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Sevilla.-Parque de Maria Luisa.-Pabellon Alfonso XII

JORNADAS DE REHABILITACION DE JARDINES. —PALMA DEL RIO
RECREACION HISTORICA DE JARDINES SINGULARES
Puntualizaciones básicas

El Jardín Histórico y sus características

Las características fundamentales son:

Son una composición arquitectónica cuyo material es esencialmente vegetal y, por lo tanto, vivo, perecedero y renovable.

Por lo tanto es cambiante a lo largo de los años y de las estaciones.

Puede estar o no ligado a un edificio o monumento, pero en ningún momento puede desligarse de su entorno.

Tiene un interés público, ya sea desde el punto de vista cultural, histórico o artístico

Tiene figuras de protección específicas

En España, los jardines históricos están declarados Bien de interés cultural .B.I.C

La protección de los jardines históricos exige que estén identificados e inventariados.

Precisan intervenciones diferentes, a saber: de mantenimiento, de conservación y de restauración.

El jardín histórico debe ser conservado en un entorno apropiado.

Toda modificación del medio físico que ponga en peligro el equilibrio ecológico del mismo y su entorno debe ser evitada.

Carta de Florencia de 1981

El Comité Internacional de Jardines Históricos (ICOMOS-IFLA) se reúne en Florencia el 21 de mayo de 1981 y decide elaborar una carta relativa a la salvaguarda de los jardines históricos que es conocida como Carta de Florencia de 1981.

En ella se define un jardín histórico como una composición arquitectónica y vegetal que, desde el punto de vista de la historia o del arte, tiene un interés público y, esencialmente es una composición de arquitectura cuyo material es esencialmente vegetal y, por lo tanto, vivo, perecedero y renovable.

Según su artículo 4º, la composición arquitectónica de un jardín histórico viene determinada por:

Su trazado y los diferentes perfiles del terreno, sus masas vegetales: especies, volúmenes, juego de colores, distancias, alturas respectivas, sus elementos constructivos o decorativos, las aguas en movimiento o en reposo, reflejo del cielo.

La denominación de jardín histórico se aplica lo mismo a jardines modestos que a grandes parques de composición formalista o de naturaleza paisajista.

Puede estar o no unido a un edificio y no puede desligarse de su propio entorno urbano o rural, artificial o natural.

Los Jardines Históricos se deben considerar monumentos y estar protegidos como tales.

Precisan intervenciones diferentes, a saber: de mantenimiento, de conservación y de restauración. En ciertos casos, es recomendable la recuperación. La Carta de Florencia da recomendaciones en cuanto a lo que se refiere a las distintas operaciones a realizar en dichos jardines.

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Granada.-Parque Federico Garcia Lorca

Declaración de BIC

Conforme a lo establecido en la Ley 16/1985, para que un elemento patrimonial pase a formar parte del Catálogo de Bienes de Interés Cultural de España, es preciso que se incoe un expediente por la administración competente (aunque puede hacerse a solicitud de entidades o particulares).

Una vez incoado el expediente, se le aplica al bien patrimonial, con carácter preventivo, toda la protección jurídica prevista en las leyes.

El expediente se resuelve por acuerdo, bien del Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma, mediante Decreto (cuando tenga transferida esta competencia), bien del Consejo de Ministros a propuesta del Ministerio de Cultura, mediante Real Decreto.

En algunos casos, y por ministerio de la Ley quedaron automáticamente declarados BIC los sitios con arte rupestre prehistórico y los castillos de España y sus ruinas.

Consecuencias de la declaración como BIC de un Jardín Histórico

Un Bien Cultural al ser declarado BIC:

Será de dominio público (distinguiendo «dominio público» de «propiedad privada»; un particular puede ser propietario de un BIC, pero la Administración protegerá el valor artístico, histórico, espiritual del bien)

Necesitará autorizaciones para cualquier obra o modificación (tanto en bienes inmuebles -edificios- como muebles -una pintura por ejemplo-, es decir, se necesitará autorización para restaurar una pintura y autorización para pintar la fachada de un edificio BIC.

Tendrá obligación de facilitar inspección, visita pública e investigación (si el BIC es de propiedad privada, el dueño deberá facilitar su visita determinados días al mes -normalmente – por ejemplo, el jardín de un castillo propiedad de un Conde, este deberá abrirlo al público ciertos días al mes, previamente acordados con la Administración

Tendrá privilegios fiscales.

El dueño de un BIC puede recibir ayudas para su mantenimiento, restauración, etc. Son inseparables de su entorno e inexportables.

Ello incluye los bienes muebles (pinturas, joyas), que es ilegal sacarlos del país.

En España, la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, incluye, dentro de sus figuras de máxima protección llamadas Bien de Interés Cultural (BIC), la categoría de «Jardín Histórico.

En España hay unos sesenta de jardines que integran el patrimonio nacional. La ruta por los jardines reales pasa obligatoriamente por Madrid y Aranjuez. Los alcaceres de Córdoba, Sevilla, el Generalife granadino, la casa del Rey Moro y el palacio de Mondragón en Ronda cuentan con los mejores jardines islámicos.

