Cudillero.-Asturias Casco viejo de Bilbao
Articulo que por su interés y repercusión me ha parecido interesante incluir en el, blog.
Para la mayoría de los ciudadanos una de las principales preocupaciones es la de la conservación de la naturaleza, en cuanto a su condición de elemento de calidad ambiental, de valor histórico o cultural, además de su valor como recurso económico.
Muchas administraciones han sido permeables a esta inquietud social protagonizando acciones que en muchos casos han sido pioneras en el desarrollo de políticas ambientales.
Son ya varias ciudades españolas que han redactado o han iniciado el proceso de redacción de ordenanzas de paisaje, que yo sepa, Madrid, Barcelona, Segovia Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla entre otras habiéndose creado en muchas de ellas un organismo municipal específicamente dedicado a velar por el paisaje de la ciudad.
La ausencia de rasgos ambientales, escénicos, patrimoniales o identitarios que precisen un tratamiento específico del paisaje justifican el escaso interés por los recursos paisajísticos en algunas ciudades.
Los espacios catalogados como no urbanizables en estos casos juegan un importante papel en la estructura territorial ya que se comportan como áreas de transición y separación de las distintas áreas urbanas, brindando grandes oportunidades de ocio y recreo a los ciudadanos. El abandono de estos espacios tiene importantes repercusiones negativas sobre la imagen de la ciudad.
Desde un punto de vista escénico, las zonas de transición entre lo rural y lo urbano presentan un marcado deterioro visual añadido al que presentan los bordes de las carreteras, autovías o líneas férreas. La fragilidad visual de estas áreas implica que le prestemos una mayor atención paisajística.
La actual presión ambiental inducida por la acción de los seres humanos sobre el planeta amenaza con desbordar su capacidad de carga. Durante miles de años las propias limitaciones del desarrollo social la hicieron compatible con el medio ambiente.
En cualquiera de los ámbitos geográficos y las escalas que se tienen como referencia, en posible constatar un empobrecimiento generalizado de los recursos escénicos, siendo frecuente la sustitución de paisajes visualmente y/o ambientalmente singulares por paisajes banales, estereotipados, desordenados y, generalmente insostenibles desde el punto de vista ecológico.
Estas alteraciones, a las que sólo algunos espacios han permanecido ajenos, han puesto de manifiesto una acusada fragilidad y la impostergable necesidad de establecer medidas de protección, gestión y ordenación.
El creciente interés por el paisaje habrá que relacionarlo con las, cada vez, mayores exigencias sociales en relación con las condiciones de vida y calidad del entorno.
Parece evidente que una vez alcanzados unos niveles mínimos en materia de vivienda, empleo, dotaciones y servicios, se incrementan los requerimientos ciudadanos en torno a determinados factores (calidad del agua, y del aire, limpieza de los espacios públicas, recogida y adecuado tratamiento de residuos…) e incluyen el paisaje entre los factores relacionados con la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
Ante esta situación:
La propia Unión Europea ha impulsado el “Grupo de Ciudades Europeas hacia la Sostenibilidad” que se ha desarrollado en torno a los principios recogidos en la “Carta de Aalborg” suscrita el 27 de mayo de 1994, por 80 municipios europeos. Para estos municipios “la sostenibilidad ambiental significa preservar el capital natural. Requiere que nuestro consumo de recursos materiales, hídricos y energéticos renovables no supere la capacidad de los sistemas naturales para reponerlas y que la velocidad a la que consumimos las reservas no renovables no supere el ritmo de sustitución de los recursos renovables duraderos. La sostenibilidad ambiental significa asimismo que el ritmo de emisión de contaminantes no supere la capacidad de aire, del agua y del suelo de absorberlos y procesarlos. La sostenibilidad ambiental implica además el mantenimiento de la diversidad biológica, la salud pública como la calidad del aire, el agua y el suelo a niveles suficientes para preservar la vida y el bienestar humanos, así como la flora y la fauna para siempre”.
El principio tercero de la Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo (1992) señala:
“el derecho al desarrollo debe ejercerse de forma tal que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presentes y futuras”
Se hace necesario establecer políticas eficaces de ordenación del territorio que impliquen una evaluación estratégica de todos los planes urbanísticos bajo los criterios de sostenibilidad.
Las comunidades en crecimiento son algo bueno, pero nuestras modalidades de crecimiento urbano no lo son, todavía son muchos los paisajes en peligro de extinción, por falta de criterios a la hora de acometer los diferentes planes urbanísticos, normalmente se deja en manos del contratista la ejecución de las obras sin dirección responsable.
Las respuestas deben surgir en las comunidades del país como resultado de la asociación de ciudadanos interesados con autoridades cívicas y empresariales.

Algunas comunidades comienzan a poner en tela de juicio conceptos generalmente aceptados sobre el crecimiento y desarrollo.
Si bien el desarrollo es esencial para mantener nuestra prosperidad debemos evaluar los costos de las actuales modalidades de crecimiento.
Se cuestionan los costos de calidad de vida con el constante aumento de la congestión de tráfico. Se cuestionan los costos económicos en abandonar la infraestructura de la ciudad sólo para reconstruirla en barrios residenciales en otros términos municipales.
