

El Altillo era una antigua finca de recreo en cuyo interior, como en un universo mágico, vivieron siete niñas, miembros de una familia de la alta sociedad jerezana. Rodeadas de institutrices, primos, criados y parientes, su infancia transcurre feliz en un ambiente un tanto victoriano. Pero, al hacerse mujeres, aquel lugar paradisíaco se cierra sobre ellas misteriosamente, condenándolas a una inexplicable reclusión.
Esta historia real es recreada por una sobrina, Begoña García González-Gordon, en quien movida por la curiosidad, recuperó las historias y anécdotas de Las niñas del Altillo que se cuentan en el libro, esperando que nos revelen el secreto de por qué se cernió una leyenda sobre aquel lugar, sobre aquellas niñas.
Hay levantado un monolito construido como homenaje póstumo a la memoria de las hermanas De la Quintana Gonzalez que habitaron la antigua mansión victoriana que se levanta sobre la finca de El Altillo. Las siete hermanas eran hijas del matrimonio formado por Cristóbal de la Quintana y Margarita González Gordon. Fueron Casilda, María, Josefa, Margara, Mercedes, Livia y Blanca, que fue la última superviviente de la familia y que ocupó en usufructo la vieja mansión.
El actual jardín está localizado en una de las últimas fincas suburbanas fundadas a finales del siglo XIX, comprada por Don Manuel María González y Ángel, propietario y fundador de la bodega González Byass
La superficie actual del parque es mucho menor de la que originalmente tenía, pues tras la expropiación se vendió para la construcción de viviendas.
En 2018, ante el abandono del Jardín por el elevado coste de su mantenimiento, se realizó un plan de remodelación y limpieza a fondo.


Cuando lo visitamos nosotros en abril del año 2009 un grupo de Asociados de Amigos de los Jardines y el Paisaje de Sevilla el jardín presentaba un buen estado de conservación, la mayoría de las fotos son de aquellas fechas.
El Jardín Escénico del Altillo se ubica, en un enclave delimitado por la Avda. de Andalucía, la Avda. de los Jardines Escénicos y la Avda. Del Altillo y C/ Ursulinas, siendo uno de los emplazamientos mejor comunicados de la ciudad al estar a uno de los principales accesos de esta
Desde su apertura al público en el año de 1994, el Jardín Escénico del Altillo, se ha consolidado como principal referente de la jardinería local, debido a la originalidad que el mismo presenta y a la aceptación pública por parte de la ciudadanía.
Este jardín asentado entre urbanizaciones de nueva construcción constituye un pequeño bosque urbano poblado por un considerable número de especies, mayoritariamente mediterráneas, el cual intenta mediante su división temática acercarnos a los diferentes modos de concebir la botánica. Podemos afirmar que cuando nos adentramos en este variado espacio, nos adentramos en diferentes mundos donde la presencia de diferentes sistemas paisajísticos, diversos ornamentos, y variadas composiciones escénicas nos difieren unos ambientes de otros.
Próximo a uno de los accesos de la ciudad y enmarcado por urbanizaciones de nueva construcción, nos encontramos ante un original espacio verde inaugurado y abierto al público desde 1994, donde el influjo naturista y la defensa de elementos populares y exóticos, muestran una nueva concepción de la floricultura urbana.
El Jardín Escénico del Altillo, se engloba dentro de una superficie aproximada de 76.300 m2, destinándose para la construcción de este, unos 61.702 m2. Dentro de este entorno natural, encontramos hasta la fecha un conjunto de 8 instalaciones temáticas de las 10 proyectadas, entre las que se encuentran: el jardín principal, el clásico, el forestal, el laberinto, el vanguardista, el romántico y los destinados a la música y al agua, faltando el japonés y el Mediterráneo, para la conclusión del proyecto original. 10 ambientes diferenciados, que no buscan exclusivamente distraer a los visitantes sino robustecer su relación con el Parque e impulsar cualidades más objetivas hacia la propia naturaleza.
En este conjunto nada forma parte de la casualidad o del descuido pues su estructura se organiza mediante “Escenas Paisajísticas”, cuyos detalles arquitectónicos, vegetales y ornamentales, han sido seleccionados para crear zonas únicas y establecer diversas maneras de analizar y de disfrutar el paisaje a niveles estético e histórico. Un contexto novedoso que sabe combinar a la perfección, el juego de simetría estructural patente en la disposición y fusión con el medio natural, de parterres y fuentes ubicadas en las distintas plazas y plazuelas, con un estudiado desorden compositivo donde la presencia de lagos artificiales, riachuelos y senderos sinuosos, delimitan extensas praderas matizadas con arboledas y arbustos que confieren al lugar, un aspecto salvaje y asilvestrado.