Por su parte, Turismo de Galicia ha creado la ruta de la camelia, con indicaciones de los pazos y jardines donde se puede ver esta flor que llegó de Oriente de la mano de navegantes portugueses y que ahora forma parte del paisaje gallego.

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Galicia.-Ruta de la Camelia

Los jardines históricos: la recuperación de un patrimonio

A través de los jardines, de su diseño y concepción, de sus especies florísticas resaltadas, de sus funciones principales y complementarias, es posible hacerse una idea de la percepción del medio que poseían sociedades históricas y de los valores que se le asignaban al entorno natural.

El conocimiento, y la recuperación en su caso de ese patrimonio, permitirán interpretar de manera indirecta las relaciones de la sociedad con su medio ambiente.

Las circunstancias históricas y las condiciones geográficas han potenciado una gran variedad de tipologías de jardines, prácticamente inéditas en el resto del continente europeo.

Los jardines de los que se tienen noticias más antiguos, aunque ninguno ha llegado a nuestros días, son los jardines romanos.

Los jardines romanos se ubicaban fundamentalmente en el interior de las viviendas, independientemente o formando parte de patios cubiertos.

En sus suelos eran frecuentes los mosaicos decorados con motivos geométricos o natura listicos. La integración con el resto del hogar se llevaba a cabo a través de peristilos y pórticos que comunicaban con las habitaciones.

A través de las fuentes históricas se conoce de la existencia de numerosos jardines en la ciudad de Itálica (Sevilla).

Las especies que se cultivaban aún se encuentran con cierta frecuencia en los jardines actuales: mimosas, acantos, anémonas, bojes, cipreses, laureles, higueras, mirtos, narcisos, palmeras, plátanos, álamos, chopos, rosas, etc.

A continuación, salvando la laguna informativa existente para el periodo de dominación visigoda, se tiene un mayor bagaje de información literaria sobre los jardines árabes, quizás los que más profunda influencia han dejado posteriormente en la historia del jardín andaluz; conservándose incluso alguno de ellos hasta la actualidad.

Los jardines árabes estaban muy extendidos por las ciudades musulmanas, sirviendo a distintas funciones: de uso público como los de los patios de ablución de las mezquitas (los famosos patios de naranjos) o los que se disponían de forma escalonada junto a las murallas para las concentraciones públicas; o de uso privado: en las viviendas, palaciegos, de cementerios o funerarios, botánicos, y de parques, éstos últimos normalmente dedicados a reservas de caza.

En los jardines árabes destaca la mezcla de la arboricultura de subsistencia y de las plantas ornamentales, mediante lo que cumple una función tanto productiva como de lugar de ocio y recreo.

Otro aspecto importante es la formalización del espacio del jardín como un lugar de ensueño y descanso; en el jardín terrenal se intenta plasmar la ideología del Islam relativa a la representación del Paraíso como un Oasis, poblado de vegetación, y donde la sombra, el agua y el frescor del aire contribuyen a crear un ambiente agradable.

Fundamentalmente, los jardines adoptaron una doble tipología; por una parte, el jardín doméstico era de pequeño tamaño y disponía de arrayanes, árboles y arbustos de reducido tamaño, regados mediante un saltador de agua a partir de una alberca.

Por otra, el jardín de crucero constaba de una cruz central en alto, que actuaba como pasillo para pasear las personas y por donde discurrían las acequias de riego. Esta cruz dividía al jardín en cuatro sectores rehundidos en el suelo (al menos dos metros), donde crecía la vegetación. Esta técnica estaba dirigida, fundamentalmente, a la retención de humedad.

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Córdoba.-Patio de naranjos de la Mezquita

Los historiadores distinguen diversos momentos en la historia del jardín árabe, del que quedan aún algunas muestras significativas: periodo del Califato cordobés (Patio de la Mezquita de Córdoba -quizás uno de los más antiguos de toda Europa- y el restaurado jardín de Medina Azahara); periodo de dominación almohade y almorávide (parte de los jardines del Alcázar sevillano); periodo Nazarí (Jardines de la Alhambra).

La influencia del jardín árabe se mantuvo, sin embargo, en los siglos posteriores, dando lugar a tipos de jardines mixtos: jardín morisco, jardín renacentista de influencia árabe, etc.

Los jardines renacentistas, típicos de los siglos XVI y XVII, se conciben como un intento de ordenar y configurar un fragmento de la naturaleza, adaptándola a principios arquitectónicos.

En ellos tiene gran importancia la disposición monumental, siendo frecuentes las fuentes con estatuas, fantasías escultórico-vegetales, etc. Su ubicación mayoritaria fue la de los claustros de los monasterios e iglesias y los patios palaciegos. El Jardín del Príncipe del Alcázar de Sevilla es una muestra significativa de este estilo.