Se desea evitar el crecimiento sostenible, el empleo, salarios, educación y ocio, pero no el crecimiento de la contaminación, la pobreza, las horas perdidas en los desplazamientos, la televisión basura o la drogadicción …
El crecimiento sensato representa el intento de promover nuevas normas de desarrollo que sean:
– Económicamente sensatas que aprovechen las inversiones anteriores para que no requieran aumentos impositivos onerosos en nuevas zonas urbanas para sufragar servicios públicos, que reduzcan la congestión y por ende den a los ciudadanos más tiempo libre, conservando las tierras productivas para las explotaciones agrícolas.
– Socialmente sensatas, porque promueven en las oportunidades económicas, un “sentido de comunidad” entre las diversas regiones al unir los ciudadanos, empresas y gobiernos en la búsqueda de soluciones a problemas comunes.
Ciudadanos que han permanecido callados deben levantar su voz. Lugares abandonados deben de renacer; espacios en peligro deben ser protegidos de las presiones de un mal entendido desarrollo; deben aumentar en los ciudadanos las inquietudes para el crecimiento urbano.
Debemos adoptar una actitud más sensata respecto la forma de crecer, definiendo un modelo de desarrollo urbanístico moderno y participativo y sobre todo fijar los límites de este crecimiento.
Hemos de buscar soluciones innovadoras de desarrollo para los nuevos problemas suscitados ante el desmesurado crecimiento urbano y turístico, es una lucha contra la congestión del tráfico, la contaminación y el desarrollo, que debe de existir, pero con un aprovechamiento del suelo sensato, el crecimiento urbano no puede devorar nuestros espacios naturales.
Las ciudades del mundo en desarrollo crecen con rapidez. Los efectos inmediatos en las comunidades locales son graves. La calidad de vida se reduce, las más gravemente afectadas son las familias más pobres que viven en los congestionados sectores de las grandes ciudades y en los asentamientos improvisados clandestinos.
Las economías inestables pueden desembocar en una manera creciente de emigraciones por razones económicas.
El desarrollar una comprensión informada de los problemas y sus posibles soluciones, la participación ciudadana ampliamente incluyente –base firme de los sistemas democráticos de gobierno- es crucial. Solo los enfoques verdaderamente participativos pueden asegurar que se escuchen sus oposiciones, que se consideren las necesidades y que su visión especial enriquezca las deliberaciones.
El crecimiento económico y la protección del medio ambiente pueden y deben ir de la mano.
Aunque hoy disfrutamos de la expansión económica más prolongada en la historia de nuestro país, el medio ambiente es más puro y hacemos nuevas y grandes inversiones para asegurar un medio ambiente más saludable para nuestros hijos, no debemos de bajar la guardia.
Las ciudades faltas de terrenos se enfrentan cada día a problemas que suponen la pérdida de sus espacios naturales por la invasión de las urbanizaciones.
A medida que son invadidos por urbanizaciones los espacios abiertos que rodean las
Málaga.-Desfiladero de los Gaitanes.-Caminito del Rey. Cami de Ronda de Lloret de Mar a Tossa de Mar .-Primera escaleras
ciudades, debemos recorrer distancias mayores entre la casa y el trabajo, comercio y zonas de ocio. Las familias dependen de las automóviles, más y más, en sus desplazamientos diarios, todo ello se convierte en tiempo perdido, dinero y frustración. Ello nos trae un aumento de impuestos, para pagar las infraestructuras necesarias, calles, alcantarillado, agua, escuelas, policías, bomberos y de los espacios verdes y arbolado, los costos de esta congestión se disparan.
Cuando pensamos en los grandes paisajes naturales –nuestros tesoros nacionales- que juegan un importante papel en la salud de las comunidades, comprobamos que muchos ciudadanos se sienten desconectados de estos grandes espacios. La solución está en conectar a los ciudadanos con su medio natural aumentando las inversiones hacia estos enclaves y una educación ambiental hacia aquellos.
Es obvio que este país ha hecho y continúa haciendo importantes inversiones en la protección y mejoramiento de nuestro medio ambiente, pero reconozcamos que aún queda mucho por hacer.
Han nacido los PORM (Plan de ordenación de recursos naturales), los PROG (Plan rector de uso y gestión), los REMPA (Plan de espacios protegidos), la Ley 4/89 de conservación de espacios naturales y flora y fauna silvestre en Andalucía. Todo está legislado… entonces porqué todavía se atenta contra el paisaje y la naturaleza.
EL PAISAJE ACTUAL
Entre sus distintas funciones (de mejora ambiental, de contenido educativo, cultural, de relación social, etc.…) cada vez cobra mayor relieve la función social, no como reflejo del nivel de vida, no solamente desde el punto de tratamiento del paisaje, sino desde el punto de vista de resolución del cambio de hábitos y conductas de los ciudadanos hacia el mismo.
La calidad del paisaje puede ser una cuestión subjetiva de gustos; no obstante, la mayoría de las personas tienen una forma similar de apreciar la calidad.
En todos los tiempos el hombre ha venido actuando sobre el paisaje como si fuera dueño absoluto y pudiera utilizarlo de cualquier manera.
Cuando se altera el paisaje debemos tener en cuenta que no nos pertenece, pues sólo somos usufructuarios del mismo, teniendo la obligación de transmitirlo a generaciones futuras sin perturbación alguna.
El paisaje es un bien social que no puede alterarse al libre albedrío, debiéndose exigir una gran meticulosidad en cualquier actuación sobre el mismo.
La humanidad cada vez se está haciendo más sensible a los daños que se le ocasionan, habiéndose acuñado en forma popular como “impacto ambiental”.