Entrada y Jardin principal
En una sociedad donde sus elementos primordiales se basan en la liberalización del tiempo ocupacional, motivado por los grandes avances tecnológicos que propician el incremento del tiempo libre, la puesta al día de nuevos comportamientos sociológicos y la admiración que suscita la naturaleza desde cualquiera de sus ámbitos, se ha creado este novedoso recinto cuyo fin es dotar a la población de un nuevo y moderno espacio plurifuncional, cumpliendo con la demanda social en materias de mejoras estéticas de la urbe, instalaciones de nuevos soportes para el descanso asimismo para el ejercicio de actividades lúdicas y el incremento de zonas verdes que propicien la regularización y la amortiguación de las consecuencias ambientales nocivas. Elementos que sin duda experimenta el ciudadano al acceder al recinto y encontrarse con la majestuosidad de una entrada abierta y diáfana, que presagia la omisión de sus problemas cotidianos y la introducción al deleite del descanso.
La entrada del recinto o área de recepción al visitante se caracteriza por ser un gran espacio abierto de albero prensado, ornado con olivos y acotados por bordillos de acero corten que delimitan extensas praderas de césped matizados por arboledas y arbustos existentes, el cual se encuentra limitado al fondo por una pérgola que sirve de telón de fondo decorativo a la vez que de puertas de acceso al jardín principal.
Jardín Principal tras franquear el cuerpo principal de la primera pérgola accedemos a este lugar, sin duda es el más importante de todo el conjunto, donde destaca una interesante avenida central construido en dos alturas, de forma que se puede pasear por su parte baja sobre césped, mientras nos seduce el sonido de los caños de agua que marcan todo el recorrido. Este lugar se encuentra decorado en su parte alta con parterres, pérgolas y tramos geométricos de setos que recorren todo el espacio y conducen hasta la monumental cascada del fondo.
Jardín Clásico:
A pesar de lo recóndito del lugar y de las reducidas proporciones que el mismo posee, nos encontramos ante un espacio proporcionado y unitario al cual se accede por unas monumentales puertas, cuyo diseño almohadillado, imita los postulados estéticos del clasicismo histórico y otorgan una visión unitaria al conjunto, al poseer un eje compuesto por un punto de arranque y otro de cierre.
Cuando entramos en esta zona, lo primero que nos llama la atención es la ausencia de arbolado en su composición y la presencia de parterres compuestos por setos bajos formando bordaduras que limitan compartimentos interiores rellenos de lechos florales y varios obeliscos decorativos que soportan árboles australianos de madreselva. Estos plantíos se encargan de estructurar geométrica y simétricamente la sucesión de paseos y placitas compuestas por estanques de agua y bancos de descanso y de seguir los principios compositivos de la jardinería del siglo XVI, al lograr mediante una selección de especies que admitan recortes y con denso follaje perenne, la permanencia de su diseño compositivo a lo largo de todo el año.
Jardin de la música
La música como elemento sensorial vinculada a las actividades humanas y presente en la historia y en las artes, ha sido representada como no podía ser de otro modo dentro de los jardines escénicos, con la firme intención de deleitar al visitante por medio de melodías clásicas propiciadas por actuaciones musicales en directo e instalaciones de megafonía ambiental. Un jardín novedoso que invita a pequeños y a mayores, al inicio de su propia aventura musical, logrando su acercamiento de un modo más ameno y divertido mediante audiciones y juegos programados que fomenten su sentido del ritmo y a través de elementos figurativos y ornamentales, que les ayuden a conocer el nombre de las variadas notas musicales y de los principales instrumentos de cuerda.


