud situado dentro de un lago que culmina con un salto de agua.
En el interior de una especie de templete de planta cuadrada, formado también por muros del antiguo taller de RENFE, se encuentra la escultura Rites of Spring (Ritos de primavera), del escultor norteamericano Bryan Hunt (1986).

Se trata de la representación de un salto de agua de más de 4 metros de altura realizado en bronce. Está situado dentro de un estanque y lo completa un pequeño surtidor con forma de piña, también de bronce, situado dentro del pequeño estanque circular que hay frente a la glorieta.
Historia .-Este parque está situado en uno de los terrenos que, a finales del siglo XX, estaban ocupados por industrias o equipamientos que habían dejado de funcionar o estaban obsoletos y que se convirtieron en espacios verdes.
Ejemplos de algunos de ellos son los parques de la Espanya Industrial, el de la Pegaso y el de Joan Miró. En el caso del Parque del Clot, surgió como consecuencia de la construcción subterránea de las vías del ferrocarril que conducían los trenes hasta los talleres de RENFE, inaugurados en 1858, y que lógicamente también cerraron sus puertas.
Tanto las líneas de ferrocarril como los talleres representaron durante más de un siglo un elemento de discontinuidad del tejido urbano del distrito de Sant Martí, ya que separaban sus dos centros neurálgicos: el mercado y el Ayuntamiento.
La creación del parque permitió conectar estos dos enclaves del distrito y también dos grandes ejes de comunicación de la ciudad en un tramo de su paso por Sant Martí: la avenida Meridiana y la Gran Vía de les Corts Catalanes.

Barcelona.-Jardins de l´Espanya Industrial
El parque de la España Industrial está situado entre los barrios de Sants y de Hostafrancs en el distrito de Sants-Montjuïc de la ciudad de Barcelona (España), junto a la estación de ferrocarril de Barcelona-Sants.
Fue construido en 1985 por los arquitectos Luis Peña Ganchegui, Antón Pagola y Monserrat Ruiz, en los terrenos que dejó libres La España Industrial, una antigua fábrica textil fundada en 1847 y que en 1972 se trasladó a Mollet del Vallès El parque fue reformado a fondo el año 2009.
Un enorme dragón de hierro por cuya piel se deslizan los niños utilizándolo como tobogán, un gran estanque custodiado por Neptuno en el que se refleja Venus, césped soleado que invita a estirarse y espacios protegidos por los árboles donde sentarse y descansar. Así es el Parque de la España Industrial, con el fuego, el agua y la tierra como protagonistas.
El Parque de la España Industrial se extiende a lo largo de una amplia explanada situada bajo un desnivel cubierto de largas hileras de escalones.

Los que se encuentran al lado de la plaza dels Païssos Catalans desaparecen a ras de agua, en el estanque que rodea casi la mitad de este espacio verde y donde nadan plácidamente los patos.
Encima, destaca la poderosa presencia de nueve torres faro. Aquí los escalones, cubiertos de baldosas blancas, permiten tanto sentarse como bajar hasta las isletas con bancos que se adentran en la superficie del agua.
La otra pendiente escalonada forma un ángulo recto con la primera y discurre paralela al pasaje que comunica la entrada principal del parque con su otro extremo, hacia la calle Muntadas. A un lado del pasaje se encuentra el Polideportivo de la España Industrial.
Desde estos escalones, y también a través de diferentes tramos de escaleras, se puede acceder a la gran extensión de césped cruzada por caminos de piedra que ocupan buena parte del parque y que confluyen en un pequeño bosquecillo con mucha sombra.

Más allá de la pradera y el bosquecillo, una gran explanada con bancos y muchos plátanos ofrece descanso a los mayores y juego a los más pequeños.
En este lugar es donde se encuentran los edificios que se conservan de la fábrica que ocupó estos terrenos y que ha dado el nombre al parque. En la actualidad albergan equipamientos y sus paredes muchas veces sirven de frontones improvisados.
Vegetación .-A pesar de las escasas especies que contiene, en este parque la vegetación es muy importante.
De este modo, cuando acaba la superficie del agua, donde van a parar las ramas de algunos sauces llorones (Salix babylonica), empieza una gran extensión de verdísimo césped, sólo interrumpida por un par de hileras de Prunus cerasifera «Atropurpurea» que ofrecen un contrapunto rojizo muy hermoso.
Al fondo de este prado, casi siempre con visitantes estirados tomando el sol, empieza una zona boscosa con encinas (Quercus ilex), Cupressocyparis X leylandii, pinos piñoneros (Pinus pinea) y plátanos (Platanus X hispanica). ). En verano, esta última especie protege con su sombra la zona del parque donde se encuentran los servicios.

Dentro del estanque, los cipreses (Cupressus sempervirens «Stricta») se elevan sobre las plataformas de hormigón que de vez en cuando se introducen en el agua.
Arte y arquitectura .-En el Parque de la España Industrial las esculturas constituyen un elemento más que relevante.
El dragón, inmenso y con las alas bien abiertas y la cola que cae hacia el estanque, es obra del vasco Andrés Nagel. Pesa 150 toneladas y se ideó para una utilidad tan lúdica como la de convertirse en un tobogán.
Dentro del agua se encuentra Neptuno, una escultura realizada en 1881 por Manuel Fluxà y similar a la que esculpió para la cascada del Parque de la Ciudadela. En una de les orillas del estanque, sentada sobre una roca, está Venus moderna. Es una escultura de José Pérez Pérez, «Persejo», que realizó en 1929 para la Exposición Universal de Barcelona.

También es de la primera mitad del siglo XX, Tors de dona (Torso de mujer), una pieza de piedra modelada por Enric Casanoves en 1947, cuyo original fue destruido por un acto vandálico y se sustituyó por una réplica de bronce. La otra escultura de esta época es Bous de l’abundància (Toros de la abundancia) realizada en 1926 por Antoni Alsina.
Aún hay dos esculturas más; muy contemporáneas. Se trata de Landa V (1985), realizada por Pablo Palenzuelo y Alto Rhapsody (1985), del escultor inglés Anthony Caro.
Respecto a los elementos arquitectónicos, destacan las nueve imponentes torres faro creadas por el arquitecto Luís Peña Ganchegui, autor del proyecto del parque.
Dichas torres rodean y presiden el parque desde el Paseo Sant Antoni. También cabe destacar las edificaciones de la antigua España Industrial que se han conservado, como la Casa del Mig, reconvertida en centro infantil y el gran arco de la puerta de acceso al antiguo complejo industrial por la calle Muntadas.

Historia .-Este parque es un ejemplo de la recuperación iniciada en Barcelona en los años 80 de terrenos ocupados por servicios e industrias que, o bien desaparecieron, o bien se trasladaron a otros lugares del Área Metropolitana de Barcelona.
La antigua industria que da nombre al parque era una empresa textil fundada por la familia Muntadas en 1847 y que se convirtió en la primera sociedad algodonera de España: La España Industrial, Sociedad Anónima Fabril y Mercantil
La fábrica, situada en el entonces municipio de Sants, fue conocida popularmente como el Vapor Nou (Vapor Nuevo), en contraposición al nombre de la otra gran industria textil de este municipio: el Vapor Vell (Vapor Viejo).
Fue una de las fábricas textiles más modernas dedicada al hilado, tejido y estampado de algodón. En 1880 daba trabajo a 2.500 personas.
En 1969 la fábrica cerró y se vendieron los terrenos.
En 1985, después de una serie de reivindicaciones vecinales, el solar de la antigua fábrica se destinó a la construcción de viviendas y a la creación del actual parque.
Con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 se construyó un gran Polideportivo, también llamado de la España Industrial, donde se celebraron las pruebas de halterofilia y que se ha convertido en un importante equipamiento deportivo del distrito de Sants-Montjuic.