Un buen paisaje indica un acierto, una complacencia y un bienestar utilitario, un mal paisaje produce rechazo y abandono.
El paisaje ha de considerarse en el trazado y construcción de infraestructuras y edificios “a priori” y no “a posteriori” como ocurre en la mayoría de los casos.
El paisaje no puede ignorarse en los proyectos de enclaves turísticos, estaciones deportivas o de ocio, infraestructuras, etc.…
Debemos defender éste, no desde una perspectiva obstruccionista a las iniciativas y proyectos, sino de mejora de su calidad.
La evaluación del impacto que van a tener las obras es necesario antes de la toma de decisiones.
Es evidente que no todas las comunidades están aquejadas de problemas idénticos dadas las diferencias en su desarrollo económico y social, y en su geografía. No
Playa de las Catedrales situada en el municipio gallego de Ribadeo .-Lugo
obstante respecto al medio ambiente tienen muchas cosas en común.
En cada lugar específico se deberán plantear y resolver los problemas a escala local.
La era del consumo de masas ha ejercido una gran influencia sobre la organización espacial del paisaje.
El constante crecimiento del turismo en algunas pueblos y ciudades que disponen a la vez un atractivo patrimonio cultural, de muchas bellezas arquitectónicas y urbanizaciones de calidad o específicas, pueden en ausencia de un control eficaz, llegar a deteriorar su paisaje y la calidad de vida de sus habitantes.
Las transformaciones radicales de nuestros paisajes han acaecido brutalmente, en un período muy corto. El desarrollo económico y tecnológico ha cambiado radicalmente la situación anterior, autovías y autopistas definidas solamente con criterios de seguridad y rapidez de circulación, instalaciones industriales, apertura de canteras, cementerios de coches, instalaciones turísticas inadecuadas, etc.… han sido y son impactos importantes.
La determinación de lo realmente visto, la consideración de su valor estético y la evolución de capacidad de respuesta frente al daño, permiten un análisis completo del posible impacto visual de las actividades humanas y constructivas que provean instrumentos suficientes para señalar posibles modificaciones o alternativas en caso de conflicto.
La rentabilidad y trascendencia social de un buen paisaje es incalculable, en cualquier caso, muy elevada, también lo es la inversión.
Un buen paisaje es además un buen negocio y esto lo saben bien los empresarios.
El diseño del paisaje es un trabajo delicado y comprometido. El diseño del paisaje está plenamente relacionado con el arte, teniendo además el oficio una dosis de funcionalismo y tratar con otras disciplinas y materias técnicas que lo hacen diferente y atractivo.
La solución entre el arte y la naturaleza, entre la arquitectura y el paisaje adquiere una dimensión muy significativa con el solo propósito de lograr un marco armónico y humanitario para el escenario de la vida y con un destino final de integración del paisaje para crear espacios para el disfrute.
No realizamos obras sobre la naturaleza, sino en la naturaleza, construimos la naturaleza según lo que ella misma nos exige, con intervenciones capaces de organizar una estructura donde solo parece reinar el abandono, se invocan los sueños, la utopía, el mundo regido por la contemplación y la reflexión ajustándonos a la específica sensibilidad del carácter sublime del propio paisaje, creando espacios mágicos y humanos que la propia naturaleza nos permite modelar, con la posibilidad de mantener una adecuada y estrecha relación con nuestro escenario vital, la posibilidad de ser más felices.


El artículo 12.3.6 del Estatuto de Autonomía de Andalucía de 1982 establece “la protección y el realce del paisaje y del patrimonio histórico y artístico de Andalucía” como uno de los objetivos básicos de la Comunidad.
La Carta Magna establece algo que podrá denominarse un mandato paisajístico que la Junta ha de cumplir en lo que se refiere a la conservación y mejora del paisaje andaluz con estrecha relación con los valores culturales del territorio.
Desde la perspectiva del desarrollo y el bienestar de la sociedad, el paisaje se está convirtiendo cada vez más en un recurso para la generación de renta y empleo. Un paisaje atractivo es un factor clave de una oferta turística de calidad y un elemento importante para el desarrollo de sus zonas rurales.
A los factores que se refieren a la calidad de vida de un determinado lugar, pertenece también la calidad paisajística ambiental, junto a las ofertas culturales y de ocio.
La destrucción de los valores paisajísticos, con la localización de polígonos industriales, zonas periurbanas, etc., suponen la degradación, el descuido, el abandono y la suciedad del paisaje.
Por su parte también la Unión Europea ha insistido cada vez más en la relevancia del paisaje con manifestación de la identidad y diversidad cultural europea y como recurso para el desarrollo.
La extraordinaria riqueza paisajística de nuestro país no puede quedar atrás y debe emprender las iniciativas necesarias para aprovechar al máximo todas las ayudas financieras en beneficio directo o indirecto del paisaje.
Uno del organismo más implicados es el de la Ordenación del territorio y el Urbanismo principalmente en lo que se refiere a su planificación, cumpliendo las normas existentes sobre su protección, el control de los impactos medioambientales y la regulación de usos y actividades en el mismo.
El planeamiento municipal mayoritariamente, salvo algunas excepciones no ha tomado en cuenta las normas y directrices que defienden su valor ecológico ambiental y paisajístico, y las estrategias relativas a su gestión y protección.