Los jardines de los siglos XVIII y XIX mantienen un gran eclecticismo en su estilo, ya que aunque predomina la influencia del jardín renacentista, en algunos casos se incluyen elementos de otros estilos de jardines frecuentes en Europa (jardines neoclásicos y románticos; jardín francés e inglés). Por su forma y función se pueden distinguir varios tipos:

Jardines Botánicos: Se crearon con fines científicos, para aclimatar árboles y plantas exóticas traídas de las Colonias Americanas y de otros países del Ultramar, que pudieran posteriormente emplearse para la agricultura o repoblación forestal. Están vinculados al espíritu renovador del Siglo de Las Luces y fueron promovidos, en muchos casos, por las Sociedades de Amigos del País, fundaciones de esta época para el fomento económico y social, difusoras del espíritu ilustrado.

Alamedas y Paseos: Forman parte de los proyectos de regeneración urbana que, con una mentalidad higienista de influencia claramente francesa, desarrollaron los políticos reformadores en estos siglos.

Están situados, por lo general, fuera de los recintos amurallados, en los márgenes de los ríos y en los bordes de los principales caminos. Tuvieron una importante función como lugares de encuentro y convivencia social, donde se celebraban ferias, carnavales, etc.

Presentan, generalmente, una disposición axial, articulada a través de la alternancia de hileras de árboles, fuentes y bancos. Casi todas las grandes ciudades andaluzas conservan algún jardín de este estilo en la actualidad

Plazas Públicas: Responden a la mentalidad higienista anteriormente citada y, también, a la creación de nuevos espacios libres como consecuencia de la desamortización de bienes civiles y eclesiásticos de muchos núcleos urbanos. Un monumento o fuente en el centro de la plaza y bancos y árboles a su alrededor suelen ser elementos frecuentes en este tipo de jardines, de tamaño normalmente reducido.

Salones: Tienen una clara influencia francesa y se conciben como lugares ajardinados de paseo y estancia, normalmente vinculados a palacios o residencias de personas de elevado rango social y, por tanto, de carácter privado. Algunos de estos salones se han convertido en jardines de uso público, y han llegado a nuestros días; por ejemplo, los Jardines de las Delicias y Jardines de Cristina en Sevilla.

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Sevilla.-Salón de Cristina

A finales del siglo XIX los jardines andaluces habían llegado a un cierto estado de decadencia y abandono, y las escasas creaciones de la época se limitaban a copiar, en la mayoría de los casos, el estilo paisajista inglés, poco acorde a las características de la región.

Sin embargo, a principios del siglo XX la labor de dos jardineros como J.C.N. Forestier y Javier de Winthuysen, teóricos del jardín árabe-andaluz, sacan a la jardinería andaluza de su estado de atonía.

Forestier en el año 1911 recibe el encargo por Comité de la Exposición Hispano Americana  que se iba a celebrar en Sevilla, de la reordenación del jardín cedido por los Montpensier, fruto de lo cual será la creación del Parque de María Luisa, que a la postre se convertirá en uno de los más representativos del estilo andaluz.

El Parque de María Luisa se inspira para la disposición de todo el conjunto en los patios de La Alhambra granadina. En este jardín, quedan formalizados algunos elementos que a juicio de Forestier son típicos del jardín andaluz:

La mezcla de la vegetación con una ornamentación clásica, basada en el empleo de materiales tradicionales.

La importancia de los juegos de colores entre los diversos elementos del jardín: el color amarillo del albero, el rojo del ladrillo, el azul de la cerámica, el blanco del muro encalado y el multicolor de las flores, sobre el telón azul de un cielo normalmente despejado, es la fantasía convertida en realidad para el que los visita.

La atención concedida al olor, que invade el jardín entremezclado o formando ciclos estacionales, para la selección de los árboles y arbustos: naranjos, jazmines, rosales, mimosas, madreselvas, celindas, spireas, damas de noche y jazmines.

Javier de Winthuysen continuó la labor de defensa del jardín árabe-andaluz que había comenzado Forestier, llevando a cabo algunas interesantes aportaciones para la protección de este patrimonio cultural y natural.

Una de ellas fue la primera catalogación a nivel nacional de los principales jardines históricos, que aún se conservaban. Asimismo, fue el promotor de la primera Escuela Nacional de Jardinería, instalada en Madrid, que elaboró un programa de estudios adaptado a esta profesión.

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Sevilla.-Patio de los Cepero.-Javier de Winthuysen

Gracias, entre otros, a la labor de Winthuysen, en 1926 se incluyen dentro del Real-Decreto de Protección del Patrimonio Nacional, las categorías de «lugares pintorescos» y «sitios y lugares de reconocida y peculiar belleza», que permitirán la protección oficial de algunos de los jardines andaluces más importantes.

A partir de 1934 comienza a funcionar el Patronato de Jardines Históricos de España, cuya inspección general recayó en Winthuysen, y que sirvió para que se declarasen «histórico artísticos» un gran número de jardines.

Posteriormente, durante el período 1940-1980 la preocupación pública por la protección de los jardines decayó rápidamente.

Aunque  que es este momento histórico el de mayor crecimiento urbanizador de la nación española y de la región andaluza, apenas si se crearon nuevos parques y jardines, mientras que los tradicionales cambiaron de uso o frecuentemente se abandonaron.