Barcelona.- Parc Diagonal Mar
Este parque, el segundo más grande de Barcelona, es un espacio inmenso y soleado, diáfano, totalmente accesible, donde el agua de un gran lago comparte protagonismo con colinas cubiertas de césped y una vegetación exuberante. Es un lugar para pasear y sentarse al sol, jugar, practicar deporte y hacer navegar pequeñas embarcaciones de modelismo.
Los colaboradores del arquitecto Enric Miralles, autor del proyecto, explican que cuando el arquitecto hizo la primera visita a los terrenos del futuro parque, en seguida pensó que allí querría crear un espacio pantanoso. Aquel día había llovido y el terreno estaba lleno de charcos de agua, que, de cuando en cuando, las gaviotas procedentes de la playa vecina sobrevolaban.
Aquel día había llovido y el terreno estaba lleno de charcos de agua, que, de cuando en cuando, las gaviotas procedentes de la playa vecina sobrevolaban.
Esta imagen fue uno de los puntos de partida de este gran proyecto y constituye uno de los ejes alrededor de los cuales giran los criterios paisajísticos del parque, donde están presentes el verde de la vegetación y el azul del agua. Como en un pantano.

La ciudad y el mar .-El parque de Diagonal Mar se extiende hasta las avenidas contiguas con un diseño que facilita que se mezcle con la ciudad a través de un espacio muy grande y diáfano que, en última instancia, la hacen permeable al mar.
El espacio se divide en cinco piezas bien diferenciadas. La pieza mayor se extiende entre las calles Llull, Josep Pla y Taulat; y dos piezas más pequeñas, separadas por una isla de viviendas, se sitúan entre las calles Taulat, Josep Pla y el Parque Lineal Garcia Fària.
Las otras dos piezas, divididas por la calle Taulat, están al lado de la calle Selva de Mar, con el Parque Lineal Garcia Fària en un lado y la calle Llull en el otro.

El parque se ordena siguiendo una serie de caminos que, de forma parecida a las ramas de los árboles, se ramifican en todas las direcciones. En todas partes, larguísimos bancos de hormigón, que separan y ordenan espacios y que quieren evocar las olas del mar, van adquiriendo la forma de estos caminos y de los contornos de diversas placitas.
Los «patios» de entrada .-Los accesos al Parque de Diagonal Mar son de grandes dimensiones -el mayor es el de la calle Llull- y, en sí mismos, constituyen unidades en el conjunto del parque. Inspirados en los patios de las casas, tiestos inmensos cuelgan de altas pérgolas metálicas o bien descansan en un pavimento hecho de baldosas de diferentes clases y composiciones, que dan color el suelo y nos recuerdan a los antiguos embaldosados de los patios.

La pieza mayor .-Aquí los protagonistas son las colinas cubiertas de césped y los grandes parterres llenos de vegetación ordenados alrededor de un gran lago de más de una hectárea. Si entramos por el acceso principal del parque, en la calle Llull, y cruzamos el gran «patio» de entrada, llegamos a esta gran lámina de agua.
Más allá de un gran parterre sombreado por los árboles encontramos, a un lado, una zona escalonada y, al otro, el inicio de un amplio camino que nos permite llegar a la orilla del agua.
Lo primero que sorprende son las grandes estructuras metálicas que bajan por una pendiente de escalones con pequeños surtidores que desparraman el agua que alimenta el lago por este lado.

A la izquierda del lago encontramos amplios caminos, árboles de diferentes especies y largos parterres ataludados, muy anchos, rebosantes de arbustos. Hacía la mitad del lago, una parte del terreno se adentra en el agua. Es el lugar donde las aves acuáticas que viven allí suelen anidar o tomar el sol.
A la derecha de la zona de agua encontramos pequeñas colinas cubiertas de césped. La más alta es la Montaña Mágica. Se puede llegar a la cima, coronada con un seto, por un camino de baldosas que sale de la parte posterior de la colina.
En el otro extremo de esta gran pieza, un puente muy ancho de madera, por el que se puede circular en bicicleta, comunica las dos orillas del lago.
Debajo, una sinuosa cascada lo alimenta de lado a lado. Se encuentra junto a la calle Taulat y al cruzarla, nos encontramos dos nuevas piezas del parque.

Dos pequeñas individualidades .-A ambos lados de un gran triángulo con bloques de viviendas situado en el lado mar de la calle Taulat, nos encontramos dos exquisitas piezas del Parque de Diagonal Mar, cada una con una fuerte personalidad.
Podríamos decir que la de la derecha es la más «salvaje» del parque. A un lado del amplio camino de palmeras que comunica la calle Taulat con el Parque Lineal de Garcia, hay un pequeño estanque muy natural, lleno de especies acuáticas y especies de orilla, y con una pequeña colina cubierta de césped en la parte posterior.
Al otro lado del camino, un gran parterre ataludado, al que le recorre un largo banco de hormigón, se va ensanchando hasta formar una pequeña colina.
La pieza de la izquierda se abre con un «patio» de dimensiones considerables y un lago de estructura similar a la de la pieza grande del parque, pero de dimensiones mucho más reducidas.
Aquí también encontramos los grandes tubos con pequeños surtidores que alimentan la zona de agua.
A la izquierda, unos escalones nos permiten acceder a un parterre muy grande de césped. Yendo hacia abajo también llegaremos al Parque Lineal Garcia Fària.
Abiertas y urbanas.-Así podrían definirse las dos últimas piezas del parque que recorren la calle Selva de Mar. Porque son espacios abiertos y, a pesar de estar muy ajardinados,

Barcelona.-Parc de la Creueta del Coll
La Creueta del Coll es un parque resguardado, con un gran estanque que en verano se convierte en piscina pública, una enorme plaza de 6.000 m2 y amplios espacios donde descansar bajo la sombra de las acacias. Es por este motivo que se ha convertido en uno de los lugares de encuentro y de tiempo libre importante para el barrio donde está situado.
La gran plaza, delimitada en parte por una pérgola y protegida al fondo por las paredes de lo que fue una pedrera, nos da la bienvenida si accedemos al espacio desde la avenida de la Mare de Déu del Coll.
Está rodeada de plátanos, encinas y árboles del amor, y en medio hay una gran explanada de arena donde se han situado los juegos infantiles. Unos cuantos cipreses y un parterre de césped con grupos de flores en un extremo le dan un toque de color.
Lugares de estancia y de recreo.-Si los bancos que hay alrededor de la gran plaza son un lugar ideal para pasar un buen rato, encima del estanque hay una gradería desde la cual se puede contemplar todo cuanto pasa dentro y fuera del agua.

Un poco más arriba se suceden dos largas terrazas sombreadas por acacias. A la derecha de la segunda terraza, una rampa conduce a dos pistas de petanca.
Los caminos van subiendo en medio de una vegetación frondosa de árboles y arbustos. Arriba de todo, ya en la parte forestal del parque, se alcanza una zona de picnic. Es una pequeña explanada tranquila, con mesas, bancos y una fuente, guarnecida por el verdor de los pinos en un lado, y la vegetación que ha ido creciendo y que colorea las paredes de la antigua pedrera del Coll en el otro. Lo complementa una vista notable de Barcelona.
Colina arriba .-Arriba de todo de los muros de piedra, hoy colonizados por arbustos mediterráneos entre los cuales destaca la ginesta, hay una barandilla de madera que delimita el espacio del parque y lo separa de la ladera forestal del Turó del Coll, encarado hacia la sierra de Collserola.
Un pequeño sendero permite ir bordeando la parte de arriba de la pedrera.

Se puede acceder a él desde el pasaje de Manlleu. A la hora de volver, si preferimos tirar abajo por este lado de la colina, llegaremos al barrio de la Taxonera, ya en el distrito de Horta-Guinardó.
Vegetación .-Junto con las acacias que hay en las zonas de reposo, y el pinar y los arbustos mediterráneos que hay en la zona de picnic, en el parque de la Creueta del Coll destacan las palmeras que hay en la pequeña isla que se adentra dentro de la lámina de agua del parque de la Creueta del Coll.
Por su rareza, merece la pena fijarse en una palmera datilera (Phoenix dactylifera) con dos estípites.
Arte y arquitectura .-Si accedemos a él por la entrada principal -en la avenida de la Mare de Déu del Coll, justo junto a la calle de Castellterçol-, encontramos un monolito de hierro, alto y esbelto. Se trata de la Escultura, de Ellsworth Kelly.