Así vemos, urbanizaciones ilegales, polígonos industriales, factorías, escombreras y cementerios de coches, etc.… como zonas degradadas junto a entornos urbanos.
Ahora ha surgido el negocio del viento, implantación de aerogeneradores eólicos en el paisaje como churros, como solución a las energías renovables con el objetivo de disminuir la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, pero con ello no podemos contaminar visualmente nuestros paisajes, deben de ser instalados como una alternativa real y con una planificación medio ambiental y paisajística
En materia de agricultura y desarrollo rural debemos actuar para la conservación de los paisajes tradicionales del olivar, el naranjo, la caña de azúcar, el arroz, los viñedos, los almendros, los algarrobos, la huerta, etc.
Un enfoque paisajístico olvidado es el del entorno de los paisajes históricos ya que sólo contemplan el espacio circundante al monumento.

En la política turística la Ley de Turismo se ha inhibido a utilizar el concepto paisaje, guardando silencio en cuanto uno de los principales activos del sector turístico, ni su mejora, ni su puesta en valor de los recursos.
Hasta ahora, no hay que engañarse, el paisaje no figura entre los temas que más preocupan a los políticos, a las administraciones, y a la opinión pública. Se suele considerar un asunto de segundo orden, a diferencia de otros recursos (agua, transporte, contaminación, recursos energéticos o gestión de residuos) que reciben una atención considerablemente mejor, comparativamente con otros países queda patente que aún queda mucho por hacer para la construcción de una política paisajística coherente y coordinada en la que se considere su protección, su ordenación y su gestión.
Las líneas prioritarias a seguir serían:
- Considerar el paisaje en la Leyes de Ordenación Urbanística especialmente en los Planes Generales de Ordenación.
- La declaración de paisajes protegidos ha de ser más inflexible.
- Implementar proyectos y planes de la mejora paisajística de las zonas periféricas y vías de acceso a los municipios, así como la rehabilitación de espacios con fuertes alteraciones paisajísticas.
- Desarrollar los aspectos paisajísticos en terrenos forestales.
- Mejorar el tratamiento del paisaje.
- Integrar la dimensión paisajística en los planeamientos turísticos.
- Incorporar la dimensión paisajística en la protección del patrimonio histórico.
- Realizar una evaluación continua de la calidad del paisaje y de la política paisajística.
- Fortalecer la coordinación interdepartamental en relación con el paisaje.
- Captar nuevos recursos financieros para la política del paisaje.
Capacidad del paisaje. –
La concurrencia masiva debe ser controlada según su capacidad de carga, para asegurar su uso o desarrollo sostenible. Ya se ha aplicado en algunas ocasiones.
Límites de la capacidad del paisaje. –
La presión del turismo y la recreación agravan la crisis del aprovechamiento de los recursos naturales.
- a) El crecimiento de la población mundial, la cercanía de los recursos naturales.
- b) El mejoramiento socioeconómico de los pueblos (por lo menos en los países industrializados).
- c) El consiguiente aumento del tiempo libre
El proceso debe comenzar por:
- Fijar en los atractivos naturales en explotación sus límites de capacidad.
- Considerar aquellos atractivos sobre explotados para determinar con la debida anticipación su capacidad en los futuros planes o iniciativas de desarrollo.

Capacidad material. –
Cuidar que el exceso de personas e instalaciones de seguridad no afecten al paisaje.
Capacidad psicológica. –
Número de visitantes simultáneos que puede acoger el área que les permita una experiencia satisfactoria.
Capacidad ecológica. –
Número de visitantes simultáneos sin que se altere su equilibrio ecológico.
El paisaje o mejor los paisajes no son sino la consecuencia de una naturaleza rica y variada que atraen sin cesar operaciones especulativas y depredadoras, que pueden dar al traste en poco tiempo, lo que se ha creado durante milenios.
Las construcciones ilegales en suelos rústicos, las acampadas salvajes con riesgo de incendios, las acumulaciones de escombros y basuras son todavía un corolario diario.
TURISMO SOSTENIBLE. –
Se realizan miles de complejos turísticos, parques de atracciones y de ocio, instalaciones hoteleras, campings, etc.… desde diferentes departamentos, diferentes promotores, que acaban en una masa caótica de desarrollos todos ellos desconectados. Esta falta de conexión e integración resulta una yuxtaposición de usos poco atractivos y muy confusos. Esta situación se traduce en que los negocios tengan menos éxito y baja satisfacción del turista, creando problemas con las comunidades del lugar y su degradación ambiental.
Por otra, el turismo de masas está produciendo hoy en día un paisaje homogeneizado, en todos los lugares. Los promotores suelen copiar de otros proyectos que parecen haber tenido éxito en otros lugares.
Las franquicias y las grandes cadenas repiten los mismos usos del suelo, con los mismos diseños de edificios en cualquier posición y en cualquier región. En el afán de normalización de la oferta, el paisaje visual está comenzando a ser el mismo en todas partes. El viajero cada vez se da menos cuenta que ha salido de casa.
Las cualidades del lugar, la esencia misma del poder de atracción del turismo, están siendo diezmadas involuntariamente.
La mayoría de estos problemas son debidos a una inadecuada política sobre usos del suelo y de diseños, especialmente en lo relativo al turismo. La mentalidad de las empresas turísticas se ha centrado y continúa centrándose en la promoción, no en lo que se promueve.