Constitución Española

A partir de la aprobación de la nueva Constitución Española de 1979, se comienzan a sentar las bases de una nueva política de protección de los jardines históricos, que retoma la preocupación activa de la primera mitad de siglo. En su artículo 46 la Constitución hace una declaración expresa a la conservación del patrimonio histórico: «Los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen y su titularidad. La ley Penal sancionará los atentados contra el patrimonio».

Posteriormente, la Ley estatal de Patrimonio Histórico Español 16/1985 de 25 de Junio, y el desarrollo de ésta en la Ley autonómica de 1991, mencionan expresamente la protección del jardín histórico, que en el artículo 15.2. de la Ley estatal se define como: «…el espacio delimitado, producto de la ordenación por el hombre, de elementos naturales, a veces complementados con estructuras de fábrica, y estimado de interés en función de su origen o pasado histórico o de sus valores estéticos, sensoriales y botánicos».

La Ley autonómica crea el «Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz» como instrumento para salvaguardar los bienes en él inscritos por medio de un régimen de protección.

La inscripción lleva aparejada la adecuación del planeamiento urbanístico a las necesidades de protección del bien, y deberá concretarse en el entorno que será objeto de aplicación del mismo régimen jurídico.

Además, para la tutela y gestión de los bienes inscritos en el Catálogo se baraja la posibilidad de crear órganos consultivos y ejecutivos para su gestión.

Algunos jardines andaluces que disponían anteriormente de diversas figuras de protección (Bienes de interés cultural, Monumento Nacional, etc.) han sido objeto de inscripción en este Catálogo, que contempla genéricamente la tipología del Jardín Histórico.

Sin embargo, aún existen un gran número de jardines históricos en Andalucía sin ningún tipo de protección legal, muchos de ellos olvidados y abandonados, y, en general, desconocidos por el público.

En algunos casos, estos jardines se han convertido en parques municipales y se han conservado hasta la actualidad; lo mismo sucede con aquéllos que aún permanecen en los patios interiores de muchas viviendas e iglesias repartidas por toda la geografía andaluza.

Sin embargo, también se está produciendo un rápido e inevitable deterioro de muchos de ellos en los últimos tiempos, producto del descuido y la ignorancia o de la falta de recursos económicos de sus propietarios.

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Alhambra.-Jardines del Generalife.-Patio de la Acequia

Andalucía contiene una variada tipología de jardines en la que se pueden rastrear las diversas herencias e influencias culturales que han alimentado su historia, desde el “hortus conclusus” romanos hasta las últimas expresiones del historicismo jardinero de Forestier o Winthuysen. Nuestros jardines se han conformado a partir de la tradición árabe, a la manera italiana o según las modas del jardín racionalista francés y el paisajista jardín inglés.

A pesar de ser Andalucía la primera comunidad autónoma en desarrollar una planificación general de su patrimonio histórico, no se han acometido hasta ahora acciones y programas específicos sobre los jardines declarados Bien de Interés Cultural (BIC).

Las intervenciones oficiales sobre jardines históricos han sido escasas y dispares en sus resultados, han sido poco divulgadas y, en todos los casos, se han insertado en intervenciones más globales que daban prioridad al monumento arquitectónico y en las que la jardinería no se contemplaba con la misma categoría conceptual y material del “edificio” quedando a menudo como simple aspecto decorativo del mismo.

En el ámbito privado el panorama es mucho más preocupante debido a las enormes dificultades de los propietarios para garantizar un mínimo mantenimiento y a los problemas de seguimiento de estas labores por la administración responsable, en el marco de la tutela que le corresponde según la legislación vigente.

El estudio teórico y técnico de los Jardines Históricos de Andalucía conlleva una complejidad imposible de abordar exclusivamente desde la disciplina arquitectónica: sobre los jardines se proyecta una visión poliédrica donde convergen la historia del arte, la evolución de las técnicas constructivas y decorativas, la botánica, las técnicas jardineras tradicionales, etc.

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Palma del Rio.-Jardines del Palacio de Moratalla

DEFINICION ENTRE MANTENIMIENTO Y GESTION

MANTENIMIENTO.-Define la rutina normal diaria y semanal y los trabajos habituales necesarios para la conservación de la mayoría de los jardines. Un programa de mantenimiento incluye todos estos trabajos planificados según climatología y necesidades del jardín.

GESTION.- Define la organización y planificación a medio y largo plazo y especialmente importante en el caso de los jardines históricos, donde la renovación y restauración son inevitables. Abarca también la organización del personal y equipo para asegurar un eficaz mantenimiento.

Algunos aspectos sobre el cuidado y mantenimiento de Jardines Históricos.

1º.-Proceso de envejecimiento

2º.- Relaciones entre el diseño y el mantenimiento

3º.-Aspectos de la vegetación

4º.- Organización del personal

5º Consecuencias del uso público

6º  Fuentes de financiación y apoyo

 

PROCESO DE ENVEJECIMIENTO

Los jardines son entes vivos en constante evolución y decadencia. Los árboles, los céspedes bien o mal conservados.-duran mucho tiempo.-Los arbustos y plantas que necesitan más cuidados menos. En ningún momento existe el jardín perfecto y en ningún momento puede decirse que el arte, unido al trabajo y habiendo aportado todos los ingredientes, está bajo control absoluto, ni que la Naturaleza dominada por las mejores aptitudes del hombre, este bajo control.

