Sevilla.-Albizia procera                                                                                                                                            Albizia julibrisin OMBRELLA

CARACTERES BIOLOGICOS FUNDAMENTALES

Los árboles como seres vivos que son nacen a partir de una semilla o un esqueje. Crecen y se hacen adultos, producen flores y frutos portadores de nuevas semillas para la reproducción de la especie. Después envejecen, se debilitan y acaban por morir inexorablemente. Es ley de vida de la naturaleza. Los individuos mueren, pero la vida continua.

. Aunque algunos árboles mueran muy viejos, los árboles no son eternos. Un paisaje no es nunca estable, estático. El dinamismo de la vida lo transforma sin cesar.

Aun cuando nos movemos próximos al mundo de lo autóctono, no debemos olvidar el elevado número de especies que podemos utilizar dentro del diverso y amplio abanico edáfico y climatológico en el que nos movemos, especialmente en lo que se refiere a las especies mediterráneas y subtropicales de marcado carácter xerofítico, que no se cultivan en las principales regiones productoras de arbolado ornamental.

LA LUZ FUENTE DE ENERGIA VITAL

Los árboles demandan energía aportada por la luz para desarrollar la síntesis de sus moléculas biológicas complejas a partir del agua y el dióxido de carbono. Nos referimos a la fotosíntesis en la que juega un papel importante y esencial la clorofila.

EL AGUA

El agua es una molécula base para la fotosíntesis. La cantidad de suelo disponible explotado por las raíces juega igualmente un papel importante y debemos evitar la concurrencia de raíces en el mismo suelo, buscando la misma agua.

LOS TEJIDOS VIVOS

Los tejidos vivos de los árboles se sitúan justo debajo de la corteza. Cada año el crecimiento crea nuevos tejidos, los antiguos se transforman en madera, la madera es un tejido muerto. Es por ello que los golpes, las heridas superficiales son graves ya que los tejidos vivos se encuentran en la superficie.

La madera siendo un tejido muerto no puede resistir la pudrición. Las podas severas de las ramas o de las raíces son heridas graves, introducen parásitos para la pudrición. La muerte programada del árbol se inicia. Transcurre generalmente un tiempo bastante largo entre la herida y la expresión clínica del debilitamiento, pero al final aparece.

LAS ENFERMEDADES

Como todos los seres vivos los árboles tienen enfermedades. Con frecuencia plagas y epidemias que se transmiten de un árbol a otro por diversos vectores.

Estas son causadas por seres vivientes, en general son específicas.

Luchar contra las enfermedades es de antemano es situar los árboles en el mejor emplazamiento posible (luz, tierra, agua, poca densidad, etc.…)

Lo es también plantar especies diferentes y utilizar la biodiversidad a la hora de elegir las especies a plantar…

 

 

Sevilla.-Pinus pinea en calle Inca Garcilaso                                                                                                     Ligustrum japonicum dfol var. en calle Torneo

LA DEMOGRAFIA

En las plantaciones de árboles de las ciudades todas las edades están representadas. Cada año los “nacimientos” deben compensar los “fallecimientos”. El gasto debe prevenir la renovación, abatiendo árboles viejos y dejando sitio para acoger a árboles jóvenes.

LA ECOLOGIA DE LOS ARBOLES EN LA CIUDAD

La ciudad, el medio ambiente urbano crea un biotopo, un medio de vida específico. La ciudad es un nicho ecológico. Contrariamente a lo que se dice, la ciudad constituye en numerosos casos un biotopo favorable a la expansión de numerosas especies vegetales o animales.

Debemos evitar las concurrencias, fijando las distancias de plantación en previsión del desarrollo final del árbol.

Plantar un árbol sin concurrencia con otros árboles, le facilitará la luz que precisa teniendo en cuenta que el medio urbano es más luminoso por la reflexión de los edificios. La iluminación nocturna aporta luz suplementaria.

Debemos evitar la densidad demasiado fuerte para evitar debilitamientos, decaimientos y enfermedades.

