
Autobús desde Sevilla hasta Grazalema.-Cádiz desde allí por los senderos que marca la Junta de Andalucía hacia el pinsapar.
Seguir estos senderos nos sumergen en el bosque de pinsapos, abeto singular que propició la declaración de estas sierras como Reserva de la Biosfera y Parque Natural. ¿Por qué tiene tanta importancia este abeto? .
El pinsapo.-.Abies pinsapo pertenece a una de las nueve especies de abetos que viven en las montañas que circundan el Mediterráneo. En concreto, ésta sólo se encuentra en Andalucía en la Serranía de Ronda y la Sierra de Grazalema, donde se extiende en más de 400 ha., sobre la Sierra del Pinar. Generalmente se ubican en laderas norte, protegidos de la excesiva insolación y la consiguiente pérdida de humedad, lo que genera un bosque denso y umbrío en el que los ejemplares compiten por la luz, dejando sin hojas sus ramas más bajas y un sotobosque escaso y reducido a unas pocas especies. Los bosques de pinsapos estuvieron mucho más extendidos hace millones de años, cuando las condiciones climáticas eran muy diferentes a las actuales. Se trata, pues, de un vestigio de aquellos tiempos, una joya botánica restringida a un área de distribución muy reducida.






































Siguiendo el sendero que empieza en el lugar conocido como Las Canteras o Los Areneros debido a las canteras que aquí se encuentran, a un par de kilómetros de Grazalema, en la carretera que sube al Puerto de las Palomas. Comienza a ascender entre pinos de repoblación que han permitido frenar la alta erosión del suelo provocada por las intensas lluvias. De hecho, esta zona posee uno de los índices pluviométricos más altos de España.
Ganando altura el camino alcanza el Puerto de las Cumbres, paso natural a la vertiente norte de la sierra del mismo nombre, desde donde la vista es soberbia, permitiendo ver la Serranía de Ronda a nuestras espaldas y una gran extensión de la Zona de Reserva delante nuestro. Se divisa también el Torreón, el pico más alto de la provincia de Cádiz, y algunos pinsapos que anuncian la proximidad del bosque.
Más adelante, los pinsapos cederán el protagonismo a los quejigos, descendiendo ya por una pista en busca de la pequeña población de Benamahoma. Sobre los tajos de la sierra será posible ver a las chovas y los buitres volando en círculos, como observándonos atentos.
El paseo muy agradable sin apenas desnivel y bordeando la falda de la montaña. Poco a poco comenzamos a ver el Pinsapar y el verde tan profundo de esta clase de abetos. Nos sorprendió que el bosque de pinsapos era más pequeño de lo que imaginábamos de apenas 3/4 kilómetros de ancho como mucho, ocupando las laderas del pico Torreón, la montaña más alta de la Sierra de Cádiz.







Comprobamos como gran parte de los árboles estaban cubiertos de musgo, así como las rocas que había en las laderas. Por el camino había algún letrero con algo de información sobre los pinsapos, pero a nuestro modo de ver algo escaso, más aún cuando apenas tardamos 45 minutos en cruzar el Pinsapar.… Tras él la vegetación cambió de golpe y aparecieron los quejigos
Lo ideal es visitarlo en primavera cuando la sierra está más verde que nunca.
Después de recorrer los senderos una buena comida degustando la gastronomía de la sierra de Grazalema.
Fotos realizadas en la visita