En el fondo de la piscina, en una lámina de agua aparte mucho más pequeña y un poco elevada, situada entre las paredes de la antigua pedrera y un pequeño muro de hormigón, encontramos uno de los elementos más preciados de este parque, el Elogio del agua, una colosal escultura de Eduardo Chillida hecha con hormigón y de un peso que supera las 50 toneladas. Suspendida encima del agua, es sostenida por cuatro cables de acero anclados a la roca, lo cual confiere a la enorme escultura el aspecto de una ligereza sorprendente.
Historia .-El parque de la Creueta del Coll es fruto del aprovechamiento de un espacio que durante muchos años estuvo dedicado a una actividad bien distinta de la actual.
Se trata de la antigua cantera del Coll, situada en la falda de una de las colinas que configuran la parte alta de Barcelona.
Este origen es lo que da carácter y una fuerte personalidad a este espacio verde.

Barcelona.-Palacio del Marqués de Alella.-Jardins de la casa Muñoz Ramonet
El Palacio del Marqués de Alella, también conocido como Casa Muñoz Ramonet, es un edificio modernista con detalles platerescos, construido entre el año 1912 y 1914 en Barcelona (Barcelonès) por el arquitecto Enric Sagnier. Concretamente se sitúa en la calle de Muntaner núm. 282 a 290, esquina con la calle de Marià Cubí, en el barrio de Sant Gervasi – Galvany.
Las pinturas fueron elaboradas por José María Sert.
El empresario franquista Julio Muñoz Ramonet, junto con su hermano Álvaro, adquirió la finca después de la Guerra Civil Española con los beneficios obtenidos de la Unión Industrial Algodonera, una empresa dedicada al control de los contingentes de importación del algodón. Concretamente, la compró en 1945 a la hija de Fernando Fabra i Puig, el segundo marqués de Alella.
En 1991, con su muerte, dejó en herencia al ‘Ayuntamiento de Barcelona la totalidad de la finca, formada por el edificio principal, la colección de arte que contenía, y el inmueble anexo del calle de Porvenir núm. 26-28, donde vivía su madre, Florinda Ramonet.
La colección de obras de arte está formada por muebles, joyas y pinturas de Goya y El Greco. A pesar de todo, las hermanas Carmen, Isabel, Elena y Alejandra Muñoz Villalonga no aceptaron la decisión y comenzaron una batalla judicial para recuperar el palacio, alegando que el testamento había sido escrito en alemán, una lengua que desconocía su padre.

En el año 2007, el Juzgado de primera instancia e instrucción de Barcelona dio plena validez al testamento del empresario.
En relación a la sentencia, Montserrat Ballarín, concejala presidenta de la Fundación Julio Muñoz Ramonet, manifestó que «jurídicamente tiene unos cimientos muy sólidos y declara el derecho del Ayuntamiento a obtener el edificio y el contenido que había, según los inventarios que se hicieron en los años sesenta y setenta ».
La misma sentencia especifica que, en caso de ausencia del contenido artístico del palacio, las hijas deberán asumir su coste, ya sea con dinero o patrimonio. Sin embargo, la sentencia todavía es sujeto de recursos.
Mientras continúa el proceso judicial para recuperar las obras de arte para la ciudad, se recuperará el edificio principal de la Casa Muñoz Ramonet como espacio expositivo vinculado a las colecciones de este legado. Por otra parte, el edificio anexo del recinto, abrirá las puertas en 2018 como una biblioteca especializada, pública e internacional.

Los jardines, de gran valor patrimonial, fueron proyectados en 1916 por Jean Claude Nicolás Forestier por encargo del Marqués de Alella. En 1933 se vendieron parte de la propiedad para hacer construir viviendas, eliminando una parte importante de los jardines. Después de que Julio Muñoz Ramonet se convirtiera en propietario de la finca, se produjo la última remodelación, entre 1956 y 1957, a cargo de Joan Mirambell, que es como los encontramos en la actualidad. Los jardines de la finca Muñoz Ramonet significan una importante incorporación a los jardines históricos de la ciudad, como ejemplo bien conservado de los jardines de burguesía barcelonesa del siglo XX.

Barcelona.-Jardins de Mercé Rodoreda
El Jardín Mercè Rodoreda fue inaugurado en 1988 es junto con el Patio de los naranjos uno de los pocos jardines elevados de la ciudad. El IEC que tiene su sede en la Casa de la Convalecencia, como albacea de la escritora lo creó a su memoria plantando algunas de las flores y plantas que más le gustaban: camelias, pelovelles, cinerarias, granados, glicinas, jazmines reales, mimosas, acacias blancas y nenúfares.
La sede del Institut d’Estudis Catalans y de la Fundació Mercè Rodoreda, es la Casa de Convalescència, donde hay uno de los pocos jardines colgantes de la ciudad de Barcelona que el año 1988, en memoria de la autora, se bautizó con el nombre de «jardín Mercè Rodoreda», y que contienen una muestra de las flores y plantas citadas en sus obras. El jardín está señalizado con unas placas que contienen el nombre de la planta en catalán, el nombre científico, catalogado per Josep Vigo, y un fragmento de la obra de Mercè Rodoreda en el que está citada la planta, seleccionado per Mariàngela Vilallonga.

Barcelona.-Parc de l´Escorxador o Parc Joan Miro
Su nombre, Parc de l’Escorxador, se debe a la antigua función que tenía el lugar que actualmente ocupa.
Y es que este parque público se construyó en el emplazamiento del antiguo matadero municipal, o escorxador. Está situado muy cerca de la céntrica Plaça d’Espanya.
Hoy en día es uno de los parques más grandes de la ciudad, ocupando un espacio equivalente a cuatro manzanas de casas del barrio de l’Eixample.
Tiene zonas ajardinadas y multitud de árboles, con vegetación básicamente mediterránea, abundando los pinos y las pérgolas y enredaderas.

Este parque, como tantas otras plazas y calles ha ido cambiando de nombre en función de la época.
Pero esto no ha impedido que la gente lo siga recordando como el Parque del Escorxador (Matadero), ya que antiguamente era en este solar donde estaba ubicado el matadero.
Desde hace ya unos años se llama Parque Joan Miró, en honor al escultor catalán, que tiene en el parque una escultura suya (Dona i Ocell / Mujer y Pájaro).
Absolutamente integrado en la trama urbana diseñada por Ildefons Cerdà a finales del siglo XIX para la expansión de Barcelona, el parque de Joan Miró ocupa el solar del antiguo matadero de la ciudad, equivalente a cuatro islas de L’Eixample.
Destacan las importantes plantaciones de pinos, encinas y palmeras, y la escultura Mujer y Pájaro, obra del gran pintor, escultor y ceramista a quien se ha dedicado el parque.

Éste es un parque donde el visitante se encuentra con una sorpresa en cada una de las numerosas entradas, ya que dan acceso a espacios muy diferentes tanto en su factura como usos.
Más que para pasear, éste es un parque para estar en él, eligiendo la zona en función de lo que se quiera hacer. El abanico de posibilidades del parque es amplísimo.
La plaza.-Tiene una extensión de 6.400 m2 y constituye la zona más urbana y elevada del parque, junto a las calles Tarragona y Aragó.
Está presidida por la escultura Mujer y Pájaro, que se alza dentro de un pequeño estanque donde se refleja. Éste es, principalmente, un lugar de paso
Junto a la plaza, una pradera de 6.000 m2 cubre un aparcamiento y uno de los depósitos de aguas pluviales de la ciudad.
Bordeándola por uno de los lados, plataformas de diversas alturas se conectan a través de caminos sombreados con pérgolas cubiertas de enredaderas que conducen hacia la zona más extensa y rústica del parque.