Los jardines representan la las únicas formas de arte realmente viviente que cambian irremediablemente al paso de los años. Un objetivo importante del cuidado de los jardines será la conservación, durante el mayor tiempo posible de las plantas hasta el momento que estas tengan que ser replantadas y renovadas.

RELACIONES ENTRE DISEÑO Y MANTENIMIENTO

En inevitable que exista una estrecha relación entre el diseño, estilo  o carácter de un jardín histórico y la proporción de mano de obra necesaria para un trabajo normal de conservación y mantenimiento durante largo tiempo.

Aparte del tamaño, el concepto de jardín del siglo XVI y XVII más formal, extensivo e intrincado requiere mayor plantilla y mayores cuidados que el estilo de jardín paisajista inglés, mucho más naturalista.

Cuanto más exóticas sean las plantas, más difíciles serán de mantener, cuando más se ajuste el diseño a unos planes ecológicos, menos cuidados serán necesarios.

El coste de la mano de obra en el mantenimiento de un jardín puede suponer el  60% o el 70% del coste total.

Por razones económicas, el número de personal se ha reducido bastante en la mayoría de los jardines históricos. Esto ha tenido una influencia directa en el estilo y carácter de los jardines, se deben establecer prioridades. Los parterres de flores suprimidos se vuelven superfluos y deben ser eliminados y sus esquemas sustituidos por otros más permanentes.

El carácter histórico de un jardín puede perderse pronto o perder importancia si hay personal poco capacitado o un cambio estructural  básico de los elementos del jardín.

ASPECTOS DE LA VEGETACION Y LOS NIVELES DE MANTENIMIENTO

Relación existente entre el tipo de vegetación y las necesidades de mantenimiento. Una cosa importante a destacar aquí  es el mantenimiento del carácter esencial del jardín. Si los cambios o alteraciones son demasiado fuertes, el carácter o estilo del jardín cambiara o desaparecerá.

Los niveles de mantenimiento deben ajustarse al estilo y carácter del jardín. Los parques más silvestres  necesitan en general menos  atención que los geométricos y tradicionales.

Por consideración a las generaciones futuras la renovación continua de las plantaciones debe ser garantizada.

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Sevilla.-Jardines de Castilleja de Guzman de J.C.Nicolas Forestier

ORGANIZACION DEL PERSONAL

Una buena plantilla de mantenimiento constituye en realidad  la clave principal del éxito en el cuidado del jardín.

Junto a los  documentos de análisis, diseño y gestión es necesario un detallado estudio de la organización y planificación del personal de mantenimiento.

El jardinero jefe  con un estudio detallado de sus funciones debería ser la figura clave en todo este contexto. Sus funciones a veces son ignoradas o mal planificadas, teniendo en cuenta que el personal es generalmente escaso y relativamente caro es esencial su buena utilización y comprensión.

Desgraciadamente ocurre a menudo que excelentes profesionales llegan a estar desbordados por el trabajo o bien están mal pagados, hecho que ocurre con suma frecuencia.

Debemos tener en cuenta que muchos de los parques y jardines históricos fueron proyectados  con ideas propias, que a menudo era el único responsable  de la dirección y administración del personal.

Este control regular y  a veces autocrático, determinaba que el jardinero jefe supiera lo que se esperaba de él  y cuál era su papel. Dicho grado de   dedicación incuestionable por parte de la mano de obra de las fincas es algo con lo que los grandes propietarios han podido contar hasta bien entrado el siglo pasado.

Todo ha cambiado desde entonces.

Las antiguas generaciones de jardineros formados por la práctica han desaparecido virtualmente.

Su lugar ha sido ocupado por personal formado en escuelas o por gente preparada y procedente de muchos campos diferentes.

La gente preparada esta poco valorada por la Administración, las empresas y propietarios al encargar el mantenimiento de sus jardines. Cualquiera es válido para realizar las atrocidades que diariamente se observan.

Muchos saben realmente poco de plantas y jardinería, la mayoría prefieren utilizar maquinas a hacer trabajos manuales.

CONSECUENCIAS DEL USO PÚBLICO

Parece que muchos de los visitantes a los jardines, históricos o no, los respetan cuando más cuidados están, mejor aspecto ofrecen, menos daños y vandalismo se produce. El robo de plantas es cada vez más serio en muchos jardines y lo mismo puede decirse de la perdida de carteles.

A los visitantes cada vez les interesa más saber de la historia del jardín y de los trabajos de mantenimiento.

Quizás esto podría incluirse en la guía escrita del jardín si existe, esto podría llevar a una mejor valoración de los problemas y dificultades del cuidado de los jardines.

Cada vez es más evidente la necesidad de la formación de la plantilla de trabajadores con respecto al jardín histórico que están conservando, su historia, los principales criterios de su mantenimiento, las técnicas a utilizar para mejorar la conservación actual y futura del jardín histórico que está bajo su responsabilidad.

Los jardines necesitan constantes programas innovadores de las técnicas de conservación, un cuidado atento y decisivo con profesionales que conozcan la historia de los jardines.