EL CALOR

En la ciudad el microclima es más cálido que en el campo circundante.

El calor se acumula en el día por las masas minerales (edificios, pavimentos) y es restituido por las noches frescas.

Podemos localmente disponer de biotopos urbanos muy cálidos (islas de calor). Debemos escoger especies adaptadas a estos biotopos particulares. La sombra de los árboles impide que se recaliente el suelo, con la evaporación de agua absorben energía y producen frescor, la energía solar es absorbida y almacenada dentro de la materia vegetal.

EL AGUA

La ciudad modifica en forma positiva y negativa los recursos de agua de los árboles.

Ejemplos: La impermeabilización del suelo no favorece la infiltración del agua.

Sevilla.-Acca sellowiana en Plaza de Santa Cruz                                                                              Ficus rubiginosa var.australis en La Herradura.-Granada

 

LA POLUCION ATMOSFERICA

Después de varios estudios durante muchos años ha sido probado que el dióxido de azufre SO2 no es el responsable de las “lluvias ácidas”, atribuyéndose el debilitamiento de los árboles a ciclos de años secos. Las emisiones de este pululante no cesan de disminuir por un control de los emisores.

Los óxidos de nitrógeno (NO y NO2) no son tóxicos para las plantas. Estos pululantes son peligrosos para la salud humana (Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas Sección Bosques, Nancy).

El ozono O3 se forma por recombinación de hidrocarburos no quemados y de óxidos de nitrógeno, bajo la influencia de rayos ultravioletas. Pululante que aparece en verano, durante los fuertes calores, los episodios críticos son de corta duración.

La fitotoxicidad del ozono está comprobada. Sin embargo, no ha sido comprobada en alineaciones urbanas.

Las medidas de control de la circulación del automóvil, actuales y futuras deberán permitir un control de las emanaciones por bajo de los umbrales de la toxicidad para el hombre y para las plantas durante los periodos críticos.

La polución del aire más que a los árboles es una calamidad contra la cual conviene luchar, ya que amenaza la salud de los ciudadanos.

El debilitamiento de los árboles lo tenemos que buscar en otras causas (compactación, densidades,

falta de agua, suelo, podas, etc.…) El asfalto puede jugar el papel de “impluvium” concentrando las aguas de lluvia. Las fugas de las redes de agua potable y alcantarillados contribuyen a la rehumidificación del subsuelo urbano.

Los baldeos y limpiezas de calle con agua contribuyen así mismo a mejorar el balance hídrico, filtrándose en grietas del suelo. El riego artificial será necesario los dos o tres primeros años de la vida del árbol, hasta que, con las raíces abundantes, el árbol llega a ser autónomo.

Los árboles fijan muchas toneladas de agua.

Sevilla.-Sizygium cumini  en la Expo                                                                                                Sevilla.-Paseo Marques del Contadero.-antes de la reforma.Tipuana tipu y Phoenis dactilifera

EL DIOXIDO DE CARBONO Y EL OXIGENO

La tasa de CO2 en la atmósfera es débil, el contenido aumenta a través de los años. Este aumento es favorable para el crecimiento de los árboles, no perjudica ni a los animales ni al hombre.

El CO2 participa al efecto invernadero, es decir a la captura de los rayos infrarrojos que producen calor en la atmósfera terrestre.

Desarrollando sus plantaciones las ciudades de forma marginal se unen a la lucha contra el efecto invernadero.

Si la población de árboles está en desarrollo, el stock neto de carbono inmovilizado aumenta, lo que reduce así mismo el carbono del aire.

La metáfora del espacio verde “pulmón de la ciudad” debe ser interpretada en su dimensión psicológica en la actualidad.

Por el contrario, si es verdad que los espacios verdes no generan ninguna polución de aire, contrariamente a otros espacios urbanos.

LOS HERBICIDAS

El uso no controlado de herbicidas sobre los terrizos y arcenes o en los mismos alcorques de los árboles entraña a veces la mortandad de numerosos árboles.