Los bosquecillos.-En primer lugar uno de palmeras y acto seguido uno de pinos.
Eso es lo que se encuentra el visitante a medida que avanza hacia el otro extremo del parque, en dirección en la calle Vilamarí.
Son grandes extensiones de sablón situadas en una cota inferior a la de la plaza y cuentan con un amplio abanico de servicios.
En la pineda, todos los días se reúne el vecindario para charlar en la terraza de uno de los quioscos-bar, o mientras los niños se entretienen en una de las seis áreas de juegos infantiles del parque, una de las cuales, la de mayor tamaño, es accesible. En el palmeral, los aficionados a la petanca disponen de pistas y los que tienen perro pueden pasearlo por una gran área de 720 m2.
La biblioteca rodeada de agua .-Es la gran protagonista del acceso al parque por las calles Vilamarí y de La Diputació.
Un edificio elegante y acogedor, rodeado por canales de agua delimitados por franjas de cipreses recortados. Esta biblioteca pública es un extraordinario complemento para esta gran zona verde de Barcelona.

Vegetación .-Si las palmeras canarias y datileras (Phoenix canariensis y Phoenix dactylifera) son las grandes protagonistas del parque por su abundancia, los pinos piñoneros, los pinos carrascos (Pinus pinea y Pinus halepensis) y las encinas (Quercus ilex) configuran un gran espacio de vegetación característicamente mediterráneo donde se encuentran también grandes eucaliptos (Eucalyptus camaldulensis y Eucalyptus globulus).
Junto a la biblioteca, las adelfas (Nerium oleander) comparten espacio con las vallas de cipreses (Cupressus sempervirens), y cerca del palmeral se elevan, majestuosos, los álamos blancos (Populus alba). Los olmos (Ulmus pumila) y los cedros (Cedrus deodara) son otras especies arbóreas presentes en este parque.
En las pérgolas lucen las glicinas (Wisteria sinensis) y las buganvillas (Bougainvillea glabra).
Arte y arquitectura .-En uno de los extremos del estanque que hay en la gran plaza situada a la altura de las calles Tarragona y Aragó, la escultura Mujer y Pájaro de Joan Miró, de 22 m de altura, preside el gran espacio verde.

Está realizada con trencadís y se ha convertido en uno de los grandes referentes del parque.
Fue donada a Barcelona por su autor.
Historia .-El parque de Joan Miró es el primero que construyó el Ayuntamiento surgido de las primeras elecciones municipales democráticas, celebradas en 1976, y también el primero en el que se dio un nuevo uso a espacios urbanos con equipamientos obsoletos.
Situado en los terrenos que había ocupado el antiguo matadero de la ciudad, es un buen ejemplo del nuevo modelo de estrategia urbana iniciado con la democracia, basado en la dignificación de la periferia y la recuperación del centro de la ciudad. El nuevo planeamiento del espacio urbano hizo posible el progresivo crecimiento de un espacio público extenso y de calidad, del que este parque es una pieza emblemática.

Barcelona.- Parc Joan Reventós.-Sarriá
El parque de Joan Reventós es un parque público situado en el barrio de Sarrià , distrito de Sarrià – Sant Gervasi de Barcelona ( Cataluña ).
Es un espacio verde que dispone de dos accesos y cuenta con 20.091 metros cuadrados (dos hectáreas ) de vegetación autóctona, paseos y un área de juego infantil. Se construyó mayoritariamente durante el año 2008 y se inauguró el domingo 17 de mayo de 2009 .
Se espera que la zona ayude a conectar mejor el centro histórico de Sarrià con la Ronda de Dalt , como corredor.

El parque se sitúa alrededor de la Riera de les Monges, vía torrencial que recoge agua pluvial.
Por esta razón, se instaló un importante sistema de drenaje y depuración natural con colectores que conducen el agua en el centro de la ciudad.
En caso de grandes lluvias, existe una zona inundable que evita desbordamientos.
El proyecto final tuvo un coste de 5,7 millones de euros .
Pero ya está prevista una segunda fase en la que se abrirán dos nuevas entradas, se restaurará un puente para el uso público y se ganarán 6.000 metros cuadrados más de terreno.

Barcelona.-Jardines La Tamarita.-
Estos jardines son un buen lugar donde ir a descansar, a estar tranquilo lejos del ruido de la circulación, por otra parte bien próxima.
Es justo al otro lado de las vallas de piedra y hierro forjado que rodean el jardín, construidas para guardar un espacio que fue privado y que ahora es público.
Los jardines de la Tamarita están llenos de detalles de una gran delicadeza. Nada más entrar nos da la bienvenida un pequeño estanque semicircular alimentado por fuentes de pequeños surtidores, con plantas acuáticas y dos leones de terracota adormilados a ambos lados.
Detrás de él la filigrana de una cerca semicircular hecha con alambre, por donde sube hasta cubrirla del todo una trepadora de hojas menudas y muy verdes, la enredadera.

En la Tamarita, encontramos en todas partes espacios resguardados, discretos, protegidos por la sombra de un arbolado centenario y rodeados de vegetales, con pequeñas entradas que invitan a pasar y estar un rato sentado en un banco.
Son lugares frescos, como la fuente de las Granotes, en un extremo del jardín.
Hay copas de piedra, mármol y cerámica convertidas en fuentes; pavimentos y escaleritas hechas con losas de piedra natural y, repartida por todo el jardín, la sobria elegancia de las macetas ornamentales de terracota, con geranios y helechos.
Orden y naturaleza .- El eje principal del jardín está constituido por un pequeño paseo custodiado por estatuas alegóricas de América, África, Asia y Europa.
Se llega allí por caminos delimitados por un mirto denso y muy bien recortado en composiciones geométricas, debajo la sombra de grandes plátanos.

En el centro, en la plaza de los Quatre Continents, una fuente preside la ornamentación de esta parte de la Tamarita.
Arriba de todo, una cascada en forma de gruta hecha con piedra pómez y conchas, como las que había antes en el fondo de muchos patios, valla la parte clásica del jardín.
Al lado de este sector tan ordenado y de inspiración clásica y regular, hay otro más natural y espontáneo, situado en la parte posterior de la casa.
Un gran prado conduce hasta la zona más agreste del jardín, de pendiente importante, ya que está situada en el torrente del Frare Blanc.

Es sombría, fresca y de vegetación abundante y espesa. Se accede a ella a través de una pérgola ornamentada con enredaderas.
Entre el área de juego infantil y la entrada de los jardines, un camino permite pasear por el lecho del antiguo torrente, cuyos desniveles confieren a esta parte del espacio un gran efecto de espontaneidad.
Vegetación .- En los jardines de la Tamarita hay ejemplares vegetales, tanto arbóreos como arbustivos, francamente excepcionales.
Subiendo, a la derecha del paseo que constituye el eje central de los jardines, al comienzo del prado, hay un roble (Quercus pubescens) más que centenario.

Posiblemente el árbol más antiguo de este jardín. Aparte de la edad, llama la atención por una rama de medidas excepcionales, tanto por el espesor como por la largura y las ramificaciones, que nace casi al pie del árbol y se extiende muy cerca de tierra.
Tocando al edificio que hoy acoge la Fundación Blanquerna, hay dos tejos (Taxus baccata) enormes y, sobre todo, altísimos, ya que superan con creces los diez metros.
También son numerosos los cipreses (Cupressus sempervirens) y los plátanos (Platanus X hispanica) de grandes dimensiones.
En cuanto a los arbustos, merece la pena fijarse en los enormes laureles (Laurus nobilis) y en algunos pitósporos (Pittosporum tobira) que se acercan a los tres metros de altura, si no los superan.
Historia.- Cuando atravesamos la puerta de los jardines de la Tamarita entramos en una Barcelona que nos lleva los recuerdos de la burguesía que edificó sus mansiones en la parte alta de la ciudad y que las rodeó de jardines sosegados.