El futuro de nuestros jardines depende de forma considerable del carácter, formación  y provisión de profesionales, del estudio de  estas zonas verdes para cobrar una parte de nuestra memoria urbana y conocer la importancia de esta en el desarrollo de las ciudades.

Su fragilidad debería despertar nuestra atención y nuestra vigilancia, ya que los jardines forman una parte importante de nuestro patrimonio cultural.Fuentes de financiación y apoyo

No hay una variedad de fuentes de financiación y  apoyo financiero para los jardines  históricos.

Todos recurren a los ingresos de las visitas y algunos a la reproducción y venta de las plantas que existen en el jardín, tiendas de recuerdos, cafeterías  y restaurantes.

En otros países la creación de fundaciones fidecomisos y ayudas estatales facilitan la conservación y mantenimiento de estos jardines.

Fuentes de financiación y apoyo

No hay una variedad de fuentes de financiación y  apoyo financiero para los jardines  históricos.

Todos recurren a los ingresos de las visitas y algunos a la reproducción y venta de las plantas que existen en el jardín, tiendas de recuerdos, cafeterías  y restaurantes.

En otros países la creación de fundaciones fidecomisos y ayudas estatales facilitan la conservación y mantenimiento de estos jardines.

View from the gardens, toward the Royal Palace - Cordoba
Cordoba.-Jardines del Alcazar de los Reyes Cristianos

DEL ORIGINAL  A LA RESTAURACION

La restauración es un hecho subjetivo que depende de las intenciones proyectuales del restaurador.

La restauración perfecta no existe.

Toda restauración es una intervención más sobre un lugar.

El jardín está ligado al ciclo cronológico de la vida.- nacimiento, crecimiento y muerte- lo que lo califica como obra de arte efímera.

En el momento de afrontar una  nueva intervención se intentara recorrer el camino que existe entre el supuesto original, el estado del jardín en el momento de la intervención.

Las nuevas necesidades que motivan la intervención

Puede ser la supuesta recuperación de la imagen original del jardín o puede aprovechar solo alguno de los valores que tiene en la actualidad.

Básicamente utilizamos unos conceptos básicos para analizar el estado del jardín.

1º   Los elementos de composición del jardín

Relieve del suelo

Ciclo natural del agua

La vegetación

Los elementos arquitectónicos

2º   Los temas de composición del jardín

La relación del jardín con el paisaje

El recorrido.-Caminos

Los usos

El trazado

La conservación como una operación  necesariamente continúa.

La conservación del jardín, se realiza bajo un programa de mantenimiento que garantice la perdurabilidad de sus formas a lo largo del tiempo.

Las  sustituciones puntuales o el  programa de sustituciones cíclicas, las modernas técnicas de poda, el mantenimiento constante pretenden conseguir la preservación de una imagen por encima del paso del tiempo, impidiendo que el abandono, el envejecimiento o la falta de mantenimiento adecuado lo destruyan o distorsionen.

La restauración pretendidamente “perfecta “.

La restauración de la imagen original del jardín se realiza a través de la conservación de los elementos originales que perduran, de la eliminación de los elementos perturbadores y del establecimiento de un proceso de reconstrucción de las partes destruidas.

El hecho de que muchos jardines históricos sean producto de  diversas sobre posiciones y metamorfosis vegetales sufridas a través del tiempo o a lo largo de siglos, entendiendo a la vez que estamos dándoles un cambio de función de uso, de significado, convierten la restauración “perfecta “en imposible, aunque su aproximación pueda ser realidad, se afronta con otra desde otra óptica.

 La ruina como expresión del pasado

La ruina símbolo de la fugacidad. Llega a nosotros como  testimonio del vigor  creativo de hombres de otros tiempos.

Deja un jardín en ruinas  es aceptar que nunca será lo que era, que nunca se usara como tal, está impregnado por el sentimiento trágico de lo perecedero.

Herencias del pasado en una nueva intervención

La valoración de alguna parte o algún elemento antiguo del jardín se potencia a través de su conservación en la nueva intervención.

Los jardines históricos que fueron transformados en  parques públicos en el siglo XX   sufrieron grandes cambios en sus límites y en sus recorridos principales

Los jardines se han producido por la yuxtaposición de  infinidad de intervenciones y que han ido conservando ciertos elementos del pasado.

La recuperación con de la memoria del lugar

La destrucción total del jardín y la falta de información sobre su estado original nos impiden cualquier tipo de conservación o restauración.  La voluntad de recuperar la memoria del lugar nos conduce a recuperar el pasado en la nueva intervención.

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Madrid.-Aranjuez.-Jardines de la Isla

El original y la restauración

La conservación continua mantiene el original, pero dado el carácter dinámico intrínseco del jardín, la intervención del conservador o del jardinero se convierte en el instrumento principal del control de la imagen del jardín.

La restauración perfecta reconstruye una imagen que se produce a través del conocimiento de la documentación existente sobre el jardín y de los análisis de los restos existentes del mismo y de la solución de los posibles  problemas planteados por las necesidades actuales.

Una nueva imagen de un jardín del pasado que ha perdido su significado actual.