Normalmente la relación se establece entre el arquitecto y el promotor y se olvida que el verdadero cliente es el turista, el que va a usar y disfrutar de nuestro diseño y su satisfacción será lo que se traduzca económicamente.
Cada vez se está reconociendo más la necesidad de la participación pública al comienzo del proceso. En general las alegaciones, consultas o las audiencias a los interesados se tramitan una vez el plan está elaborado. El lenguaje que se utiliza no siempre es comprensible para el conjunto de los ciudadanos, lo que propicia una falta de participación.
Los habitantes de una localidad tienen el derecho de ejercer su influencia sobre la planificación turística y su diseño ya que les va a influir e impactar.
Una extrema protección de los recursos es esencial a tener en cuenta en el proyecto. Probablemente no haya otra forma de desarrollo económico que dependa tanto de la protección de los recursos naturales y culturales como es la del turismo.
Playa de la Caleta.-Cádiz Zahara de los Atunes.-Cádiz
La defensa de la protección de los recursos no es mero altruismo, es una buena economía turística. La mayor parte del turismo depende de aguas limpias, vegetación pintoresca, maravillas de la naturaleza, vida salvaje y su hábitat, cambios topográficos sorprendentes, asentamientos prehistóricos e históricos y ricos paisajes culturales.
El paisajista desde su posición objetiva, puede poner de acuerdo los diferentes intereses a que se enfrentan en un proyecto, como pueden darse entre un promotor y grupos ecologistas.
Escapar de la creciente normalización cada día más presente, con soluciones creativas y únicas de cada lugar que recojan la esencia de cada sitio es la solución.
Siendo la segunda industria más importante del mundo (después de la armamentista) y cuyo recurso principal son la naturaleza y la cultura, el papel que pueden jugar los paisajistas es grande, pero para ello hace falta la actuación de profesionales capacitados para satisfacer tan importante reto.
En España, un país donde la industria turística tiene gran importancia, resulta fácil identificar los peligros y problemas que tiene el turismo, pero aún más las oportunidades que para el futuro se pueden plantear desde la comprensión del importante papel que pueden jugar un paisajista capacitado.
El turismo sostenible debe ser definido como el turismo organizado, de tal forma que los recursos que utilizamos hoy puedan ser transmitidos a futuras generaciones con todas sus cualidades intactas.
La industria turística ha comenzado a reconocer los beneficios económicos a la hora de respetar el paisaje y corregir los impactos ambientales en el proceso del desarrollo turístico.
A partir de esta idea ha surgido el ecoturismo, tratando de unir intereses, es económico, de la industria del turismo por una parte y la protección del medio ambiente natural y cultural por otra.
Son bases de un turismo sostenible
– Utilización permanente de recurso sin que éste se deteriore.
– La renovación de los recursos naturales nunca será menor que la utilización y en su caso explotación del mismo.
– Las construcciones en un entorno natural no deben dominar el paisaje, ni el entorno donde se ubican, deben integrarse en el medio natural.
– Están proliferando pequeños hoteles de encanto, que se amoldan a las características de nuestro medio natural, que explotan racionalmente los elementos y los recursos que la naturaleza les dona, ofrecen senderismo, avistamientos ornitológicos, deportes de aventura barranquismo, vuelos en globo, piragüismo, deportes de vela, ciclo turismo, observaciones astronómicas, etc. …
– El ecoturista desea llegar al área natural afectada lo menos posible por la mano del hombre.
– Guías para la interpretación ambiental. Información, normas de comportamiento, etc.
Los atractivos, independientemente de su jerarquía, tienen una capacidad limitada para generar visitas.
Las estrategias deben tener en cuenta tanto la capacidad de carga biológica como el límite de la capacidad soportante del atractivo natural que es consecuencia del flujo de personas.
Se nos llena a todos la boca de agua al hablar de sostenibilidad, de Agendas Locales 21, y cuando buscamos experiencias concretas nos vemos obligados a citar casos de otros países. Los grandes esfuerzos de Calviá y Lanzarote se terminaron al cambiar de signo político el equipo municipal.
“En nuestra tierra hay bastante para las necesidades de todos, pero no lo suficiente para la avaricia de unos pocos”. -Gandhi
Sin embargo, las asociaciones ecologistas rechazan el modelo de desarrollo turístico que defienden algunos consistorios basado en la construcción de grandes áreas de ocio, urbanizaciones y/o campos de golf, cuando se detectan o denuncian irregularidades pueden terminar en recursos o contenciosos inacabables o simplemente multas que bendicen las especulaciones cometidas.
Ellos creen en otro modelo de desarrollo a escala humana que pasa por propuestas prácticas reguladas por la sensibilidad y el respeto, por la justicia social, y la democracia participativa.
No podemos someternos a la única posibilidad de vivir del turismo.
Actualmente, independiente del color político de sus alcaldías se está implantando el modelo de crecimiento “marbellí”, este prototipo parte de un “pensamiento único” de desarrollo y se materializa en el crecimiento urbanístico sin planificar, incontrolado y salvaje, con cantidad de construcciones ilegales toleradas por ayuntamientos a menudo corruptos… justificándose hacia la población con (falsas) promesas de puestos de trabajo la mayoría temporales y precarios.