En este caso se trata de una finca de dos hectáreas perteneciente a la familia Craywinckel que a principios del siglo XX fue adquirida por el industrial del algodón Alfredo Mata. Edificó una casa señorial -hoy sede de la Fundación Blanquerna-rodeada de jardines, cuyo diseño se considera una de las primeras obras del arquitecto y paisajista Nicolau M. Rubió i Tudurí.
Mata construyó tres casas más para sus hijos en la parte alta de la finca, que actualmente no pertenece a los jardines.
Servicios Conservador/a del parque
Área de juego infantil
Mesas de ping-pong
Ciclo de música »Clásica en los parques» en verano
No está permitida la entrada de perros
No está permitido jugar al fútbol
No está permitido circular en bicicleta
El agua de las fuentes no es potable

Barcelona.-Parc Cervantes
La nota característica de este espacio verde es su extraordinaria rosaleda de 4 hectáreas que ocupa casi la mitad del parque.
Alberga cerca de 10.000 rosales de 220 variedades distintas, distribuidas en parterres en la parte sur de los jardines. Aquí se encuentran todas las variedades clásicas de rosales y las novedades introducidas en los diferentes concursos internacionales.
Desde el año 2001 la rosaleda de Cervantes es la sede del Concurso Internacional de Rosas.

Tras la llegada del otoño, los técnicos y profesionales del Ayuntamiento de Barcelona se encargan de cultivar los rosales que diferentes productores europeos envían para participar.
Se destinan 900 metros cuadrados del parque al concurso y se otorgan diferentes premios según el aspecto fitosanitario, estético y de fragancia.
Desde el año 2001, la Rosaleda de Cervantes acoge a principios de mayo el Concurso Internacional de Rosas Nuevas de Barcelona.
Este acontecimiento cuenta con tres espacios dentro de la Rosaleda: uno reservado a los rosales del concurso del año en curso, otro a los que concursarán al año siguiente -como se trata de un certamen de rosas vivas, hay que plantar los rosales un año antes y dos si son trepadores- y un tercer espacio con los rosales ganadores en las diferentes ediciones del concurso.

La vegetación del Parque de Cervantes es lozana, frondosa, sencillamente espectacular, con grandes árboles que determinan el paisaje y que se convierten en los grandes protagonistas.
De hecho, el parque son ellos, elevándose sobre los parterres de césped adornados con grandes masas de arbustos entre los que destacan las adelfas (Nerium oleander).
Una hilera de olmos de Siberia (Ulmus pumila) hace de frontera protectora en la larga fachada del parque que corre paralela a la avenida Diagonal.
En la zona próxima a la carretera de Esplugues, destacan las tipuanas (Tijuana tipu) y cuatro magníficos ejemplares de tilos (Tilia europaea), dos especies arbóreas que también encontramos en otras zonas del parque.

En la gran plaza central de sablón, los protagonistas son las acacias de Constantinopla (Albizia julibrissin), con un parterre con grandes encinas (Quercus ilex) en uno de los laterales de la plaza.
En este parque también encontramos pinos piñoneros (Pinus pinea) y pinos carrascos (Pinus halepensis), altísimos y con poderosas copas, así como grandes ejemplares del cedro del Himalaya (Cedrus deodara), del ciprés (Cupressus sempervirens y Cupressus macrocarpa) y del ciprés de Arizona (Cupressus glabra ‘Glauca’).
Los olivos (Olea europaea), que forman un grupo en el extremo de la punta de lanza que hace el parque al confluir la avenida Diagonal con la carretera de Esplugues, las acacias (Robinia pseudoacacia), los pimenteros falsos (Shinus molle), los árboles del paraíso (Melia azederach) y los castaños de Indias (Aesculus hippocastanum), así como algunos ejemplares de tuya gigante (Calocedrus decurrens) y árboles del corral (Erythrina crista-galli), son otras de las especies destacadas del total de 27 especies arbóreas que encontramos en el Parque de Cervantes.

Barcelona.-Passeig de Sant Joan
El Passeig de Sant Joan es una de las principales avenidas del Eixample de Barcelona. , Anterior a Ildefons Cerdá diseño de la nueva ciudad y se extiende desde el extremo inferior del Barrio de Gràcia hasta llegar al Arco del Triunfo plaza, donde se convierte en el Passeig de Lluís Companys antes de entrar en el Parc de la Ciutadella.
A diferencia de otros principales calles de Barcelona cuenta con tres secciones bien diferenciadas que se corresponden con los diseños clásicos principales de la calle: la parte superior es una Rambla (con un amplio tramo peatonal en el centro la sección media puede ser descrito como una vía (con un amplio camino carriles y aceras de ancho) y la sección inferior

Recientemente se ha convertido en un bulevar (con aceras amplias y calles estrechas de tráfico con un carril bici segregado en el medio).
El diseño y desarrollo de esta última sección fue objeto de mucho empujones y codazos político dentro de la Autoridad Local.
Parece que se han alineado a lo largo de sutiles líneas de fractura ideológica: el socialista-nacionalista-arquitectónico de efectivos facción parecía preferir una nueva Rambla sección transversal ….apto para grandes manifestaciones de fervor nacional, mientras que el ecologista socialista-landscape-facción parecía inclinado favorecer un bulevar sección transversal con amplios parterres y una sensación como el jardín.
Esta lucha por la forma en el espacio público está en la raíz misma de los orígenes de la Barcelona moderna, según lo descrito por Chris Ealham en su libro «El anarquismo y la ciudad», donde las fuerzas principales detrás de la creación de la ciudad que podemos ver hoy en día son esbozadas, el espacio central se reserva para el tránsito de vehículos a vapor, mientras que los espacios laterales se destinan a carruajes.

Las aceras, a lo largo de las fachadas, se dejaban para paseantes.
Hoy en día, el paseo de Sant Joan soporta un tráfico bien diferenciado: pocos vehículos y peatones desde el Arco del Triunfo hasta el cruce con la Gran Vía en la plaza Tetuán; y un tráfico constante de buses, coches particulares y viandantes desde la plaza Tetuán hasta Gràcia.
Además, esta vía acoge uno de los colectores principales de la estructura de saneamiento; las graves epidemias que vivió la ciudad y que significaron una alta mortalidad en la ciudad, llevaron a que Cerdà planteara una infraestructura de saneamiento que condujera el agua residual de manera subterránea para así mejorar las condiciones higiénicas de Barcelona.
El proyecto de renovación comprende el tramo del paseo desde el Arco del Triunfo hasta la plaza Tetuán. Este trayecto tiene una sección casi continua, que varía únicamente en la distribución de los carriles de tránsito: las aceras son de 12,50 metros y la calzada para vehículos es de 25 metros; el carril para bicicletas ocupa el centro de la calzada.

A partir de lo existente, la propuesta del despacho de Lola Domènech recogió 31.455 m² y planteó cuatro objetivos claros:
– Desarrollar un corredor verde: se amplían las aceras de 12,50 metros hasta 17 metros, se mantiene la arborización existente de grandes árboles centenarios y se añaden dos nuevas alineaciones de árboles de porte más pequeño que conforman ámbitos de sombra para las zonas de estadía y juegos.
De esta manera, el nuevo pasaje verde que llega al parque de la Ciudadela queda configurado por tres líneas de árboles.
Reducir y pacificar el tráfico: según análisis de tránsito, la calzada está sobredimensionada, así que se aprovecha la intervención para reducir el tramo a 17 metros, con un carril bus y uno de circulación para cada dirección. El carril para bicicletas se dispone de 4 metros y en el centro de la calzada.

Priorizar el espacio peatonal: los 17 metros de acera se organizan para acoger el tránsito peatonal y las zonas de permanencia. Así, se dejan 6 metros para los paseantes y los 11 metros restantes conforman las zonas de descanso, juegos infantiles y terrazas de bares; este espacio está delimitado por una franja de arbustos y por un sistema de pavimentos drenantes.
Los 2 metros situados en el límite de la acera se destinaron para colocar elementos de mobiliario urbano como paradas de autobús, cubos para la recogida de basuras, buzones de correo y teléfonos, entre otros.
Revitalizar la actividad comercial: con la nueva sección, se potencian las actividades vinculadas al paseo peatonal.
La proximidad de las zonas de permanencia a las fachadas de los edificios amplía el alcance de las plantas bajas hasta los 17 metros.
El paseo de Sant Joan atraviesa la ciudad de sureste a noroeste, desde el cruce con la ronda de Sant Pere en el Eixample hasta encontrarse con la travesera de Grácia en la parte más baja del distrito de Gràcia.