El jardín en ruinas conserva el vigor de lo auténtico, de lo perecedero, vincula las creaciones debidas al genio de los hombres, el tiempo  y la naturaleza que se han alzado sobre ellas

Un jardín con herencias es una nueva intervención sobre un lugar en el que existen restos de antiguos jardines. Las herencias del pasado pueden quedar incluidas en nuestra actual intervención.

La recuperación de la memoria del lugar nos permite recordar el pasado en la nueva intervención.

Las reconstrucciones en estilo que pretenden ser jardines históricos sin serlo, utilizando el lenguaje del pasado o  las recuperaciones artificiosas que evocan la memoria del lugar que pretenden acercarnos a un supuesto pasado a través de intervenciones que evidentemente distan mucho del original.

Todos los tipos de intervención anteriores pretenden recordar un original, pero recorren caminos muy distintos ¿Cuál es la más licita ¿

Entre cada original y cada restauración ha transcurrido un largo periodo de tiempo y se han producido infinidad de intervenciones o abandonos.

El original fue ideado y realizado un día y ha sido restaurado a través de los criterios establecidos por un restaurador.

Saber elegir el tipo de intervención adecuada a cada restauración es nuestra deuda con cada original.

EL ELEMENTO VEGETAL EN LA RESTAURACION DE JARDINES HISTORICOS

Dentro de los elementos que  configuran un jardín histórico.-el elemento vegetal, el agua. Los pavimentos, y desniveles y el mobiliario formado por pérgolas, bancos, macetas y esculturas-son importantes.

Sin embargo el  elemento vegetal  es  fundamental y al mismo tiempo el de más  difícil tratamiento en el proyecto de restauración de un jardín histórico. Al tratarse de un elemento vivo, es el que representa resultados más sorprendentes y es la propia naturaleza la que decide el resultado final.

El restaurador de jardines debería conocer  el elemento vegetal, al igual que el arquitecto o patólogo o restaurador de edificios conoce los materiales de construcción y las leyes de cálculo de estructuras arquitectónicas.

El arquitecto paisajista  brasileño Burle Marx en su libro El jardín tropical, ya señala la necesidad del perfecto conocimiento del elemento vegetal, cuando se le encarga un proyecto en una zona climática distinta a la suya.

Son conceptos básicos para conocer  su impacto cromático estacional

Género. Especie.-Familia.-Nombre común

País y región bioclimática.-Altitud idónea.-Tamaño y altura

Forma general.-Estructura.-Densidad y sombra.-Forma en su hábitat.

Corteza,.-Hojas.-Tamaño.-Tipo Color y aroma.-Textura .-Época.-Flores.-Tamaño tipo color y época.

Fruto tamaño.-Tipo.-color y aroma.- época

Tipo de Raíz.-

Conceptos de resistencia al medio y mantenimiento o conservación:

Clima idóneo.-Temperatura.-Pluviosidad.-Exposición a la luz solar

Proximidad al mar.-Vientos.-Contaminación urbana.

Suelo.-Naturaleza del suelo.-Estructura.-

Humedad.-Materia orgánica.-Crecimiento.-Tiempo de vida.-Reproducción

Épocas de trasplante.-Dificultad.-Enfermedades y/o plagas.-

Poda.-Topiaria

Comercialización  y cultivo de las plantas.

1º País y región bioclimática de origen de las especies

El saber el país y la región biogeográfica de las especies vegetales nos indica la resistencia al medio que tendrá esta especie cuando la apliquemos a la jardinería en una zona distinta a su hábitat, lo cual es habitual en los proyectos de jardinería.

¿ Hasta qué punto es válido utilizar especies distintas a las que se utilizaban en la época que se hacían este tipo de jardines, ya  porque no habían sido introducidas o porque se trata de híbridos o cultivares introducidos posteriormente a la época de construcción de estos jardines?

Elección de especies vegetales en un jardín histórico

En la restauración de jardines nos encontramos con tres corrientes:

Aquella que con carácter historicista, trata de reproducir la obra que está restaurando, incluso utilizando los mismos medios y tecnología constructiva,

Otra que siendo respetuosa con la obra original, no duda en utilizar tecnologías avanzadas e incluso materiales actuales, dejando patente la intervención en una tendencia o  bien dejándola desapercibida.

Y por última aquella que siendo respetuosa con la obra original, lo que hace es crear una obra nueva, que puede ser muy valiosa, pero que podía haberse hecho sin intervenir en un lugar histórico.

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Jardines victorianos en Inglaterra

Intervención de restauración en un jardín histórico

Hay que intentar volver al trazado original

Debemos elegir  solo especies vegetales utilizadas en la época y en su entorno.

Para saber cuáles eran las plantas históricas tenemos varios caminos, en primer lugar las fuentes literarias.

Son muchos los documentos de la época  que hablan de plantas y flores.

Otro camino que podemos utilizar  es el estudio de restos de plantas y pólenes que se encuentran en la tierra del estrato histórico que consideramos.

Estudio del impacto cromático estacional

Debemos considerar el impacto visual que ofrecerá el jardín en las distintas estaciones del año.

Mantenimiento del jardín.