Cueva del Agua de Quesada .-Jaen Sierra de Cazorla Segura y las Villas
Existen muchas artimañas legales que permiten a cualquier Corporación municipal tomar iniciativas que pueden llevar deterioros ambientales graves; una de ellas destaca especialmente, se trata de la figura legal que a la declaración como Bien de Interés Público y Social de una actividad o construcción, tras un acuerdo plenario al presentarlo a la Comisión Provincial de Urbanismo habitualmente lo aprueba… si hay algún técnico que se interese, puede atrasar la ejecución, pero no impedirlo.
…los edificios con presunto uso social, acaban siendo hoteles de lujo…
Debemos considerar además en principio los siguientes aspectos:
– Identificar las características más importantes del turismo en la actualidad y sus elementos más singulares.
– Comprobar la necesidad de una nueva concepción del turismo a partir de la relación entre éste y el medio ambiente a lo largo del tiempo.
– Identificar las técnicas y estratégicas y los marcos de acción para alcanzar un desarrollo sostenible del turismo.
El modelo turístico masivo de sol y playa característico de nuestro litoral mediterráneo ha provocado tanto el espectacular crecimiento urbanístico, demográfico y económico de unas pequeñas localidades de la costa de campesinos y pescadores (que pasaron de vivir del turismo, para el turismo), como a la degradación creciente de sus paisajes y entornos naturales.
Degradación debida, por un lado, por la enorme proliferación de infraestructuras y equipamientos turísticos, tanto en alojamientos: hoteles, apartamentos, urbanizaciones de segunda residencia, camping, como de la oferta complementaria para los turistas (bares, restaurantes, discotecas, campos de golf, parques acuáticos) y por otro, los efectos derivados de la presencia de miles de visitantes, años tras año (contaminación donde nunca había existido, sobre explotación de recursos, agua, energía,…) lo que ha modificado el paisaje de nuestras costas.
El color gris del hormigón ha sustituido el verde de los árboles. Esto no significa que no sean necesarias las infraestructuras ni que sean malas por sí mismas. Sí a una mala planificación y a la especulación del suelo.
Segovia monumental
Debemos superar la idea de crecimiento como paradigma de desarrollo. El espacio natural no se puede recuperar.
Debemos preservar la biodiversidad y los ecosistemas locales sin desbordar su capacidad de carga.
Aun siendo el modelo turístico de sol y playa el mayoritario hemos de reconocer que a la larga es obsoleto y está condenando a renovarse.
Las nuevas tendencias en la demanda turística son:
– la singularidad.
– La diferenciación.
– La autenticidad aparente (tematización).
– Los espacios no degradados.
– La actividad participativa (excursiones, visitas culturales, deportes) el turista quiere decidir por sí mismo qué hacer y no estar planificado.
Cada vez los precios son menores, refiriéndonos al precio del producto turístico- y la degradación es mayor. Este es un proceso insostenible, antes o después habrá crisis económica, ambiental y social, según palabras de Fernando Prats, experto en Agenda 21 Local.
Un cambio radical de mentalidad debe conducir a adoptar medidas que incluso hacen replantearse un nuevo modelo turístico, basado en la sostenibilidad y la integración del turismo en el paisaje y el medio ambiente.
Valderrama, Real Club de Golf Sotogrande
En la actualidad, se trata de entornos urbanos con una doble vertiente, en invierno lugares tranquilos, poco poblados y en verano lugares abarrotados, insufribles con una actividad frenética al igual que las grandes ciudades, problemas de tráfico, contaminación, ruido y sobreexplotación de los recursos naturales.
La idea del desarrollo turístico sostenible pasa por encontrar un puesto de equilibrio tal que la planificación de la actividad turística y la protección del medio natural sean objetivos compatibles y complementarios evitando hipotecar recursos, para que las próximas generaciones hereden un hábitat en condiciones apreciables.
Las carencias en la conservación del medio pueden convertirse en un elemento limitativo del desarrollo turístico sostenible si prosiguen las agresiones al paisaje y al medio ambiente traducidas en la desecación de humedales, invasión de parques rurales, alteración de la flora y la fauna, etc.… constatadas en numerosos destinos turísticos actuales como consecuencia de una mala planificación.
La fase de explotación de un destino turístico es la que provoca la generación de residuos, la sobreexplotación de la capacidad de carga del lugar, el impacto sobre la calidad de las aguas, el agotamiento de los recursos hídricos y los plazos mínimos que exige la regeneración natural de los impactos producidos.
El respeto al entorno ha ido cobrando protagonismo entre los propios consumidores, emergiendo una garantía de continuidad a aquellos negocios que tiene como prioridad al respecto a los recursos naturales.
Un ejemplo paradigmático sobre la consideración del medio ambiente es la experiencia del Ayuntamiento de Calviá (Mallorca) municipio que ha asumido la Agenda 21 como plataforma de adecuación de su modelo turístico a los principios medioambientales más apreciados internacionalmente.
CALVIA, como ejemplo de municipio turístico.
145 km2, 50.000 hab. Y 1,6 millones de visitantes al año.
El 80 % del municipio formado por áreas naturales, con un litoral de 55 Km. de costa, playas y acantilados de gran valor medioambiental.
Padecieron como en muchos lugares de nuestro país un desarrollo turístico con intereses a corto plazo, una construcción ilimitada y una explotación insostenible de unos recursos naturales excepcionales.
