Parc del Laberinto d´Horta.-Finca de la familia Desvalls

El parque del laberinto de Horta (a veces denominado también jardines del Laberinto de Horta) es un jardín histórico en el distrito de Horta-Guinardó de Barcelona, el más antiguo que se conserva en la ciudad.

Ubicado en la antigua finca de la familia Desvalls, cerca de la sierra de Collserola, el parque incluye un jardín neoclásico del siglo XVIII y un jardín romántico del siglo XIX.

Las obras se iniciaron en 1791 cuando Joan Antoni Desvalls i d’Ardena, sexto marqués de Llupià, propietario del terreno, creó el diseño de un jardín neoclásico con la colaboración del arquitecto italiano Domenico Bagutti.

La ejecución de las obras corrió a cargo de Jaume y Andreu Valls que supervisaron los trabajos.  y del jardinero francés Joseph Delvalet.

A mediados del siglo XIX, los descendientes del marqués ampliaron el parque, bajo la dirección del arquitecto Elies Rogent, por el lado del torrente d’en Pallós, con un jardín romántico con parterres, plazas, grandes árboles y una cascada.

Además, se añadió al jardín neoclásico un canal de agua entre la terraza superior y la intermedia.

En 1880 se creó un jardín doméstico al lado del palacio Desvalls.

A finales del siglo XIX, esta finca se convirtió en el escenario de veladas sociales y culturales con representaciones de teatro al aire libre.

Laberint_d’Horta_-_Templete de Danae y Laberinto

En 1969 la familia Desvalls entabló negociaciones con el Ayuntamiento de Barcelona para la venta de la finca. Para ellos el mantenimiento de la propiedad era costoso y no podían sacarle otro rendimiento, ya que la finca estaba calificada como parque urbano en el Plan Comarcal de 1953. Se estableció el valor de la propiedad en 70. 691 000 pesetas, para cuyo pago se acordó una permuta con un terreno de valor similar situado en Pedralbes. Este terreno, de 9.265 m², se encontraba entre la avenida del Generalísimo Franco (actualmente Diagonal), la plaza de Pío XII, la avenida de la Victoria (actualmente Pedralbes) y la calle del Doctor Ferran. El acta notarial fue firmada por ambas partes el 17 de enero de 1968.

Una circunstancia a tener en cuenta respecto a su actual pervivencia es el hecho que su propiedad se haya mantenido en la misma familia hasta bien avanzada la década de 1960, concretamente en 1969, es cuando pasa a manos del Ayuntamiento de Barcelona. A esta circunstancia también se le ha de añadir la de su ubicación, al pie de la Sierra de Collserola, lejos de los planes de desarrollo urbanístico de la ciudad y, por tanto, protegido de la acción destructiva y de la presión inmobiliaria de las empresas constructoras de la ciudad. Ambos aspectos han constituido la mejor garantía de su salvaguarda.

Durante los dos años siguientes, el director de Parques y jardines de Barcelona, Joaquim Casamor, restauró el jardín para su reapertura. Algunos de los trabajos llevados a cabo fueron: limpiar y dragar minas, construir muros, vallas y canalizaciones de riego, instalar una red de alumbrado, servicios públicos y mobiliario urbano, delimitar el parque urbano, reconstruir las obras arquitectónicas y rehabilitar el laberinto y demás especies vegetales. El escultor Josep Miret restauró algunas estatuas, mientras que el ceramista Josep Brossa reparó las balaustradas y los jarrones del jardín. El alcalde José María de Porcioles inauguró el nuevo parque el 18 de marzo de 1971, con la asistencia de Luis Desvalls y Trías, IX marqués de Alfarrás.

La excesiva afluencia de visitantes a partir de los años 1970 ocasionó la degradación de diversos elementos vegetales y ornamentales, motivo por el cual el Ayuntamiento encargó en 1994 a la arquitecta italiana Patrizia Falcone una nueva restauración del parque. Se plantaron un total de 80. 264 plantas de 75 especies distintas y se recuperó el circuito hidráulico original. En el jardín romántico se creó un circuito cerrado para reaprovechamiento del agua. La restauración costó ochenta millones de pesetas, sufragados con fondos de la Unión Europea. El 25 de septiembre de 1994 el alcalde Pasqual Maragall reinauguró el parque.

Laberint_d’Horta_Jardin de los bojes

Resultado de su amplia restauración en 1994, transformó su concepción a la categoría de jardín museo,

El parque es un jardín-museo con un número de visitantes limitado (máximo 750 personas al mismo tiempo), para preservar el ámbito natural y las estructuras del área.

El palacio Desvalls acoge desde 1993 el Centro de Formación del Laberinto de Horta, un instituto municipal especializado en jardinería y paisajismo. En él se imparten cursillos para aficionados a la jardinería, pero también formación continuada para profesionales del sector. El centro organiza también cursos monográficos dedicados a diversas especialidades, así como charlas y jornadas técnicas. También acoge una biblioteca formada por más de tres mil volúmenes, además de suscripciones a una treintena de revistas especializadas.