Barcelona.-Parc de l`Oreneta
El parque del Castell de l’Oreneta es un gran espacio forestal que se convierte en lugar de conexión con la sierra de Collserola, el acceso al bosque que penetra la ciudad. Se abrió al público en el año 1978 y conserva casi intacta la vegetación primigenia de tipo mediterráneo, con especies muy características de la cordillera de Barcelona
La vegetación es, en realidad, su principal atractivo, que configura un espacio sorprendente en la ciudad. Hay pinos carrasco, pinos piñonero, encinas y robles, envueltos de un sotobosque muy rico en arbustos como la retama, el acebo, el durillo, el madroño y el lentisco.
De estas dos últimas especies hay ejemplares centenarios.
También abundan las plantas aromáticas, como el tomillo, el laurel y la alhucema.
Una era y la estructura de la primera de una serie de albercas, hoy enterradas, que hace años sirvieron para regar, junto con la presencia de naranjos, nísperos, almendros, olivos y algún granado, nos recuerdan el pasado agrícola de gran parte de este espacio

Por todas partes, textos grabados en pequeños bloques de piedra nos cuentan la historia del parque y su vegetación.
Árboles catalogados.-Con los años, en el parque del Castell de l’Oreneta se han plantado nuevas especies, como el eucalipto, el ciprés, el cedro y el almez, que han contribuido a la frondosidad que caracteriza el espacio.

Destacan dos árboles, que, por su excepcionalidad, han entrado a formar parte del catálogo de árboles de interés local de Barcelona: un enorme eucalipto que encontramos, con la ciudad a sus pies, en una de las curvas del camino que lleva el nombre de esta especie arbórea, y un cerezo de Santa Lucia, que permanecerá en el parque por una cuestión de buen criterio medioambiental: donde está plantado tenía que pasar una calle, cuyo trazado se ha modificado para conservar dicho árbol tan magnífico.
Se haya cerca de las cuadras de los poneys, uno de los elementos más atractivos para los niños y las niñas que visitan el parque, junto con el tren en miniatura, del cual también disfrutan los mayores.
Cuando se va al parque del Castell de l’Oreneta, vale la pena planificar una salida festiva de día entero. Se trata de una excursión a un bosque dentro de la ciudad, donde la intervención municipal ha mejorado la red de caminos, ha creado zonas de descanso, áreas para el juego infantil –la más grande, con mesas de ping-pong– y zonas de ocio.

Barcelona.- Parc del Guinardó
Este parque es un espacio donde conviven la rusticidad del bosque con la elegancia de un jardín de arbustos recortados, donde el agua tiene un gran protagonismo. Es uno de los espacios verdes más extensos y con más contrastes de Barcelona. Abajo de todo, tocando a la calle, un niño juguetón hace girar su aro en medio de un mar de flores.
El parque del Guinardó tiene tres partes bien diferenciadas: una urbana, que constituye la antesala del gran espacio que ocupa esta zona verde, otra histórica y, arriba del todo, la frondosidad de la vegetación forestal.
Sus terrazas ajardinadas y los pinares convierten este lugar en uno de los espacios verdes más refrescantes y plácidos de la ciudad.
El parque urbano.-Es fruto de la remodelación realizada en la parte inferior del parque en el año 1977, en que fue ampliada y se enlazó con la plaza del Nen de la Rutlla, que es donde se encuentra la entrada principal del parque.

Está formada por terrazas situadas en diferentes niveles separadas por taludes con césped, árboles y arbustos.
Éste es un espacio que, por su proximidad a la calle, invita a sentarse en un banco para descansar un rato en él.
El parque histórico.-Está formado por un jardín frondoso de factura eminentemente rústica, que va ascendiendo por la montaña siguiendo el eje de un torrente mediante terrazas comunicadas por caminos y escaleras. Arriba de todo hay un lavadero desde donde se puede gozar de la primera de las magníficas vistas de Barcelona que pueden contemplarse en este parque
En la parte central de la subida hay pequeños muros de piedra surcados por pequeños canales por donde corre el agua que baja desde el lavadero, formando cascadas y llenando estanques.

El parque forestal .-De fuerte pendiente, está constituido por una importante arboleda que circunda la parte más alta de la zona histórica y va extendiéndose colina abajo.
Todo está lleno de caminos que se cruzan, donde es frecuente encontrar gente paseando, jugando con sus perros o yendo en bicicleta.
Hay espacio para todo el mundo.
Un lugar a tener en cuenta es el mirador de la Mitja Lluna, junto a la plaza del mismo nombre.
Como el parque es bastante empinado, éste es un buen lugar para los que prefieran visitarlo de bajada
Un espacio de altura .-Si la vista de Barcelona desde el mirador de la Mitja Lluna es bonita, la que se ve desde el mirador de Sant Joan no lo es menos. En días claros, alcanza desde Sant Pere Màrtir hasta Montjuïc y Montgat.

Como la altura en toda la zona forestal del parque es considerable, en verano es agradable estar allí al atardecer por su clima fresco, que invita a hacer una merienda-cena en la zona de picnic.
Vegetación .-En la parte urbana destacan los grandes pinos blancos y las tipuanas, que, en verano, se llenan al máximo de flores amarillas y, al caer, van cubriendo el suelo como una alfombra. Es tan bonita, que muchas veces los jardineros se resisten a barrerla. Los árboles del amor, las moreras, los olmos y los olivos son otros árboles que ornamentan esta zona del parque.
La zona histórica está llena de grandes vallas vegetales, muy bien recortadas, a ambos lados de los caminos. Son abundantes los arbustos, como el pitósporo, el laurel y la adelfa, y las plantas aromáticas, como el romero y el espliego. También hay muchos algarrobos, cipreses, cedros, mimosas y encinas, la mayoría de grandes dimensiones
Por los pequeños canales por donde corre el agua podemos encontrar una especie vivaz de flores rojas muy ornamentales y poco frecuente en Barcelona, Lobelia laxiflora, y en las plazoletas que se encuentran por la montaña, sóforas, mimosas siempre en flor y naranjos amargos.
Arriba de todo se abre un bosque espeso, muy natural y espontáneo, con pinos blancos y en algunos lugares también cedros, y un sotobosque muy mediterráneo.

Arte y arquitectura .-Al principio de la zona histórica del parque, hay uno de los manantiales más populares del barrio: la fuente del Cuento. Debe su nombre al hecho de que normalmente manaba poco, y la gente, mientras se esperaba para recoger agua, iba charlando y explicando cuentos. Por los alrededores de la fuente también solía haber parejas, y por ello se decía que era una fuente con mucho cuento.
Entre la avenida de la Verge de Montserrat y la entrada del parque hay una plaza con la escultura más popular del barrio del Guinardó: la del Nen de la Rutlla, que da nombre a la plaza. Se trata de un bronce de Joaquim Ros i Bofarull del año 1961.
Entre la avenida de la Verge de Montserrat y la entrada del parque hay una plaza con la escultura más popular del barrio del Guinardó: la del Nen de la Rutlla, que da nombre a la plaza.
Se trata de un bronce de Joaquim Ros i Bofarull del año 1961.
Historia .-Barcelona goza de este parque gracias a las reservas de suelo que se establecieron a principios del siglo XX.
Se trata de una finca encarada al mar, que en el año 1910 pasó a ser propiedad municipal.
Lo primero que se construyó fue la parte histórica, obra de Jean-Claude-Nicolas Forestier en colaboración con Nicolau M. Rubió i Tudurí.