Este desarrollo inarmónico hizo que el turismo de “sol y playa” que ayudó a financiar el desarrollo de la isla perdiera calidad. Se hizo un esfuerzo inversor para paliar los desaguisados anteriores, sin embargo, a medida que pasaba el tiempo aumentaba la gravedad de la situación, evidenciando un deterioro del medio ambiente y el paisaje, la sobrepoblación de las zonas turísticas, las dificultades de renovar las instalaciones existentes, la decadencia del entorno insular y la amenaza del declive para el futuro turístico y el desarrollo local.
A comienzos de 1995 de acuerdo con otros organismos el Consejo Municipal se decidió a elaborar la Agenda 21 basada en la Cumbre de Río para definir una nueva estrategia en la que el medio ambiente constituyera el factor clave de su desarrollo.
En un proceso abierto y participativo de Comisiones temáticas se analizó la situación actual en la que se comprobó entre otros una serie de contradicciones:
– El exceso de presión humana sobre ciertas áreas del litoral.
– Una frágil integración sociocultural de la población.
– El deterioro paulatino y la insuficiente preservación del patrimonio natural, fuertes erosiones, peligro de incendios, impactos ambientales, sobreexplotación de los acuíferos.
– Un patrimonio histórico y cultural, poco cuidado y menos valorizado.
– La evidente insuficiencia de un sistema de transporte público inadmisible e insostenible en el consumo (agua, energía) y la generación de residuos.
– La masificación urbanística y el progresivo deterioro de sus núcleos de población.
Las diez grandes líneas de acción para orientar la población hacia bases de desarrollo más sostenible:
- Contener la presión humana, limitar el crecimiento y favorecer la rehabilitación integral del territorio y su litoral.
- Favorecer la integración, la convivencia y la calidad de vida de la población residente.
- Preservar el patrimonio natural terrestre y marítimo e impulsar la creación de una ecotasa turística regional con destino ambiental.
- Recuperar el patrimonio histórico, cultural y natural.
- Impulsar la rehabilitación integral de los núcleos residenciales y turísticos.
- Mejorar Calviá como destino turístico: sustituir crecimiento por calidad sostenible, buscar elevación del gasto por visitante y tender a equilibrar la campaña turística.
- Mejorar el transporte público y favorecer los desplazamientos peatonales y en bicicleta entre y en el interior de la población.
- Introducir la gestión sostenible en los sectores ambientales claves: agua, energía y residuos.
- Invertir os recursos humanos y del conocimiento, dinamizar y diversificar el sistema económico.
- Innovar el gobierno municipal y ampliar la capacidad de inversión público privada concertada.
Esta posición justifica que las empresas turísticas hayan iniciado diversas acciones que incorporan los postulados medioambientales y de sostenibilidad en su gestión empresarial, para conseguir una mejor imagen y una mejor cuota de mercado.
El turismo es uno de las principales factores sociales, culturales, económicos y aún políticos más influyentes, no debemos olvidarlo, en el devenir del mundo aporta y puede llegar a generar un inmerso gran bienestar material y espiritual a la medida en que se vincule adecuadamente al desarrollo sostenible.
Las oportunidades de futuro para que el turismo siga creciendo y expandiéndose son impresionantes.
¿Qué puede aportarnos el turismo?
¿Por qué la diversidad cultural y el desarrollo sostenible son claves para el turismo del futuro?
Una vida de cierta calidad exige hacer turismo, es decir descansar, cuidar la salud del cuerpo y la mente, enriquecer el espíritu, ampliar nuestra cultura, realizarnos personalmente, familiar y socialmente, etc.
Gastronomia.-Coquinas ,cigalas y langostinos de Huelva
El turismo de calidad irá cada vez más de la mano de la sana diversión (incluida gastronomía local, su música, danzas, etc.) los deportes y actividades al aire libre, así como el sol, agua o nieve y aire limpio junto con la oportunidad de conocer la herencia artística y cultural del respectivo entorno, si bien el arte también se encuentra en los paisajes.
Los impactos negativos del turismo en el medio ambiente urbano y rural siguen sin embargo en aumento.
El turismo se construye y prospera gracias a la existencia de unos atractivos naturales, culturales y de otro tipo, a condición de que éstos se encuentren en buen estado de conservación.
El turismo puede utilizarlos, pero no necesariamente agotarlos, reducirlos o modificarlos sustancialmente como sucede frecuentemente. El medio ambiente natural, histórico y cultural que fueron origen del turismo, se ha deteriorado, a veces de forma reversible, las tradiciones locales se han degenerado en un afán ciertamente erróneo de satisfacer las pretendidas “demandas” y la calidad general de la oferta ha disminuido.
La sostenibilidad del turismo pasa por lograr un equilibrio entre los objetivos sociales, económicos y ambientales.
Para alcanzar un desarrollo sostenible de la actividad turística se requieren a mi modo de ver una serie de condiciones que son:
– El turismo no puede crecer de forma desordenada o anárquica.
– La política del turismo debe ser el resultado de un proceso participativo de todos los entes implicados.
– Las técnicas de evaluación de impacto ambiental deben ser aplicadas desde el comienzo de todo proyecto, desde su etapa inicial.
– Ninguna acción que realicen las empresas turísticas para satisfacer al turismo debe ser en detrimento de la localidad.
– Los límites de crecimiento, expresados en capacidad de carga turística, deben ser respetados de igual manera por autoridades públicas, empresarios privados y turistas.
Marbella.-Puerto Banus Marbella.-Casco antiguo
¿Quién puede obligar a que las recomendaciones que se hacen los foros especializados se cumplan?
¿Tienen los gobiernos atribuciones legales para hacerlo?
