Reales Alcázares-Patio de Maria de Padilla – 1998

Fotos antiguas de diapositivas digitalizadas tomadas en distintas fechas en los jardines de los Reales Alcázares de Sevilla.

Muchas localizaciones  han desaparecido en reformas llevadas a cabo y  estas fotos quedan como testimonio de lo que un día fueron.

Historia a partir del siglo XV

“ Desde comienzos de la Edad Moderna, la constante vinculación del Alcázar sevillano con la corona de España se constata en continuas transformaciones del edificio que intentaron acomodar su interior al gusto de los nuevos tiempos. Así, se reformó el piso alto del Patio de las Doncellas, que adquirió una fisonomía renacentista de gusto italiano. También se renovaron sus yeserías y se modificaron los arcos de la galería inferior. Igualmente, se construyeron a lo largo del siglo XVI espléndidos artesonados que aún mantenían la estética mudéjar y que no traicionan al primigenio espíritu del edificio; entre estos artesonados destacan especialmente el que cubre el amplio espacio del Salón de Embajadores.

Otros recintos del Alcázar tuvieron peor suerte, como el desdichado proceso de transformación del delicioso Patio de las Muñecas, que se encuentra muy modificado por restauraciones del siglo XIX que hicieron desaparecer su primitivo encanto. No obstante, se conservaron las columnas y capiteles antiguos, que mantienen parte de la original impronta de dicho patio.

Magníficas aportaciones renacentistas enriquecieron el acervo artístico del Alcázar sevillano, como el admirable altar de azulejos realizado en 1504 por Francisco Niculoso Pisano y que se encuentra en el oratorio de los Reyes Católicos o el retablo pictórico que se conserva en el Cuarto del Almirante, dedicado a la Virgen de los Navegantes. Este retablo procede de la Casa de Contratación y fue realizado por Alejo Fernández en 1536.

El esplendor renacentista brilla también en los llamados Salones de Carlos V, que están precedidos por una monumental entrada realizado por el arquitecto van der Borch después del terremoto que sufrió Sevilla en 1755. En este pórtico se refleja ya el gusto clasicista que sucedió a la estética barroca a partir de mediados del siglo XVIII. En los salones interiores se guardan magníficas colecciones de tapices que narran la conquista de Túnez por Carlos V y que fueron realizadas en el siglo XVIII siguiendo el gusto flamenco. Estos tapices se acomodan perfectamente sobre excelentes zócalos de azulejos realizados por Cristóbal de Augusta a mediados del siglo XVI.

Los monarcas Borbones, en el siglo XIX, dejaron también una fuerte impronta en el Alcázar acomodando espacios en la planta alta del edificio, donde antiguas estancias fueron reformadas y realzadas por decoraciones decimonónicas con tapices, lámparas de cristal de la Granja, relojes, muebles y una notable colección de pinturas.

Finalmente, hay que señalar la importante transformación de los jardines a partir del renacimiento con la creación de nuevas fuentes y estanques, pabellones, portadas y galerías. Los parterres han sido permanentemente remodelados y, hasta mediados del siglo XIX, mejorados con importantes innovaciones que hacen de este ambiente ajardinado uno de los espacios más hermosos y bellos de España.”

Texto de Enrique Valdivieso en http://www.alcazarsevilla.org/historia/

Galería de fotos 1985 a 2002

Reales Alcázares.-Jardín de la Cruz.-2000
Reales Alcázares.–Grutescos Beremondo Resta.- -1998
Reales Alcázares.-Laberinto Nuevo