El parque del Laberinto es uno de los más ricos de la ciudad en cuanto a diversidad biológica: según el ornitólogo Xavier Batllori, es «el mejor y más estable de la ciudad». [69] En 2014 el Ayuntamiento de Barcelona lo declaró, junto a los jardines de la Tamarita, como «refugio de fauna y flora», dentro del Plan por la biodiversidad promovido por el consistorio para la protección del medio ambiente. El objetivo es integrar estos espacios dentro de la red de refugios naturales de la Fundación World Nature.

Elementos del parque

Jardín romántico.

Cerca de la entrada del parque se encuentra el antiguo palacio de la familia Desvalls, edificio con elementos de estilo neoárabe y neogótico. Dentro de este conjunto se conserva también la Torre Subirana, antigua torre medieval de defensa.

El parque, con una superficie de 9,1 ha, está dividido en dos partes: un jardín neoclásico y un jardín romántico. Por todas partes se encuentran piezas escultóricas, algunas con motivos de la mitología griega y otros con motivos rústicos, así como un gran número de fuentes, surtidores y balsas de agua.

Laberint_d’Horta_-Desde la terraza superior

El jardín neoclásico se extiende por tres terrazas escalonadas:

En la terraza inferior se encuentra el laberinto vegetal que da nombre al parque, formado por 750 metros de cipreses recortados.

En la entrada hay un relieve en mármol de Ariadna y Teseo y en el centro del laberinto una estatua de Eros.

Toda duda es un laberinto. Decisiones, hipótesis, teorías son caminos para encontrar soluciones y cada atajo abre un nuevo punto de vista. Piense sobre esto mientras intenta descifrar el laberinto vegetal del parque hecho de muros de cipreses anchos y domesticados. Si al llegar al centro no encuentra el corazón que el parque le habrá robado, pídale a Eros donde lo puede recuperar. Su escultura está en el centro del laberinto. De nuevo situados en el mundo, enfrentamos hacernos el segundo reto: ¿Es un jardín neoclásico o un jardín romántico? El parque del Laberinto ofrece argumentos de una y otra parte.

Simetría, arte topiario y jardinería formal, templetes con columnas toscanas, fuentes y manantiales, esculturas mitológicas, un pabellón neoclásico dedicado a las musas de un lado y, por otro, el sonido del agua en libertad en una cascada y un arroyo sobre un lecho de piedra, musgo y plantas silvestres, un jardín más selvático y sombrío, tapizados de hiedra y de la flor del amor, disposición arbórea irregular de tejos, pinos, plátanos y tilos de gran porte y hasta y todo un falso cementerio.

Verde sensato y verde alocado, naturaleza dominada y naturaleza libre. Son los elementos que nos marcan las diferentes etapas de crecimiento del parque, que nació neoclásico en 1791 y creció y se completó romántico en 1853.

Parc del Laberinto d´Horta..-Laberinto

El parque del Laberinto de Horta es un jardín-museo. Su discurso museográfico constituye el recorrido por la dualidad entre el neoclasicismo y el romanticismo. Un viaje que comienza en la puerta china, vestigio de un jardín oriental ya desaparecido. Continúa por el jardín de los bojes (Buxus sempervirens), un jardín sigiloso que conserva el espíritu del diseñador, el paisajista y jardinero italiano Domenico Bagutti, creador del parque por encargo de Antoni Desvalls, marqués de Llupià y Alfarràs. Desde este jardín, nacido de la poda cuidadosa, salen los caminos que llevan a los templetes de Ariadna y Dánae, en el jardín doméstico y también en el jardín romántico, que ocupa todo el flanco izquierdo del parque.

En la terraza intermedia, que se alza sobre el laberinto, destacan dos templetes de estilo italiano con estatuas de Danae y Artemisa y columnas toscanas. Al lado de la gran escalera que sube al tercer nivel se encuentra un busto de Dionisio, dios del vino y la exuberancia.

En la tercera terraza se levanta el pabellón dedicado a las nueve musas, coronado por una escultura que representa el arte y la naturaleza.

Debajo se puede leer la inscripción en latín Artis Naturaque Parit Concordia Pulchrum (la armonía del arte y la naturaleza engendra belleza) y al lado Ars Concors Foetum Naturae Matris Alumbrat (el arte armonioso da luz al fruto de la madre naturaleza).

Detrás del pabellón se encuentra un gran estanque nutrido por la fuente de la ninfa Egeria.

El jardín romántico se organiza en una serie de parterres a la sombra de grandes árboles. En el límite septentrional de esta zona del parque se encuentra una cascada.