Nos encontramos en un entorno mágico y diferente a todo lo proyectado, rodeado por extensas praderas de césped y estanques de lámina y caño de agua fina, al que se accede por unas originales puertas cuyo diseño ornamental, se inspira en las partituras de un compositor y donde el uso de cableados férreos, simulan las líneas de un pentagrama por donde discurren variadas notas musicales. Una composición estructural, establecida en torno a una pérgola circular y varios círculos pavimentados en planos diferentes, con un programa ornamental basado en bancos circulares, figuras de instrumentos de cuerda y un vallado limítrofe que sigue los mismos postulados estéticos de las puertas de acceso.
Jardin forestal
Desde el punto de vista de la estrategia ambiental y conservacionista, el Jardín Forestal ofrece matices docentes, suministrando al espectador, una estimación por el ecosistema y por los efectos positivos que el mismo genera sobre la especie humana.
La preocupación por la integración del paisaje dentro de la ciudad, con el fin de crear zonas verdes de recreo y oxigenación, ha contribuido a homenajear dentro de los jardines escénicos a la madre naturaleza, mediante la creación de un paisaje orgánico de claro exponente natural, compuesto por árboles y arbustos típicos de la zona mediterránea. De este modo, el recinto contribuye por su extensión a la ordenación y división de espacios, fomentando el desarrollo de biotopos y permitiendo al visitante deambular entre especies de gran valor ecológico por senderos de albero trazados.
El laberinto
La distribución de los jardines escénicos establece diversas maneras de presentar el paisajismo. En el caso del laberinto se enlaza la simplicidad de su fisionomía con su ubicación dentro de una compleja arboleda, creando una unión entre el diseño y la intuición sensorial que el visitante ha de experimentar al recorrerlo. De este modo se establece un desafío estratégico cuya experiencia personal fortalece el ensimismamiento, algo que lo diferencia del jardín tradicional cuya funcionalidad se basa en la relajación y el estudio de la naturaleza. En este sentido nos hallamos ante un espacio de fuerte carga simbólica el cual une tradición y mitología. En el contexto de los jardines escénicos no podía faltar este pequeño espacio univiario creado por caminos de alberos intrincados y estructurado en torno a un entramado de mallazo por donde trepan plantas dispuestas circularmente alrededor a un espacio central ornado con una fuerte circular cuyo caño de agua elevado se contempla desde el exterior.






El jardín del agua
“…Un jardín contribuye a deleitar los sentidos y a exaltar el espíritu…”.
En base a estos hechos se ha diseñado este reducido lugar, donde la musicalidad del agua y la ubicación de sus elementos arquitectónicos y ornamentales, proporcionan relajación y descanso al visitante que lo frecuenta, al mismo tiempo que aviva el deleite por la jardinería y placer por la lectura.
Nos encontramos ante una nueva modalidad de jardín, cuya estética es más vinculable a los entornos urbanos y cuyo diseño esbozado a modo de placita, se caracteriza por su trazado regular y por la distribución simétrica de los elementos compositivos. Un recóndito lugar donde a través de sus cuatro puertas, diseñadas a modo de pérgolas, se accede a un entorno ligeramente elevado y rodeado por altos setos que delimitan las 4 parcelas interiores, en las que se ha dividido todo el conjunto, decoradas con setos bajos podados y fuentes en su interior.
En relación con el diseño del conjunto, el mismo, encarna fielmente el trazado de un pequeño bosque configurado sobre praderas de hiedra por donde discurren senderos de albero y un arroyo compuesto por rocas y vegetaciones que recorre por todo el recinto desembocando en un lago, con dos cavidades conectados mediante un salto de agua.


El jardín romántico
El jardín como emblema de expresividad y símbolo de inspiración para los artistas, posee un lugar prominente dentro de los Jardines Escénicos.
En este sentido, la base del romanticismo queda reflejada en este singular espacio, donde la unión de zonas con naturaleza selvática e incontrolable y de sectores sensoriales y emotivos, fomentan en el espectador la esencia del sentimentalismo y del amor. Sin duda nos hallamos ante un diseño compositivo de marcado desorden perfectivo, donde la fusión armónica del exotismo vegetal y la frondosidad del arbolado vigente, otorgan al conjunto, un cierto desconcierto paisajístico, al mismo tiempo que la liberalización de igualdades, simetrías y elementos estructurales geométricos y perspectivos antinaturales, condicionan una fisionomía, caracterizada, por la presencia de parcelas con predominio de formas cóncavas, delimitadas por caminos y senderos realizados mediante solerías adoquinadas o albero prensado, formando líneas sinuosas y naturistas. Dichos caminos, derivan en un espacio central, donde el visitante puede integrarse en el espíritu del jardín, mediante el sonido de los surtidores que provienen de un pequeño lago central, el cual, toma vital importancia al rodearse de arboledas que intentan zafarse de su frondosidad y por la presencia de una pérgola, a modo de templete que impone el sello ornamental al conjunto avivando la imaginación del espectador.
Y por último el jardín vanguardista.
Extraído de la página web del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Jerez.-Fotos del autor