Hoy en día, respetando ciertas reglas simples (empleo de herbicidas sistémicos que no envenenan el suelo), es posible eliminar las hierbas sin alterar la buena salud de los árboles de alineación. De todos modos, debemos ser cautos en su aplicación. Otros sistemas de eliminación de hierbas por calor vienen utilizándose.

Las desbrozadoras deben sustituir a los insecticidas, colaborando con la naturaleza.

EL ESPACIO SUBTERRÁNEO Y AÉREO

Es el principal problema para el desarrollo de los árboles en la ciudad, en una ciudad hay casas, calles, boulevares, fábricas, industrias, etc… En el subsuelo numerosas redes de servicios públicos. Los progresos tecnológicos se acompañan frecuentemente con colocación de nuevas redes (cables, fibra óptica, teléfono, electricidad, gas, agua, alcantarillado, etc.…)

La planificación urbana debe prever la reserva de espacios aéreos y subterráneos necesarios para el desarrollo de los árboles.

En los cascos antiguos los márgenes de maniobra son más reducidos.

La reurbanización de los barrios antiguos o recientes deberán reservar los espacios para futuras plantaciones. Debe existir una cohabitación entre los árboles y los servicios.

Es necesario un protocolo entre la Administración y las empresas concesionarias con voluntad de cooperación para resolver los problemas que se plantean cotidianamente. Las técnicas modernas posibilitan muchas soluciones.

Los suelos de la ciudad generalmente están alterados, será necesaria la aportación de sustratos adecuados para las nuevas plantaciones.

Brisbane.-Jacaranda mimosaefolia

EL AUTOMOVIL

La cohabitación del árbol y el automóvil es posible. El equilibrio se encuentra cuando la buena medida es considerada.

Las medidas de control de la circulación automovilística deberán ser tomadas dentro del marco legal, aparcamientos sin compactar suelos, suelos permeables, choques contra la corteza de los árboles, hiriendo tejidos vivos, accidentes sobre árboles, etc.… hace falta proteger a los árboles, principalmente a los más jóvenes.

En la ciudad hay constantemente obras, esto es parte de su vida y su desarrollo. En la medida de lo posible, los trabajos u obras no deben deteriorar los árboles.

El desarrollo de acciones pedagógicas hacia las empresas y concesionarios deben llevarse a cabo.

Todos estos problemas pueden ser superados cuando los árboles son considerados al mismo tiempo que el conjunto del proyecto urbano.

LAS PODAS

Cualquier poda es una agresión al árbol. Las podas severas y repetitivas son la peor miseria que deben soportar los árboles, tanto si son suaves como severas, son una mutilación. Son la puerta abierta a las podredumbres y a las enfermedades. Los árboles pierden su dignidad.

Escuchamos decir con frecuencia que la poda de los árboles es una buena cosa, que es favorable para el desarrollo del árbol, a la inversa de lo que es verdadero.

Las podas agotan a los árboles, disminuyen su duración. Los árboles podados son más peligrosos. Las podas son costosas y embarazosas para el ciudadano y la circulación.

Las tenemos que ejecutar como un mal necesario cuando:

  1. La especie no ha estado escogida en función del espacio disponible.
  2. Cuando la densidad de la plantación es demasiado elevada.
  3. Cuando lo aclareos no han sido practicados estando en situación de sobreintensidad.

CONCLUSION

Los árboles pueden encontrar en la ciudad un biotopo adaptado a su buen desarrollo y su larga vida, si disponen de luz y espacio, si están plantados en un buen hoyo con distancia y amplitud suficiente, si son protegidos y conservados conforme a técnicas arbóreas modernas y si son elegidos adecuadamente.

Hay que rehusar el discurso catastrofista sobre la polución que hace de la ciudad un rincón imposible para los árboles. Las poluciones principales de la ciudad no son tóxicas para los árboles, sí para los ciudadanos.