Parc del Laberinto d´Horta..-Jardin de las flores                                                                               Jardin oriental

BIODIVERSIDAD DE LA VEGETACION

La vegetación del parque es típicamente mediterránea y, en general, mantiene las especificidades propias de la sierra de Collserola

Antes de adentrarnos de lleno en el parque pasaremos por el jardín doméstico, donde encontraremos un tilo (Tilia tomentosa) y un cedro del Himalaya (Cedrus deodara) que forman parte del Catálogo de Árboles de Interés Local. Cerca de estos, tejos (Taxus baccata), Laureolas (Cocculus laurifolius) y un árbol de Júpiter (Lagerstroemia indica), además de una plantación de camelias (Camellia japonica)

Si optamos por ir hacia los templetes y el pabellón neoclásico que domina el parque desde lo alto de las tres terrazas que lo forman encontraremos una curiosa, por poco habitual, alineación de encinas (Quercus ilex) cercadas en una valla de laurel (Laurus nobilis ) que nos da sombra en el recorrido. También hay un ejemplar de secuoya (Sequoia sempervirens) que, al igual que la agrupación de encinas, está catalogado. Si hacemos rodeo por otros caminos, encontraremos más encinas (Quercus Ilex) centenarios y la flor del amor, el Agapanto (Agapanthus africanus).

Antes de llegar a los templetes, la tentación del laberinto se hará presente con la presencia imponente de las paredes de ciprés (Cupressus sempervirens). Como una isla de paz, la altura majestuosa de los árboles que rodean el conjunto [encinas (Quercus ilex), pinos (Pinus halepensis y Pinus pinea) y robles (Quercus robur)] le dan todavía una atmósfera más recogida.

Superado el reto, podemos contemplar desde el centro del laberinto los templetes a la derecha y a la izquierda y, en el eje central, las escaleras y el pabellón neoclásico, obra también de Domenico Bagutti.

Saliendo del laberinto, subiendo hacia el pabellón, podemos seguir el canal romántico, originalmente navegable. Detrás del pabellón hay un gran lavadero, que, gracias a su posición en la cota más elevada del jardín, abarca por gravedad los juegos de agua de las fuentes y manantiales situados en el recorrido inferior.

Parc del Laberinto d’Horta.-Autómata de la Cabaña del ermitaño                                                  Laberinto_d’Horta..Cabaña del Ermitaño

El flujo del agua marca la bisagra entre los dos mundos del parque. Así, la desaparición abrupta del canal transforma el agua amansada en cascada y abandona el trazado de canal para convertirse en arroyo.

La escenografía es adecuada para que la vegetación rompa también el orden establecido hasta entonces y se convierta salvaje. En este recorrido encontraremos el refugio del campesino, excavado en la roca, y la cabaña de madera del ermitaño, y caminaremos rodeados por encinas (Quercus ilex), pinos (Pinus pinea y Pinus canariensis) y abundante vegetación de maquia con evónimos (Euonymus japonicus), durillos (Viburnum tinus), laureles (Laurus nobilis) y pitósporos (Pittosporum tobira), agracejo del Japón (Berberis thunbergii).

La presencia tapizando de la hiedra (Hedera hélix) aprovecha este entorno más húmedo y sombrío.

Hasta llegar a la última parada, el falso cementerio, encontraremos alfombras de la flor del amor, (Agapanthus africanus) y matas de helechos (Nephrolepis exaltata), bojes (Buxus sempervirens) y bruscos (Ruscus aculeatus). Entre los árboles de mayor tamaño, tejos (Taxus baccata), laureles (Laurus nobilis), robles (Quercus pubescens), fresnos de flor (Fraxinus ornus), plátanos (Platanus x hispanica) y tilos (Tilia europaea).

Del antiguo diseño sólo se conservan algunos vestigios, pero parece ser que el jardín romántico fue construido para aludir al tema de la muerte (había una copia de un pequeño cementerio medieval, hoy desaparecido) mientras que el jardín neoclásico gira en torno al tema del amor.

La zona ajardinada del parque está rodeada por un extenso bosque mediterráneo.

Parc del Laberinto d´Horta.-Estatua de Eros                                                                                      Parc del Laberinto d´Horta.-Fuente de la Ninfa Egeria

Curiosidades

Los jardines fueron el escenario de recepciones a los reyes Carlos IV (1802, Fernando VII y Alfonso XIII (1929)

Los templetes de la terraza intermedia fueron escogidos por Joan Maragall para realizar representaciones de teatro clásico.

El 10 de octubre de 1898 se estrenó la tragedia Ifigenia en Tauris de Goethe, traducida por Maragall y dirigida por Adrià Gual.

Jorge Luis Borges hace referencia a un parque con laberinto como en los que se basó el diseño del Laberinto de Horta en El jardín de senderos que se bifurcan.

En 2006 se rodó una escena de la película El perfume del director Tom Tykwer. En la ficción el laberinto pertenece al jardín de un rico hacendado de la ciudad francesa de Grasse, Antoine Richis (interpretado por Alan Rickman), cuya hija será la última víctima del asesino Jean-Baptiste Grenouille (Ben Whishaw) y el elemento esencial de su perfume.