El correcto mantenimiento del jardín es muy importante ya que puede cambiar el estilo del mismo.

Hemos asistido a nivel mundial al cambio de estilos en los jardines históricos unas veces por seguir la moda y otras por las crisis producidas por las guerras o crisis económicas de los propietarios.

Crecimiento y tiempos de vida de las plantas.

Dos factores importantes a la hora de proyectar o planificar el comportamiento del jardín.

Plantar árboles de crecimiento rápido y los que definitivamente deben permanecer con la idea de después suprimir los primeros y dejar los de crecimiento más lento. Lo malo es que la segunda operación difícilmente se practica.

Conocimiento de las posibilidades de trasplantes.-

La época y la dificultad de algunos trasplantes nos harán decidir o posponer el movimiento de algún ejemplar en la obra de restauración.

Enfermedades y plagas

Posibilidad de introducir variedades de características físicas parecidas a las plantas antiguas, pero más resistentes..

Poda y Topiaria

Hay que ser muy cuidadoso con las podas que pueden arruinar cualquier estilo de jardín en una restauración inadecuada. Las aberrantes podas sin sentido que se realizan por los mal llamados “ podadores “ debe ser realizada por verdaderos profesionales con conocimiento del estilo del jardín y los criterios con que se han plantado los árboles en el proyecto de plantación.

Existen jardines donde el árbol ha sido utilizado para darle formas arquitectónicas desde  el principio, las cuales hay que mantener por el estilo de jardín creado. La topiaria aplicada a la jardinería marca una época y un estilo en la historia mundial de la jardinería.

Comercialización

No siempre es fácil encontrar en los viveros las plantas necesarias para la restauración de un jardín histórico. Muchas han dejado de cultivarse por no ser económicamente rentable su cultivo, otras han sido sustituidas por especies más modernas o híbridos que superan el original. Pero siempre encontraremos las plantas que necesitamos si somos conocedores del mundo de la vivaistica donde generalmente se encuentra cualquier tipo de planta que precisemos.

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Jardines de los Reales Alcázares.-Floración de Agapanthus africanus

DE LA AGRICULTURA GENERAL
Alonso Herrera Bonafol  1645

Quien quiere tener un jardín, ha de ser muy aficionado a él y no solamente aficionado, pero ha de procurar hacer y entender todas las cosas necesarias en él, porque si no las entiende le podrán engañar a cada paso los jardineros, para lo cual hay que leer muchas veces este libro, primero por aprender y luego para no ser engañado.

El jardín es como el pobre que llama a la Iglesia con dolor de muelas y cada uno que entra le da un remedio, así le darán todos los que entraren a verlo, remedios para que corte y plante; y lo más seguro es hacer “ orejas de mercader “…….

….para ir bien tendrá que tener jardinero propio, porque además del buen gobierno del jardín, se evitara el daño notable que los jardineros alquilados fueran a hacer, que es  echar el ojo a la plantas mejores  y más buenas que se las llevan para que se las paguen, y cuando el dueño las echa de menos, le hace pago decir que no prendieron y que las ha hecho mal…..

….importa mucho confiarse del jardinero  en todo lo que haya que hacer, trazar o cortar; porque de otra manera perderían mucho las plantas, pues el jardinero sabe lo que es mejor y cuando algo falle, saber a quién hay que echarle la culpa, habrá que considerarlo bien y procurar acertar en todo….

…. Conviene tenerlos siempre contentos y comprometidos con el jardín porque sino  son como los Tudescos, que acuden donde mejor los tratan y sería un grandísimo daño para el jardín….

…..hay que procurar que el jardinero sepa del gobierno del jardín mejor que de diseños, pues hay muchos que saben de diseños, pero no saben gobernar un jardín….

El jardinero debe tener grandísima cuenta con el jardín y no le bastara tener mucha suficiencia, sino tiene afición, o vocación, porque sin ella no podrá hacer tanto como requiere el jardín.

…y siempre con llave el jardín, guardado de pajes y mujeres, porque no hay langosta ,ni oruga, mas mala para el jardín que son ellos. A la puerta del jardín este letrero

PARA VER Y NO CORTAR.SE DA LICENCIA

 De GREGORIO DE LOS Ríos.-Agricultura de Jardines.-1592

El termino jardinería, es decir el arte de cultivar jardines, no es utilizado en la bibliografía del siglo XVI aunque si aparecen el de jardín y jardinero.

El concepto de jardín era distinto del actual en el siglo XVI ,aquel era un lugar de recreo, se cultivaban plantas de flor e hierbas aromáticas, entre fuentes y cuadros con setos recortados de boj o mirto y otras plantas.

La habilidad de recortar las plantas tenía una representación muy nutrida, habían figuras geométricas de animales, elefantes, pájaros etc… dentro del arte topiario.

El jardín histórico o no, diseñado en cualquier estilo o por el diseñador más famoso, quedara siempre supeditado a una buena gestión del personal de conservación o mantenimiento.

Solo con profesionales capacitados con una preparación específica se puede garantizar la gestión, restauración y el mantenimiento en óptimas condiciones de nuestros jardines históricos.

Sevilla Mayo 2016
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