¿Quién controla a los empresarios para asegurar la adopción de criterios y prácticas de sostenibilidad?
No será que sólo se actúa aparentemente…
Cada destino turístico tiene sus propias características, sus atractivos, sus problemas y sus áreas de riesgo, cada uno debe y puede definir su propia estrategia turística. Las soluciones que han funcionado en un sitio, no necesariamente de funcionar en otro.
Es necesario mayor coordinación por parte de todos los actores involucrados en la actividad turística, faltan normas de obligado cumplimiento que asuman las autoridades y que los sectores turísticos privados asoman una mayor responsabilidad activa hacia los recursos naturales, la defensa del paisaje y el medio ambiente en las comunidades donde establezcan sus infraestructuras turísticas.
Actualmente el desarrollo turístico debe estar en armonía con el medio ambiente principalmente con las siguientes características:
– Respeto hacia el entorno donde se localiza. Pocas modificaciones del paisaje.
– Acentúa el interés por los espacios naturales mejor conservados.
– Promueve “otra clase de atractivos” (culturales, históricas, naturales) y más diferenciados.
– Contacto más intenso con las poblaciones y entornos locales.
– Menos estacionalidad.
– Compuesto de actividades turísticas (deportivas, científicas y culturales) diversas y heterogéneas.
“El concepto de turismo sostenible reconoce universalmente el derecho de cada individuo al descanso y la recreación, a una limitación razonable de las horas de trabajo, vacaciones periódicas pagadas, así como la libertad de viajar dentro del marco de las leyes.”
Lanzarote.-Jameos del Agua Paisaje lanzaroteño
CARTA DEL TURISMO SOSTENIBLE
Desde 1995 con la promulgación de la Carta del Turismo Sostenible de Lanzarote las administraciones vienen preocupándose de este tema, en ésta se reafirma el turismo conociendo entre sus conclusiones:
– El turismo como posibilidad de viajar y conocer otras culturas, de promover el acercamiento y la paz entre los pueblos, creando una conciencia respetuosa sobre la diversidad de modos de vida.
– La necesidad de desarrollar un turismo que satisfaga las expectativas económicas y las exigencias ambientales que no solo sea respetuoso con la estructura socioeconómica y física de cada destino, sino también con las poblaciones receptoras e instan y apelan a que:
- El desarrollo turístico deberá fundamentarse sobre criterios de sostenibilidad, es decir, ha de ser soportable ecológicamente a largo plazo, viable económicamente y equitativo desde una perspectiva ética y social para las comunidades locales.
- El turismo tendrá que contribuir el desarrollo sostenible, integrándose en el entorno natural, cultural y humano.
- La actividad turística ha de considerar los efectos inducidos sobre el patrimonio cultural y los elementos, actividades y dinámicas tradicionales de las comunidades locales.
- La contribución activa del turismo al desarrollo sostenible presupone necesariamente la solidaridad, el respeto mutuo, la participación de todos los actores implicados en el proceso.
- La conservación, la protección y la puesta en valor del patrimonio natural y cultural, representa un ámbito privilegiado para la cooperación.
- Los criterios de calidad orientados a preservar el destino turístico y a la capacidad de satisfacción del turista, basados en los principios del desarrollo sostenible, deben ser los objetivos prioritarios.
- Toda opción de desarrollo turístico debe repercutir de forma efectiva en la mejora de la calidad de vida de la población e incidir en el enriquecimiento sociocultural de cada destino.
- Con el fin de que el turismo sea una actividad sostenible es fundamental que se pongan en práctica códigos de conducta que favorezcan la sostenibilidad.
- Habrá que prestar atención especial al papel del transporte y sus efectos sobre el medio ambiente en la actividad turística, así como al desarrollo de instrumentos y medidas orientadas a reducir el uso de energías y recursos no renovables, fomentando el reciclaje, la minimización de residuos.
- La industria turística deberá diseñar las marcas específicas de acciones positivas y preventivas que garanticen un desarrollo sostenible en colaboración con otros organismos implicados.
“Vivimos tan corto espacio de tiempo sobre el planeta que cada uno de nuestros pasos debe estar encaminado a construir más y más el espacio soñado de la utopía, construyámoslo conjuntamente; es la única manera de hacerlo posible.”. -César Manrique.
Cadiz.-Vista de la ciudad Granada.-Barrio del Albaicin
En 2017 reclaman los alcaldes de municipios turísticos. “En primer lugar, queremos un nuevo modelo de financiación con mayor participación en los ingresos del Estado, de las comunidades autónomas y de la Unión Europea. Sin esos fondos, no se pueden ofrecer servicios de calidad. En segundo lugar, buscamos ser un foro de reflexión sobre el futuro de los municipios, en el que tenemos que impulsar un crecimiento cualitativo, con valor añadido, que sea sostenible, que ofrezca una oferta variada y que cree más empleo y prosperidad”, subrayó Granados alcalde de Salou Tarragona.
España cerró el pasado ejercicio 2017 con un récord de turistas extranjeros (75,2 millones de viajeros internacionales). Un hito que ha permitido a las empresas hoteleras recuperar gran parte de lo perdido durante los seis años continuados de crisis y que ha elevado los ingresos de las Administraciones públicas, como muestra el hecho de que los ingresos generados por el turismo (especialmente ligados al IVA) crecieron en torno al 10% el pasado ejercicio hasta tocar máximos históricos.