Barcelona.-Jardines de Can Sentmenat
Los Jardines de Can Sentmenat se encuentran en el Distrito de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona. Se trata de los jardines del Palacio de los Marqueses de Sentmenat, construido en 1779, que actualmente acoge a EINA, Centro Universitario de Diseño y Arte de Barcelona. Fueron abiertos al público en 1995 tras una restauración efectuada por Patrizia Falcone.
En este terreno había una masía del siglo XIV, el Mas Teixidó. En el siglo XVII fue adquirida por los marqueses de Sentmenat, que en 1779 construyeron el palacio, de estilo neogótico, obra de Andreu Bosch

En 1960 los Sentmenat alquilaron el palacio al cónsul de Francia, hasta que en 1974 lo vendieron a una inmobiliaria. Sin embargo, el Ayuntamiento de Barcelona se interesó por la preservación de este patrimonio arquitectónico y artístico, y tras llegar a un acuerdo con el promotor adquirió la finca en 1992. En 1994 alquiló el palacio a la escuela superior de diseño EINA por 35 años, que abrió sus puertas tras una restauración del edificio efectuada por los arquitectos Miquel Espinet y Antoni Ubach.
También se añadieron entonces unas gárgolas elaboradas por Sergi Aguilar y un mural en la entrada del palacio, obra de Albert Ràfols Casamada.
Los jardines se estructuran alrededor del palacio: frente a la fachada delantera hay unos jardines de estilo clásico afrancesado, con un estanque circular rodeado de parterres de broderie, y un paseo jalonado de estatuas que hacen referencia a los blasones heráldicos de varias familias emparentadas con los Sentmenat. En la parte posterior había unos jardines de estilo romántico con una cascada artificial, diluidos hoy en día en la zona forestal que se abre a la sierra de Collserola.

Las estatuas representan siete linajes con lazos con los Sentmenat: los Jordán de Urríes, Sarriera, Osorio, Despujol, Patiño y Ciutadilla, además del suyo propio. Son figuras femeninas con distintos atributos relativos a los blasones de cada linaje, de izquierda a derecha: Sarriera, una chica con un pecho descubierto y un pez a los pies; Sentmenat, una mujer con la corona de marqués y el escudo de armas de la familia; Ciutadilla, una chica con un perro; Patiño, una chica con un pato; Jordán de Urríes, una chica cubierta con una túnica; Osorio, una chica con un osezno; Despujol, una chica con una palma. Las esculturas de Ciutadilla y Patiño están decapitadas, y la de Osorio tiene la cara desfigurada por golpes.
Ciutadilla, una chica con un perro; Patiño, una chica con un pato; Jordán de Urríes, una chica cubierta con una túnica; Osorio, una chica con un osezno; Despujol, una chica con una palma. Las esculturas de Ciutadilla y Patiño están decapitadas, y la de Osorio tiene la cara desfigurada por golpes.
Las esculturas son de cerca de 1955, y están atribuidas —sin plena certeza— a Joaquim de Sentmenat i Sarriera, octavo marqués de Sentmenat. En la parte posterior del palacio queda el resto de una escultura de una chica desnuda sentada en el suelo, de la que solo quedan las nalgas, los pies y una mano, sobre un pequeño pedestal; está firmada J. de Sentmenat,

Entre las especies presentes en el parque se hallan: el tilo (Tilia x europaea), la acacia (Robinia pseudoacacia), el sapindo de China (Koelreuteria paniculata), el cedro del Himalaya (Cedrus deodara), el ciprés de Lambert (Cupressus macrocarpa), el tejo (Taxus baccata), la tuya oriental (Thuja orientalis), la palmera de Canarias (Phoenix canariensis), la palmera datilera (Phoenix dactylifera), el palmito (Chamaerops humilis), el palmito elevado (Trachycarpus fortunei), la palmera washingtonia (Washingtonia robusta y Washingtonia filifera), la buganvilla (Bugainvillea sp.), la enredadera de alambre (Muehlenbeckia complexa), la parra virgen (Parthenocissus quinquefolia), el pino carrasco (Pinus halepensis), la encina (Quercus ilex),
el madroño (Arbutus unedo), el acebillo (Ruscus aculeatus), la zarzaparrilla (Smilax aspera), la madreselva (Lonicera implexa), el lentisco (Pistacea lentiscus), la jara blanca (Cistus albidus) y la esparraguera de bosque (Asparagus acutifolius).

Barcelona.-Pedregar de Bellaterra.
En el Vallés Occidental, a apenas 20 minutos de Barcelona, se encuentra «el Pedregar de Bellaterra» un amplio espacio en el que la naturaleza y el arte se combinan a la perfección. El «Jardín de Esculturas» ocupa este Espacio natural dominado por enormes rocas de granito, árboles variados y poderosos. Un lugar en el que cada escultura ha ido ocupando su espacio natural, granito y acero coexisten a la perfección con la madera, el hierro forjado y el color.
Un conjunto escultórico cuyos cambios de luz intensifican las sombras, potenciando los matices cromáticos y resaltando los perfiles. Una obra que juega constantemente creando sombras que alteran la visión de conjunto de las esculturas representadas.
Es el resultado que se consigue fusionando la belleza natural y la materialización plástica de una idea .

Ese extraño paraje, un paraíso, no deja de recordarnos que estamos en la civilización y que podemos escuchar los ruidos de la cercana carretera.
Un parque museo que cuenta con un restaurante cuya decoración aporta un aire romántico a las celebraciones.
Un lugar en el que se puede pasear por caminos estrechos que nos conducen a una pagoda china o perderse entre las esculturas blancas de formas imposibles. Es uno de los principales alicientes de este jardín que no goza por ser demasiado conocido. En este parque tan singular se respira una extraña atmósfera es como un pastiche en el que se han intentado mezclar diversos estilos y el resultado ha sido espectacular porque en cada piedra o sombra se respira cultura.

Grandes jardines con fuentes y saltos de agua, arcos de mármol de Carrara en el Lago del «Trèvol de l´Amor»y más de 50 esculturas al aire libre firmadas por artistas de la talla de Subirachs, Crespo Rivera,Vicente Larrea, Vasallo,Charles Collet o Perceval entre otros.
Completan la visita un pequeño mini zoo con conejos, pavos reales, gallinas sedosas de Japón, gallos y tortugas.
Un precioso parque lleno de rincones preciosos para disfrutar haciendo fotos de sus estanques y plantas perfumadas, en plena floración, y capturar sus colores.

Barcelona.-Jardins Palau de les Heures
El Palau de les Heures («palacio de las hiedras» en catalán), también conocido como Casa Gallart, es un palacio situado en el distrito de Horta-Guinardó de Barcelona. Fue construido entre 1894 y 1898 por el arquitecto Augusto Font Carreras. Actualmente es sede de la Fundación Bosch i Gimpera de estudios universitarios de posgrado, y está integrado en el Campus de Mundet de la Universidad de Barcelona.
El palacio se halla al sur de la colina Turó de la Maria, en la sierra de Collserola, a lado del camino que ascendía a la ermita de Sant Cebrià. Antiguamente se encontraba en su terreno la masía de Can Duran, propiedad de Jaume Martí Codolar. En 1893 fue adquirida por Josep Gallart Forgas, un indiano enriquecido en Puerto Rico, que encargó la construcción del palacio a Augusto Font Carreras. Este arquitecto construyó un edificio inspirado en la tipología del château francés, con cuatro torres cilíndricas rematadas por picos cónicos y una linterna en su parte central, con semisótano y tres plantas. La fachada está presidida por una terracota con una alegoría de Las Hiedras, de Josep Campeny

El palacio se encuentra en lo alto de un promontorio al que se accede a través de una serie de terrazas ajardinadas, con rampas y balaustradas elaboradas al estilo del jardín italiano renacentista.
Los jardines, diseñados por Adrià Piera, se estructuran en cada nivel alrededor de unos estanques centrales con surtidores de agua, y en el espacio circundante se sitúan unos parterres de broderie rodeados de especies arbóreas como palmeras, magnolias y castaños de Indias. Hay también rosales y macetas de terracota con geranios.
Los jardines fueron restaurados en 1999 por Patrizia Falcone y abiertos al público

Barcelona.-Jardins del Turó del Putxet
Elevados en la cima del Turó del Putxet, estos jardines abiertos a los cuatro vientos constituyen uno de los miradores más privilegiados de Barcelona. Eso, junto con una vegetación abundante y variadísima en especies (algunas muy poco frecuentes) y los lugares resguardados de descanso, confiere a este espacio verde una gran personalidad.
El Putxet es una pequeña montaña de 178 metros de altitud que se extiende entre Vallcarca y Sant Gervasi. Aunque hay noticias de la existencia de una capilla en el siglo XVII, los primeros vestigios de poblamiento conocidos deben situarse hacia 1870, cuando la burguesía barcelonesa empezó a construir torres para trasladarse allí a causa de las condiciones urbanas del casco antiguo. Los terrenos formaban parte de la antigua finca Torre Espanya, propiedad de la familia Morató. En 1917 fue incluida en la planificación de zonas verdes, que reservaba las colinas de la ciudad como espacios naturales. Con el tiempo, sin embargo, se fue urbanizando. Cuando en 1970 el Ayuntamiento expropió los terrenos que ocupan los actuales jardines, el antiguo bosque mediterráneo original se había convertido, desde el primer tercio del siglo XX, en un espacio yermo explotado como cantera. Contribuyó a ello de manera importante el uso como combustible que se hizo durante la Guerra Civil de la madera del pinar que había en lo alto de la colina.

