Decreto 345/2004, de 18 de mayo, por el que se declara bien de interés cultural, con la categoría de Jardín Histórico, el Parque de Las Delicias de Arjona en Sevilla.
La creación del Parque de las Delicias de Arjona, también conocido como los Jardines de las Delicias de Arjona responde a uno de los primeros intentos de ajardinamiento que remodeló y amplió el plano de la ciudad ya desde el siglo XVIII.
El jardín construido en 1825 época del Asistente Arjona bajo la dirección de Claudio Boutelou cuando se crearon las principales trazas del jardín romántico tal como hoy lo conocemos, dotándose al recinto en aquel entonces, de unos dispositivos de riego que fueron calificados en la época de muy novedosos y de gran interés tecnológico por incorporar una máquina de vapor para el bombeo del agua que se utilizaba para su riego.
En 1864 se incorporan las esculturas y elementos ornamentales procedentes del Palacio Arzobispal de Umbrete y que antes fueron utilizados para ornamentar la Plaza del Museo de Sevilla los cuales muchos perduran y son uno de sus elementos ornamentales más atractivos.
En La Exposición Ibero Americana del año 1929 se instalan algunos Pabellones que reducen su espacio, la ampliación del Paseo de las Delicias por un lado y la desaparición de la calle Santiago Montoto por el lado del rio los constriñen a superficie actual.
Después de años de abandono, de saqueo y actos vandálicos, los jardines son restaurados en el 2007, se dotan de un nuevo cerramiento protector, se restauran glorietas, fuentes y estatuas, una nueva red de alumbrado, consolidación de paseos y pavimentos e instalación de una red de riego.
El carácter histórico del jardín se respetó en algunos casos y en otros la restauración fue a medias, sobre todo en lo que se refiere al mundo vegetal.
Hoy inexplicablemente hemos comprobado la tala de naranjos centenarios del paseo histórico de los Jardines de las Delicias y plantando de nuevos, desconozco si con el consentimiento de la Comisión Provincial del Patrimonio Artístico a la que previamente hay que someterle cualquier proyecto que altere el Bien de Interés cultural o por otra absurda decisión arboricida que desde hace algún tiempo estamos padeciendo en la ciudad.
Cualquier intervención en un Bien de Interés Cultural ,en este caso un jardín, deben estar apoyada por estudios previos con criterios de intervención en Jardines Históricos, la tendencia general es dar preferencia a la restauración de la imagen y el concepto del lugar, respetando el origen y las superposiciones que son reflejo del paso del tiempo, no con otras actuaciones que ignorando el pasado destrozan su carácter histórico .
Jardines sin fronteras 