Tanto por la variedad de plantas como por su situación, se podría decir que el Turó del Putxet es un bosque ordenadamente ajardinado. Las características del terreno hacen que la vegetación, muy rica en especies arbóreas y arbustivas, esté sobre todo situada en grandes parterres ataludados que van bajando por la colina, enmarcando los caminos que cruzan este espacio verde. Hay una buena proporción, entre coníferas y frondosas, y en los parterres más soleados hay masas arbustivas muy espesas, así como especies vivaces y de temporada.
La vegetación de los jardines va cambiando con la altura, ya que cuanto más arriba, más pobre es el suelo de plantación. No obstante, eso no significa en absoluto que la vegetación pierda calidad. Buen ejemplo de ello son las excepcionales y altísimas coníferas que encontramos principalmente hacia la mitad superior de los jardines, que permiten disimular las paredes verticales de la antigua cantera. En esta parte también destacan los pinos blancos, los pinos piñoneros, los cedros del Himalaya, las encinas y los olivos. A medida que vamos bajando, encontramos mimosas, cinamomos y acacias. También encontramos pimenteros falsos y algún árbol del paraíso.

En las plazoletas hay, sobre todo, tipuanas, sóforas, almeces, algunos plataneros y palmeras, bastante abajo, hacia la entrada del jardín, donde destacan unos cuantos ejemplares de palmito, yuca y cupresáceas. En cuanto a la rareza, destacan sobre todo los arbustos, con especies tan poco frecuentes como la verdolaga seca, la lobelia, el senecio, la celosa, la salvia microfilia, de aroma mentolado, y el jazmín español, un arbusto tapizante que abunda en este jardín que en invierno se llena de flores amarillas.
A pesar de la marcada inclinación del terreno, lo cierto es que estos jardines son un buen lugar para pasear, y son muy frecuentados por el vecindario del barrio del Putxet i el Farró (donde están situados) para cruzarlo, ya sea hacia arriba o hacia abajo, evitando el tráfico mientras disfrutan de la frondosa vegetación.
Estos jardines son mucho más accesibles de lo que en principio puede parecer, ya que los caminos sin obstáculos abundan más que los tramos de escaleras. Salvo el acceso a la parte más alta de la colina, los jardines se pueden cruzar de punta a punta sin pisar ni un peldaño.
Desde marzo del 2011, los jardines han incrementado su superficie con la incorporación al parque de una nueva área ajardinada de 1,2 hectáreas. Por tanto, los jardines han crecido hasta llegar a las 5,2 hectáreas de espacio verde, que han añadido nuevas vistas de la ciudad y el mar a las magníficas panorámicas que ya ofrecían.
La ampliación ha ordenado esta parte del parque en diferentes niveles o terrazas. Estas están interconectadas por rampas bordeadas de las áreas ajardinadas. La reorganización del espacio ha permitido abrir una nueva área de juegos infantiles, un espacio de pícnic con mesas y una nueva zona para perros.

Barcelona.-Parc de l´Estaçio del Nord
El parque de la Estación del Norte (en catalán, Parc de l’Estació del Nord) se encuentra en los terrenos aledaños a la estación de autobuses del mismo nombre, en el Distrito del Ensanche de Barcelona. Fue creado en 1988 con un proyecto de Andreu Arriola, Carme Fiol y Enric Pericas. En 1999 fue ampliado por Patrizia Falcone.
En los terrenos del parque hubo desde 1862 una estación ferroviaria llamada Estación de Zaragoza. En 1878 la estación pasó a llamarse Barcelona Norte, al ser absorbida por la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España. En 1912 se construyó una nueva fachada en estilo modernista, obra de Demetrio Ribes. En 1941 la estación se integró en la nueva Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE), y pasó a llamarse Estación Barcelona-Vilanova, aunque conservó su denominación anterior a nivel popular. En 1972 el Ministerio de Obras Públicas clausuró la estación y trasladó todas las líneas a la Estación de Francia. Tras un tiempo en desuso, en 1983 el Ayuntamiento compró a RENFE los terrenos —un total de 57 757 m2—, y reconvirtió la estación en una terminal de autobuses, actualmente una de las más importantes de Cataluña en cuanto a viajeros y conexiones nacionales e internacionales. Sin embargo, una parte de sus terrenos siguió en desuso y en estado de semiabandono, hasta que con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 se acondicionó un polideportivo para albergar las competiciones de tenis de mesa. Con tal motivo se remodeló el edificio de la estación, y se creó un cuartel de la Guardia Urbana, al tiempo que la zona oriental del recinto se dedicó a parque público, inaugurado en 1988 con un proyecto de Andreu Arriola, Carme Fiol y Enric Pericas. Por otro lado, en otros terrenos de la estación se crearon el Teatro Nacional de Cataluña (1996) y el Auditorio de Barcelona (1999), en la zona noroeste del recinto.

El parque se estructura en dos niveles: accediendo por la calle Lepanto se halla un nivel inferior donde se encuentran un área para perros y una zona de juegos infantiles, así como el Monumento a Juan Pablo Duarte, obra de Félix Tejada; tras pasar bajo un puente que cruza la calle Marina y subir una ligera pendiente se accede a una zona más elevada, que es la parte principal del parque, situada frente al edificio de la estación. Aquí destacan dos esculturas integradas con la naturaleza, al estilo del land-art: Cielo caído y Espiral arbolada, de Beverly Pepper. La primera parece una ola gigante que surge de la vegetación del parque, elaborada en cerámica de color azul de varias tonalidades con la técnica gaudiniana del trencadís, con la ayuda del ceramista Joan Raventós; la segunda tiene forma de tronera de piedra, rodeada de tilos. La misma artista diseñó los elementos de iluminación del parque, unos monolitos de hierro de cuatro metros de altura, con unos tirabuzones en su parte superior; y también los bancos, elaborados con piedra artificial, y que parecen piezas de ajedrez.2 El resto del parque alterna zonas de césped con espacios arbolados, en los que destacan las acacias y los cipreses. El recinto del parque acoge también el Campo municipal de fútbol Fort Pienc.

Entre las especies presentes en el parque se hallan: el pino piñonero (Pinus pinea), el chopo (Populus nigra italica), el álamo blanco (Populus alba «Nivea» y Populus alba «Pyramidalis»), el chopo del Canadá (Populus x canadensis y Populus x canadensis «Pyramidalis»), el tilo (Tilia tormentosa), la encina (Quercus ilex), el ciprés de Lambert (Cupressus macrocarpa), el tamarisco (Tamarix gallica), el madroño (Arbutus unedo), el pitosporo (Pittosporum tobira), el durillo (Viburnum tinus), la retama (Spartium junceum), el almez (Celtis australis), la acacia de Japón (Sophora japonica), la falsa acacia (Robinia pseudoacacia) y la mimosa de las cuatro estaciones (Acacia retinodes).
Textos y fotografías propias y bajadas de Internet